Relación de curas párrocos de la parroquia de San Antonio Abad del municipio de Arona (1796-2024)

La parroquia de San Antonio Abad de Arona se segregó de la de San Pedro Apóstol de Vilaflor por auto del 30 de marzo de 1796. A partir de entonces abarcó todo el actual municipio de Arona hasta sufrir dos segregaciones: la de San Lorenzo Mártir del Valle de San Lorenzo, el 18 de noviembre de 1929 (de la que luego se segregaron la de San Casiano de Las Galletas y la de San Martín de Porres de Cabo Blanco, ambas en 1966; y de esta última se separó la de Ntra. Sra. de la Paz de Buzanada, en 1975); y la de Nuestra Señora del Carmen de Los Cristianos, el 14 de mayo de 1963 (de la que posteriormente se segregó la de Santa Isabel de Portugal de El Fraile, en 1975, y parte de la de Ntra. Sra. de Guadalupe de Playa de las Américas).

De los 39 párrocos titulares de San Antonio Abad que conocemos, pues uno repitió en el cargo, el récord de permanencia lo ostenta don Miguel Rodríguez Guillama, durante casi 44 años, seguido por: don Julio Mendoza Morera, quien estuvo a su frente más de 33 años; don Julio Ribot Rodríguez, 18 años; don José Siverio y Díaz, casi 13 años (en dos etapas, una como encargado y otra como ecónomo); don Luis Herrera y Cruz, durante más de 12 años; don Ángel Serra Cortina, durante más de 10 años; don Luis Cabeza y Viera, 8 años y medio; y don José Emiliano Rodríguez García, 8 años.

Con respecto al lugar de nacimiento, ninguno de los párrocos nació en el propio municipio de Arona. En cuanto a otros párrocos nacidos en el Sur de Tenerife, conocemos a dos nacidos en Granadilla de Abona (fray Pedro Linares del Castillo y don Antonio Esteban Peraza y Ayala), dos en San Miguel de Abona (don Clemente Hernández Alfonso y don Ricardo Díaz Delgado) y uno en Adeje (don Manuel Buenaventura González Pérez). Del resto, sabemos que cinco nacieron en La Orotava (don Luis Herrera y Cruz, don Nicolás Torres Carballo, don Miguel Hernández Jorge, don Jorge Hernández Rodríguez -La Perdoma- y don José Antonio Hernández Oliva -La Perdoma-); cinco en Santa Cruz de Tenerife (don Julio Mendoza Morera, don José Miguel Izquierdo Jorge, don Julio Ribot Rodríguez, don Javier José Jiménez Juste y don Juan Francisco Alonso Molina); tres en Icod de los Vinos (don Próspero Vignoly, don Fermín de León y León y don Carmelo Hernández González); dos en Los Realejos (don Miguel Rodríguez Guillama y don José Siverio y Díaz); dos en La Laguna (don Julio González Sánchez -Valle de Guerra- y don Pedro Rubens Santana Hernández); uno en Tacoronte (don Isidoro Rivero y Peraza de Ayala), otro en San Juan de la Rambla (don Manuel Díaz-Llanos y Bautista), uno en La Victoria de Acentejo (don Francisco Monje e Izquierdo) y otro en Puerto de la Cruz (don Luis Cabeza y Viera). Fuera de Tenerife, dos nacieron en La Palma (don Leandro López Conde y don José Emiliano Rodríguez García), uno en Lanzarote (don Pedro Aquilino Bermúdez Benasco), cuatro en La Península (don Ángel Serra y Cortina, Fray Manuel García Fernández, don José Sánchez Ajiz y don Esteban Martínez Arroyo) y uno en Venezuela (don Arnovio Alfonzo Galavís)…

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Los alcaldes de barrio de Pájara (Güímar) [1894-1936]

