Güímar: Don Francisco de Laisequilla y Palacio (1732-1814), teniente de Milicias propuesto para capitán, socio de número de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Las Palmas y diputado del común del Cabildo de Gran Canaria

Este desconocido güimarero nació en el seno de una ilustre familia de militares, castellanos, regidores perpetuos de la isla, etc., cuya nobleza fue amparada por el antiguo Cabildo de la isla. Ya con una edad avanzada decidió ingresar en las Milicias Canarias, en las que sirvió durante más de 20 años, primero como subteniente y luego como teniente del Regimiento Provincial de La Laguna; incluso en una ocasión fue propuesto en una terna para su ascenso a capitán, pero no alcanzó este empleo. Luego se avecindó en Las Palmas de Gran Canaria, para hacerse cargo de las cinco hermanas solteras que allí residían; en dicha isla ingresó en la Real Sociedad Económica de Amigos del País, fue diputado del común del Cabildo o Ayuntamiento y miembro de la Junta de Montes. Pero ante su ausencia, sin licencia militar, se declaró vacante en su Regimiento su plaza de teniente y se le concedió el retiro.

Nació en Güímar el 15 de marzo de 1732, siendo hijo del capitán don Francisco Nicolás de Laisequilla y Medina, natural de La Laguna, y doña Francisca Manuela Suárez y Estévez, que lo era de Adeje, y ambos vecinos de la primera localidad. El 24 de ese mismo mes fue bautizado en la iglesia de San Pedro Apóstol por el presbítero don Juan Alonso Ximénez, con licencia del beneficiado; se le puso por nombre “Francisco Raphael Juachin” y actuó como padrino el capitán don Rafael Juan de Castilla y Valdés, vecino de la ciudad de La Laguna…

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Granadilla de Abona: Don José García Martín (1823-1908), teniente de Milicias condecorado y retirado con sueldo, propietario agrícola, cosechero de vinos, juez municipal, elector contribuyente, interventor electoral, vocal de la Subcomisión de la Cruz Roja y secretario acompañado del Juzgado

Recordamos hoy a uno de los muchos militares que se ganaron el prestigio a fuerza de voluntad y méritos en el servicio, pues desde simple soldado fue escalando peldaños hasta alcanzar el empleo de teniente de Milicias; a lo largo de su carrera estuvo movilizado en la guarnición de Santa Cruz de Tenerife durante seis años y desempeñó las comisiones de brigada interino, cajero, jefe del Detall, ayudante interino y fiscal del Batallón de Abona; además mereció por sus servicios la Cruz de Primera Clase del Mérito Militar y obtuvo su retiro con sueldo, tras más de 37 años a las Milicias Canarias. Como propietario agrícola y cosechero de vinos, también figuró entre los electores contribuyentes de Granadilla. Además, tras su retiro fue designado juez municipal suplente y luego titular de Granadilla de Abona, interventor electoral, vocal de la Subcomisión de Caballeros de la Cruz Roja y secretario acompañado del Juzgado.

Nació en Granadilla de Abona el 16 de noviembre de 1823, siendo hijo de don José García Casanova y García y doña Antonia Martín de León y Évora. Dos días después fue bautizado en la iglesia de San Antonio de Padua por el presbítero don Manuel González Guillén, con licencia del párroco don Pedro Machado Tejera; se le puso por nombre “José Antonio Celestino” y actuó como padrino don José Oliva, natural de Vilaflor…

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Guía de Isora: Don Francisco Pérez Morales (1830-1885), emigrante a Cuba, profesor de Instrucción Primaria, sochantre-organista y notario público eclesiástico

Nuestro biografiado fue un culto personaje nacido en el Norte de la isla, en el Puerto de la Cruz, quien, tras emigrar a Cuba y contraer matrimonio en La Orotava, se estableció en San Juan de la Rambla, donde ejerció como sochantre-organista de la parroquia de San Juan y profesor de Instrucción Primaria, actuando también como elector de diputados a Cortes. Luego cruzó la cumbre y, tras celebrar segundas nupcias en Guía de Isora, se avecindó en esta localidad hasta el final de su vida, como sochantre-organista y notario público eclesiástico de la parroquia de Ntra. Sra. de la Luz. Dejó una amplia sucesión de sus dos enlaces.

Nació en el Puerto de la Cruz de La Orotava hacia 1830, siendo hijo de don Cristóbal Pérez Guadarrama y doña Ana Morales Ferrera, naturales de la isla de El Hierro. Fue bautizado en la iglesia de Ntra. Sra. de la Peña de Francia de dicha ciudad, donde vivió en su infancia y adolescencia.

