Arafo-Candelaria: Don Nicolás Marrero (1610-1673), alférez de Milicias y propietario agrícola y ganadero, de origen portugués y guanche

Miembro de una destacada familia que llevaba en sus venas sangre portuguesa y guanche, heredó y adquirió notables propiedades agrícolas y ganaderas en Arafo, donde transcurrió toda su vida. Además, como otros parientes, siguió la carrera militar, en la que alcanzó el empleo de alférez del Tercio de Milicias del Valle de Güímar, en el que se mantuvo hasta su muerte.

Nació en Arafo en noviembre de 1610, siendo hijo de don Juan Marrero y doña María Magdalena. El 19 de dicho mes fue bautizado con “oleo y crisma” en la iglesia parroquial de Santa Ana de Candelaria, de la que por entonces dependía dicho lugar, por el padre fray Tomás de Coronado, dado que los frailes del convento dominico servían en esa época el Beneficio; fue su padrino el padre fray Antonino de Mederos…

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Arafo: Don Juan Antonio Díaz Rodríguez (1891-1919), músico, ayudante de carpintero, barbero, practicante en Medicina y Cirugía, cofundador y vocal del Comité Republicano de Arafo, fallecido en plena juventud

Nuestro biografiado, cursó los estudios primarios en su Arafo natal y, siguiendo a su padre, ingresó en la Banda de Música “Nivaria”, en la que tocó el fliscorno. En su adolescencia comenzó a trabajar como ayudante en la carpintería paterna y luego como barbero. Posteriormente, atraído por la actividad sanitaria, a la que era aficionada su madre, obtuvo el título de Practicante en Medicina y Cirugía en la Facultad de Medicina de Cádiz. Tras su regreso, ejerció como tal en su pueblo natal, hasta su prematura muerte, a la vez que fue uno de los fundadores del Comité local Republicano, del que fue vocal primero.

Nació en Arafo el 14 de septiembre de 1891, a las diez de la noche, siendo hijo de don Juan Díaz Hernández y doña Rosa Rodríguez Hernández. El 23 de ese mismo mes fue bautizado en la iglesia de San Juan Degollado por el cura ecónomo don José Cruz y Bencomo; se le puso por nombre “Juan Antonio de la Cruz” y actuó como padrino don Juan Antonio Marrero…

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Arafo-Güímar: Don Francisco Díaz Bencomo (1621-1689), alférez de Infantería, mayordomo de la Cofradía de Ánimas de Güímar y propietario agrícola y ganadero, de origen guanche

Miembro de una destacada familia, estrechamente vinculada a las Milicias y a la ermita de Arafo, nuestro biografiado también siguió la carrera militar, llegando a ostentar hasta su muerte el empleo de alférez del Tercio de Infantería de Güímar y Candelaria. Además, fue mayordomo de la Cofradía de las Benditas Ánimas del Purgatorio de la parroquia de San Pedro de Güímar. Asimismo, durante toda su vida se dedicó al cuidado de las propiedades agrícolas y ganaderas que poseía en Arafo y Güímar, pueblos en los que transcurrió toda su vida.

Nació en Arafo en 1621, siendo hijo del capitán don Francisco Díaz Bencomo y doña Inés Martín Vizcaíno. El 2 de junio de dicho año fue bautizado con “oleo y chrisma” por don Marcos Xuárez, “Cura y Beneficiado de Ntra. Sra. de Candelaria y San Juan de Guimar”; actuó como padrino don Gaspar Pérez…

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Arafo: Doña Francisca Juana Rodríguez Pestano (1907-1989), “Paquita”, maestra particular durante varias décadas y sustituta de las escuelas públicas de niñas de Arafo, Las Cuevecitas y Malpaís de Candelaria

Nuestra biografiada heredó de su madre la vocación por la enseñanza, pues, gracias a que recibió de ella casi todos sus conocimientos, también se dedicó a la docencia durante la mayor parte de su vida. Fundó una guardería que se transformó en una prestigiosa escuela particular mixta bajo el nombre de “Niño Jesús”, en la que ejerció una intensa labor docente durante casi cuatro décadas, que es recordada con cariño por varias generaciones de araferas y araferos. Además, en varias ocasiones actuó como maestra sustituta en las dos escuelas públicas de niñas de Arafo, así como en las de Las Cuevecitas y Malpaís, por ausencia o indisposición de las titulares, aunque desgraciadamente no tuvo posibilidad de obtener el correspondiente título oficial, al dedicar gran parte de su juventud al cuidado de su longeva abuela materna.

