Guía de Isora-Adeje: Don Francisco Humberto Cabrera Alonso (1925-1982), maestro nacional, abogado, alférez de complemento de Infantería de la I.P.S., alcalde de Tacoronte, miembro de la Junta Provincial de Falange, jefe provincial del Sindicato Español del Magisterio, presidente de la Junta Provincial y vocal de la Comisión Permanente Nacional de la A.N.P.E. de E.G.B., y decano del Colegio de Abogados

Nacido en Adeje, criado en Guía de Isora, avecindado en La Laguna y fallecido en Madrid, este destacado sureño fue flecha de Falange, Bachiller, Maestro nacional, Licenciado en Derecho, alférez de complemento de Infantería de la I.P.S. y abogado en ejercicio. Establecido en Tacoronte, donde contrajo matrimonio, fue delegado local del Frente de Juventudes, jefe local de Falange y alcalde de dicha ciudad. En la faceta cultural, actuó como presentador de una fiesta literaria en Guía de Isora y conferenciante en diversas localidades de Tenerife y La Palma. Políticamente, llegó a ser un destacado dirigente de Falange y miembro de la Junta Provincial de dicho partido. En relación con su actividad docente, desempeñó los cargos de jefe provincial del Sindicato Español del Magisterio (S.E.M.), así como presidente de la Junta Provincial y vocal de la Comisión Permanente Nacional de la Asociación Nacional de Profesores Estatales (A.N.P.E.) de la Educación General Básica (E.G.B.); también fue elegido decano del Colegio de Abogados de Santa Cruz de Tenerife. Casó con doña María del Carmen Darias Pérez, directora fundadora del Colegio Libre Adoptado de Guía de Isora (conocido por “La Academia”) y, posteriormente, catedrática de Latín del Instituto “Canarias Cabrera Pinto” de La Laguna.

Nació en Adeje el 11 de marzo de 1925, a las once de la noche, siendo hijo de don Alonso Cabrera González, natural de Guía de Isora y oriundo por su padre de Fuerteventura, y de doña Josefa María de Lourdes Alonso y Delgado, que lo era de Caracas y oriunda por su padre de Guía de Isora. El 19 de abril inmediato fue bautizado por el cura ecónomo don Benjamín Cid Galende; se le puso por nombre “Francisco Jesús Humberto Constantino” y actuaron como padrinos don Antonio Cabrera y Sanabria y doña Rogelia Alonso Delgado. El 7 de noviembre de 1926 fue confirmado en el mismo templo.

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La Orquesta “Power” de la villa de Arafo (1980-1987)

Una de las numerosas orquestas de baile fundadas en Arafo en el pasado siglo XX fue la orquesta “Power”, que recorrió los escenarios de Canarias en los años ochenta. Llevaba el mismo nombre que habían tenido otras agrupaciones musicales de las islas: una orquesta “Power” de Santa Cruz, en 1912; otra orquesta “Filarmónica Power”, también en la capital tinerfeña, en 1923; una orquesta u orquestina “Power” de La Orotava, compuesta por varios miembros de la banda municipal de dicha villa, en 1931-1935; una orquestina “Power” de Santa Cruz de Tenerife, en 1936; otra orquestina “Power” de Teror, en 1935-1936; y la más longeva, una popular orquesta “Power” de El Paso, que formaba parte de la Agrupación Musical Vives, en 1940-1969.

La orquesta “Power” se formó en Arafo hacia 1980 y se mantuvo en los escenarios durante siete años, hasta 1987. Ensayaba en la calle del Correo, en el local de la antigua zapatería que era propiedad de doña Carmen Rosa Marti. Actuó en varias islas y llegó a grabar un cassette. Estuvo compuesta inicialmente por: Heriberto Albertos González “Berto” (saxo alto), Salvador Galdona García (saxo tenor), José Ramón Duque -de Santa Cruz- (bajo), Arsenio Regalado Sánchez (batería), Luis -de Santa Cruz- (piano) y Francisco Hernández Cabrera “Paco” -de Candelaria- (vocalista). Hacia 1984 Berto decidió dejar la orquesta y su plaza de saxo alto fue cubierta inicialmente por el músico militar José Gil Vázquez; pero como éste no permaneció mucho tiempo en el conjunto, dicha plaza fue ocupada luego por Adalberto García Pestano. Además, otras vacantes fueron cubiertas por los siguientes músicos: Alberto García -de Güímar- (piano), José Encinoso Flores (bajo) y el músico militar Collado Estremera (trompeta)…

