Granadilla de Abona: Don Sebastián García Perlaza (1804-?), soldado distinguido de Milicias, subteniente y teniente de Cazadores, jefe accidental de su compañía y emigrante a América

Miembro de una familia destacada y vinculada a las Milicias Canarias, nuestro biografiado se sintió atraído desde muy joven por la carrera militar. Por ello, ingresó como soldado distinguido en el Regimiento de Milicias Provinciales de Abona; luego, por sendos reales despachos, ascendió a subteniente y teniente de la compañía de Cazadores del mismo cuerpo, empleos con los que actuó en varias ocasiones como jefe accidental de su compañía, por ausencia del capitán. Contrajo matrimonio en su Granadilla natal con una mujer de familia también vinculada a las Milicias, con quien no tuvo sucesión, y tras su retiro emigró solo a América, donde probablemente falleció.

Nació en Granadilla de Abona el 27 de enero de 1804, siendo hijo de don José García del Castillo Villarreal y doña María (García) Perlaza de Arocha, vecinos de Charco del Pino. Dos días después fue bautizado en la iglesia de San Antonio de Padua por el párroco propio don Isidoro Rivero y Peraza de Ayala; se le puso por nombre “Sebastián Antonio” y actuó como padrino don Joaquín Perlaza, de la misma vecindad…

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Arona-Guía de Isora: Doña Juana Sierra Medina (1905-1982), maestra interina de El Roque, Granadilla de Abona y Valle de San Lorenzo, maestra propietaria de Guía de Isora, presidenta del del Consejo Local de Primera Enseñanza y vocal de la Sección de Prensa de Acción Católica

Miembro de una destacada familia sureña, nuestra biografiada nació en el pueblo de Arona. Cursó la carrera de Magisterio en la Escuela Normal de Maestras de la ciudad de La Laguna. Ejerció como maestra interina en El Roque (San Miguel de Abona), Granadilla de Abona y Valle de San Lorenzo (Arona). Tras opositar en una ocasión al Magisterio Nacional, sin éxito, lo volvió a hacer más delante de forma brillante, obteniendo la quinta plaza de las opositoras aprobadas en la provincia. En virtud de ello, ejerció durante muchos años como maestra propietaria en Guía de Isora, donde contrajo matrimonio y ejerció como presidenta del del Consejo Local de Primera Enseñanza y vocal de la Sección de Prensa del grupo parroquial de Acción Católica.

Nació en Arona el 23 de junio de 1905, siendo hija de don Juan Sierra Martínez y doña Elisa Medina Cabeza. El 30 de julio inmediato fue bautizada en la iglesia de San Antonio Abad por el cura párroco don Julio Mendoza y Morera; se le puso por nombre “Juana” y actuó como madrina doña Dolores Sierra Medina, siendo testigos don José Medina y don Antonio Alfonso, vecinos de dicha localidad.

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Arafo: Don Celso Antonio Díaz Fariña (1918-2004), prisionero de guerra, cabo músico de la Banda Militar de Tenerife, subdirector de la Banda Militar de Fuerteventura, componente de la orquesta de baile “La Candelaria”, director de la Agrupación Artístico Musical “La Candelaria”, agricultor, bodeguero y empleado

Nuestro biografiado se inició como músico en la Agrupación Artístico-Musical “La Candelaria” de Arafo, de la que formó parte como trombón, a la par que desempeñaba el cargo de vicesecretario; en su juventud también fue componente de la orquesta de baile “La Candelaria”. Entró a servir como Educando voluntario en la Sección de Música del Regimiento de Infantería Tenerife nº 38; pero pronto fue movilizado con motivo de la Guerra Civil y enviado al frente de Cataluña, donde fue hecho prisionero de guerra, situación en la que permaneció hasta que logró escapar y pasar al Ejército Nacional. Una vez finalizada la contienda bélica se reintegró a la Sección de Música del Regimiento de Infantería de Tenerife. Luego, poco después de licenciado, volvió a ser movilizado a causa de la II Guerra Mundial y destinado al Batallón de Infantería de Fuerteventura, donde asumió la plaza de subdirector de la nueva Banda Militar de dicho cuerpo. Se reintegró luego a la Banda Militar de Tenerife, en la que obtuvo por oposición una plaza de Cabo o Músico de Tercera y en ella obtuvo su licenciamiento, tras opositar sin éxito a Sargento o Músico de Segunda. Al regresar a Arafo, fue designado director de la Banda de Música “La Candelaria” de dicha villa, en sustitución de su padre, lo que simultaneó con las labores agrícolas. Renunció a la dirección, una vez casado, al establecerse en Santa Cruz de Tenerife, donde regentó una bodega-bar y luego estuvo empleado durante dos décadas en la empresa de bebidas “Luis Caballero, S.A.”, hasta su jubilación; no obstante, continuó colaborando con dicha agrupación musical arafera, en la que volvería a ejercer como subdirector.

