Arafo: Don Pedro José Amaro Montano (1812-1889), notario público eclesiástico, hermano mayor y secretario de la Hermandad del Santísimo Sacramento, depositario de fondos del Ayuntamiento, juez de paz accidental, alcalde constitucional, secretario del Juzgado y del Ayuntamiento, encabezado de las fiestas patronales y propietario agrícola

Toda la vida de nuestro biografiado transcurrió en el pueblo de Arafo, donde se dedicó siempre al cuidado de sus propiedades agrícolas. Asimismo, estuvo vinculado a la Parroquia de San Juan Degollado, de la que fue notario público eclesiástico, así como bedel, mayordomo, hermano mayor y secretario de la Hermandad del Santísimo Sacramento. Además, tuvo un fuerte compromiso con la vida pública del municipio, en el que desempeñó numerosos cargos y empleos: regidor o concejal en varias etapas, teniente de alcalde, juez de paz accidental, depositario de fondos y síndico del Ayuntamiento, alcalde constitucional, secretario del Juzgado y del Ayuntamiento, encabezado de las fiestas patronales y elector contribuyente para diputados a Cortes.

Nació en Arafo el 22 de febrero de 1812, siendo hijo de don Antonio Amaro Díaz y doña Felipa (Rodríguez) Montano de Torres, naturales y vecinos de dicha localidad. Al día siguiente fue bautizado en la iglesia de San Juan Degollado por el cura párroco propio don Antonio Rodríguez Torres; se le puso por nombre “José Pedro” y actuó como padrino don Agustín Hernández. Curiosamente, durante la mayor parte de su vida fue conocido como “Pedro José” …

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El trágico naufragio del motovelero “Joven Genoveva” en la costa de Arico (1962)

En la tarde del 24 de marzo de 1962 se produjo un trágico naufragio en el litoral del Sur de Tenerife, en este caso frente a la Punta de Abona en la costa de Arico, al volcar por un golpe de mar y hundirse rápidamente el motovelero “Joven Genoveva”. Fallecieron tres de sus cuatro tripulantes, a pesar de que se habían lanzado al agua con salvavidas, pero el mal estado de la mar y la oscuridad del anochecer hizo que se separaran, lo que dificultó su salvación. Curiosamente, el marinero-motorista que logró salvar la vida poseía una pierna ortopédica, que se quitó al caer al mar, pero como sabía nadar muy bien trató de ayudar sin éxito a uno de sus compañeros, al que cedió su salvavidas; logró alcanzar la costa, arrastrándose luego hasta el faro de Abona, donde fue socorrido por el farero y su familia. El barco se dirigía a Santa Cruz de La Palma cargado de refrescos o bebidas carbónicas, carga valorada en 300.000 pesetas, mientras que la embarcación estaba valorada en 600.000 pesetas.

Este barco fue construido, matriculado y botado al mar en el puerto de Santa Cruz de La Palma a mediados de los años cincuenta, siendo propiedad de don Sebastián Díaz, quien lo vendió en 1960 a don Sebastián Calderón, otro armador de dicha capital. Se trataba de una balandra o motovelero, de 35 toneladas, con motor sueco de gasoil de 70 caballos…

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Güímar: Don Miguel Rodríguez Rodríguez (1824-1887), sargento 1º de Milicias, comandante de armas de Güímar, Arafo y Candelaria, tallador de quintos, elector contribuyente, vocal eximido de la Junta Municipal de Amillaramiento y agricultor

Nuestro biografiado, quien trabajó durante toda su vida como agricultor en sus propiedades, siguió una modesta carrera militar en la 6ª compañía del Batallón Provincial de La Laguna, en la que fue ascendiendo desde soldado a cabo 2º, cabo 1º, sargento 2º y sargento 1º de Milicias. Con este último empleo fue nombrado comandante de armas de Güímar, Arafo y Candelaria, actuando también como tallador de quintos en el Ayuntamiento de su Güímar natal. Además, figuró entre los electores contribuyentes de dicho municipio para la elección de diputados a Cortes; y fue nombrado vocal de la Junta Municipal de Amillaramiento, aunque de este cargo fue eximido.