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Granadilla de Abona: Don Francisco García y Castillo (?-1817), notario público eclesiástico, sochantre, organista, sacristán y capellán de la parroquia de Granadilla, cura servidor y párroco propio de la parroquia de San Juan Bautista de Arico, y emigrante a Méjico

De origen humilde, nuestro biografiado estuvo muy ligado desde su niñez a la parroquia de San Antonio de Padua de su pueblo natal, Granadilla de Abona, en la que ejerció como notario público eclesiástico, sochantre, organista y sacristán. Luego, tras obtener un patrimonio vitalicio, siguió la carrera eclesiástica y se ordenó, sucesivamente de subdiácono, diácono y presbítero. Como tal sacerdote, quedó adscrito como capellán a la misma parroquia de Granadilla, en la que continuó desempeñando sus anteriores empleos. Luego fue nombrado cura servidor y, posteriormente, párroco propio de la cercana parroquia de San Juan Bautista de Arico, a cuyo frente estuvo durante tres años y medio, en los que impulsó la terminación del templo parroquial y la construcción de su torre. Pero renunció a este destino para emigrar a Méjico, donde suponemos que también desarrolló su labor pastoral. Ocho años después de su partida ya había regresado a España, pues testó y falleció en Madrid, siendo aún bastante joven.

Don Francisco García y Castillo nació en Granadilla de Abona, en el seno de una familia humilde y creció al cuidado de su madre, como se indica en el expediente del patrimonio vitalicio fundado a su favor, pero de momento no hemos podido localizar su partida bautismal. No obstante, sin duda fue bautizado en la iglesia de San Antonio de Padua de dicha localidad…

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Vilaflor de Chasna: Don Salvador Rivero (Rodríguez) Quixada (1709-1767), alférez y teniente capitán de Milicias, propietario agrícola y emigrante a Cuba

Miembro de una familia chasnera destacada, al igual que muchos de sus antepasados nuestro biografiado siguió la carrera militar en el Regimiento de Milicias de Abona-Adeje y en ella alcanzó los empleos de alférez y teniente capitán de la compañía de Vilaflor, de la que era capitán jefe su suegro, don Juan Rodríguez Feo. Además, fue un notable propietario agrícola, actividad profesional a la que se dedicó durante toda su vida, aunque al final de ella emigró a Cuba y le sorprendió la muerte en América.

Nació en Vilaflor de Chasna el 15 de junio de 1709, siendo hijo del capitán don Juan Rivero Quixada y doña María Juana. El 24 de dicho mes fue bautizado en la iglesia de San Pedro Apóstol por el beneficiado Dr. don Manuel Milán Camacho; se le puso por nombre “Salvador” y actuó como padrino su tío paterno don Pedro Rodríguez Quijada, vecino de dicho lugar. Fueron sus abuelos paternos: el capitán don Salvador Rodríguez Quixada, natural de La Orotava pero oriundo Vilaflor, y doña María Matías Rivero, nacida en el pueblo sureño, del que ambos eran vecinos; y los maternos: don Juan Mateo (o Matías) Bravo y doña María Juana, naturales y vecinos de la misma localidad…

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Fasnia: Don Manuel Chico Cruz (1901-1972), maestro nacional, afiliado a la Federación Tinerfeña de Trabajadores de la Enseñanza y al Sindicato Español del Magisterio de Falange, somatenista y presidente fundador del Comité local de Acción Popular Agraria

Tras concluir la carrera de Magisterio, nuestro biografiado fue nombrado maestro interino de La Zarza, donde ejerció durante seis meses, y Sabina Alta (Fasnia), algo más de dos años y medio; por entonces también se afilió al Somatén Armado de Fasnia. Luego ejerció como maestro interino en Tijoco (Adeje), durante siete meses y medio, y de nuevo en La Zarza, poco más de un año; en este último destino se afilió a la Federación Tinerfeña de Trabajadores de la Enseñanza (por lo que sería depurado) y fue cofundador y primer presidente del Comité local Acción Popular Agraria de Fasnia. Luego pasó, también como interino, a la escuela del pago de Franceses (Garafía), donde permaneció durante más de siete años y también fue profesor de adultos; por entonces se afilió al Sindicato Español del Magisterio (S.E.M.) de Falange. Luego ejerció un par de cursos en la enseñanza privada, como profesor del Colegio “San Ildefonso” de la Orotava. Volvió al Magisterio público como maestro interino de Las Manchas, aunque solo durante unos meses. Posteriormente, tras superar la correspondiente oposición, fue nombrado, sucesivamente, maestro propietario provisional de Isora (Valverde), durante nueve meses; La Vera (La Orotava), dos años; San Andrés (Santa Cruz de Tenerife), ocho meses; y Erese (Valverde), dos cursos. Finalmente, desempeñó, como propietario definitivo, las escuelas de Arico el Viejo, durante diez años, y La Hidalga (Arafo), otros ocho años, hasta su merecida jubilación.

