Candelaria: Don Antonio Chico y Núñez (1840-1885), cabo 1º de las Milicias Provinciales, luchador destacado y alcalde constitucional de Candelaria en el momento de su prematura muerte, con una polémica relación con la justicia

Este destacado arayero obtuvo por sorteo una plaza de soldado de Milicias en la 6ª Compañía del Batallón Provincial de La Laguna, en la que ascendió a cabo 2º y cabo 1º, empleo éste con el que obtuvo su licencia absoluta; curiosamente, siendo aún militar fue procesado por su participación en una cencerrada con apaleamiento, ocurrida en su pueblo natal. También fue un luchador destacado, que formó parte del bando o “Partido del Sur” de la isla de Tenerife. Además, cuando ya participaba en la vida política local, fue condenado por “coacción”, siéndole embargado varios bienes: una mula y una vaca viejas e inútiles, así como una finca de escaso valor. Luego fue elegido alcalde 1º constitucional de Candelaria, cargo en el que permaneció durante casi tres años y en el que volvió a tener problemas con la justicia, por desobedecer las órdenes del delegado de Hacienda, imponiéndosele una multa que motivó el embargo de nuevos bienes (un cerdo y una finca). Falleció, de forma repentina y prematura, mientras aún estaba al frente del Ayuntamiento y sin descendencia directa. Llama la atención que fue incluido “por sentencia judicial” en la lista de electores de Candelaria para Diputados a Cortes, cuando ya habían pasado dos años y medio de su muerte. También después de fallecido, sus herederos fueron condenados a pagar una cantidad de dinero que nuestro biografiado debía a un vecino de Santa Cruz, con motivo de un préstamo; asimismo, se le embargaron a éstos dos fincas que pertenecían a aquel, por no haber pagado la Contribución Territorial tras su muerte.

Nació en Araya de Candelaria el 23 de diciembre de 1840, siendo hijo de don Antonio Chico Díaz, natural de dicho pago, y doña María del Rosario Núñez Rodríguez, que lo era de El Rosario, en la “Banda de allá” de Barranco Hondo. Cinco días después fue bautizado en la iglesia de Santa Ana de Candelaria por el presbítero don José Fresneda y Tejera, con licencia del cura párroco don Juan Núñez del Castillo; se le puso por nombre “Antonio Nicolás” y actuó como madrina su tía carnal doña Antonia María Núñez, de la propia vecindad…

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Fundación y trayectoria de la Agrupación Socialista de Candelaria durante la II República (1931-1936)

Durante la II República española, el período democrático más parecido al actual que ha vivido este país, que en Canarias se extendió desde 1931 hasta 1936, el municipio de Candelaria sufrió una espectacular efervescencia política, social, cultural y deportiva. En sus inicios se fundó la Agrupación Socialista de Candelaria, a la que vamos a dedicar el presente artículo; fue el primer partido constituido en esta etapa, que se sumaba al Partido Republicano Tinerfeño, ya existente con anterioridad, y en años posteriores irían surgiendo otros.

El 15 de abril de 1931 se celebró en Candelaria con entusiasmo la proclamación el día anterior de la II República española, con la paralización del trabajo y una manifestación que recorrió las calles principales, enarbolando banderas tricolor. El 10 de junio inmediato se constituyó en esta localidad la primera Corporación municipal de esta etapa republicana, que había resultado elegida el mes anterior y que quedó constituida por siete republicanos y cuatro monárquicos, por lo tanto, sin presencia socialista. Por entonces, el afloramiento de agua en las galerías de este término había producido un rápido desarrollo agrícola, que atrajo hacia el municipio a un flujo de mano de obra jornalera desde distintos rincones de las islas, para trabajar sobre todo en el cultivo del tomate. Pero las condiciones no eran demasiado justas y los trabajadores eran explotados por los empresarios, como se desprende de un artículo publicado en La Tarde el 11 de dicho mes, titulado “El caciquismo en Candelaria”. Esa fue la chispa que motivó a un grupo de vecinos a fundar la “Agrupación Socialista Tinerfeña de Candelaria”, cuya comisión organizadora, compuesta por don Arturo Expósito Torres, don Francisco García Hernández, don Honorio García Navarro y don Adolfo Castellano Sabina, se reunió el 17 de dicho mes de junio para redactar el Reglamento por el que se habría de regir…

