Güímar: Don Francisco Hernández Leandro (1941-2019), “Panchito I”, puntal de lucha canaria en el “C.L. Benchomo”, “C.L. Brisas del Teide” y “C.L. Tinerfe”, destacado en el “C.L. Tacuense”, entrenador del “Benchomo”, agricultor, guarda jurado de caza y empleado de Seragua

     Este conocido y respetado puntal escobonalero de lucha canaria, recientemente fallecido, siempre fue conocido como “Panchito”. Inició su trayectoria en un equipo juvenil no federado de su pueblo natal. Luego, en 1957 y con tan solo 16 años, pasó al “C.L. Brisas del Teide” de Fasnia, donde luchó durante tres años y comenzó a destacar. En 1960 fue uno de los fundadores del “C.L. Benchomo” de su pueblo natal, en el que ya figuró como puntal de Segunda, tanto en la ordinaria como en la preferente. Cuatro años más tarde, al disolverse temporalmente dicho club, pasó durante una temporada al “C.L. Tinerfe” de Barranco Hondo, otras tres al “Brisas del Teide” de Fasnia, ambos de Segunda, y una más en el “C.L. Tacuense” de Taco de Primera categoría. Al reorganizarse el “Benchomo” en 1969, Panchito regresó como puntal a dicho club, en el que permaneció durante cuatro años en Segunda, hasta su retirada en 1973; durante uno de ellos también luchó en Primera, al fusionarse con el equipo de la capital bajo el nombre “Santa Cruz-Benchomo”. Además, a lo largo de su carrera deportiva reforzó en una ocasión a “Las Canteras” en Las Palmas; se alineó en dos ocasiones con el “Bando Sur” de Tenerife que luchó contra el del Norte y en otras dos con la selección absoluta de esta isla que se enfrentó a la de Gran Canaria; derribó a casi todos los puntales de Segunda y a algunos de Primera; con frecuencia tiró a seis o más rivales por luchada, incluso 10 en dos ocasiones, y en una sola temporada llegó a derribar a 176 luchadores. Mucho después de su retirada ejerció durante un año como entrenador-mandador del “Benchomo”. Recibió un homenaje en el “Brisas del Teide” y dos en el “Benchomo”, junto a otros luchadores destacados que habían pasado por dichos clubes. Desde el punto de vista profesional, fue agricultor, guarda jurado de Caza y empleado de Seragua, empresa que gestionaba en Güímar el servicio de agua potable.

     Nació en El Escobonal (Güímar) el 7 de abril de 1941, siendo hijo de don Francisco Hernández Leandro y doña Justina Leandro Marrero, naturales y vecinos de dicho pueblo. El 14 de agosto de ese mismo año fue bautizado en la iglesia de San José por el cura encargado fray Ramón Fernández Álvarez; se le puso por nombre “Francisco Juan” y actuaron como padrinos sus tíos don Pedro Alberto Delgado García y doña María Mercedes Hernández Leandro. El 23 de febrero de 1954 fue confirmado en la misma iglesia…

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Arico-Fasnia: Don Francisco González Mexías (1674-1751), clérigo minorista, capitán de Artillería y propietario agrícola

     Miembro en una ilustre familia ariquera de militares, clérigos y propietarios agrícolas, nuestro biografiado inició la carrera eclesiástica, en la que tras obtener una capellanía obtuvo la Tonsura y las Órdenes Menores; pero no pasó de clérigo minorista, pues abandonó dicha carrera para contraer matrimonio. Después de casado se estableció en el entonces pago de Fasnia, en el bello caserío del Camino Real, donde vivió el resto de su vida. Dedicado luego a la Milicia, alcanzó el empleo de capitán de Artillería y fue, además, un destacado propietario agrícola.