Nació en Arafo el 23 de septiembre de 1918, a las nueve de la mañana, siendo hijo de don Antonio Díaz Fariña y doña Justa Agustina Fariña Hernández. El 6 de octubre inmediato fue bautizado en la iglesia de San Juan Degollado por el cura párroco don Hildebrando Reboso Ayala; se le puso por nombre “Celso Lino Antonio” y actuó como padrino don Antonio Torres Campos…

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El interés de dos candelarieros por el movimiento continuo en el siglo XIX: don Juan Antonio Lanzarán González y don Juan de Baute Santos y Núñez

A mediados del siglo XIX se revitalizó el viejo problema del movimiento perpetuo, surgiendo numerosas personas que se obsesionaron con el mismo hasta creer que habían encontrado la solución, pues los éxitos y anuncios de unos movieron la imaginación de otros. Resulta curioso que en Canarias fuesen dos candelarieros los que dedicaran parte de su vida, neuronas y recursos económicos a poner en funcionamiento sendas máquinas de movimiento continuo, ambos con un resultado con más expectativas que resultados, por una clara falta de medios, aunque siempre captaron la atención del público y la prensa de la época.

Uno de los que dedicaron sus esfuerzos a descubrir el movimiento continuo fue el curioso presbítero candelariero don Juan Antonio Lanzarán (1804-1883), hijo de don Antonio Lanzarán Capitán y doña Jacinta Gerónima González Alonso, quien estuvo varios años trabajando en una máquina de este tipo, por lo menos entre 1859 y 1863. Simultáneamente, otro paisano del anterior también dedicaba sus desvelos a este invento, don Juan Baute Santos y Núñez, nacido en Candelaria en 1821 e hijo de don José de Baute Santos y Pérez y doña María de las Mercedes Núñez de Barrios, quien probablemente era carpintero de profesión y hacia 1848, a los 27 años de edad, comenzó a trabajar en la construcción de una máquina de movimiento continuo, a la que dedicó el resto de su vida y la mayor parte de sus bienes, tanto en Tenerife, donde llegó a presentar su máquina ante el gobernador civil en 1861, como en Cuba, donde continuaba en ello en 1888…

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Güímar: Don Luis Núñez Díaz (1720-1807), capitán de Milicias, mayordomo y hermano mayor de la Hermandad del Rosario, mayordomo de la fábrica parroquial de San Pedro Apóstol, promotor de la construcción de la capilla de San Pedro Abajo y propietario agrícola

Miembro de una destacada familia, de religiosos, militares y políticos locales, con una posición económica bastante desahogada, nuestro biografiado también fue un notable propietario agrícola, que siguió la carrera militar en el Regimiento de Milicias Provinciales de Güímar, en el que ingresó como alférez; luego ascendió a teniente y, finalmente, a capitán de Milicias del mismo cuerpo. Además, tuvo un firme compromiso religioso, pues fue mayordomo y hermano mayor de la Hermandad del Rosario del Convento dominico de Güímar, así como mayordomo de la fábrica parroquial de San Pedro Apóstol, desde cuyo cargo fue uno de los principales promotores de la construcción de la capilla de San Pedro Abajo. En ello tuvo mucho que ver el que su padre fuese notario público eclesiástico, así como contar con varios sacerdotes en su familia: un tío, tres hermanos, un hijo y un sobrino, cuatro de ellos dominicos.

También conocido como “Luis Díaz Núñez”, nació en Güímar el 19 de septiembre de 1720, siendo hijo de don Pedro Hernández Núñez y doña María Díaz de Ledesma. Tres días después fue bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro Apóstol por el beneficiado don Domingo de Paes y Galdona; se le puso por nombre “Luis” y actuó como padrino el padre fray Gonzalo Hernández, presidente del convento de Santo Domingo Soriano de dicho lugar…

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Fasnia: Don Francisco Delgado y Díaz Flores (1823-1880), propietario agrícola solidario de origen guanche, vocal de la Junta local de Primera Enseñanza, depositario de los fondos municipales, primer juez municipal, primer responsable del Registro Civil y férreo defensor de la integridad municipal de Fasnia, donde da nombre a una céntrica plaza

Nuestro biografiado destacó como propietario agrícola y, a lo largo de su vida, puso de manifiesto su espíritu solidario y caritativo. En virtud de su situación económica, figuró en el selecto grupo de electores de diputados a Cortes. Además, desempeñó diversos cargos públicos en su pueblo natal, pues fue miembro de la Junta local de Primera Enseñanza, depositario de los fondos del Ayuntamiento, primer juez municipal de Fasnia, cargo que ostentó durante más de cuatro años y medio, y, como tal, también fue el primer responsable del Registro Civil de dicho término. En ese tiempo asumió su compromiso y defendió los intereses de Fasnia, en especial su integridad municipal en uno de los momentos más delicados de su historia, tras quedarse sin Ayuntamiento porque ningún vecino quería formar parte de la corporación local; esa circunstancia fue aprovechada por algunos vecinos, con dos exalcaldes a la cabeza, para pretender la anexión de este término municipal al vecino de Arico; pero el juez Delgado se opuso férreamente en solitario a ese intento y, gracias a su empeño, se logró mantener la independencia y la identidad de este pueblo, en tan difíciles momentos. Por este motivo, mereció el que se diese su nombre a una céntrica plaza, anexa a las casas consistoriales.