Nació en Güímar el 28 de septiembre de 1824, siendo hijo de don Juan Rodríguez de Campos y doña Juana Rodríguez Espinosa [sic], naturales y vecinos de dicha localidad, donde se habían casado dos años antes. Al día siguiente fue bautizado en la iglesia de San Pedro Apóstol por el presbítero don Nicolás Rodríguez Torres, con licencia del beneficiado servidor don Antonio Rodríguez Torres; se le puso por nombre “Miguel Wenceslao” y actuó como padrino don Nicolás Pérez Cartaya, de la misma naturaleza y vecindad…

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Adeje: Doña Concepción Fraga de la Paz (1855-?), maestra en propiedad de Adeje, San José de los Ramos (Matanzas, Cuba) y Tafira (Las Palmas de Gran Canaria)

Tras obtener el título de Maestra Elemental de Enseñanza Primaria en la Escuela Normal de Maestras de La Laguna, nuestra biografiada obtuvo en propiedad la escuela pública de niñas de Adeje, su villa natal, a cuyo frente estuvo durante varios años. Luego decidió emigrar a Cuba, como ya habían hecho muchos de sus familiares, y allí recibió el nombramiento de maestra para la escuela de San José de los Ramos (Matanzas). Tres años más tarde, tras la independencia de dicha isla, regresó a Canarias y solicitó la escuela de Tafira (Las Palmas de Gran Canaria), donde de momento perdemos su pista.

Nació en la villa de Adeje el 24 de septiembre de 1855, siendo hija de don Francisco José Fraga Díaz, natural del pago de Taucho, y doña María Isabel de la Paz Castellano, que lo era de Adeje, y ambos vecinos de la cabecera municipal en la calle Nueva. Tres días después fue bautizada en la iglesia de Santa Úrsula por el beneficiado curado rector ecónomo don Antonio Álvarez y Méndez; se le puso por nombre “María de la Purísima Concepción del Sacramento” y actuó como madrina su tía paterna doña María de la Encarnación Fraga Díaz…

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Granadilla de Abona: Don José Reyes de Ara (1809-1892), propietario agrícola, sargento 2º de Milicias, regidor y secretario interino del Ayuntamiento, secretario suplente y acompañado del Juzgado Municipal, poeta popular y verseador

Nuestro biografiado, quien trabajó durante toda su vida como modesto propietario agrícola, siguió una sencilla carrera militar en el Regimiento Provincial de Abona, en el que ascendió desde soldado hasta sargento 2º de Milicias. También tuvo una notable actividad pública, pues fue elegido regidor del Ayuntamiento de Granadilla de Abona y, simultáneamente, actuó como secretario interino del mismo; asimismo, ejerció como secretario suplente y acompañado del Juzgado Municipal. Además, fue un reconocido poeta popular, participando como verseador en las fiestas locales, sobre todo en las de San Isidro.

Nació en Granadilla de Abona en junio de 1809, siendo hijo de don Salvador Reyes, de la misma naturaleza, y doña Josefa (Hernández) de Ara Plasencia, natural ésta del Realejo de Abajo y oriunda por sus padres de la Villa de La Orotava. El 20 de dicho mes fue bautizado en la iglesia de San Antonio por fray Antonio Rivero, guardián del Convento franciscano de San Luis Obispo de dicho lugar, con licencia del cura párroco propietario don Isidoro Rivero Peraza y Ayala; se le puso por nombre “Josef Antonio de las Mercedes” y actuó como padrino don Bartolomé Morales…

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Descripciones de San Miguel de Abona en el segundo cuarto del siglo XX

En este trabajo queremos recordar cómo era el municipio de San Miguel de Abona en el segundo cuarto del pasado siglo XX, según se desprende de las descripciones incluidas en los siete anuarios o guías (comerciales, profesionales, turísticas o docentes), que conocemos. Unas son muy escuetas y otras más extensas; algunas reúnen datos de gran valor histórico, geográfico, demográfico y económico, mientras otras son exclusivamente geográficas. Las dos más extensas e interesantes que reproducimos, los Anuarios de 1927 y 1948, recogen, además, los nombres de las personas más relevantes del término municipal; así, en ambos se relacionan los profesionales más destacados; el primero incluye también a los que ocupaban los principales cargos y empleos públicos; y, además, en el segundo se mencionan los dos lugares de ocio del municipio. No obstante, las descripciones más pequeñas también aportan datos concretos de gran valor, como la realizada por el maestro José Delgado Marrero.

Con anterioridad, ya nos hemos ocupado en este mismo blog de otras numerosas descripciones de este municipio, publicadas en los siglos XIX y XX…

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Fasnia: Don Isidoro Tejera (1759-1835), pastor, propietario agrícola y ganadero, promotor de la creación de la Parroquia y el Ayuntamiento de Fasnia, comisario elector, síndico personero, alcalde real y apoderado de este nuevo término

Nuestro biografiado se inició en la vida laboral como pastor de ovejas, pero luego llegó a ser un destacado propietario agrícola y ganadero. Simultáneamente fue uno de los promotores de la creación de la Parroquia y el Ayuntamiento de Fasnia, siendo elegido comisario elector de los primeros oficios públicos de este término. Luego desempeñó diversos cargos en dicho Ayuntamiento, pues fue elegido síndico personero, alcalde real y apoderado del mismo para acudir al Cabildo abierto de La Orotava. También contribuyó económicamente a la construcción de la nueva iglesia parroquial de San Joaquín.