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Las Fiestas de Barranco Hondo (Candelaria): Cristo de la Buena Muerte y Virgen de los Dolores, en la II República (1931-1936)

En la actualidad, el pueblo de Barranco Hondo celebra tres fiestas principales; las más importantes son las fiestas patronales en honor del Cristo de la Buena Muerte, que se han celebrado generalmente el segundo domingo del mes de julio; la de la Virgen de Los Dolores o “Fiesta Chica”, que se celebra por lo general el segundo domingo de octubre; y la Romería en honor a San José tiene lugar en el mes de marzo. Pero no siempre ha sido así, como veremos a continuación.

En este artículo nos vamos a centrar en las fiestas celebradas durante la II República, un período de enorme ebullición política, social, cultural y deportiva, en la que Barranco Hondo se fue dotando de instituciones en todos esos campos, en una de las etapas más activas de su historia. En esos años, desde 1931 hasta 1936, solo se celebraban las fiestas de julio en honor del Cristo de la Buena Muerte, y las de octubre, en honor de la Virgen de los Dolores. Gracias a la prensa tinerfeña de la época, sabemos que cada una de ellas solía durar dos días, con esquemas sencillos y muy parecidos; actos religiosos, casi exclusivamente centrados en la misa y la procesión del día principal, con exhibición de fuegos artificiales; y actos populares limitados al recibimiento y concierto de la banda de música invitada, así como a los bailes en los salones particulares y en los casinos, a medida que éstos se fundaron; solo en años aislados se incluyeron algunos juegos, aunque suponemos que también incluirían partidos de fútbol, encuentros de lucha canaria y actuaciones de las agrupaciones folclóricas, pues sabemos que el pueblo contaba con ello, a pesar de que no figurasen en los programas publicados. Los bailes eran amenizados por una orquesta local de cuerdas, que se alternaba con orquestas foráneas con instrumentos de viento, la mayoría formadas en el seno de las distintas bandas de música. No se celebraba la festividad de San José, pero en las fiestas de julio se sacaba en procesión, junto a las otras imágenes del Cristo de la Buena Muerte y la Virgen de los Dolores. Aunque tampoco se menciona, tenemos constancia de que la antigua Hermandad del Santísimo Cristo de la Buena Muerte, asistía anualmente en corporación a los cultos de las principales festividades religiosas de la localidad…

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Candelaria: Don Juan Castellano Fariña “El Cape” (1919-2010), pescador experto, patrón de barco y primer patrón mayor de la Cofradía de Pescadores “Nuestra Señora de Candelaria”, que da nombre a una calle

Este artículo está dedicado a un viejo pescador de Candelaria, que comenzó en dicha actividad con tan solo nueve años. Estuvo movilizado con motivo de la Guerra Civil como soldado de Infantería, combatiendo en varios frentes. Durante toda su vida estuvo ligado a la pesca, como experto pescador y patrón de barco, llegando a ser considerado por sus paisanos como un sabio del mar. Por dicho motivo, fue elegido primer patrón mayor de la Cofradía de Pescadores “Nuestra Señora de Candelaria”, que abarcaba desde Boca Cangrejo (El Rosario) hasta el Porís de Abona (Arico), cargo que ostentó durante más de 15 años. En vida fue reconocido con la nominación de la calle de la villa de Candelaria en la había vivido.