Nació en Arafo el 15 de mayo de 1907, a las siete de la mañana, siendo hija de don Martín Rodríguez Rodríguez, natural de la villa de La Orotava, y doña María de la Consolación Pestano Batista, conocida por “Consuelo”, que lo era de Arafo, donde residían. El 7 de julio de dicho año fue bautizada en la iglesia de San Juan Degollado por el cura párroco propio don Hildebrando Reboso Ayala; se le puso por nombre “Francisca Juana Isidra” y actuó como padrino don Víctor Mesa Díaz. Siempre fue conocida por sus paisanos como “Paquita”…

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Arafo: Don Santiago Domingo Albertos González (1947-2022), párroco de Hermigua, Agulo, El Tablero, Barranco Grande, Llano del Moro, El Chorrillo, Radazul-Tabaiba, Fátima y El Puertito de Güímar, impulsor de construcciones parroquiales, profesor de Religión, delegado de vocaciones en La Gomera y vice-arcipreste de Taco

Ligado desde niño a la parroquia de Arafo, como monaguillo, don Santiago Domingo ingresó en el Seminario Diocesano de La Laguna convencido de que iba a concluir su carrera sacerdotal, como así sucedió. Fue ordenado en su parroquia natal, en la que también cantó su primera Misa. Luego permaneció seis años en La Gomera, como párroco de Hermigua y Agulo, director espiritual y profesor de Religión de los institutos de B.U.P. y F.P. de San Sebastián de La Gomera, y delegado de vocaciones en dicha isla. Luego pasó a las parroquias de El Tablero, Barranco Grande, Llano del Moro; al frente de las dos primeras permaneció durante 28 años, cuatro de ellos además como vice-arcipreste de Taco, habiendo destacado en esa etapa como incansable impulsor de construcciones parroquiales, además de desarrollar una importante labor docente. A dichas parroquias se sumó durante más de una década la de El Chorrillo, en El Rosario, a la que se sumaría la de Radazul y Tabaiba, en el mismo municipio, durante seis años. Finalmente, fue nombrado párroco de Fátima y El Puertito, donde ya permaneció poco tiempo, por problemas de salud.

Nació en Arafo el 23 de mayo de 1947, a las ocho de la noche, siendo hijo de don Romualdo Víctor Albertos Borges, conocido por “Víctor”, y doña Margarita Concepción González Pérez, conocida por “María”. El 6 de julio inmediato fue bautizado en la iglesia de San Juan Degollado por el cura propio don Hildebrando Reboso y Ayala; se le puso por nombre “Santiago Domingo” y actuaron como padrinos su tío abuelo don Daniel González Pérez y su esposa doña María Pérez Fariña…

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Arafo: Don Pedro José Amaro Montano (1812-1889), notario público eclesiástico, hermano mayor y secretario de la Hermandad del Santísimo Sacramento, depositario de fondos del Ayuntamiento, juez de paz accidental, alcalde constitucional, secretario del Juzgado y del Ayuntamiento, encabezado de las fiestas patronales y propietario agrícola

Toda la vida de nuestro biografiado transcurrió en el pueblo de Arafo, donde se dedicó siempre al cuidado de sus propiedades agrícolas. Asimismo, estuvo vinculado a la Parroquia de San Juan Degollado, de la que fue notario público eclesiástico, así como bedel, mayordomo, hermano mayor y secretario de la Hermandad del Santísimo Sacramento. Además, tuvo un fuerte compromiso con la vida pública del municipio, en el que desempeñó numerosos cargos y empleos: regidor o concejal en varias etapas, teniente de alcalde, juez de paz accidental, depositario de fondos y síndico del Ayuntamiento, alcalde constitucional, secretario del Juzgado y del Ayuntamiento, encabezado de las fiestas patronales y elector contribuyente para diputados a Cortes.

