Relación de alcaldes del municipio de Candelaria a lo largo de su historia

Candelaria-Ayuntamientos

            No conocemos todos los alcaldes que ha tenido la jurisdicción de Candelaria, pues sólo se conservan las actas del Ayuntamiento desde 1840 hasta el presente, con pequeñas lagunas, por lo que es solamente a partir de este momento cuando disponemos de las fechas exactas de posesión y cese. Sin embargo, gracias a los documentos del Pósito, así como a los consultados en otros archivos locales, insulares y regionales, tanto públicos como privados, hemos podido elaborar una lista bastante completa de las personas que con anterioridad a dicha fecha ocuparon tanto la Alcaldía Real en el Antiguo Régimen, desde el siglo XVI al XIX, como la Alcaldía Constitucional desde las primeras décadas de esa última centuria.

            La jurisdicción de estos alcaldes ha variado a lo largo del tiempo, pues en un principio abarcaba a la comarca sureste, que incluía a los actuales municipios de Candelaria, Arafo, Güímar y Fasnia. En 1723 se redujo, al segregarse Fasnia. Y hacia 1770, Candelaria y Arafo se segregaron de Güímar, integrándose bajo una misma Alcaldía. Finalmente, en 1798 se segregó Arafo, quedando el término de Candelaria reducido a sus límites actuales.

            Como curiosidad, de los 144 alcaldes titulares que conocemos, pues muchos repitieron en el cargo, el récord de permanencia en la Alcaldía lo ostenta don Rodolfo V. Afonso Hernández, con algo más de 23 años en tres etapas, seguido por don José Gumersindo García Trujillo (con casi 14 años consecutivos), don Andrés Tejera Reyes (más de 12 años y medio), don Juan Antonio Díaz (10 años, en cuatro etapas), don Esteban Higuera Hernández (más de 8 años), doña María Concepción Brito Núñez (más de 7 años, hasta el momento), don Fernando González Alberto (7 años), don Juan Castellano Castellano (casi 6 años y medio) y don Miguel Sabina Marrero (unos 6 años, en tres etapas). Con respecto al lugar de nacimiento, si nos limitamos al período en el que la Alcaldía sólo ha abarcado al actual municipio de Candelaria, desde 1798 hasta el presente, conocemos a 13 alcaldes que no han nacido en este municipio: don Francisco Marrero de Castro y Barrios (de Arafo), don Luis Pablo Ramos y Tapia (de Sevilla), don José de Baute Santos (de Arafo), don Miguel Francisco Chico (de Machado, en El Rosario), don Juan Hilario de Armas (de Güímar), don Juan María Díaz (de Las Palmas de Gran Canaria, aunque oriundo de Barranco Hondo), don Bernabé Marrero del Castillo (de Arafo), don Policarpo Mascareño Hernández (de Garachico), don Juan Carballo García (de Arona), don Juan Quintero Guerra (de La Laguna), don Rodolfo V. Afonso Hernández (de Santa Cruz de la Palma), don José Antonio López Morales (de La Laguna) y don Lorenzo A. Suárez Alonso (de Santa Cruz de Tenerife). Como curiosidad, han accedido a este cargo vecinos de todos los núcleos de población del municipio y, hasta el momento, solo una mujer ha ostentado la Alcaldía, la actual alcaldesa, doña María Concepción Brito Núñez

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Arico-Güímar: Don José Bernardo Carrillo (1760-1822), sacristán, colector, bolsero, cura servidor, notario público y teniente de beneficiado de Güímar, y cura encargado de Arafo

Arico-iglesia     Numerosos han sido los sacerdotes que hemos ido dando a conocer en este blog, algunos de los cuales llegaron a ocupar puestos de relieve dentro del clero tinerfeño, mientras que otros fueron más modestos, menos conocidos, ganándose exclusivamente el aprecio de los feligreses de las distintas parroquias que regentaron a lo largo de su vida. Los hubieron que nunca llegaron a estar al frente de una iglesia parroquial, sino que se limitaron a desempeñar cargos secunda­rios en los templos e, incluso, fueron numerosos los que no llegaron a salir en toda su existencia de los pueblos donde habían nacido; sin embargo, no por ello fueron menos queridos por cuantos tuvieron la dicha de conocerles, ni su labor ministerial fue por dicha causa menos brillante y fructífera.