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Arafo: Don Víctor Servilio Pérez Rodríguez (1922-2005), Cronista Oficial e Hijo Predilecto de Arafo, donde da nombre a una calle, músico, sochantre-organista, administrativo-contable, jefe del Hogar Rural, presidente fundador de la Juventud de Acción Católica, director del Coro parroquial y del Coro del Hospital Militar, promotor y secretario de la Comisión pro-Capilla de Ntra. Sra. del Carmen y poeta

Al cumplirse el primer centenario de su nacimiento, queremos dedicar este artículo al primer Cronista Oficial de la villa de Arafo, don Víctor Servilio Pérez Rodríguez. Ejerció como monaguillo y sochantre-organista de la parroquia de San Juan Degollado de Arafo, así como director del coro parroquial; ingresó en la Sociedad Filarmónica “Nivaria”, en la que tocó el requinto y el clarinete; además, mientras prestó el servicio militar, fue director del coro del Hospital Militar. Aprendió el oficio de zapatero con su padre y, tras obtener el título de administrativo-contable, ejerció como oficial temporero del Ayuntamiento de su villa natal, maestro sustituto de Enseñanza Primaria e inspector de espectáculos públicos. Por entonces fue elegido vicesecretario del Casino “Unión y Progreso”, jefe del Hogar Rural, presidente fundador y secretario de la Juventud de Acción Católica, jefe de las Organizaciones Juveniles de Falange, promotor y secretario de la Comisión pro-Capilla de Ntra. Sra. del Carmen. Una vez establecido en Santa Cruz de Tenerife, trabajó como cajero, jefe de negociado, administrativo, gerente, contable, editor y director-administrador de una revista; también ejerció como sochantre y encargado del archivo de la parroquia de San José en Santa Cruz de Tenerife. Pero, sobre todo, don Víctor Servilio, debe ser recordado por su labor pionera, por investigar y divulgar la historia y los personajes del municipio de Arafo; en este sentido, colaboró intensamente en la prensa y recopiló gran parte de sus trabajos en un libro, dejando otro inédito. Esa labor altruista fue reconocida con su ingreso en la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Tenerife y con los títulos de Cronista Oficial e Hijo Predilecto de la villa de Arafo. También destacó como poeta y fue Diplomado en Técnica Publicitaria y en Estudios Canarios. Recibió varios homenajes, tanto en vida como después de su muerte, incluida la nominación de una calle y la colocación de una placa en su casa natal.

Nuestro biografiado nació en la villa de Arafo el 17 de octubre de 1922, a las diez de la noche, siendo hijo de don Juan Rafael Pérez de Mesa y doña Isolina Rodríguez Fariña, naturales y vecinos de dicha localidad. Cinco días después fue bautizado en la iglesia parroquial de San Juan Degollado por el cura propio don Hildebrando Reboso Ayala; se le puso por nombre “Víctor Servilio” y actuó como padrino don Agustín Curbelo Núñez. Siempre fue conocido entre sus paisanos por su segundo nombre…

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La Cofradía de las Ánimas Benditas de la parroquia de San Joaquín de Fasnia (1796-1836)

La parroquia de San Joaquín de Fasnia fue erigida por auto del obispo don Antonio Tavira y Almazán fechado el 29 de enero de 1796; comenzó a regir el 19 de marzo de dicho año y tuvo su primera sede en la Iglesia Vieja, que hoy se encuentra en ruinas. En el decreto de mandatos dado por dicho prelado el 13 de ese último mes, se dispuso que se creasen en estas parroquia dos Hermandades: la del Santísimo Sacramento y la de la Misericordia. Si bien sí se creó la primera, no ocurrió lo mismo con la segunda, que fue sustituida por una Cofradía de Ánimas. No obstante, sí se crearía por entonces una Hermandad del Santísimo Rosario.