Nació en el barrio de Amance de Candelaria el 22 de septiembre de 1919, a las ocho de la tarde, siendo hijo del pescador don Juan Castellano Mesa y doña María Fariña Sabina. El 19 de octubre inmediato fue bautizado en la iglesia de Santa Ana por el cura párroco don Ruperto Marcos Molina y Molina, actuando como padrino don Nicolás Guanche Mallorquín…

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Candelaria: Don Isidro Febles Ramos (1901-1957), emigrante a Cuba, dependiente, cabo de Infantería, guardia rural y municipal, subinspector de la Guardia Municipal y cabo de la Policía Municipal de Santa Cruz de Tenerife, vocal del Comité Provincial de Obreros y Empleados Municipales y aficionado a la poesía popular

Nuestro biografiado emigró a Cuba y a su regreso trabajó como dependiente, hasta que comenzó a prestar su servicio militar. Tras alcanzar el empleo de cabo de Infantería estuvo movilizado en la campaña de Marruecos, donde alcanzó su licencia ilimitada. Después de pasar a la reserva solicitó y obtuvo una plaza de guardia municipal de 2ª interino en Santa Cruz de Tenerife, a la que renunció poco después; pero dos años más tarde obtuvo otra plaza de guardia municipal de 3ª para el servicio nocturno, a la que también renunció tras solicitar y obtener el destino de guardia rural de la misma capital. Por entonces contrajo matrimonio en dicha ciudad, donde construyó una casa. Posteriormente, pasó a ocupar una plaza de guardia municipal ordenanza, luego de 3ª y de 2ª, en todos los casos en propiedad. En dicha situación tuvo una valiente actuación en el servicio, por la que fue felicitado. Más adelante fue herido y confirmado en propiedad sin clasificación, para ascender posteriormente a subinspector de la Guardia Municipal y, finalmente, a cabo de la Policía Municipal de la capital tinerfeña, plaza que mantuvo hasta su jubilación prematura por enfermedad. Además, fue vocal del Comité Provincial de Obreros y Empleados Municipales de Santa Cruz de Tenerife y siempre mantuvo una clara afición por la poesía popular.

Nació en el pago de Barranco Hondo (Candelaria) el 15 de mayo de 1901, a las cuatro de la tarde, siendo hijo de don Matías Febles Rodríguez y doña Juana Ramos Delgado, naturales y vecinos del citado pago y ella de la familia de “Los Ligeros”. El 1 de junio inmediato fue bautizado en la iglesia de Santa Ana de Candelaria por el cura regente don Norberto Álvarez González; se le puso por nombre “Isidro Matías” y actuaron como padrinos don Manuel Casanova y doña Felicia Rodríguez, de la misma vecindad…

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Candelaria: Don Justo Pío Muñoz Bento (1829-1874), sargento del Ejército, tallador de quintos, primer maestro de la escuela pública de niños de Igueste de Candelaria y propietario agrícola

Nuestro biografiado, de origen granadino, siguió una modesta carrera militar hasta alcanzar el empleo de Sargento del Ejército. Tras su retiro se estableció en Igueste de Candelaria, donde fue nombrado primer maestro de la recién creada escuela pública de niños de dicha localidad; pero tuvo algunos problemas al no dedicarle el tiempo debido, probablemente a causa de que no percibía con puntualidad el sueldo asignado por el Ayuntamiento. Además, ejerció como tallador de quintos en el Ayuntamiento de Candelaria. También adquirió algunos terrenos en Igueste, por lo que es casi seguro que simultanease las labores docentes con las agrícolas, y una de sus fincas fue expropiada con motivo de la construcción de la “Carretera de tercer orden de Santa Cruz de Tenerife á Buenavista por Güímar y Adeje” (la Carretera General del Sur).