     El presbítero que hoy nos ocupa, don José Bernardo Carrillo, se pareció más a los últimos que a los primeros. Su vida transcu­rrió en el Sureste de Tenerife; nació en Arico y de corta edad se estableció en Güímar, localidad donde desarrolló casi toda su labor parroquial: sacristán, colector, bolsero, cura servidor, notario público eclesiástico y teniente de beneficiado. Realizó algunas cortas escapadas a Fasnia y a su Arico natal, con el fin de celebrar algunos sacramentos, y al final de su vida regentó durante dos años, como cura encargado, la parroquia de San Juan Degollado de Arafo, destino en el que le sorprendió la muerte.

     Nuestro biografiado nació en Arico el 8 de enero de 1760, siendo hijo de don Pedro Lorenzo Carrillo y doña Catalina Lorenzo González de Vera (conocida por Catalina Gaspar), naturales y vecinos de dicho lugar. Tres días después fue bautizado en la iglesia de San Juan Bautista por don José Nicolás Vallada­res, cura propio de la misma; se le puso por nombre “José Bernardo” y actuó como padrino el presbítero don Andrés Francisco de la Cámara, capellán de la ermita de El Río…

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Artículo-JOSÉ BERNARDO CARRILLO

Adeje: Don Juan Jorge Melo (1807-1876), subteniente graduado de Milicias e industrial confitero

Juan Jorge Melo-filiación-2     Aunque de origen modesto, don Juan Jorge Melo pudo alcanzar al final de su vida una posición bastante desahogada, merced a su tesón y espíritu de lucha, como digno ejemplo del esforzado isleño que supera todas las adversidades que se le ponen a su paso. Comenzó como jornalero agrícola para pasar luego a las Milicias Canarias; de simple soldado ascendió a cabo 1º y luego a sargento 1º, concediéndosele por sus méritos y servicios una Cruz de Distinción y el grado de subteniente. Por motivos familiares solicitó su prematuro retiro, dedicándose a la profesión de industrial confitero, a la vez que adquirió ciertas propiedades agrícolas en la entonces capital del Archipiélago, donde le sorprendió la muerte. La tradición militar fue continuada por su hijo menor, don José Jorge y Guerín, quien alcanzó el empleo de capitán de Infantería, fue considera­do Benemérito de la Patria por su participación en la Guerra Carlista, se le nombró comandante militar en varios puntos de Filipinas y obtuvo numerosas condecoraciones por méritos de guerra.

     Nuestro biografiado nació en la Villa de Adeje el 28 de agosto de 1807, siendo hijo de don Antonio Jorge Casañas y doña Isabel Melo Alayón. El 1 de septiembre inmediato recibió el bautismo en la iglesia parroquial de Santa Úrsula, de manos del beneficiado curado don Agustín de Salazar; se le puso por nombre “Juan Agustín Antonio” y actuó como padrino su tío don Francis­co Melo Alayón…

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Artículo-JUAN JORGE MELO

La Orquesta “Los Peregrinos” o “La Alegría” de El Escobonal –Güímar– (1939-1955)

