Santiago del Teide: Don Vicente Hernández Febles (1918-1993), Caballero Mutilado de guerra, recaudador e inspector de impuestos en Icod de los Vinos, policía municipal y tallador de quintos del Ayuntamiento de Santiago del Teide, donde fue nombrado Hijo Adoptivo y se dio su nombre a una zona recreativa

Nuestro biografiado pasó casi el primer tercio de su vida en su municipio natal, Icod de los Vinos. Con motivo de la Guerra Civil estuvo movilizado en el frente, en las Milicias de Falange, siendo gravemente herido y declarado Caballero Mutilado de Guerra. Pero al tener la consideración de útil, se le concedió en propiedad la plaza de guardia municipal del Ayuntamiento de Santiago del Teide. Pero pasados cuatro años y medio renunció a ella, al obtener el nombramiento de recaudador e inspector de los impuestos de Consumo de Lujo en su municipio natal, Icod de los Vinos, que ocupó durante 15 años. Luego volvió a ocupar su plaza anterior, ahora como policía municipal, permaneciendo en ella otros 21 años, hasta su jubilación. En ambas etapas actuó también como tallador de quintos en el Ayuntamiento. Una vez jubilado fue nombrado Hijo Adoptivo de Santiago del Teide y se dio su nombre a la zona recreativa de la cabecera municipal, muy cercana a su casa.

Nació en El Amparo (Icod de los Vinos) el 23 de enero de 1918, siendo hijo de don Juan Hernández y doña Josefa Febles; fue bautizado en la iglesia parroquial de San Marcos. Cursó los estudios primarios en la escuela pública de niños de su pueblo natal. Luego, tras el inicio de la Guerra Civil, fue movilizado y destinado al frente…

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Candelaria: Don Juan Antonio Hernández de los Reyes (1774-1850), sargento 2º de Milicias retirado con fuero y modesto propietario agrícola

Miembro de una humilde familia de agricultores, nuestro biografiado también trabajó como labrador y llegó a ser un modesto propietario agrícola. Simultáneamente, ingresó en las Milicias Canarias, en las que alcanzó el empleo de Sargento 2º del Regimiento Provincial de Güímar; como tal, por lo menos en dos períodos estuvo movilizado en los Destacamentos que guarnecían el puerto de Santa Cruz de Tenerife, una de ellas como sustituto. Salvo esas etapas de guarnición en la capital, siempre vivió en el pago de Barranco Hondo de Candelaria, donde nació y falleció, dejando sucesión.

Nació en el pago de Barranco Hondo (Candelaria) el 18 de febrero de 1774, siendo hijo de don José Matías de los Reyes Gutiérrez y doña Gabriela Hernández Díaz, naturales y vecinos del mismo pago. El 27 de ese mismo mes fue bautizado en la iglesia de Santa Ana de Candelaria por el teniente de beneficiado fray Tomás Núñez, predicador general de la Orden de Predicadores; se le puso por nombre “Juan Antonio” y actuó como padrino don Pedro Rodríguez, “mozo”…

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Güímar: Don Guillermo Rodríguez Díaz (1872-1952), músico folclórico, agricultor, albañil, comerciante, panadero, escultor, artesano, pescador y pionero en el disfrute de la Playa de Chimaje, donde su nombre ha sido perpetuado en el patronazgo religioso

Este artículo está dedicado a un escobonalero polifacético, pues trabajó como agricultor, albañil, comerciante y panadero. Además, fue un destacado músico folclórico, escultor, artesano y pescador, pionero en el disfrute de la playa de Chimaje, en el litoral de El Escobonal (Güímar), como lugar de veraneo y de ocio, donde pasaba sus ratos libres y ha quedado perpetuado su nombre en el patronazgo religioso. También gozaba de un excelente humor, siendo aún recordadas algunas de sus bromas, que tuvieron gran repercusión entre sus paisanos.

Nació en El Escobonal (Güímar) el 18 de enero de 1872, a la una de la madrugada, siendo hijo de don Gregorio Rodríguez Gómez y doña María Díaz Rodríguez. Cinco días después fue bautizado en la iglesia de San Pedro de Güímar por el cura ecónomo don Juan Elías Hernández, actuando como madrina doña Cándida Díaz Rodríguez y como testigos don Francisco Yanes, don Emilio Hernández Delgado y don José María Jorge, naturales y vecinos de dicho pago.

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La visita del obispo Fray Albino González Menéndez-Reigada a la villa de Adeje (1926) y el posterior homenaje al prelado con la nominación de una calle (1927)

Del 9 al 11 de noviembre de 1926, el obispo de la Diócesis Nivariense, Fray Albino González Menéndez-Reigada, efectuó una visita pastoral a la villa de Adeje, dentro de la realizada a todo el Sur de Tenerife, en la que se puso de manifiesto el entusiasmo vivido por la feligresía local. Tal fue así que, como reconocimiento a su cercanía y a las gestiones que llevaba a cabo ante el Gobierno en favor de esta parte de la isla, en febrero del año siguiente el Ayuntamiento acordó dar el nombre de dicho prelado a la conocida hasta entonces como calle del Norte y que el rótulo o lápida correspondiente fuese sufragado por una suscripción popular, creando para ello una comisión organizadora. El domingo 15 de abril de dicho año 1927 se llevó a cabo el homenaje público en la villa sureña, con un ambicioso programa de actos, al que asistió una representación del obispo y del gobernador civil, así como el alcalde y el resto de las autoridades locales. Han pasado los años y en la actualidad, el nombre del obispo Fray Albino ha desaparecido del callejero municipal de Adeje.