Nació hacia 1829 en un pueblo de Granada, que se menciona en su partida de defunción como Sivilas [sic], pero que no hemos podido localizar. Era hijo de don Antonio Muñoz y doña Teresa Bento…

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Candelaria: Don Destierro Bastarrica y Ochoa (1883-?), cabo de Caballería y guardia civil de 1ª clase, el primero nacido en Candelaria

Nacido en Candelaria, donde su padre estuvo desterrado como militar carlista, lo que motivó el nombre con el que fue bautizado, con tan solo un año se trasladó con su progenitor a Santa Cruz de Tenerife; y, poco antes de la muerte de éste, con seis años y medio se estableció en Badajoz con algunos familiares y su nuevo tutor, como huérfano pensionista. Prestó su servicio militar en el Destacamento de Trujillo (Cáceres) del 6º Depósito de Caballos Sementales, en el que alcanzó el empleo de cabo de Caballería, con el que ejerció como jefe de paradas y pasó a la reserva siendo apto para el ascenso. Luego ingresó como guardia 2º en la Guardia Civil, estando destinado en el Escuadrón de Barcelona de la Comandancia de Caballería de dicho Cuerpo durante más de ocho años y medio, en los que fue condecorado y felicitado por distintas actuaciones ante disturbios y alteraciones del orden público. Luego pasó a la Comandancia de Barcelona, destinado en los Puestos de Sabadell y de la capital catalana durante otros cuatro años y medio. Posteriormente, se trasladó a la Comandancia de Canarias, donde ascendió a guardia 1º, estando destinado durante casi 11 años en el Puesto de Tejina, más otros dos en el nuevo Puesto de La Laguna. Finalmente, pasó a la Comandancia de Málaga y estuvo destinado durante tres años en el Puesto de dicha capital, en el que obtuvo su retiro. Probablemente pasó el final de su vida en Barcelona, pues en dicha capital continuaron viviendo sus hijos.

Nació en Candelaria el 22 de diciembre de 1883, a la una de la tarde, siendo hijo del comandante de Caballería don Pedro Bastarrica y Azpiroz, natural de Echarri-Aranaz (Navarra), y doña Remigia Ochoa y Olaiz, que lo era de la ciudad de Pamplona, y ambos domiciliados en “el Callejón del Pozo” del pueblo Mariano. Tres días después fue inscrito por su padre en el Registro Civil del Juzgado Municipal con el nombre “Destierro Federico”, ante el juez don Francisco Tejera Corona y el secretario don Nicolás Bello y Barlet, actuando como testigos don José Sabina Albertos y don Agustín Sabina, naturales de dicha localidad, casados y propietarios. El 28 del mismo mes fue bautizado con el mismo nombre en la “Parroquia Matriz de Santa Ana” por el beneficiado propio don Antonio de la Barreda y Payva; actuó como padrino el abogado don Federico Batista, natural y vecino de Arafo, y como testigos don Abelardo Nóbrega y don Isidro Delgado…

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Candelaria: Don Juan Olivera Fuentes (1913-1959), cofundador y vicepresidente de la Sociedad “Juventud Católica”, árbitro de fútbol, presidente del “C.D. Candela”, directivo del Casino de Candelaria, sargento de Sanidad militar condecorado, sanitario altruista, comerciante, agente de seguros y empresario

Aunque no nació en Candelaria, se estableció desde su niñez en esta villa sureña, que siempre consideró como suya y en la que estuvo domiciliado hasta su prematura muerte. Trabajó durante casi toda su vida como comerciante. Además, en su juventud fue cofundador y vicepresidente de la “Juventud Católica”, árbitro de fútbol, presidente del “C.F. Candela” y directivo del Casino de Candelaria. Prestó su servicio militar por su quinta, como soldado de Sanidad Militar. Luego, tras el inicio de la Guerra Civil fue movilizado y durante ella ascendió desde soldado a cabo efectivo y sargento provisional de Sanidad Militar. Posteriormente pasó como sargento voluntario de Sanidad Militar a la División Azul, con motivo de la II Guerra Mundial en el frente ruso.  Dada su condición de sanitario y a pesar de participar en dos guerras, en las que fue condecorado, nunca estuvo en primera línea de fuego, por lo que tuvo la suerte de no recibir ninguna herida.  Tras obtener su licencia absoluta se estableció en Tenerife, donde ejerció como comerciante en Güímar y Candelaria, agente de seguros y empresario de bares en Santa Cruz de Tenerife. Simultáneamente, en Candelaria desarrolló una intensa actividad como sanitario altruista, cubriendo el papel vacante de un practicante. Se casó en su villa adoptiva, donde dejó descendencia.