A lo largo del siglo XIX se nombraron numerosos alcaldes pedáneos o de barrio para los distintos núcleos de población de la comarca de Agache, en el municipio de Güímar, que asumieron la representación del Ayuntamiento en cada uno de ellos, al margen de los regidores o concejales que formaban parte de la corporación municipal; ésta era la que los nombraba inicialmente y luego los proponía en terna para que los designase el gobernador civil de la provincia. Los primeros de ellos correspondieron a El Escobonal, el pueblo de mayor peso demográfico de dicho término, en la mayoría de los casos con un radio de actuación que abarcaba toda la comarca. Pero, dado el crecimiento poblacional que fueron experimentado los distintos núcleos, en 1894 se nombraron por primera vez alcaldes de barrio para Lomo de Mena y La Medida (incluyendo a Pájara), y hacia 1900 ya se nombró otro específico para dicho pago de Pájara; ahora los nombraba directamente el alcalde del término municipal, quien daba cuenta de ello al Pleno, pues actuarían como delegados suyos en cada barrio. Este cargo, desempeñado por personas que no estaban integradas en la corporación municipal, fue suprimido en 1936, con el golpe de estado que inició la Guerra Civil y la posterior Dictadura del general Franco. Años más tarde, a partir de 1949, asumieron competencias semejantes algunos concejales de la comarca, que simultáneamente fueron nombrados delegados de barrio; pero de ellos nos ocuparemos en otra ocasión. Los alcaldes de barrio de Agache en la etapa estudiada (1894-1936) fueron 24 hombres, 8 de El Escobonal y 15 de los otros pagos, de los que sólo tres repitieron en el cargo (uno de ellos en tres ocasiones).

La aldea de Pájara es el primer núcleo de población que se encuentra en la comarca de Agache, saliendo hacia el Sur desde la cabecera municipal de Güímar. En 1900 contaba con 90 habitantes de hecho y derecho, que en 1940 ya ascendían a 214 de hecho y 230 de derecho, más 19 que vivían en el caserío de Anocheza. Por su parte, la aldea contigua de La Medida era un poco mayor, pues tenía 127 habitantes de hecho y derecho en 1900, más 40 domiciliados en el caserío de la Fuente del Fraile, que subieron hasta un total de 458 de hecho y 472 de derecho en 1940. Por su proximidad, ambos núcleos han compartido siempre los principales servicios y actividades: escuelas, teléfono público, cartería, iglesia, plantel de Extensión Agraria, terrero de lucha, fiestas, etc. Al margen de varios concejales del Ayuntamiento, de los que nos ocuparemos en otro momento, conocemos seis alcaldes de barrio de Pájara, tres de ellos compartidos con La Medida…

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El trágico naufragio del motovelero “Joven Genoveva” en la costa de Arico (1962)

En la tarde del 24 de marzo de 1962 se produjo un trágico naufragio en el litoral del Sur de Tenerife, en este caso frente a la Punta de Abona en la costa de Arico, al volcar por un golpe de mar y hundirse rápidamente el motovelero “Joven Genoveva”. Fallecieron tres de sus cuatro tripulantes, a pesar de que se habían lanzado al agua con salvavidas, pero el mal estado de la mar y la oscuridad del anochecer hizo que se separaran, lo que dificultó su salvación. Curiosamente, el marinero-motorista que logró salvar la vida poseía una pierna ortopédica, que se quitó al caer al mar, pero como sabía nadar muy bien trató de ayudar sin éxito a uno de sus compañeros, al que cedió su salvavidas; logró alcanzar la costa, arrastrándose luego hasta el faro de Abona, donde fue socorrido por el farero y su familia. El barco se dirigía a Santa Cruz de La Palma cargado de refrescos o bebidas carbónicas, carga valorada en 300.000 pesetas, mientras que la embarcación estaba valorada en 600.000 pesetas.