Escobonal-orquesta-LaAlegría    A finales de la II República, un grupo de jóvenes de El Escobonal de Arriba se entusiasmaron con la música y comenzaron a comprar instrumentos a antiguos aficionados de la localidad. Se iniciaron en los conocimientos musicales libremente, asistiendo a los ensayos de las dos orquestas de cuerda que existían por entonces en el pueblo, la Orquesta “El Escobonal”, dirigida por don Joaquín Rodríguez, y la de El Barranco (Sexteto “Apolo”), que dirigía don Tomás de la Rosa. Su principal impulsor fue don Octavio Rodríguez Díaz, quien con tan sólo 14 años ya había construido tres violines. Una vez adquiridos los conocimientos básicos, hacia 1939 dichos jóvenes se agruparon en una orquesta de cuerda, que quedó compuesta por los siguientes miembros: don Otero Gómez (laúd y bandurria), don Faustino García “Tinerfe” (guitarra), don Rafael Leandro “Felo” (guitarra), don Mario Gómez (laúd), don Miguel “El de Solís” (laúd) y don Octavio Rodríguez (violín), quienes comenzaron a actuar en público después de la Guerra Civil. Luego se unirían a ellos don Severino de la Rosa “El Negro” (mandolina, laúd y bandurria) y don Fortunato Gómez “Nato” (laúd y violín).

     Hacia 1944 se fueron la mayoría de los fundadores a cumplir el servicio militar, por lo que la orquesta siguió actuando en ese período bajo la dirección de “Nato” y a ella se incorporaron dos hermanos de éste, don David Gómez (guitarra y laúd), don Dionisio Gómez «Niso» (bandurria y violín), don Julio Díaz “Yuyo” (laúd), don Bernardo Rodríguez “El Cojo Facundo” (guitarra) y don Silvio Gómez (guitarra). Al ser entonces cuatro de sus miembros hijos de doña Peregrina Cubas del Lomo de Montijo (Otero, Nato, David y Niso), la orquesta comenzó a ser conocida como “Los Peregrinos”, aunque luego sería conocida oficialmente como “La Alegría”…

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Candelaria: Sor María Candelaria Torres Ramos (1926-1977), religiosa dominica misionera de la Sagrada Familia

Sor María Candelaria Torres     Nuestra biografiada fue la primera y, hasta el momento, la única religiosa nacida en Araya, así como una de las pocas que lo han hecho en todo el municipio de Candelaria. Profesó como religiosa dominica misionera en Gran Canaria y desarrolló su labor en las casas que su Orden tenía en Tenerife, ocupada en la cocina y en otras faenas domésticas. Luego, cuando sus padres y un hermano necesitaron su ayuda, acudió con frecuencia a su pueblo natal para cuidarlos y lo hizo incluso cuando una cruel enfermedad ya minaba su salud, hasta que las fuerzas la abandonaron y fue llevada prematuramente a la sepultura. Conocemos su trayectoria religiosa gracias a una reseña biográfica que nos enviaron sus compañeras de comunidad, a través del recordado sacerdote dominico don Jesús Mendoza González.

     Nació en el pago de Araya el 7 de enero de 1926, a las doce del mediodía, siendo hija de don Casimiro Torres Baute y doña Severina Ramos Torres. El 31 de ese mismo mes fue bautizada en la iglesia de Santa Ana de Candelaria por el cura ecónomo don Luis Navarro Nóbrega; se le puso por nombre “María Zenona” y actuó como padrino don Manuel Rodríguez Padrón…

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Artículo-SOR MARÍA CANDELARIA TORRES RAMOS

Fasnia: Don Adrián González y González (1799-1881), monaguillo, sacristán, sochantre, notario público eclesiástico, secretario del Ayuntamiento, juez de paz, recaudador y cartero

Fasnia-web     Aunque de origen humilde y sin grandes titulaciones académicas, en la historia de todos nuestros pueblos han existido personajes que, por su inteligencia y especiales cualidades, han destacado notablemente entre sus paisanos, acaparando los cargos públicos de mayor relevancia local. Este es el caso de don Adrián González y González, quien desde simple monaguillo llegó a desempeñar durante muchos años el cargo de notario público eclesiástico de Fasnia, pasando previamente por los empleos de sacristán, ayudante de sochantre, sochantre y mayordomo de la fábrica parroquial; también fue mayordomo de la Cofradía del Rosario. En cuanto a la vida civil, ejerció como fiel de fechos y secretario del Ayuntamiento en distintas etapas, juez de paz, recaudador de contribuciones y cartero de su pueblo natal, además de trabajar toda su vida como labrador.