     Nació en Arico el 20 de septiembre de 1674, siendo hijo de don Salvador González Mexía y doña María García del Castillo. Tres días después fue bautizado “con óleo y chrisma” en la iglesia de San Juan Bautista, por el cura párroco propio don Bartolomé Hernández Vilar; se le puso por nombre “Francisco” y actuaron como padrinos el capitán don Pedro García del Castillo y doña Felipa de Morales, sus tíos maternos. A lo largo de su vida usó indistintamente el apellido “Mexías” o “Mexía”, al igual que los demás miembros de su familia…

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La Sociedad “Club Deportivo Cárdenes” de Barranco Hondo (Candelaria) [1943-1955]

     En 1943 se fundó en Barranco Hondo (Candelaria) la Sociedad “Club Deportivo Cárdenes”, que es más recordada por su actividad recreativa que por la deportiva, a pesar de que, como se recogía en su reglamento, su objetivo era “cultivar toda clase de deportes, dedicando especial atención al fútbol”. Por ello, también se la conocía en el pueblo como el “Casino”, al tener un notable protagonismo en las fiestas locales, sobre todo en la celebración de bailes y, en alguna ocasión, en la elección de mises y de las nuevas comisiones de fiestas. Se mantuvo en activo durante una docena de años, pero de momento solo conocemos a cuatro de sus presidentes: don Antonio Hernández Delgado (1943), don Crisanto Marrero Delgado (1948), don Porfirio P. Medina (1949) y don José de Armas Delgado (1952-1953).

     El 1 de marzo de 1943, se redactó en Barranco Hondo el reglamento de la Sociedad “Club Deportivo Cárdenes”, por una comisión organizadora compuesta por: don Antonio del Castillo, don Antonio Martín, don Álvaro Peña Ramos, don Florentín del Castillo, don Malaquías Pacheco, don Ignacio Díaz Oliva, don José Valladares, don Andrés Rodríguez, don Antonio Cazorla y don Fermín Ramos; se fijó su domicilio en el barrio de las Tiendas nº 1…

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Güímar: Don Antonio García de Sejas (1765-1813), hermano mayor de la Hermandad del Carmen, teniente de Milicias propuesto para capitán, gobernador de las armas de Güímar y emigrante a Venezuela

     Nuestro biografiado prestó sus servicios en el Regimiento Provincial de Güímar, en el que alcanzó los empleos de subteniente y teniente de Milicias; con este último también fue gobernador de las armas de su pueblo natal e incluso fue propuesto para capitán, aunque no logró dicho ascenso. Además, perteneció a la Hermandad del Rosario del Convento dominico de Güímar y a la Hermandad de Ntra. Sra. del Carmen de la parroquia de San Pedro de la misma localidad, de la que fue hermano mayor. Al final de su vida emigró a Venezuela, con el fin de mejorar su fortuna, y allí le sorprendió prematuramente la muerte.

     Nació en Güímar el 7 de julio de 1765, siendo hijo de don Simón García de Sejas, natural de El Hierro, y doña Josefa Francisca de las Nieves y Fresneda, que lo era de la primera localidad. El 14 de ese mismo mes fue bautizado en la iglesia de San Pedro Apóstol por el muy reverendo padre prior del Convento de Santo Domingo en Soriano de dicho lugar, fray Luis de Santo Tomás de Silva, con licencia del beneficiado don Cristóbal Alonso Núñez; se le puso por nombre “Antonio Simón Domingo” y actuó como padrino el muy reverendo padre presentado y prior del Convento dominico de Candelaria fray Domingo Paz…

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El Rosario: Don Juan González Conde (1830-1901), capellán, cura ecónomo de la Concepción de La Laguna, Realejo Alto, Icod de los Vinos, Candelaria, Santa Cruz de Tenerife, Chipude y La Matanza, y beneficiado decano de la Santa Iglesia Catedral

     Nuestro biografiado, nacido en La Esperanza y fallecido en La Laguna, a pesar de su origen modesto siguió una destacada carrera eclesiástica, pues fue capellán y luego cura ecónomo de la Concepción de La Laguna, Realejo Alto, Icod de los Vinos, Candelaria, Santa Cruz de Tenerife, Chipude y La Matanza de Acentejo. Su sencillez y notable preparación le permitieron alcanzar el importante nombramiento de beneficiado de gracia de la Santa Iglesia Catedral de La Laguna, lo que, además de una gran satisfacción para él, constituyó un enorme orgullo para su familia y para el pueblo que lo acunó, llegando a ser el decano de dicho cuerpo catedralicio. A lo largo de su vida sacerdotal supo ganarse el respeto y cariño de sus compañeros, así como el de los feligreses de las numerosas parroquias que regentó.

