Candelaria: Don Destierro Bastarrica y Ochoa (1883-?), cabo de Caballería y guardia civil de 1ª clase, el primero nacido en Candelaria

Nacido en Candelaria, donde su padre estuvo desterrado como militar carlista, lo que motivó el nombre con el que fue bautizado, con tan solo un año se trasladó con su progenitor a Santa Cruz de Tenerife; y, poco antes de la muerte de éste, con seis años y medio se estableció en Badajoz con algunos familiares y su nuevo tutor, como huérfano pensionista. Prestó su servicio militar en el Destacamento de Trujillo (Cáceres) del 6º Depósito de Caballos Sementales, en el que alcanzó el empleo de cabo de Caballería, con el que ejerció como jefe de paradas y pasó a la reserva siendo apto para el ascenso. Luego ingresó como guardia 2º en la Guardia Civil, estando destinado en el Escuadrón de Barcelona de la Comandancia de Caballería de dicho Cuerpo durante más de ocho años y medio, en los que fue condecorado y felicitado por distintas actuaciones ante disturbios y alteraciones del orden público. Luego pasó a la Comandancia de Barcelona, destinado en los Puestos de Sabadell y de la capital catalana durante otros cuatro años y medio. Posteriormente, se trasladó a la Comandancia de Canarias, donde ascendió a guardia 1º, estando destinado durante casi 11 años en el Puesto de Tejina, más otros dos en el nuevo Puesto de La Laguna. Finalmente, pasó a la Comandancia de Málaga y estuvo destinado durante tres años en el Puesto de dicha capital, en el que obtuvo su retiro. Probablemente pasó el final de su vida en Barcelona, pues en dicha capital continuaron viviendo sus hijos.

Nació en Candelaria el 22 de diciembre de 1883, a la una de la tarde, siendo hijo del comandante de Caballería don Pedro Bastarrica y Azpiroz, natural de Echarri-Aranaz (Navarra), y doña Remigia Ochoa y Olaiz, que lo era de la ciudad de Pamplona, y ambos domiciliados en “el Callejón del Pozo” del pueblo Mariano. Tres días después fue inscrito por su padre en el Registro Civil del Juzgado Municipal con el nombre “Destierro Federico”, ante el juez don Francisco Tejera Corona y el secretario don Nicolás Bello y Barlet, actuando como testigos don José Sabina Albertos y don Agustín Sabina, naturales de dicha localidad, casados y propietarios. El 28 del mismo mes fue bautizado con el mismo nombre en la “Parroquia Matriz de Santa Ana” por el beneficiado propio don Antonio de la Barreda y Payva; actuó como padrino el abogado don Federico Batista, natural y vecino de Arafo, y como testigos don Abelardo Nóbrega y don Isidro Delgado…

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Candelaria: Don Juan Olivera Fuentes (1913-1959), cofundador y vicepresidente de la Sociedad “Juventud Católica”, árbitro de fútbol, presidente del “C.D. Candela”, directivo del Casino de Candelaria, sargento de Sanidad militar condecorado, sanitario altruista, comerciante, agente de seguros y empresario

Aunque no nació en Candelaria, se estableció desde su niñez en esta villa sureña, que siempre consideró como suya y en la que estuvo domiciliado hasta su prematura muerte. Trabajó durante casi toda su vida como comerciante. Además, en su juventud fue cofundador y vicepresidente de la “Juventud Católica”, árbitro de fútbol, presidente del “C.F. Candela” y directivo del Casino de Candelaria. Prestó su servicio militar por su quinta, como soldado de Sanidad Militar. Luego, tras el inicio de la Guerra Civil fue movilizado y durante ella ascendió desde soldado a cabo efectivo y sargento provisional de Sanidad Militar. Posteriormente pasó como sargento voluntario de Sanidad Militar a la División Azul, con motivo de la II Guerra Mundial en el frente ruso.  Dada su condición de sanitario y a pesar de participar en dos guerras, en las que fue condecorado, nunca estuvo en primera línea de fuego, por lo que tuvo la suerte de no recibir ninguna herida.  Tras obtener su licencia absoluta se estableció en Tenerife, donde ejerció como comerciante en Güímar y Candelaria, agente de seguros y empresario de bares en Santa Cruz de Tenerife. Simultáneamente, en Candelaria desarrolló una intensa actividad como sanitario altruista, cubriendo el papel vacante de un practicante. Se casó en su villa adoptiva, donde dejó descendencia.