Como ya nos hemos ocupado con anterioridad de las dos Hermandades mencionadas, en este artículo nos vamos a centrar en la Cofradía de las Ánimas Benditas, que se mantuvo en esta parroquia por lo menos desde 1796 hasta 1836. Tenía como cometido la compasión por aquellos que se habían quedado a mitad de camino entre el Cielo y el Infierno, en el Purgatorio, encargando misas y plegarias, tanto para sus miembros como para los que no tuviesen capacidad económica suficiente para dejar misas por su alma, con el fin de liberarlas y que pudiesen alcanzar la Gloria Eterna, dejando de vagar en pena. Los rezos y oficios comenzaban tras una llamada con un toque especial de campana, el toque de Ánimas, una hora después del Ángelus vespertino. La cofradía aseguraba un número determinado de misas a cada cofrade que muriese y los cirios o velas en su entierro. Asumía además un oficio de aniversario, que se fijaría a comienzos de noviembre, así como la celebración de misas de sufragios generales por los difuntos todos los lunes de cada semana, en el altar de Ánimas que existía en la parroquia, aunque luego, por falta de limosnas, esas misas se reducirían a una al mes; la Cofradía debía pagar tanto los gastos del párroco como de la cera utilizada en esos oficios y a todos ellos estaban obligados a asistir los cofrades. Sus componentes también salían a las calles y a las casas por cuadrillas a pedir limosnas, sobre todo los días anteriores al de los Difuntos y durante noviembre, con el fin de cubrir sus gastos, haciendo oraciones por quien se lo solicitase o cantando algunas canciones, a modo de “rancho de ánimas”. También obtenían ingresos por participar sus cofrades portando velas en los velatorios y entierros, o por amortajar a los difuntos, para con esto dar buen entierro a otros pobres cuyas familias no pudiesen costearlo. Se comprometía así esta Cofradía a pagar el amortajamiento al indigente, así como al campanero y al enterrador, y de celebrar una o dos misas por la intención de aquella alma…

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San Miguel de Abona: Don Casiano Alfonso Feo (1825-1891), secretario del Ayuntamiento, juez de paz, alcalde, capitán de la 2ª compañía de San Miguel y primer comandante jefe del Batallón de la Milicia Nacional de Abona, propietario, elector contribuyente, interventor electoral y hermano del Santísimo Sacramento

Miembro de una ilustre familia chasnera, nuestro biografiado fue un rico propietario agrícola y, como tal, elector contribuyente con derecho a participar en la elección de diputados provinciales, diputados a Cortes y compromisarios para senadores. Después de ser excluido de las Milicias Provinciales, por tener tres hermanos militares, desempeñó el empleo de secretario del Ayuntamiento. Además, fue elegido capitán de la Milicia Nacional de San Miguel y primer comandante del Batallón de Abona de dicho cuerpo, así como juez de paz y alcalde de San Miguel. También fue hermano del Santísimo Sacramento e interventor electoral. Tras su muerte, su viuda siguió atendiendo las propiedades de la familia y a ella se debe la construcción del bello Calvario de San Miguel, construido en la calle del Pino, muy cerca de la casa familiar del Capitán.

Nació en San Miguel de Abona el 13 de agosto de 1825 siendo hijo de don Miguel Alfonso Martínez, por entonces teniente de Milicias y ayudante del Regimiento de Abona, y doña María Antonia Feo. Cuatro días después fue bautizado en la iglesia del Arcángel San Miguel por el presbítero don José Correa, “teniente de Beneficiado de la parroquia de Vilaflor, a súplica del Ve. Cura Párroco de esta Iglesia Parroquial” don Francisco Guzmán y Cáceres; se le puso por nombre “Casiano Francisco María de la Asunción” y actuó como padrino don Francisco Guzmán y Cáceres, cura párroco de la localidad…

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La Murga “Los Criticados” de Igueste de Candelaria (1969-1972), pionera del municipio y primera mixta del Carnaval tinerfeño

El municipio de Candelaria ha tenido una notable tradición carnavalera, pues además de la conocida y premiada comparsa “Tropicana”, así como de la infantil del mismo nombre, la batucada “Almagec” y otras agrupaciones locales musicales o coreográficas, ha contado en su historia con numerosas murgas: “Los Criticados” de Igueste de Candelaria (1969-1972); “Los Troncopolinos” de Barranco Hondo (1980-1984); “Los Metropolinos” (1987-1989, 1992), de carácter infantil; “Los Apalancados” (1995-1996); “Los Sangarriangas” (2007-2011); “Los Piratas” (2011-2012), infantil; “Los Troyanos” (2013); “Los Disimulados” (2018-2019), infantil; y “Los Arremangados” (2018-2022); salvo las dos primeras, todas las demás con sede en la cabecera municipal. En este artículo nos vamos a centrar en la primera de estas agrupaciones.

