Granadilla de Abona: Don José García Montesdeoca (1763-1849), clérigo subdiácono, capellán de la parroquia de San Antonio de Padua y tazmiero de Granadilla

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     Este artículo está dedicado a uno de los numerosos clérigos nacidos en Granadilla de Abona, en el seno de una cuna ilustre. Tras obtener una capellanía familiar vacante, don José recibió la prima Tonsura cuando ya contaba 24 años de edad. Luego, sus padres fundaron para él un patrimonio (o patronato laico) vitalicio, por lo que ya poseía suficiente congrua para recibir las Órdenes Menores. Pero su vocación no debió ser muy fuerte, pues curiosamente se mantuvo como clérigo minorista hasta los 82 años de edad, en que fue ordenado de Subdiácono, falleciendo tres años y medio después, sin haber recibido ni el Diaconado ni el Presbiterado. Probablemente dedicó su vida al cuidado de las propiedades agrícolas de su capellanía y patrimonio, pues según el párroco de la localidad no prestaba ningún servicio útil a la parroquia de San Antonio de Padua, a la que estaba adscrito como capellán. Además, fue tazmiero de Granadilla.

     Nació en Granadilla de Abona el 27 de noviembre de 1763, siendo hijo de don Juan Agustín García del Castillo y Montesdeoca y doña María Josefa (Afonso) de Montesdeoca, natural ésta de Adeje. El 4 de diciembre inmediato recibió las aguas bautismales en la iglesia parroquial de San Antonio de Padua de manos del párroco don Joaquín González Perlaza del Castillo; se le puso por nombre “José Antonio de la Merced” y actuó como padrino don Antonio José del Castillo y Venero…

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Arona: Don Antonio Delgado González (1862-1915), albañil, heroico soldado voluntario de Caballería, herido gravemente en la campaña de Cuba, condecorado, premiado y declarado inválido de guerra

Antonio Delgado González     Este artículo está dedicado a un modesto soldado chasnero que, como tantos otros canarios, se alistó como voluntario junto al Ejército Español durante la Guerra de Cuba, siendo destinado al primer escuadrón del Regimiento de Caballería Movilizada de Matanzas. Demostró tal valor en el combate que, a pesar de no tener graduación superior, fue recompensado con cuatro Cruces, dos de ellas del Mérito Militar pensionadas. En una peligrosa acción resultó gravemente herido en una pierna y un brazo, sin que ello le impidiese continuar batiéndose hasta que el enemigo fue derrotado. Permaneció durante cuatro meses ingresado en el Hospital Militar de Matanzas, del que salió curado pero declarado inútil. Tanto por sus heridas como por su comportamiento heroico, se hizo digno acreedor de un premio de socorro de 500 pesetas, de los creados por el periódico El Imparcial de Madrid para los soldados más destacados que participaron en dicha Guerra, más otros dos lotes de dinero que se le entregaron en Tenerife a su regreso de Cuba. Tras un largo expediente que duró cuatro años, logró ingresar en el Cuerpo de Inválidos de Guerra, con la correspondiente pensión vitalicia. Se estableció en su pueblo natal para cuidar a su madre enferma y en él contrajo matrimonio, procreó seis hijos y vivió hasta su prematura muerte.

     Nuestro biografiado nació en Arona el 25 de agosto de 1862, siendo hijo de don José Delgado García y doña Juana González Lemus, naturales y vecinos de dicho pueblo. El 4 de septiembre inmediato fue bautizado en la iglesia de San Antonio Abad por el párroco propio don Miguel Rodríguez Guillama; se le puso por nombre “Antonio de la Salud” y actuó como madrina doña Antonia María, del mismo vecindario…

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Las primeras escuelas elementales de San Miguel de Abona (1850-1919)

San Miguel de Abona-2     Hasta bien avanzado el siglo XX, la educación era muy deficiente en los pueblos del Sur de Tenerife, como en la mayoría del archipiélago, pues se carecía de locales adecuados, del suficiente material y, en la primera mitad del siglo XIX, de maestros titulados. La situación era aún peor en las escuelas de niñas, que tardaron mucho más que las de niños en llegar a las distintas localidades.

