En 1965 se celebró una Santa Misión en la isla de Tenerife, una vez concluidas las realizadas en las demás islas de la Diócesis Nivariense. Después de un asesoramiento previo, el obispo de la Diócesis, don Luis Franco Cascón, dispuso que se celebrara dicha Misión empezando por el Sur de la isla y siguiendo un orden geográfico, desde la parroquia de Santiago del Teide hasta la de Barranco Hondo (Candelaria). Tuvo lugar entre la segunda semana de mayo y la segunda de julio, evitando la época de la zafra del tomate, que solía trastocar la vida en el Sur al ocasionar un considerable trasiego de personas, dedicadas en esos meses casi exclusivamente a dicho trabajo, “de día y de noche sin descanso”. Resultó interesante el que el Valle de Güímar quedase para el final, con el fin de que la concentración que se planteaba en Candelaria como clausura estuviese más nutrida, como así ocurrió.
En esa época, el municipio de Guía de Isora estaba constituido por numerosos núcleos de población y, según la descripción realizada por el canónigo don José Trujillo Cabrera en su Guía de la Diócesis de Tenerife, contaba con cinco parroquias: la de Nuestra Señora de la Luz en la cabecera municipal, creada en 1738, categoría de ascenso, una población de hecho de 3.040 habitantes y cuatro pagos: Chirche (con la ermita de San Felipe), Jaral, Aripe (con la ermita de San Pedro) y Acojeja; la de San Juan Bautista en Chío, creada en 1929, categoría de entrada, 1.350 habitantes y con el pago de Chiguergue (con la ermita de San Roque, recién construida); la Nuestra Señora del Rosario de Tejina de Isora, creada en 1943, también de entrada, con 990 habitantes y cuatro pagos: Vera de Herques, Abama, Tijoco Abajo (perteneciente al municipio de Adeje) y Las Fuentes (con la ermita de San José); la de San Juan Bautista en Playa de San Juan, creada en 1963, de entrada, con 1.120 habitantes y sin pagos; y la de Nuestra Señora de Candelaria de Puerto de Alcalá, creada en 1963, asimismo de entrada, con 850 habitantes y sin pagos.
En la Santa Misión que nos ocupa, se establecieron seis centros misionales en el municipio de Guía de Isora: uno en la capital y los otros cinco en Chío, Chiguergue, El Jaral, Abama y Playa de San Juan. En Guía, Chío y Playa de San Juan tuvieron como sede sus respectivas iglesias parroquiales; en Chiguergue, la nueva ermita de San Roque; en El Jaral y Abama, probablemente salones habilitados, pues no se indica. A continuación, vamos a analizar como tuvo lugar dicha Misión en este término municipal, tal como fue descrita por los propios misioneros que la llevaron a cabo en cada uno de los centros misionales, lo que nos permite conocer como era por entonces la vida religiosa y social, así como la situación económica y demográfica, en algunos de los núcleos que integraban el término municipal, con datos a veces muy curiosos. Llama la atención que en esta ocasión no se estableciesen centros misionales en dos de las parroquias del municipio, Tejina de Isora y Puerto de Alcalá; y que no se mencionasen otros pagos existentes por entonces y alejados del municipio, como Chirche Aripe, Acojeja y Vera de Herques, cuyos vecinos se supone que acudirían a los centros misionales más cercanos…
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