Este barco fue construido, matriculado y botado al mar en el puerto de Santa Cruz de La Palma a mediados de los años cincuenta, siendo propiedad de don Sebastián Díaz, quien lo vendió en 1960 a don Sebastián Calderón, otro armador de dicha capital. Se trataba de una balandra o motovelero, de 35 toneladas, con motor sueco de gasoil de 70 caballos…

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La Sociedad “Casino de Guía” del municipio de Guía de Isora (1893-1936), también conocido como “Casino Principal” o “Casino Republicano”

El municipio de Guía de Isora ha contado en los dos últimos siglos con varios casinos o sociedades culturales y recreativas, siendo el primero de ellos el “Casino de Accionistas”, que ya existía en 1868. Le siguió el “Casino”, también conocido como “Casino Principal”, “Casino de Guía” o “Casino Republicano”, que ya existía en 1893, siendo refundado en 1926 y disuelto en 1936. A lo largo del siglo XX, se crearon cinco nuevas sociedades de instrucción y recreo: el “Centro Isorano”, de línea conservadora, que ya existía en 1908 y fue disuelto hacia 1944; la Sociedad “Unión Republicana”, fundada en 1918; la Sociedad “Centro El Porvenir” de Chío, que ya existía en 1928 y continuaba en 1932; la “Juventud Católica” de Guía de Isora, fundada en 1933; y el nuevo “Casino de Guía de Isora”, que comenzó su andadura en 1961. Además, en 1928 se mencionó en la prensa una extraña sociedad, conocida como “XXV de Diciembre”, que teóricamente coexistió con el “Casino de Guía” y con el “Centro Isorano”, pero que ni siquiera los vecinos de dicha localidad de esa época sabían dónde estaba.

En este artículo nos vamos a centrar en el “Casino” de Guía de Isora, inicialmente único del municipio, que ya existía en 1893. Tras la fundación del “Centro Isorano”, hacia 1908, pasó a ser conocido como “Casino Principal”. Fue refundado en 1926, en esta segunda etapa con el nombre de “Casino de Guía”, con el que fue legalizado. A partir de 1931, con la llegada de la II República, fue conocido como “Casino Republicano”, dado el marcado carácter republicano y progresista de sus socios y directivos, circunstancia que provocó su clausura en 1936, al inicio de la Guerra Civil…

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La parroquia de la Santa Cruz de Lomo de Mena (Güímar)

En un artículo anterior ya nos ocupamos de las antiguas dependencias parroquiales de Lomo de Mena y de la construcción de un Calvario en dicho pueblo, así como de la construcción de la antigua ermita de la Santa Cruz, que fue bendecida en 1932. Inicialmente, ésta dependió de la parroquia de San José de El Escobonal, hasta que en 1967 comenzó a regir la nueva parroquia de San Antonio de Padua del vecino pueblo de La Medida de la que pasó a depender, pues incluiría en su demarcación los núcleos de La Medida, Pájara y Lomo de Mena. En este artículo nos centramos en la elevación de dicha ermita a parroquia y en su trayectoria posterior: la construcción de la nueva iglesia; la inauguración y la bendición de dicho templo y de la nueva plaza; la construcción y la bendición de la cripta; la primera visita de la Virgen del Socorro a la iglesia de Lomo de Mena; otras visitas y acontecimientos ocurridos en la parroquia; las visitas pastorales de los obispos para administrar la Confirmación; la incorporación de Lomo de Mena a la ruta del Hermano Pedro; las imágenes del templo; las principales fiestas y festividades celebradas en la parroquia; y la relación de párrocos de la Santa Cruz, desde 1977 hasta el presente.

Por decreto del obispo don Luis Franco Cascón de fecha 21 de junio de 1975, se creó la parroquia de la Santa Cruz de Lomo de Mena. Pero no comenzó a regir hasta dos años después, el 1 de marzo de 1977, en que se desmembró en su integridad de la parroquia de San Antonio de Padua de La Medida; por tanto sus límites se extendían entre los barrancos de El Calvario (por el Norte) y el de Amea (por el Sur), el mar (por el Este) y la cumbre (por el Oeste), abarcando el núcleo de población de Lomo de Mena, que en el censo de 1970 tenía 476 habitantes y en el momento de la segregación se le estimaba una población de 650 habitantes; y, posteriormente, incluyó el caserío que fue surgiendo en la costa, Balandra-Los Picos. Por ello, con esa misma fecha quedaron rectificados los límites de la parroquia de San Antonio de Padua, que vio reducida su superficie al tener su límite por el Sur a partir de ahora en el Barranco del Calvario (de cumbre a mar). Se nombró como primer cura encargado al sacerdote güimarero don Vicente Jorge Dorta, oriundo de La Medida y cura párroco de Arafo…