Nació en el domicilio paterno de Santa Cruz de Tenerife, en la calle San Roque nº 57, el 10 de marzo de 1913 a las nueve de la noche, siendo hijo del empleado don Juan Bautista Olivera González, natural de La Laguna, y doña María del Carmen Fuentes Díaz, que lo era de dicha capital aunque oriunda de Arico. Dos días después su nacimiento fue inscrito en el Registro Civil de Santa Cruz de Tenerife por el secretario del Juzgado don Agustín Díaz y Casanova, ante el juez municipal don Miguel Díaz Llanos y Fernández, y los testigos don Antonio Quintana y González Rebollo y don Vicente Vázquez López, según manifestación del comerciante don José Izquierdo y Pérez, conocido de los padres y de dicha vecindad. El 24 de junio de ese mismo año fue bautizado en la iglesia de San Francisco de la capital de la provincia por el cura párroco don Juan Batista Fuentes; se le puso por nombre “Juan Bautista” y actuaron como padrinos don Miguel Olivera y González y doña María del Carmen González, de dicha vecindad, siendo testigos los ministros de la parroquia.

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La escuela mixta de Malpaís de Candelaria (1930-2004)

Según el padrón vecinal de 1779 que se conserva en la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Tenerife, el “Pago de Malpaís” solo contaba con cinco familias, que sumaban 17 habitantes, ninguno de los cuales sabía leer ni escribir. A partir de entonces, este núcleo de población ha ido creciendo sin parar, pero los habitantes que querían estudiar tenían que desplazarse a las escuelas públicas de Candelaria, creadas en el siglo XIX, o a las particulares que comenzaron a surgir en los distintos pueblos.

A partir del siglo XX, la actividad educativa reglada ya ha estado representada en Malpaís de Candelaria a través de una escuela unitaria mixta, creada en 1930 y cerrada 74 años más tarde, en 2004. En este artículo nos vamos a centrar en este centro docente: los trámites para su creación, su dilatada trayectoria, sus mejoras, el grupo de teatro creado en su seno, sus locales, la incorporación del nivel infantil y la creación de la Asociación de Padres y Madres de Alumnos, así como las maestras y el maestro que han estado a su frente…

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Candelaria: Don José de Baute y Núñez (1829-1881), cabo 1º de Artillería, guarda-almacén de dicho Cuerpo en la Marina de Candelaria y propietario agrícola

Miembro de una destacada familia de militares, en gran parte vinculada al cuerpo de Artillería, nuestro biografiado también prestó su servicio militar en la media Compañía de Artilleros Milicianos destacada en la Batería de Santiago de Candelaria, para la defensa de dicha localidad y, sobre todo, del Santuario de la Virgen, en la que alcanzó el empleo de cabo 1º. Luego, después de licenciado, fue nombrado guarda-almacén de los efectos de Artillería que existían en la Marina de dicha localidad, empleo en el que permaneció durante más de dos décadas, hasta que dicha fortificación fue desartillada. Contrajo matrimonio y tuvo una amplia sucesión que se estableció en Santa Cruz de Tenerife.

Nació en Candelaria el 10 de mayo de 1829, siendo hijo de don José Antonio de Baute Santos y Pérez y de doña María de las Mercedes Núñez de Barrios. Seis días después fue bautizado en la iglesia de Santa Ana de Candelaria por el cura párroco don Juan Núñez del Castillo; se le puso por nombre “José” y actuó como padrino don Juan Agustín Cartaya, vecino del lugar de Güímar…

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Candelaria: Fray Miguel Escanciano Tejerina (1927-1993), hermano dominico del Convento Real de Candelaria durante 38 años

Nuestro biografiado vio la luz en un pueblecito de las montañas de León y antes de cumplir los 20 años ingresó en la Orden de Predicadores. Tras hacer su profesión perpetua fue destinado al Convento Real de Candelaria, en el que permaneció durante 38 años al cuidado de la Virgen y la Basílica, asistiendo a la misa y la liturgia, rezando el Rosario por la radio y atendiendo a los peregrinos y devotos que acudían a esta villa a rendir culto a la Patrona de Canarias. No recibió las órdenes sagradas, permaneciendo como hermano cooperador de la comunidad dominica durante toda su vida, pero llegó a ser un personaje muy popular tanto en Candelaria como en toda la isla. Cuando ya llevaba 25 años en esta comunidad, fue homenajeado por sus compañeros de Orden, quienes le entregaron un pergamino con la firma de todos ellos. Falleció en el Convento de Candelaria, al que había dedicado la mayor parte de su vida, y recibió sepultura en el cementerio de esta villa.

Nació en La Mata de Monteagudo, en el municipio de Renedo de Valdetuéjar (hoy integrado en Valderrueda) en las montañas de la provincia de León, el 4 de julio de 1927, siendo hijo de don Román (o Ramón) Escanciano y doña Fidela Tejerina…

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El fútbol en Candelaria en los años veinte del siglo XX: los orígenes del “Candela F. C.”