     En 1850 debió crearse la elemental de niños de San Miguel de Abona, por gestión de las dos personas de mayor prestigio de San Miguel de Abona en esa época, el cura párroco don Francisco Guzmán y Cáceres y el capitán don Miguel Alfonso Martínez, íntimos amigos; y el primer maestro del que tenemos noticias fue el sanmiguelero don Faustino García Alfonso. Pero aún debía pasar más de una década para que se crease la escuela de niñas, lo que se hizo realidad hacia 1864. Para regular el funcionamiento de ambas existía una Junta Local de Primera Enseñanza, cuya composición no estuvo exenta de polémica.

     Afortunadamente, conocemos casi toda la relación de maestros que asumieron la docencia en las primeras escuelas elementales de San Miguel de Abona. La escuela de niños estaría regentada durante estos 69 años por nueve maestros, ostentando el récord de permanencia don Miguel Feo Hernández, natural de San Miguel, durante 31 años, seguido por don Abelardo A. Borges, del Realejo, durante unos 10 años. Por su parte, conocemos a siete maestras (una en dos etapas), más tres sustitutas, al frente de la escuela de niñas en ese período. El récord de permanencia lo ostentó la vallisoletana doña Isabel Castrillón y Martín, durante por lo menos 23 años, seguida por doña Gregoria Felipe Díaz, durante 11 años, aunque dos de ellos estuvo sustituida y en la mayor parte de ese tiempo la escuela permaneció cerrada. Además, en cuatro períodos cortos ésta estuvo vacante…

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Artículo-PRIMERAS ESCUELAS DE SAN MIGUEL DE ABONA

Güímar-Candelaria: Don Pedro Hernández de Oliva Álvarez y Ledesma (1703-1761), colector de la parroquia de Ntra. Sra. de la Concepción de la Villa de La Orotava, teniente de beneficiado de Güímar y cura servidor de Candelaria

Pedro Hernández de Oliva     El presente artículo está dedicado a uno de los numerosos sacerdotes nacidos en el municipio de Güímar, varios de ellos en su propia familia. Siendo ya clérigo minorista, fue nombrado colector de la parroquia de Ntra. Sra. de la Concepción de la Villa de La Orotava. En dicha situación, tras formar un patrimonio vitalicio con sus bienes, con lo que ya tuvo una congrua suficiente para ascender a las órdenes mayores, hasta el Presbiterado. Permaneció fuera de Güímar durante muchos años y, una vez que volvió a su pueblo natal, fue nombrado teniente de beneficiado de San Pedro Apóstol y, como tal, cura servidor de la iglesia auxiliar de Santa Ana de Candelaria, con jurisdicción sobre Arafo, cargo en el que permaneció durante diez años. Al final de su vida regresó a Güímar, donde murió tan solo nueve meses después de su llegada definitiva.

     Nuestro biografiado nació en Güímar el 5 de mayo de 1703, siendo hijo de don Diego Hernández de Oliva y doña Luisa Álvarez de Acebedo. Al día siguiente recibió las aguas bautismales en la iglesia de San Pedro Apóstol, de manos del beneficiado don Bartolomé Pérez Sutil, y actuó como padrino el alférez don Pedro Álvarez de Ledesma, vecino de la Villa de La Orotava…

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La popular orquesta “Los 5 de Arafo”

Orquesta Los 5 de Arafo     El presente artículo está dedicado a una de las orquestas de baile que han existido en la villa de Arafo, municipio que ha destacado en el contexto insular tanto por el elevado número de dichos grupos musicales como por su calidad. El conjunto músico-vocal “Los 5 de Arafo” se mantuvo en los escenarios durante unos ocho años (1961-1969), período en el que recorrió la mayor parte de los pueblos de Tenerife, actuando sobre todo en salas de fiesta y hoteles; fue dirigido en sus inicios por don Néstor Hernández Ferrera y luego por don Efraín Flores Pérez.

     Esta orquesta se fundó en la villa de Arafo hacia 1961 y al estar integrada inicialmente por cinco músicos decidieron llamarla “Los 5 de Arafo”, aunque durante la mayor parte de su existencia estuvo constituida por seis componentes. Se disolvió el 3 de febrero de 1969, pero pocos meses después tres de sus miembros formaron otra orquesta con otros tres músicos, que bautizaron “The Six Men”, coordinada y dirigida por Adalberto Albertos Albertos; pero de ésta nos ocuparemos en otra ocasión…

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