La ciudad de Güímar ocupa un lugar destacado en la historia de la Cruz Roja en Tenerife, al ser una de las primeras localidades de la isla que contó con una Subcomisión de la Cruz Roja. Ésta se constituyó en 1900, hace nada menos que 116 años y medio, por algunas de las principales personalidades de dicha localidad. Después de disuelta dicha subcomisión, en 1917 y 1923 se le tributaron sendos recibimientos en Güímar a la Comisión de la Cruz Roja de La Laguna, que llegó a la entonces villa con su flamante ambulancia. En los años cuarenta, la Cruz Roja se refundó en Güímar, bajo la presidencia don José Antonio Pérez Campos. Una vez disuelta y por gestiones realizadas por doña Edelmira Pérez Campos, hermana del anterior, en los años sesenta se recaudó entre los güimareros residentes en Venezuela el dinero necesario para adquirir una ambulancia, que fue donada al Ayuntamiento de Güímar, cubriendo durante un par de décadas el hueco dejado por la Cruz Roja. Finalmente, en 1983 esta ONG se volvió a establecer en Güímar, aunque esa es una historia de la que nos ocuparemos en otro momento.
Pero este municipio ya tenía un vínculo anterior con esta institución humanitaria, pues la delegada para la creación de la Cruz Roja en Tenerife fue una ilustre güimarera, doña Francisca Delgado-Trinidad y O’Shea, Marquesa de la Florida. A falta de otros documentos, se puede decir que Cruz Roja llegó a Canarias en 1874, en que fue implantada en Las Palmas de Gran Canaria; y en 1875, el diario El Memorándum informaba que la Marquesa de la Florida asumía su representación en Tenerife. El objeto principal de las actividades de esta institución en el Archipiélago consistía en recabar todo tipo de ayudas para destinarla a la Península, que en aquel momento se debatía en las Guerras Carlistas. Sin embargo, sobre 1876 la Cruz Roja desapareció de Canarias, al igual que ocurrió en el resto de España, a causa de la situación convulsa que atravesaba el país…
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