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La visita de la Virgen de Candelaria al municipio de Arico (1964), en su peregrinación extraordinaria por la isla con el fin de recaudar fondos para el nuevo Seminario Diocesano

El año 1964 marca una página inolvidable en la historia religiosa del municipio de Arico, al recibir por primera y única vez la visita de la Virgen de Candelaria, Patrona de Canarias, en su peregrinación por todas las parroquias de la isla con el fin de recaudar fondos para la construcción del nuevo Seminario Diocesano, acontecimiento inolvidable en la trayectoria religiosa de Tenerife que duró casi tres meses y medio, del 16 de octubre de dicho año al 28 de enero de 1965. Para esa peregrinación extraordinaria la Virgen contó con una artística carroza, construida en Güímar, en los talleres de mecánica y chapa de Tejera y en la carpintería de Pánfilo y Tino; fue diseñada por don Manuel García Campos y patrocinada por doña Edelmira Pérez Campos, viuda de Mansito, junto con Acción Católica y Cáritas de dicha ciudad; y se montó sobre una camioneta “Commer” de seis ruedas, cedida por la empresa Hernández Hermanos, S.L. Las otras patronas insulares de la provincia también recorrieron sus respectivas islas. En todos los pueblos visitados, el fervor de los fieles fue impresionante y el éxito económico se vio desbordado con creces, al recaudarse más de siete millones de pesetas. Durante el recorrido la Virgen estuvo acompañada por su capellán, cargo que asumió casi siempre el sacerdote dominico fray Juan Fernández Baca, conocido por el “Padre Juan de Candelaria”. La revista Radar Isleño, editada por los frailes dominicos de Candelaria, fue recogiendo la crónica detallada de esta peregrinación extraordinaria de la Virgen, en todo su recorrido.

El municipio de Arico fue el cuarto de la isla en recibir a la Virgen de Candelaria, tras el paso de ésta por Arafo, Güímar y Fasnia. En el límite municipal, el alcalde y el párroco de Fasnia, don Miguel Suárez González y don Gregorio Dorta Pérez, respectivamente, entregaron la venerada imagen al alcalde y al párroco de Arico, don Antonio Yanes Morales y don Sebastián Hernández Cabrera. En el acta del Pleno extraordinario celebrado el 19 de octubre por el consistorio municipal con este motivo, se tomaron los tres acuerdos siguientes: 1.- Prestar el debido apoyo a los actos para lograr que resulten lo más brillantes y esplendorosos posible a tenor de la grandiosidad de la visita; 2.- Contribuir con un donativo municipal de 5.500 pesetas; y 3.- Como recuerdo colocar una placa conmemorativa en cada una de las tres parroquias en que se divide el municipio. No figura en acta, por lo tanto, el reconocimiento como Alcaldesa Honoraria de Arico que se menciona en la crónica. En este término municipal, del que fue nombrada Alcaldesa Honoraria, la Virgen de Candelaria descansó una noche en cada una de las tres parroquias que se cruzó en su recorrido: Ntra. Sra. de la Luz de Arico el Nuevo, San Juan Bautista de la Villa de Arico y San Bartolomé de Río de Arico; llegó a la primera el 21 de octubre y abandonó la última el 24 del mismo mes. En las dos primeras se celebró un triduo preparatorio y en esas tres iglesias parroquiales se colocaron placas, con el fin de recordar el paso por ellas de la Patrona de Canarias. En ellas, la oración (Hora Santa y Santo Rosario), la confesión y la comunión fueron multitudinarias, así como el beso de su manto; y en todas se sucedieron las misas para los distintos sectores de la población, el cumplimiento de promesas, las plegarias y numerosas anécdotas emotivas. La venerada imagen siempre estuvo acompañada por su capellán, el mencionado dominico fray Juan Fernández Baca, quien dirigió su palabra a los feligreses en los tres lugares, tanto en el recibimiento como en la despedida. El alcalde y las demás autoridades municipales también la acompañaron durante toda su estancia en el municipio; asimismo, se contó con la presencia del obispo de la Diócesis, don Luis Franco Cascón, en las dos primeras localidades, en las que también se dirigió al público congregado. Los vecinos se acercaron a la carretera para ver pasar la carroza, pero no se les permitió acompañarla por ella caminando para no retrasar su marcha, y luego se concentraron en las plazas de los tres pueblos en los que descansó, todos ellos fuertemente engalanados, con banderas y pancartas, siendo recibida entre fuegos artificiales, repiques de campanas, música, cánticos y vítores; y a su paso, se le tiraron pétalos de flores desde los balcones y las azoteas de las casas. También estuvo acompañada durante toda la noche en los distintos templos parroquiales…