Es de sobra conocido que Candelaria ha tenido una larga tradición luchística, con excelentes individualidades y equipos en casi todos los núcleos de población del municipio; pero no todos saben que además cuenta con una tradición futbolística que ya es casi centenaria.

Al margen de los primeros equipos formados en los núcleos de Igueste y Barranco Hondo, de los que ya nos hemos ocupado con anterioridad, en el casco del municipio se contó inicialmente con el “Achbinico”, el cual ya existía hacia 1923, al que sucedió el histórico “Candela”, que ya competía en 1924 y aún continúa manteniendo la afición por el fútbol en Candelaria. Pero en la misma cabecera municipal también existieron otros equipos más efímeros, como el “Libertad Fútbol Club”, fundado en 1932; el “Atlético Candelaria Club de Fútbol”, cuyo reglamento fue aprobado en 1942; y el “C. D. Céntimo”, que ya jugaba en 1942.

En este artículo nos vamos a centrar en los orígenes del “Candela F.C.”, el histórico club candelariero, en el período comprendido entre 1924 y 1930, del que gracias a la prensa conocemos algunos de los primeros partidos disputados y el primer torneo que organizó, así como varias de sus alineaciones…

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Candelaria: Don Antonio Pérez Castro (1872-1929), cabo del Ejército Territorial, tallador de quintos, auxiliar de secretaría, secretario del Ayuntamiento y del Juzgado Municipal, juez municipal, adjunto del tribunal municipal, vocal de la Sociedad “Patria y Unión” y de la Junta Cultural de Candelaria y propietario agrícola

Nuestro biografiado llegó a ser un notable propietario agrícola. También fue cabo del Ejército Territorial y tallador de quintos en el Ayuntamiento. Además, emigró a Cuba y en su Candelaria natal ejerció como secretario del Juzgado Municipal, auxiliar de la secretaría y secretario accidental del Ayuntamiento y recaudador municipal del impuesto de cédulas personales. Asimismo, desempeñó numerosos cargos públicos: interventor en distintos procesos electorales, jurado judicial, juez municipal suplente y titular, vocal y presidente de la Junta Municipal del Censo Electoral, adjunto del tribunal municipal, adjunto suplente de mesa electoral y vocal de la Sociedad “Patria y Unión” y de la Junta Cultural de Candelaria. Celebró dos enlaces matrimoniales, dejando sucesión del segundo de ellos.

Nació en Candelaria el 6 de junio de 1872, a las tres de la madrugada, siendo hijo de don José Pérez Fresneda y doña Ana Cristina de Castro y Castellano. El 14 de ese mismo mes fue bautizado en la iglesia de Santa Ana por el párroco propio don Antonio de la Barreda y Payva; se le puso por nombre “Antonio Norberto” y actuaron como padrinos don José Martínez y su hija doña Rosario Martínez, vecinos de Santa Cruz de Tenerife…

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Candelaria: Don Valentín Marrero Reyes (1895-1978), coadjutor del Realejo Alto e Icod de los Vinos, vicerrector del Seminario, cura regente de Santa Úrsula, cura propio de San Miguel de Abona y La Victoria de Acentejo, teniente arcipreste de Granadilla, párroco arcipreste e Hijo Adoptivo de Icod de Los Vinos, profesor de Religión, párroco consultor del Obispado y canónigo honorario de la Catedral de Tenerife

Entre los muchos sacerdotes nacidos en el Sur de Tenerife, la villa de Candelaria ocupa un lugar muy destacado, no sólo por el número de ellos sino por el prestigio que alcanzaron a lo largo de sus vidas. Tal es el caso de don Valentín Marrero Reyes, considerado por cuantos le conocieron como un hombre de gran ingenio e inteligencia, así como un ameno conversador. Siempre bajo la protección de la Patrona de Canarias, tras su ordenación ocupó cargos de relieve, como los de coadjutor del Realejo Alto y de Icod de los Vinos; vicerrector del Seminario; cura regente de Santa Úrsula; párroco de San Miguel de Abona y teniente arcipreste de Granadilla; cura encargado de Candelaria; cura propio de la Victoria de Acentejo durante casi 20 años y vocal de la Junta Municipal de Enseñanza Primaria. Pero si bien fue muy querido en todas las parroquias por las que pasó, donde dejaría un recuerdo imborrable sería en Icod de los Vinos, ciudad en la que regentó la parroquia y el Arciprestazgo durante 27 años; fue consiliario de Acción Católica, capellán del Hospital de Ntra. Sra. de los Dolores, profesor de Religión del Taller Escuela “San Marcos” y estuvo encargado de la parroquia de San Agustín. Como recompensa a esta dilatada labor de apostolado, al cumplir los 25 años en esta ciudad fue nombrado Hijo Adoptivo de Icod de los Vinos y al jubilarse se le designó Canónigo Honorario de la Catedral de La Laguna. También fue párroco consultor del Obispado.