     Nació en La Esperanza (El Rosario), por entonces perteneciente de la jurisdicción de La Laguna, el 30 de junio de 1830, siendo hijo de don Domingo González y Martín y doña María Tadeo Conde y Bacallado. El 4 de julio inmediato recibió el bautismo en la iglesia parroquial matriz de Ntra. Sra. de la Concepción de la antedicha ciudad, de la que dependía dicho lugar, de manos del beneficiado propio Dr. don Andrés Gutiérrez y Ávila; se le puso por nombre “Juan Antonio” y actuó como madrina doña Josefa Rodríguez del Rey, de la misma vecindad…

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Santiago del Teide: Don Fernando del Hoyo Solórzano y del Hoyo (1782-1856), cadete de Milicias, hacendado, VI y último Señor de la Villa de Santiago, patrono de su iglesia parroquial, hermano mayor de la Hermandad del Santísimo Sacramento y subteniente abanderado del Batallón de la Milicia Nacional de La Laguna


     Miembro de una de las familias más ilustres de la isla, don Fernando fue el VI y último Señor de la Villa de Santiago, al abolirse en su época los señoríos jurisdiccionales en España, y el único de ellos que nació en la “Casa del patio” de dicho valle. A diferencia de la mayoría de sus antepasados no fue militar de carrera, pues no pasó de cadete de Milicias, pero sí llegó a ser un importante hacendado y mantuvo el título de patrono de la iglesia parroquial de San Fernando de la citada villa, en la que también fue hermano mayor de la Hermandad del Santísimo Sacramento. Vivió en la ciudad de La Laguna, en la que fue elegido en un corto período subteniente abanderado del Batallón de la Milicia Nacional. Tuvo una destacada sucesión y sus herederos entablaron varios pleitos para reclamar el pago de deudas.

     Nuestro biografiado nació en la casa señorial de la Villa de Santiago el 24 de octubre de 1782, siendo hijo de don Juan José del Hoyo Solórzano y doña Petronila del Hoyo y Mesa. Seis días después recibió el bautismo en la iglesia de San Fernando de manos de fray Antonio Manuel Villarreal, de la Orden de San Francisco y teniente de cura en propiedad de dicha parroquia, según nombramiento expedido por el obispo de Canarias don José Tarquis Herrera; se le puso por nombre “Fernando Rafael Juan de Capistrano Tomás Domingo Francisco María de Candelaria José” y actuaron como madrinas doña Leonor del Hoyo y doña Isabel Benítez del Hoyo…

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La capilla antigua y la ermita de Ntra. Sra. de la Peña en el barrio de La Hoya (Güímar)

     Este artículo está dedicado a la vida religiosa del barrio de La Hoya, en el municipio de Güímar. Llama la atención que, a pesar de tratarse de un núcleo relativamente pequeño, cuenta con dos templos dedicados a la Virgen de la Peña, una antigua capilla, de escaso tamaño, y una ermita de considerable capacidad, con vocación de iglesia.

     La primitiva imagen de la Virgen de la Peña que se venera en este barrio, de corta talla, pero muy antigua y de gran valor escultórico, probablemente formó parte de un retablo y fue encontrada en la segunda mitad del siglo XIX al derruirse una vieja casa de la familia Galdona, en la troja de la misma (entre la madera que sujetaba las tejas), y durante años se conservó en un salón particular, donde algunos jóvenes comenzaron a hacerle una fiesta informal de carácter casi familiar. Esa primitiva imagen, de unos cincuenta centímetros de altura, es de estilo gotizante y representa el busto de la Virgen María sosteniendo en la mano izquierda al Niño Jesús dormido, mientras con la derecha sostiene un libro abierto. Posiblemente fue elaborada para ser adosada por su parte posterior, que es plana.

     Hacia 1897, una mujer piadosa de la citada familia, doña Concepción Galdona Torres, con motivo de una promesa promovió la construcción de una capilla en la calle principal de La Hoya, para colocar en ella la citada imagen y que se le rindiese culto público, que se levantó gracias a la colaboración de los vecinos, que ayudaron con su trabajo y limosnas; fue bendecida en 1905 y en ese mismo año se celebró su primera fiesta oficial. En 1928, a iniciativa de los jóvenes del lugar, se construyó la enorme espadaña de la capilla, tan ancha como ella, en la que se instaló una campana de grandes dimensiones. En 1967, el Ayuntamiento de Güímar cedió un solar de 200 m2, junto a la plaza del barrio, para construir una nueva ermita de mayor capacidad, con su correspondiente sacristía; al año siguiente comenzó su construcción, que fue llevada a cabo por iniciativa vecinal; y, una vez techada y concluida la estructura del templo, en 1972 fue bendecida por el párroco don Salvador Miralles Pérez, desde cuyo año se comenzó a celebrar Misa en ella, aunque las obras no concluyeron hasta 1979…