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La escuela mixta de Malpaís de Candelaria (1930-2004)

Según el padrón vecinal de 1779 que se conserva en la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Tenerife, el “Pago de Malpaís” solo contaba con cinco familias, que sumaban 17 habitantes, ninguno de los cuales sabía leer ni escribir. A partir de entonces, este núcleo de población ha ido creciendo sin parar, pero los habitantes que querían estudiar tenían que desplazarse a las escuelas públicas de Candelaria, creadas en el siglo XIX, o a las particulares que comenzaron a surgir en los distintos pueblos.

A partir del siglo XX, la actividad educativa reglada ya ha estado representada en Malpaís de Candelaria a través de una escuela unitaria mixta, creada en 1930 y cerrada 74 años más tarde, en 2004. En este artículo nos vamos a centrar en este centro docente: los trámites para su creación, su dilatada trayectoria, sus mejoras, el grupo de teatro creado en su seno, sus locales, la incorporación del nivel infantil y la creación de la Asociación de Padres y Madres de Alumnos, así como las maestras y el maestro que han estado a su frente…

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La incorporación de la imagen de Santa Rita a la iglesia de Tamaimo (Santiago del Teide), la creación de su cofradía y las primeras fiestas en su honor

En este artículo vamos a recordar la entronización de la imagen de Santa Rita de Casia en la ermita de Santa Ana de Tamaimo, cuando aún no había sido elevada a parroquia. Fue donada por una hija de dicho pueblo, doña Aurora Ferrer Guanche, quien vivía en Santa Cruz de Tenerife y también donó un Crucifijo para la sede en dicho pueblo del partido conservador Acción Popular Agraria. La bendición de ambas imágenes se llevó a cabo el 13 de enero de 1935, con la localidad engalanada al efecto; actuaron como padrinos la donante y su hermano don Alfonso, así como doña Ana Ferrer Soto, doña Eduvigis Martín y don Manuel Hidalgo; la efectuó el obispo de la Diócesis, Fray Albino González Menéndez-Reigada, quien también administró el sacramento de la Confirmación a numerosos niños; tras la bendición, se impusieron las medallas a las mujeres afiliadas a la nueva Asociación o Cofradía de Santa Rita, que sería presidida por doña Delfina Ferrer; y doña Aurora ofreció una merienda en la sede del citado partido a los niños participantes, a los que se repartieron estampas y libros.