Durante una minuciosa visita al Sur de Tenerife, el 9 de noviembre de 1926 el obispo Fray Albino llegó a Adeje en visita pastoral, procedente de Guía de Isora y a bordo del vapor “Isora”. Desembarcó en El Puertito, donde fue recibido por las autoridades locales, y de allí subió hasta la villa a lomos de un caballo; en La Atalaya le esperaban un grupo de señoritas a caballo, una de las cuales le dirigió unas palabras de bienvenida, y luego le entregaron ramos de flores; tras las palabras de agradecimiento continuó la comitiva hasta Los Olivos, donde lo esperaban los niños de las escuelas, con sus maestros al frente; frente al cuartel de la Guardia Civil le esperaba la Banda de Música, que los acompañó hasta la entrada del pueblo, donde fue recibido con una salve de cañonazos de la Casa Fuerte; ahí se descabalgó el prelado, que continuó hasta la iglesia parroquial bajo palio; y en el arco colocado ante la puerta del templo, otra señorita recitó una poesía. Tras la entrada al templo inició la visita pastoral a éste y luego pasó a la casa parroquial, ambos edificios perfectamente adornados; en este último, un grupo de niños interpretó cánticos religiosos. En la noche de ese día y en la del siguiente predicó el obispo en la iglesia, completamente llena de feligreses, y en la del segundo día una comparsa femenina le ofreció una serenata. El día 11, tras decir misa, fue despedido por las autoridades, hermandades, niños de las escuelas y Banda de Música, para continuar su visita pastoral por Arona, a donde le acompañaron las autoridades y algunas personalidades locales, así como dicha banda…

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San Miguel de Abona-Vilaflor de Chasna: Don Tomás de Aquino Hernández de Fuentes (1769-1824), militar, impulsor de la parroquia y del Ayuntamiento, síndico personero, alcalde real y notario público eclesiástico de San Miguel de Abona

Al igual que algunos de sus antepasados, nuestro biografiado fue militar, aunque de momento no conocemos la graduación que alcanzó en las Milicias. Además, fue impulsor de la parroquia, compromisario elector del Ayuntamiento, síndico personero y alcalde real de San Miguel de Abona. También ejerció como notario público eclesiástico de la parroquia de San Miguel Arcángel. En el aspecto personal, tuvo una amplia y destacada sucesión.

Nació en el pago de Tamaide, en el actual municipio de San Miguel de Abona, el 7 de marzo de 1769, siendo hijo de don Domingo Hernández de Fuentes y doña María de la Concepción García del Castillo y Morales. Seis días después fue bautizado en la iglesia de San Pedro Apóstol de Vilaflor de Chasna, de donde por entonces dependía dicho lugar, por el predicador fray Domingo Vega de la Orden de San Agustín, con licencia del beneficiado don Agustín Lorenzo Viera y Torres; se le puso por nombre “Tomás” y actuó como padrino don Nicolás Hernández, vecino de dicho pago…

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Arafo: Don Hildebrando Reboso Ayala (1878-1959), cura regente de Agulo, párroco propio de Arafo durante 51 años, donde da nombre a una calle, teniente arcipreste del Arciprestazgo de Güímar y apasionado aficionado a la lucha canaria

Después de don Antonio Rodríguez Torres, primer párroco de Arafo, el siguiente sacerdote que celebró sus Bodas de Oro al frente de la parroquia de San Juan Degollado fue don Hildebrando Reboso Ayala. Tras su ordenación, este entrañable sacerdote herreño ejerció inicialmente como cura regente de Agulo durante casi tres años. Luego obtuvo en propiedad la parroquia de Arafo, donde permaneció sin interrupción durante 51 años, en los que promovió, entre numerosas mejoras, la construcción del nuevo cementerio, la torre de la iglesia y la ermita de Nuestra Señora del Carmen. Además, desempeñó durante algún tiempo el cargo de teniente arcipreste del Arciprestazgo de Güímar y estuvo encargado en varias ocasiones de la parroquia de San Pedro Apóstol de la ciudad vecina. También fue presidente de la Sociedad explotadora de aguas “La Unión” de Arafo y un apasionado aficionado a la lucha canaria. Aunque por motivos de salud vivió los últimos años de su vida en Santa Cruz de Tenerife, pidió ser sepultado en Arafo, donde sus restos reposan para siempre y da nombre a una calle.

Nuestro biografiado nació en la Villa de Valverde de El Hierro el día 20 de enero de 1878, siendo hijo de don Juan Reboso Padrón y doña Delfina Ayala Hernández, naturales y vecinos de dicha villa en El Cabo. Recibió las aguas bautismales el 27 de ese mismo mes en la iglesia parroquial de Ntra. Sra. de la Concepción, de manos del párroco rector y arcipreste de la isla don Andrés de Candelaria; se le puso por nombre “Hildebrando Sebastián del Jesús” y actuó como padrino don Pío Ignacio Ayala. Fue confirmado en la misma parroquia a finales de octubre de 1889 por el obispo don Ramón Torrijos y Gómez, siendo apadrinado por el presbítero don Tomás Hernández…

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