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Vilaflor de Chasna-Granadilla de Abona: don Bernardo Antonio García del Castillo y Fumero (1814-1879), militar perpetuado, sargento 2º graduado de Milicias retirado con el fuero entero de guerra, propietario agrícola y alcalde accidental de Granadilla

     Hijo de militar, nuestro biografiado entró por sorteo en las Milicias Canarias, en las que siguió una modesta carrera. Ingresó como soldado en el Regimiento Provincial de Abona, en el que ascendió a cabo 2º y cabo 1º de Milicias; con dicho empleo solicitó la perpetuación en el servicio hasta obtener el fuero de guerra; estuvo movilizado en tres ocasiones en la guarnición de Santa Cruz de Tenerife, durante otros dos años en el cuadro permanente del Batallón de Abona y en otra ocasión en el destacamento que prestaba sus servicios en las playas de la jurisdicción de Granadilla, únicas etapas en las que disfrutó de sueldo; como reconocimiento a su constancia se le concedió el grado de sargento 2º de Milicias y obtuvo su retiro con el fuero entero de guerra, tras haber prestado sus servicios durante 25 años. Al margen de su carrera militar, fue propietario agrícola y desempeñó los cargos de teniente de alcalde y alcalde accidental de Granadilla de Abona.

     Nació en Vilaflor el 12 de febrero de 1814, siendo hijo de don Juan Julián García del Castillo, natural de Granadilla y tambor del Regimiento Provincial de Abona, y doña Vicenta Antonia Fumero Martín Lemus, que lo era de Vilaflor. Seis días después fue bautizado en la iglesia de San Pedro Apóstol por fray Joseph Correa, presbítero de la Orden de San Agustín, con licencia del beneficiado curado propio don Antonio Esteban Peraza y Ayala, examinador sinodal del Obispado; se le puso por nombre “Bernardo Antonio del Sacramento” y actuó como padrino don Eusebio Francisco Fumero, de dicha vecindad…

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Adeje: Don Marcos Montesinos Armas (1897-1987), cura regente de Vallehermoso, coadjutor de El Golfo y Guía de Isora, cura ecónomo de Fuencaliente, párroco propio de Adeje durante 28 años, arcipreste de Granadilla de Abona, cura regente de Agulo, capellán de las Concepcionistas de Garachico y Canónigo Honorario de la Catedral

     Tras cursar los Estudios Primarios en Agulo, nuestro biografiado ingresó en el Seminario Diocesano de Tenerife, donde cursó la carrera eclesiástica. Después de su ordenación sacerdotal fue nombrado cura regente de Vallehermoso, coadjutor de El Golfo (Frontera) y Guía de Isora, y cura ecónomo de Fuencaliente. Luego obtuvo en propiedad, por oposición, la parroquia de la villa de Adeje, que regentó durante más de 28 años, en los que también fue nombrado arcipreste de Granadilla de Abona y celebró sus Bodas de Plata sacerdotales. Posteriormente ejerció como cura regente en su pueblo natal, Agulo; y, tras celebrar sus Bodas de Oro sacerdotales, fue nombrado canónigo honorario de la Catedral de La Laguna. Al final de su vida recibió el nombramiento de capellán de las Religiosas Concepcionistas de Garachico y vivió sus últimos años en la Residencia de Ancianos del “Hospital Ntra. Sra. de la Concepción” de dicha villa, donde falleció.

     Don Marcos nació en el pueblo gomero de Agulo el 17 de agosto de 1897. Días después fue bautizado en la iglesia parroquial de San Marcos de dicha localidad. Cursó los estudios primarios en la escuela pública de niños de su pueblo natal, con el maestro don Francisco Ascanio y Ascanio. Luego, atraído por una profunda vocación religiosa, en el año 1912 ingresó como alumno interno en el Seminario Conciliar de Tenerife, donde cursó su carrera eclesiástica. Fue ordenado de Presbítero el 6 de abril de 1924…

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