La primera fiesta en honor de Santa Rita se celebró en Tamaimo en los días 26 y 27 de julio de ese mismo año 1935, aunque unida a la de la patrona Santa Ana, y en ella se celebró la Primera Comunión de los niños de la localidad. En el año siguiente, con motivo del inicio de la Guerra Civil, no tenemos constancia de su celebración, pero sí en 1937 y 1938, en plena contienda bélica, por lo que se aprovechó en ellas para pedir por su finalización. La de ese último año volvió a ser presidida por el obispo Fray Albino, quien impartió de nuevo la Confirmación y bendijo el nuevo cementerio de la localidad. En 1939, Tamaimo celebró las fiestas en honor de Santa Rita de Casia con una mayor alegría y en acción de gracias por la terminación de la contienda bélica; siguió siendo organizada por la donante de la imagen, doña Aurora Ferrer, quien además donó prendas de ropa para los niños más pobres del pueblo. De momento, no sabemos cuando dejó de celebrarse dicha festividad…

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La Orquesta “Hispania” de la villa de Arafo (1960-1965)

En el pasado siglo XX, la villa de Arafo destacó en el contexto insular por el número y la calidad de sus orquestas de baile, debido a su dilatada trayectoria musical que ha permitido su reconocimiento popular como “Pueblo de la Música”. A lo largo de esa centuria contó con 25 de estos conjuntos, de los que llegaron a coexistir ocho. Como curiosidad, estos grupos musicales fueron homenajeados por el Casino “Unión y Progreso” de dicha villa el 7 de diciembre de 2006.

De esos numerosos conjuntos musicales, en esta ocasión nos centramos en la orquesta “Hispania”, que recorrió la geografía insular en los años sesenta, aunque su trayectoria fue corta, pues solo permaneció en los escenarios durante unos cinco años. Tuvo seis miembros, todos ellos naturales y vecinos de Arafo, siendo su director-coordinador don Eulogio Albertos Martín. Ensayaba en la casa de éste, en el callejón San Pedro, junto al Casino “Unión y Progreso” de Arafo, en el que amenizó bailes con frecuencia…

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La municipalización de la Banda de Música de Güímar y su reorganización bajo la dirección del prestigioso concertador y compositor don José María Peón Requejo (1916-1919)

Además de en un libro, en varios artículos anteriores ya nos hemos ocupado de los orígenes y la trayectoria de la Banda de Música de Güímar hasta comienzos del siglo XX, por lo que en este artículo nos vamos a centrar en los inicios de la etapa en que esta agrupación fue municipalizada.

En 1914, el Ayuntamiento de Güímar pretendió la municipalización de la Banda de Música de la Sociedad Filarmónica “Euterpe”, pero como no hubo acuerdo le retiró la subvención, lo que condujo a la desaparición del principal centro de cultura que existía en el municipio, así como al cierre de su teatro, a la disolución de la banda que sostenía y a que su prestigioso director, don Miguel Castillo, abandonase Güímar. Ante ello, la corporación municipal apostó por la creación de una Banda Municipal, por lo que se entró en un período de crisis o refundación, que se prolongó durante dos años. En ese tiempo, se contrataron sucesivos directores interinos, que solo ejercieron en períodos muy cortos, hasta que llegó a la dirección el prestigioso maestro don José María Peón Requejo, quien la pudo reorganizar, así como darle estabilidad y un notable nivel durante casi tres años, de 1916 a 1919. Al frente de ella debutó en las fiestas de la Virgen del Socorro, pero su estreno oficial tuvo lugar en un brillante concierto ofrecido en la plaza de San Pedro, que tuvo repercusión nacional y en el que la Banda estrenó su nuevo uniforme, obra del sastre don Ernesto Zamorano, titular también de una administración de lotería que le había dado un premio a su director.

Durante su etapa güimarera, el maestro Peón Requejo formó una orquesta y, como además de director y concertador era un prestigioso compositor, estrenó con la Banda de Güímar cuatro obras suyas, algunas con motivos güimareros: el pasodoble “El 8.718”, las marchas “El Sagrario” y “San Juan” y la gavota “Carmen”; además, se interpretaron por dicha agrupación musical otras obras de las que era autor: dos arreglos o “pot-purrit” de óperas, operetas, zarzuelas y cantos regionales y populares, el pasodoble “Pepito” y la selección de couplets “S. M. El Cine”. Tras abandonar Güímar, debido a los recortes económicos municipales, este prestigioso músico ejerció en el Puerto de la Cruz y en Las Palmas de Gran Canaria…

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