     Nuestro biografiado nació en el pueblo de Fasnia el 8 de septiembre de 1799, siendo hijo de don Valentín González y González, natural de La Zarza, y de doña María Blas González Díaz, que lo era del propio Fasnia. Cuatro días después recibió las aguas bautismales en la iglesia de San Joaquín, de manos del cura párroco don Juan de Castro y Baute; se le puso el nombre “Adrián de Santa María” y actuó como madrina doña María Agustina Rodríguez…

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Güímar (sus bellezas y tradiciones) (1932), por Domingo Pérez Cáceres

Güímar-Iglesia San Pedro-fiestas     El artículo “Güímar”, englobado bajo el epígrafe “Güímar y Granadilla, sus bellezas y tradiciones”, se le encargó por el director de La Prensa, don Leoncio Rodríguez, al entonces párroco-arcipreste de Güímar, don Domingo Pérez Cáceres, para ser incluido en un suplemento de dicho periódico dedicado al Sur de Tenerife, publicado el 24 de enero de 1932. En este breve trabajo, de estructura sencilla y fácil lectura, el sacerdote güimarero destaca someramente el paisaje, la producción agrícola, la central Hidroeléctrica, los vinos, la vida parroquial y las fiestas. Al final, fiel a su origen y destino, pide el apoyo de las distintas administraciones, insulares y nacionales, a los abandonados pueblos del Sur. Que conozcamos, este artículo es el único trabajo salido de la pluma de don Domingo Pérez Cáceres dedicado exclusivamente a su municipio natal. No es un ensayo profundo sobre Güímar, pero en su lectura se vislumbra el conocimiento que su autor tenía de la realidad religiosa, económica y social de su pueblo, así como el sincero cariño que sentía por él y por sus paisanos.

  Su autor, don Domingo Pérez Cáceres (1892-1961), fue sucesivamente: coadjutor y cura ecónomo de Güímar, cura regente de La Matanza, coadjutor de Santa Cruz de Tenerife, párroco propio y arcipreste de Güímar, cura encargado de El Escobonal, deán de la Santa Iglesia Catedral de Tenerife, vicario general y capitular de la Diócesis, y VIII obispo de Tenerife. Al cesar como párroco de La Matanza fue nombrado Hijo Adoptivo de dicha localidad y se dio su nombre a la calle principal; ya deán, recibió el título de Hijo Predilecto de Güímar; y tras ser nombrado obispo, todos los ayuntamientos de la Diócesis lo nombraron Hijo Adoptivo y dieron su nombre a las calles más céntricas; simultáneamente, la Mancomunidad Interinsular de Cabildos acordó su nombramiento como Hijo Predilecto de la provincia. Su ardiente caridad, recogida como lema de su pontificado (“Parte tu pan con el pobre”), fue premiada por el Gobierno de la Nación con la Gran Cruz de Beneficencia con distintivo Morado y motivó que se le llamase el “Obispo de los Pobres”…

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Arona: Don Antonio Alfonso Villarreal (1852-1937), sargento 1º de Milicias, comandante de armas, juez municipal suplente y secretario acompañado del Ayuntamiento

Antonio Afonso Villarreal-hoja-2    El personaje al que dedicamos el presente artículo siguió una modesta carrera militar, en la que ascendió desde soldado hasta sargento 1º de Milicias; como cabo 1º estuvo movilizado durante un año en el Batallón Provisional de Santa Cruz de Tenerife; y como sargento llegó a actuar como comandante de armas accidental del municipio de Arona. Después de licenciado, fue juez de paz suplente de su municipio natal y, como tal, estuvo al frente del Juzgado en varias ocasiones; también actuó como secretario acompañado del Ayuntamiento y como jurado en los juicios celebrados en el partido judicial de Granadilla de Abona. A su vejez ingresó en el Somatén Armado de Arona.