Nació en Arafo el 22 de febrero de 1812, siendo hijo de don Antonio Amaro Díaz y doña Felipa (Rodríguez) Montano de Torres, naturales y vecinos de dicha localidad. Al día siguiente fue bautizado en la iglesia de San Juan Degollado por el cura párroco propio don Antonio Rodríguez Torres; se le puso por nombre “José Pedro” y actuó como padrino don Agustín Hernández. Curiosamente, durante la mayor parte de su vida fue conocido como “Pedro José” …

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Arafo: Don Juan Rafael Pérez Mesa (1894-1975), clarinete de la Sociedad Filarmónica “Nivaria”, emigrante a Cuba, zapatero, barbero, agricultor, sochantre-organista de la parroquia, accionista de galerías, directivo del Casino “Unión y Progreso”, fiscal municipal, concejal del Ayuntamiento, 2º teniente de alcalde y alcalde accidental

Toda la vida de nuestro biografiado, salvo el tiempo que permaneció en Cuba, transcurrió en la villa de Arafo, donde ejerció como clarinete de la Sociedad Filarmónica “Nivaria”, zapatero, barbero, agricultor, sochantre-organista de la parroquia de San Juan Degollado durante 20 años, directivo (contador, vicesecretario, vocal 6º, tesorero y vicepresidente) del Casino “Unión y Progreso”, fiscal municipal a lo largo de más de una década, concejal del Ayuntamiento durante 17 años y medio, en los que actuó como síndico, primer vocal de la Junta Municipal del Censo electoral, 2º teniente de alcalde, alcalde accidental y delegado de limpieza de las vías públicas y de Cementerios. También fue accionista de varias comunidades de aguas.

Nació en la calle Nueva de Arafo el 31 de mayo de 1894, a las cuatro de la tarde, siendo hijo de don Alejandro Pérez García y doña Francisca de Mesa Pérez. El 2 de junio inmediato fue bautizado en la iglesia de San Juan Degollado por el párroco don Francisco Hernández y González; se le puso por nombre “Juan Rafael del Sagrado Corazón de Jesús” y actuó como madrina doña Julia Arado González, natural y vecina de Santa Cruz de Tenerife, y como testigos don Fabio Vizcaíno, doña Felicia y doña Camila Cuello. A pesar de sus dos nombres, siempre fue conocido entre sus paisanos por “Rafael”…

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La Orquesta “Hispania” de la villa de Arafo (1960-1965)

En el pasado siglo XX, la villa de Arafo destacó en el contexto insular por el número y la calidad de sus orquestas de baile, debido a su dilatada trayectoria musical que ha permitido su reconocimiento popular como “Pueblo de la Música”. A lo largo de esa centuria contó con 25 de estos conjuntos, de los que llegaron a coexistir ocho. Como curiosidad, estos grupos musicales fueron homenajeados por el Casino “Unión y Progreso” de dicha villa el 7 de diciembre de 2006.

De esos numerosos conjuntos musicales, en esta ocasión nos centramos en la orquesta “Hispania”, que recorrió la geografía insular en los años sesenta, aunque su trayectoria fue corta, pues solo permaneció en los escenarios durante unos cinco años. Tuvo seis miembros, todos ellos naturales y vecinos de Arafo, siendo su director-coordinador don Eulogio Albertos Martín. Ensayaba en la casa de éste, en el callejón San Pedro, junto al Casino “Unión y Progreso” de Arafo, en el que amenizó bailes con frecuencia…

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Arafo: Don Felipe Marrero Rodríguez (1842-1905), sanitario aficionado y altruista, hermano mayor del Santísimo Sacramento, elector contribuyente, fiscal municipal, mayordomo de la fábrica parroquial, cuarto mayor contribuyente de Arafo, propietario rico y caritativo