Nació en Fasnia en el 4 de agosto de 1901, siendo hijo de don Manuel Chico Díaz y doña Efigenia Cruz Díaz, naturales y vecinos del mismo pueblo. El 26 de ese mismo mes fue bautizado en la iglesia de San Joaquín por el cura ecónomo don Trino Antonio Expósito Hernández; se le puso por nombre “Manuel” y actuaron como padrinos don León Cruz y doña Servanda González, de la misma vecindad…

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Arico-Candelaria-El Rosario: Don Felipe Santiago Trujillo Dares (1786-1870), agricultor medianero, sargento 2º de Milicias, miembro de la Cofradía de la Virgen de Candelaria, promotor de la colocación de cruces junto al Camino Viejo de Candelaria y bienhechor de la ermita de la Virgen del Rosario

Establecido en Barranco Hondo desde su niñez, nuestro biografiado trabajó siempre en la agricultura y contrajo matrimonio en dicho pago, en el que continuó viviendo hasta que se estableció en la casona de El Rosario, cercana a la ermita y conocida como la “Casa del Pirata”, como medianero de dicha propiedad, donde transcurrió el resto de su vida. Además fue sargento 2º de Milicias, al igual que dos de sus hijos, miembro de la Cofradía de la Virgen de Candelaria, promotor de la colocación de cruces junto al Camino Viejo de la Virgen y bienhechor de la ermita de la Virgen del Rosario, que era cuidada por uno de sus hijos.

Nació en La Degollada de Arico el 1 de mayo de 1786, siendo hijo de don José Valentín Truxillo, natural de dicho pueblo, y doña María Francisca de la Concepción (Crisóstomo) Dares, que lo era de Santa Cruz de Tenerife, aunque oriunda del mismo pueblo. Tres días después fue bautizado en la iglesia de San Juan Bautista de El Lomo de Arico por el cura párroco don José Hernández de Ara; se le puso por nombre “Felipe José de Santiago” y actuó como madrina doña María del Rosario, también vecina de dicho lugar en La Degollada. Fue conocido como “Felipe Santiago Trujillo” …

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La confirmación de la festividad de la Virgen del Socorro de Güímar en la fecha del 8 de septiembre, tras ser solicitado su traslado por coincidir con la de la Virgen de Abona (1851)

En los años treinta del siglo XIX ya se apreciaba una cierta decadencia de la fiesta-romería que se celebraba en la Punta de Abona el 8 de septiembre de cada año, en honor de la Virgen de las Mercedes de Abona, lo que se vino a acentuar tras el incendio que en 1835 destruyó la ermita-santuario que existía en dicho lugar de la costa de Arico. A partir de dicho suceso, la función religiosa de dicha festividad siguió celebrándose en esa misma fecha en la parroquia de San Juan Bautista, templo en el que continuaría haciéndose en el futuro, pero con la antigua imagen de la Virgen del Mar o de Abona.

Esa decadencia se agravó a partir de 1837, al decretarse el traslado de la festividad de la Virgen del Socorro en Güímar, del 26 de diciembre al 8 de septiembre, pues, como ya se ha indicado, en esta última fecha se celebraba anualmente la festividad de la Virgen de Abona. Para conseguir dicho traslado de fecha, la festividad de Güímar se había visto favorecida por la desaparición de la fiesta de la Virgen de los Remedios, compatrona de la parroquia de San Pedro Apóstol, y por la pérdida de la imagen original de la Virgen de Candelaria y el cierre del Convento dominico, así como por el mencionado incendio de la ermita de Abona. Debido a ello, a partir de dicha fecha fueron dejando de concurrir muchos romeros de los distintos pueblos de la isla a la fiesta de la Virgen de Abona de Arico, inclinándose por la que se celebraba en la misma fecha en la ermita güimarera de El Socorro.