Nació en el domicilio paterno de Santa Cruz de Tenerife, en la calle San Roque nº 57, el 10 de marzo de 1913 a las nueve de la noche, siendo hijo del empleado don Juan Bautista Olivera González, natural de La Laguna, y doña María del Carmen Fuentes Díaz, que lo era de dicha capital aunque oriunda de Arico. Dos días después su nacimiento fue inscrito en el Registro Civil de Santa Cruz de Tenerife por el secretario del Juzgado don Agustín Díaz y Casanova, ante el juez municipal don Miguel Díaz Llanos y Fernández, y los testigos don Antonio Quintana y González Rebollo y don Vicente Vázquez López, según manifestación del comerciante don José Izquierdo y Pérez, conocido de los padres y de dicha vecindad. El 24 de junio de ese mismo año fue bautizado en la iglesia de San Francisco de la capital de la provincia por el cura párroco don Juan Batista Fuentes; se le puso por nombre “Juan Bautista” y actuaron como padrinos don Miguel Olivera y González y doña María del Carmen González, de dicha vecindad, siendo testigos los ministros de la parroquia.

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La escuela mixta de Malpaís de Candelaria (1930-2004)

Según el padrón vecinal de 1779 que se conserva en la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Tenerife, el “Pago de Malpaís” solo contaba con cinco familias, que sumaban 17 habitantes, ninguno de los cuales sabía leer ni escribir. A partir de entonces, este núcleo de población ha ido creciendo sin parar, pero los habitantes que querían estudiar tenían que desplazarse a las escuelas públicas de Candelaria, creadas en el siglo XIX, o a las particulares que comenzaron a surgir en los distintos pueblos.

A partir del siglo XX, la actividad educativa reglada ya ha estado representada en Malpaís de Candelaria a través de una escuela unitaria mixta, creada en 1930 y cerrada 74 años más tarde, en 2004. En este artículo nos vamos a centrar en este centro docente: los trámites para su creación, su dilatada trayectoria, sus mejoras, el grupo de teatro creado en su seno, sus locales, la incorporación del nivel infantil y la creación de la Asociación de Padres y Madres de Alumnos, así como las maestras y el maestro que han estado a su frente…

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Candelaria: Don José de Baute y Núñez (1829-1881), cabo 1º de Artillería, guarda-almacén de dicho Cuerpo en la Marina de Candelaria y propietario agrícola

Miembro de una destacada familia de militares, en gran parte vinculada al cuerpo de Artillería, nuestro biografiado también prestó su servicio militar en la media Compañía de Artilleros Milicianos destacada en la Batería de Santiago de Candelaria, para la defensa de dicha localidad y, sobre todo, del Santuario de la Virgen, en la que alcanzó el empleo de cabo 1º. Luego, después de licenciado, fue nombrado guarda-almacén de los efectos de Artillería que existían en la Marina de dicha localidad, empleo en el que permaneció durante más de dos décadas, hasta que dicha fortificación fue desartillada. Contrajo matrimonio y tuvo una amplia sucesión que se estableció en Santa Cruz de Tenerife.

Nació en Candelaria el 10 de mayo de 1829, siendo hijo de don José Antonio de Baute Santos y Pérez y de doña María de las Mercedes Núñez de Barrios. Seis días después fue bautizado en la iglesia de Santa Ana de Candelaria por el cura párroco don Juan Núñez del Castillo; se le puso por nombre “José” y actuó como padrino don Juan Agustín Cartaya, vecino del lugar de Güímar…

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