Nació en Fasnia el 20 de junio de 1823, siendo hijo de don José Delgado Llarena y de la Rosa y doña María del Carmen Díaz Flores y Díaz, naturales y vecinos del mismo pueblo. Cinco días después fue bautizado en la iglesia de San Joaquín por el cura párroco interino don Domingo González de Marina; se le puso por nombre “Francisco Julián Guillermo” y actuó como padrino don José González, natural y vecino de El Río de Arico. Fueron sus abuelos paternos: don Gaspar Delgado y Baute, natural de El Escobonal (Güímar), y doña Antonia de la Rosa Llarena, que lo era de Fasnia; y los maternos: don José Díaz Flores, natural de Sabina Alta (Fasnia), y doña María Josefa Díaz González, que lo era de Fasnia, donde estaban avecindados…

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Adeje: Don Antonio Álvarez y Méndez (1797-1865), sacerdote, beneficiado de Adeje durante más de una década, capellán y beneficiado ecónomo de Garachico, párroco de Tegueste y El Tanque, arcipreste de ausencias y juez eclesiástico del partido de Daute

Tras obtener una capellanía y ordenarse de presbítero, el personaje que nos ocupa fue capellán de la parroquia de Santa Ana de Garachico durante 15 años, con licencia de celebrar, período en el que también actuó como elector de diputados a Cortes y senadores. Luego fue beneficiado servidor de la parroquia de Santa Úrsula de Adeje durante 11 años, en los que también ejerció como vocal de la Junta Local de Beneficencia. Posteriormente, pasó como párroco a San Marcos de Tegueste, donde solo permaneció medio año. A continuación fue nombrado beneficiado ecónomo de la parroquia de Santa Ana de Garachico, en la que desarrolló su labor de apostolado durante casi cinco años, asumiendo también los cargos de arcipreste de ausencias y juez eclesiástico del partido de Daute. Finalmente fue nombrado cura párroco de San Antonio de Padua de El Tanque, a cuyo frente solo estuvo algo menos de dos años, hasta su muerte. Había otorgado testamento y un codicilo. Falleció en Garachico, su villa natal.

Nuestro biografiado nació en Garachico el 10 de diciembre de 1797, siendo hijo de don Diego Pablo Álvarez y Díaz y doña Antonia Méndez Mejías y Álvarez, naturales de Buenavista del Norte. El 14 de dicho mes fue bautizado en la iglesia de Santa Ana por el Dr. don Francisco Martínez de Fuentes, beneficiado interino de la misma; se le puso por nombre “Antonio Juan del Carmen” y actuó como padrino don Juan Martín, de dicha vecindad…

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El servicio telefónico en los municipios de Guía de Isora y Santiago del Teide: las primeras estaciones telefónicas

Guía de Isora contaba con estación telegráfica desde 1911, pero aún tardaría más de una década en instalarse en esta localidad una estación o subcentral telefónica. En 1922 se proyectó el tendido de la red telefónica de Garachico a Guía de Isora, que fue subastado a comienzos del año siguiente, lo que facilitaría establecer una subcentral en Guía, así como estaciones telefónicas en Santiago del Teide, Tamaimo, Arguayo, Chío, Chiguergue y Playa de San Juan. La red se finalizó en 1924 y en ese mismo año se pusieron en funcionamiento todas las estaciones mencionadas, tras haber sido nombradas las personas encargadas de su funcionamiento. Pero, de momento, solo hemos localizado la inauguración oficial de la estación principal de Guía de Isora, que tuvo lugar el 12 de agosto de ese año, interviniendo en los actos programados muchas autoridades insulares, que fueron recibidas por todas las locales, así como por la banda de música y gran parte del vecindario, siendo muy bien agasajadas, aunque se les reclamó que agilizasen la comunicación por carretera con dicha localidad, con el fin de salir de su secular aislamiento.

En sus inicios, las estaciones telefónicas que nos ocupan estuvieron atendidas por las siguientes personas, como celadores, encargados o telefonistas: don Pedro Afonso Martín, celador de la subcentral telefónica de Guía de Isora; doña Efigenia Rodríguez del Pino, telefonista nombrada jefe de la estación telefónica de Guía de Isora; doña Mercedes Torres Díaz, encargada de la estación telefónica de Chío; don José Rivero y Rivero, encargado de la estación telefónica de Playa de San Juan; don José González Forte (1899-1982), encargado de la estación telefónica de Santiago del Teide; don Alfonso Ferrer Guanche, encargado de la estación telefónica de Tamaimo; y doña Obdulia Gorrín Évora, encargada de la estación telefónica de Arguayo…

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