Por ese motivo, el 8 de noviembre de 1850, el mayordomo de la Cofradía de la Virgen de las Mercedes de Abona, don Diego de Torres Trinidad, que estaba en el cargo desde 1846, elevó una solicitud al gobernador eclesiástico de la Diócesis Nivariense para que cambiase la festividad de la Virgen del Socorro de Güímar para cualquier otro día que no fuese el 8 de septiembre, fecha en la que se venía celebrando oficialmente desde 1837, basándose en que estaba perjudicando a la fiesta-romería en honor a la Virgen de Abona, que se celebraba el mismo día…

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El cambio oficial de la fecha de la festividad de la Virgen del Socorro de Güímar en 1837, del 26 de diciembre al 8 de septiembre

Al crearse la Cofradía de Nuestra Señora del Socorro en 1643, se institucionalizó la fiesta anual de esta advocación de la Virgen, como patrona de “las sementeras”, para el día 18 de diciembre de cada año, en cuya fecha se celebró en adelante hasta bien entrado el siglo XVIII. Pero a comienzos del siglo XIX dicha festividad ya había cambiado de día, pues la función anual se celebraba “con numerosa concurrencia el dia 2º de Pascua de Navidad”, es decir, el 26 de diciembre, fecha en la que se celebró hasta 1835. Pero las lluvias invernales dificultaron la celebración de la fiesta en muchas ocasiones, obligando a retrasarla para los meses siguientes.

Esos problemas climáticos del mes de diciembre movieron al ilustre sacerdote güimarero Dr. don Agustín Díaz Núñez, a solicitar en 1837 el cambio de fecha oficial de la festividad de la Virgen del Socorro para el 8 de septiembre, lo que lograría gracias a una coyuntura especialmente favorable. Tras conseguir el cambio solicitado, la Virgen del Socorro acaparó la mayor atención de los devotos tinerfeños durante gran parte del siglo XIX, hasta que la Virgen de Candelaria recuperó su antiguo esplendor, gracias a la confirmación de su Patronazgo sobre las dos Diócesis de Canarias en 1867 y a su Coronación Canónica en 1889. Pero ello no impidió que las fiestas en honor de Nuestra Señora del Socorro, en Güímar, se consolidasen y hayan continuado manteniendo una creciente afluencia de romeros hasta el presente…

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La visita de la Virgen de Candelaria a la villa de Santiago del Teide en 1964, en su peregrinación por la isla de Tenerife

En 1964, la venerada imagen de la Virgen de Candelaria llegó por primera y única vez en la historia al municipio de Santiago del Teide, con motivo de la Peregrinación que realizó por la isla de Tenerife para recaudar fondos con destino a la construcción del nuevo Seminario Diocesano en La Laguna, acontecimiento inolvidable en la historia religiosa de Tenerife que duró casi tres meses y medio, del 16 de octubre de dicho año al 28 de enero de 1965. Para esta peregrinación extraordinaria, la Virgen contó con una artística carroza, construida en Güímar, en los talleres de mecánica y chapa de Tejera y en la carpintería de Pánfilo y Tino; fue diseñada por don Manuel García Campos y patrocinada por doña Edelmira Pérez Campos, viuda de Mansito, junto con Acción Católica y Cáritas de dicha ciudad; y se montó sobre una camioneta “Commer” de seis ruedas, cedida por la empresa Hernández Hermanos, S.L. En todos los pueblos visitados, el fervor de los fieles fue impresionante y el éxito económico se vio desbordado con creces, al recaudar más de siete millones de pesetas.

Procedente de Alcalá y Chío, en el municipio de Guía de Isora, la Virgen visitó Santiago del Teide, a donde llegó el martes 3 de noviembre de 1964 y de la que salió al día siguiente para El Tanque. La villa se engalanó con esmero para recibir a la imagen de la Candelaria y, a lo largo de su permanencia, se llevó a cabo un apretado programa de actos. Por entonces, este municipio de Santiago del Teide ya estaba constituido por numerosos núcleos de población: El Valle (villa capital), Valle de Arriba, Las Manchas, El Molledo, El Retamar, Arguayo, Tamaimo y Puerto Santiago. Contaba en ese año con solo dos parroquias, una de ellas muy reciente: San Fernando Rey en la cabecera municipal, creada en 1679, y Santa Ana en Tamaimo, erigida en 1963, que reunían una población de hecho de 1.411 y 1.200 habitantes, respectivamente; ambas estaban atendidas por el cura ecónomo don Horacio Luis de Ávila López…

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