Nuestro biografiado nació en la villa de Candelaria el 19 de agosto de 1895, a las nueve de la noche, siendo hijo de don Valentín Marrero Coello y doña Isabel Reyes Lanzarán. El 1 de septiembre inmediato recibió las aguas bautismales en la iglesia parroquial de Santa Ana, de manos del cura regente don Lorenzo Rodríguez y González; se le puso por nombre “Bernardino Valentín” y actuó como padrino su abuelo paterno, don Felipe Marrero y Fariña, siendo testigos don Luis Reyes y don Manuel Hernández, de la propia vecindad…

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Arafo-Candelaria: Don Claudio Fariña Delgado (1916-1999), agricultor, músico, soldado condecorado, guardia civil y guardia municipal de Santa Cruz de Tenerife

Desde su adolescencia, nuestro biografiado trabajó en la agricultura, sobre todo como jornalero. Además perteneció como músico a la Sociedad Filarmónica “Nivaria” de la villa de Arafo. Tras ser movilizado con motivo de la Guerra Civil, pasó tres años en el Ejército, como soldado de Infantería y falangista voluntario, recibiendo varias condecoraciones. Una vez licenciado volvió a ser movilizado de nuevo, al comienzo de la II Guerra Mundial. En dicha situación solicitó y obtuvo su ingreso en la Guardia Civil, como guardia de 2ª clase, plaza que desempeñó durante más de 25 años, en los que estuvo destinado en los puestos de Adeje, del que fue comandante accidental, y Santa Cruz de Tenerife, entre otros. Luego solicitó el pase a destinos civiles y se incorporó a la Guardia Municipal de Santa Cruz de Tenerife, en la que permaneció como guardia durante otros 15 años, hasta su jubilación.

Nació en Barranco Hondo (Candelaria) el 28 de agosto de 1916, siendo hijo de don Víctor Fariña Romero, natural de Arafo, y doña Joaquina Delgado Romero, que lo era de la primera localidad, aunque también oriunda de Arafo por su madre. Al día siguiente fue bautizado en la iglesia de Santa Ana de Candelaria por el cura ecónomo don José Trujillo y Trujillo; se le puso por nombre “Claudio Donato” y actuó como madrina doña Dolores Ramos Delgado. Poco tiempo después de su nacimiento se estableció con sus padres en Arafo, aunque siempre se mantuvo vinculado a su familia de Barranco Hondo, que visitaba con frecuencia…

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Los inicios de la lucha canaria en Araya de Candelaria, el equipo aficionado (1947-1952) y el primer club federado (1962-1972)

En el presente artículo nos ocupamos de la historia del “Club de Lucha Araya”, en sus primeras etapas. Las primeras referencias a este deporte en Araya se centran en algunos luchadores nacidos en este pueblo en el siglo XIX, los Chico, uno de ellos considerado el mejor puntal de Tenerife en su época. Medio siglo después surgió el primer equipo aficionado de lucha canaria que se formó en este pueblo, el cual compitió entre 1947 y 1952 con otros equipos del municipio y de la comarca, en encuentros apasionados pero no oficiales. Años más tarde, en 1962 se reorganizó dicho equipo, que se federó en 1965 y durante siete años, hasta 1972, participó en las competiciones oficiales de Tercera categoría. Luego, durante veinte años, se sufrió un período de inactividad luchística en esta localidad, hasta que en 1992 reapareció el “C.L. Araya”, iniciando una etapa brillante de grandes éxitos. Como curiosidad, en 2019 se le tributó un emotivo homenaje a los pioneros de este deporte en Araya.

La lucha canaria ha estado siempre unida a la historia de nuestros pueblos, pues llegó a ser la principal actividad deportiva de los jóvenes, quienes tras la dura jornada laboral en el campo se reunían en terreros improvisados para pasar parte de sus ratos de ocio, que combinaban con los bailes y las fiestas. Dada la larga tradición luchística de este pueblo, es fácil suponer que algunos arayeros interviniesen en la legendaria luchada de la “Media Montaña”, celebrada en las costas de Barranco Hondo de Candelaria en junio de 1834. Asimismo, es casi seguro que a lo largo del siglo XIX y en la primera mitad del XX, los luchadores más destacados de este pueblo participaron en el importante encuentro luchístico anual que se celebraba en agosto en Candelaria, con motivo de las Fiestas de la Virgen, en la explanada de arena que existía delante del Santuario. Igualmente, estoy convencido de que algunos luchadores de Araya participaron en las luchadas que anualmente se celebraban en la playa de El Socorro en la costa de Güímar, en la tarde del 7 de septiembre. Lo cierto es, que en el último tercio del siglo XIX ya figuraban algunos luchadores de este municipio formando parte del bando o “Partido del Sur”…

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