Nació en el pago de La Zarza (Fasnia) el 28 de marzo de 1759, siendo hijo de don Francisco (González) Tejera y doña Ana Blas González (o Ana Mariana). El 4 de abril inmediato fue bautizado en la iglesia parroquial de San Juan Bautista de Arico, de cuyo lugar dependía por entonces dicho pago, por el cura párroco don José Nicolás Valladares; se le puso por nombre “Isidoro” y actuó como padrino don José Rosa, de la misma vecindad. Curiosamente, en toda la documentación se le menciona únicamente con su primer apellido.…

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Güímar: Fray Martín de la Cruz (1764-1795), presbítero y lector de artes dominico, fallecido en plena juventud

Nuestro biografiado fue uno de los numerosos güimareros que profesaron en la Orden de Predicadores. Comenzó sus estudios en el Convento de Santo Domingo en Soriano de Güímar, del que pasó al Convento Real de Candelaria, en el que profesó. Luego continuó sus estudios en el Convento y Colegio de Santo Domingo de La Laguna, para poder recibir las órdenes sagradas. Tras su ordenación sacerdotal regresó al Convento de Candelaria, en el que permaneció hasta que se trasladó al convento de San Benito de La Orotava, donde desempeñó el cargo de lector de Artes y falleció prematuramente.

Nació en Güímar el 13 de noviembre de 1764, siendo hijo de don Juan Andrés de la Cruz y doña María Miguel González Bello. Cinco días después fue bautizado en la iglesia de San Pedro Apóstol por el beneficiado don Cristóbal Alonso Núñez; se le puso por nombre “Martín Juan” y actuó como padrino don Francisco Fresneda…

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Candelaria: Don Destierro Bastarrica y Ochoa (1883-?), cabo de Caballería y guardia civil de 1ª clase, el primero nacido en Candelaria

Nacido en Candelaria, donde su padre estuvo desterrado como militar carlista, lo que motivó el nombre con el que fue bautizado, con tan solo un año se trasladó con su progenitor a Santa Cruz de Tenerife; y, poco antes de la muerte de éste, con seis años y medio se estableció en Badajoz con algunos familiares y su nuevo tutor, como huérfano pensionista. Prestó su servicio militar en el Destacamento de Trujillo (Cáceres) del 6º Depósito de Caballos Sementales, en el que alcanzó el empleo de cabo de Caballería, con el que ejerció como jefe de paradas y pasó a la reserva siendo apto para el ascenso. Luego ingresó como guardia 2º en la Guardia Civil, estando destinado en el Escuadrón de Barcelona de la Comandancia de Caballería de dicho Cuerpo durante más de ocho años y medio, en los que fue condecorado y felicitado por distintas actuaciones ante disturbios y alteraciones del orden público. Luego pasó a la Comandancia de Barcelona, destinado en los Puestos de Sabadell y de la capital catalana durante otros cuatro años y medio. Posteriormente, se trasladó a la Comandancia de Canarias, donde ascendió a guardia 1º, estando destinado durante casi 11 años en el Puesto de Tejina, más otros dos en el nuevo Puesto de La Laguna. Finalmente, pasó a la Comandancia de Málaga y estuvo destinado durante tres años en el Puesto de dicha capital, en el que obtuvo su retiro. Probablemente pasó el final de su vida en Barcelona, pues en dicha capital continuaron viviendo sus hijos.

Nació en Candelaria el 22 de diciembre de 1883, a la una de la tarde, siendo hijo del comandante de Caballería don Pedro Bastarrica y Azpiroz, natural de Echarri-Aranaz (Navarra), y doña Remigia Ochoa y Olaiz, que lo era de la ciudad de Pamplona, y ambos domiciliados en “el Callejón del Pozo” del pueblo Mariano. Tres días después fue inscrito por su padre en el Registro Civil del Juzgado Municipal con el nombre “Destierro Federico”, ante el juez don Francisco Tejera Corona y el secretario don Nicolás Bello y Barlet, actuando como testigos don José Sabina Albertos y don Agustín Sabina, naturales de dicha localidad, casados y propietarios. El 28 del mismo mes fue bautizado con el mismo nombre en la “Parroquia Matriz de Santa Ana” por el beneficiado propio don Antonio de la Barreda y Payva; actuó como padrino el abogado don Federico Batista, natural y vecino de Arafo, y como testigos don Abelardo Nóbrega y don Isidro Delgado…

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