     Nació en Arona el 1 de octubre de 1852, siendo hijo de don Agustín Afonso Aponte y doña Gerónima Villarreal Frías, vecinos del caserío de Vento. El 18 de dicho mes fue bautizado en la iglesia de San Antonio Abad por el cura párroco propio don Miguel Rodríguez Guillama; se le puso por nombre “Antonio Agustín Calixto de la Salud” y actuaron como padrinos don José Villarreal y doña María de los Dolores Villarreal, de dicha vecindad. Como curiosidad, a lo largo de su vida cambió el apellido Afonso por el de Alfonso…

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Artículo-ANTONIO ALFONSO VILLARREAL

San Miguel de Abona: Don Virgilio Quesada Saavedra (1864-1920), cura encargado de Puerto de Cabras, ecónomo de San Bartolomé en Lanzarote y párroco propio de Agaete

Virgilio Quesada Saavedra     Aunque nacido en el Sur de Tenerife, de corta edad nuestro biografiado se trasladó a Gran Canaria, la isla de sus mayores, donde cursó la carrera eclesiástica. Después de ordenado sacerdote ejerció su apostolado en las tres islas orientales, pues estuvo encargado de la iglesia de Puerto de Cabras (Fuerteventura), que por entonces era una coadjutoría de la parroquia de Tetir; luego pasó como cura ecónomo a la parroquia de San Bartolomé (Lanzarote), que regentó durante 14 años; y, finalmente, fue nombrado cura párroco de Agaete (Gran Canaria), permaneciendo al frente de esta parroquia durante casi una década, hasta su prematura muerte.

     Nació en San Miguel de Abona el 24 de mayo de 1864, a las dos de la madrugada, siendo hijo de don Miguel Quesada Ruiz y doña Antonia Saavedra Pérez, naturales de Gáldar. El 2 de junio inmediato fue bautizado por el presbítero don José González del Castillo, con el beneplácito del cura párroco, Br. don Juan Frías y Peraza; se le puso por nombre “Virgilio Juan Rosendo” y actuó como padrino el citado párroco, siendo testigos los ministros de la parroquia, el sacristán don Miguel González y el sochantre don Juan Pulido…

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Artículo-VIRGILIO QUESADA SAAVEDRA

En la villa de Arafo: el antiguo Calvario de El Aserradero, la Capilla de la Cruz (1871), su fundador don Tomás Pérez Bencomo (1817-1890) y las fiestas de La Cruz

En El Aserradero, situado en la parte alta de Arafo y considerado junto con Perdomo como el núcleo originario de este pueblo, existe desde muy antiguo un Calvario, modesto y descubierto, y enfrente del mismo se levantó en el siglo XIX una Capilla dedicada a la Cruz, por voluntad de un vecino de dicho barrio. Por ello, este lugar ha sido conocido también como La Cruz.

La iniciativa privada, movida a veces por una profunda devoción y otras por el pago de alguna promesa, ha sembrado el término municipal de Arafo de diversos oratorios o capillas particulares, calvarios, cruces y nichos, que forman parte de la historia religiosa de esta villa. Un ejemplo de ello lo constituye la Capilla de la Cruz de El Aserradero. Fue construida por iniciativa de don Tomás Pérez Bencomo y bendecida en 1871. Su propietario la dotó con un bello grupo de la Piedad, que trajo desde la Villa de La Orotava y es atribuido al imaginero Miguel Arroyo Villalba. También solicitó y obtuvo en 1882 que se le entregase para ella el viejo órgano de la parroquia. Aunque de propiedad privada, la Capilla conservó siempre su uso público, pues los propietarios y sus herederos organizaron anualmente y durante más de un siglo la fiesta de la Cruz, cuya función anual ha continuado celebrándose hasta el presente. Además, de la Plazoleta anexa parte anualmente la Romería de San Agustín, declarada de Interés Turístico Nacional. Tanto el fundador como sus descendientes conservaron el derecho de utilizar dicho oratorio como velatorio, en caso de fallecimiento de alguno de los miembros de la familia.

En este artículo nos vamos a ocupar de dicho Calvario, de la historia de la Capilla de la Cruz, de su fundador y de las fiestas que allí se han celebrado…

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