Fue uno de los propietarios agrícolas más ricos de Arafo, llegando a ser el cuarto mayor contribuyente del municipio, por lo que figuró en la lista de los electores contribuyentes de dicho término, con derecho a participar en la elección de compromisarios para senadores. En su localidad natal fue designado para el cargo de juez municipal, pero del que no llegó a tomar posesión, aunque sí asumió el de fiscal municipal durante muchos años; además, estuvo muy vinculado a la parroquia de San Juan Degollado, en la que fue hermano mayor de la Hermandad del Santísimo Sacramento y mayordomo de la fábrica parroquial. Pero, sobre todo, es recordado por su actividad sanitaria altruista, pues se inició en dicha labor con un tío en La Laguna, donde adquirió ciertos conocimientos de enfermería, que complementó con una amplia biblioteca sobre dichos temas, por lo que dedicó gran parte de su vida a poner inyecciones, sacar muelas y hacer las primeras curas a los paisanos que necesitaban sus servicios; asimismo, el médico lagunero oriundo de Arafo don Manuel Pestano le proporcionó recetas firmadas, para que administrara los medicamentos que creyera convenientes a sus pacientes, pues confiaba plenamente en su criterio. Su labor socio-sanitaria en el municipio fue enorme, pues visitaba los hogares más humildes, donde atendía a los más necesitados sin recibir ningún tipo de gratificación e incluso les dejaba dinero debajo de la almohada o alimentos que traía de su propia casa, como gallinas, huevos y leche; por todo ello fue considerado el “padre del pueblo de Arafo”, de modo que su sepelio constituyó una sincera manifestación de duelo popular.

Nació en Arafo el 6 de octubre de 1842, siendo hijo de don Luis Marrero de Torres y doña Joaquina Rodríguez Díaz. Al día siguiente fue bautizado en la iglesia de San Juan Degollado por su tío el presbítero don Víctor Eusebio Marrero, con licencia del cura propio don Antonio Rodríguez Torres; se le puso por nombre “Felipe Fernando” y actuó como padrino don Agustín Hernández del Castillo…

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Grave incidente con la venta de biblias bilingües por el misionero protestante británico C. F. Barker en el municipio de Arafo (1890)

En 1917 se publicó un libro titulado “Dos años en las Canarias” del misionero inglés Charles F. Barker, representante de la Sociedad Bíblica Británica y Extranjera (BFBS), quien lo subtituló como “Relato de un viaje por las Islas Canarias en coche, a pie y en bestia, con el objetivo de divulgar las Escrituras en lengua española”, el cual fue traducido y publicado en español en el año 2000. En él se recogían las incidencias de su recorrido por las Islas Canarias desde 1889 hasta 1891, en gran parte en compañía de su compatriota y compañero de religión Mr. Tisoe. Su objetivo consistía en la venta de las Sagradas Escrituras en texto bilingüe (español-inglés), tanto biblias como evangelios, testamentos y epístolas, para lo que contaba con el permiso del Gobierno español, a pesar de lo cual tuvo fuertes controversias o discusiones con el clero local. El libro, sacado del diario o agenda escrita por C. Barker, está lleno de descripciones geográficas y de los usos y costumbres de la época, así como del fuerte contraste entre el cosmopolitismo de su élite intelectual y económica, con la sencillez y pobreza de su campesinado, además de relaciones de personajes populares y destacados de nuestra región. De esta obra se desprende el desdén que sentían los británicos por la población campesina de las islas, a la que veían como un compendio de ignorancia y brutalidad, aunque el autor del libro no opinaba lo mismo, tras sus largas caminatas por los campos canarios.

Después de recorrer Gran Canaria distribuyendo la palabra de Dios, Baker llegó a Tenerife el 14 de mayo de 1890, con el propósito de continuar su labor en una isla que por entonces contaba con unos 105.000 habitantes. Comenzó su trabajo misionero en Santa Cruz, recorriendo luego el resto de la isla. El paso de este misionero protestante por Arafo fue bastante accidentado, pues cuando Charles F. Barker se encontraba mostrando la Biblia en una venta de dicha localidad aparecieron el cura ecónomo y el alcalde, cargos ocupados por el gomero don José Cruz Bencomo y el arafero don Esteban Núñez Pérez, respectivamente. El citado alcalde lo amenazó con su encarcelamiento si seguía con la venta de dichos libros, ya que tenía una orden del obispo para prohibirla, mientras que el párroco afirmaba que lo que contenían no era la palabra de Dios, sino del diablo; ante ello les enseñó el permiso del Gobierno, pero no dio resultado. Barker continuó su camino y, ante el temor de ser arrestado, escribió una nota para el cónsul británico comunicándole que estaba detenido en Arafo y se la entregó al niño que le acompañaba como guía, para que la llevara a Santa Cruz si tal arresto sucedía; pero, afortunadamente para él, no volvió a ver ni al párroco ni al alcalde. Sin embargo, no quedaría ahí la cosa…

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