En 1969 surgió en Igueste de Candelaria la murga pionera del municipio, “Los Criticados”, por iniciativa de don Juan Higueras y doña Amelia Garabote. También fue la primera que incorporó en sus filas a componentes femeninos, por cuyo atrevimiento fueron muy criticados cuando aún estaban en fase de organización y ensayo, de ahí el nombre que eligieron. En ese primer año actuaron exclusivamente en Igueste; al año siguiente se desplazaron a la cabecera municipal, donde criticaron la labor del Ayuntamiento; en 1971 participaron oficialmente en las entonces “Fiestas de Invierno” de Santa Cruz de Tenerife, aunque fueron descalificados en el concurso por presentarse al mismo una vez comenzado, dadas las dificultades para el desplazamiento desde su pueblo hasta la capital; y en 1972 se disolvieron, tras participar un año más en dichas fiestas. La historia de esta murga, que ocupa un lugar destacado en la historia del carnaval tinerfeño, fue rescatada por el historiador Ramón Guimerá Peña, del que hemos extraído la mayor parte de la información utilizada para este artículo. Sin duda, la existencia de esta agrupación debe ser recordada y reconocida…

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Güímar: Don César Marrero Yanes (1897-1981), emigrante a Cuba, cofundador y presidente de la Sociedad Cultural “El Porvenir” de El Escobonal, regidor síndico y tercer teniente de alcalde del Ayuntamiento, delegado inspector y alcalde de barrio de Agache, exportador agrícola, y secretario de la Comunidad de aguas “Morro Negro”

Recordamos en este artículo a un escobonalero inquieto, don César Marrero Yanes, quien tras regresar de Cuba fue cofundador, vicesecretario y presidente de la Sociedad Cultural “El Porvenir” de El Escobonal. Luego, con el inicio de la Guerra Civil, se incorporó a Falange e inició su actividad política, al ser nombrado gestor y regidor síndico de la Comisión Gestora del Ayuntamiento de Güímar; a continuación fue elegido tercer teniente alcalde del mismo Ayuntamiento, así como delegado inspector de los núcleos de población de la comarca de Agache; y en una etapa posterior volvió a ser elegido concejal, asumiendo también el cargo de alcalde de barrio de Lomo de Mena, La Medida y Pájara; en total, perteneció durante 15 años a la corporación municipal. Profesionalmente se dedicó a la exportación de productos agrícolas, que empaquetaba en salones de su propiedad, y durante muchos años fue secretario de la Comunidad de aguas “Morro Negro” de El Escobonal.

Nació en el pago de El Escobonal (Güímar) el 18 de octubre de 1897, a las siete de la tarde, siendo hijo de don Francisco Marrero Díaz (conocido por “Pancho Marrero”) y doña Damiana Yanes Delgado. Cinco días después fue bautizado en la iglesia de San Pedro Apóstol de Güímar por don Vicente García Duranza; se le puso por nombre “César Enrique Evangelista” y actuaron como padrinos los hermanos güimareros don José Rodríguez Cervantes y doña María del Rosario Rodríguez Cervantes. Tuvo siete hermanos y fueron sus abuelos paternos: don José Domingo Marrero Rodríguez y doña Agustina Díaz Yanes; y los maternos: don Manuel Yanes Marrero y doña Margarita Delgado Flores; todos ellos naturales y vecinos de El Escobonal…

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Arona-Vilaflor de Chasna: Don Alonso González de Morales (1647-1729), alférez de Milicias y propietario de origen guanche

Miembro de una destacada familia de militares de origen guanche, aunque enlazada con algunos conquistadores españoles, nuestro biografiado también ingresó en las Milicias de Abona-Adeje, en las que alcanzó el empleo de alférez de la compañía del Valle del Ahijadero, de la que su padre era capitán jefe, y en él permaneció hasta su muerte como segundo oficial de dicha compañía. Además, como sus progenitores, fue un notable propietario agrícola y ganadero, lo que le permitió gozar de una posición económica bastante desahogada. Vivió siempre en el mencionado Valle y permaneció soltero.

Nació en el Valle del Ahijadero (Valle de San Lorenzo), en el actual municipio de Arona, en julio de 1647, siendo hijo del capitán don Aparicio González Natural y doña María García Domínguez y Frías. El 14 de dicho mes fue bautizado en la iglesia de San Pedro Apóstol de Vilaflor, de cuya jurisdicción dependía por entonces dicho lugar; se le puso por nombre “Alonso” y actuó como padrino el capitán don Pedro García del Castillo. De indudable origen guanche, nuestro biografiado también fue conocido como “Alonso González Natural”, exactamente igual que su abuelo y un tatarabuelo paternos. Fueron sus abuelos paternos, los propietarios don Alonso González Natural y doña Águeda de Morales, casados en Adeje en 1622 y ambos de noble origen guanche; y los maternos, el alférez don Lucas Rodríguez y doña Lucía Domínguez de Frías, vecinos acomodados de la amplia jurisdicción chasnera en el Valle del Ahijadero, que tenían un origen combinado, prehispánico y español…

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