Güímar: Don Domingo Oliva Bérriz (1794-1867), teniente de Milicias Provinciales, comandante del Resguardo de Rentas Reales de la provincia, alcalde 2º constitucional de Santa Cruz de Tenerife, comandante mayor del Batallón de la Milicia Nacional, primer escribano/notario público de Güímar y secretario de su Juzgado de Paz

En este artículo recordamos a un vecino destacado de Güímar, don Domingo Oliva Bérriz, escribano público de dicho pueblo y su distrito, luego transformado en notario público, quien ocupó dicha plaza durante 23 años, hasta su muerte; además, en ese tiempo también fue secretario del Juzgado de Paz de dicha localidad, miembro de la Comisión Local de Instrucción Primaria, comisionado para una exposición provincial y elector de diputados a Cortes. Con anterioridad, don Domingo había cursado estudios eclesiásticos y, tras abandonar esta carrera, fue subteniente de Milicias y teniente de Granaderos en el Regimiento Provincial de La Laguna, así como comandante del Resguardo de Rentas Reales de esta provincia, retirado con uso de uniforme y fuero criminal; además, desempeñó los cargos de 4º regidor, alcalde 2º y alcalde 1º accidental del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, comandante mayor del Batallón de la Milicia Nacional de dicha capital y encargado del mando accidental del mismo.

Nuestro biografiado nació en la ciudad de La Laguna el 12 de febrero de 1794, siendo hijo del Lcdo. don Domingo Oliva Navarrete, abogado natural de la misma ciudad, y doña Juana Nepomuceno Bérriz y Arispe, que lo era de Sevilla. Ese mismo día fue bautizado en la iglesia de Ntra. Sra. de los Remedios por fray Antonio Verde, lector de Vísperas y religioso del Orden de Ntro. Padre San Agustín, con licencia del “cura semanero”, que lo era el Dr. don Santiago José Bencomo, por entonces beneficiado propio curado de dicha iglesia, vicario juez eclesiástico de dicha ciudad y su partido y examinador sinodal del Obispado; se le puso por nombre “Domingo Antonio Águedo Juan Nepomuceno” y actuó como madrina doña Teresa de Oliva, su tía paterna.

En el siguiente enlace se puede descargar el artículo completo:

Los alcaldes de barrio de Pájara (Güímar) [1894-1936]

A lo largo del siglo XIX se nombraron numerosos alcaldes pedáneos o de barrio para los distintos núcleos de población de la comarca de Agache, en el municipio de Güímar, que asumieron la representación del Ayuntamiento en cada uno de ellos, al margen de los regidores o concejales que formaban parte de la corporación municipal; ésta era la que los nombraba inicialmente y luego los proponía en terna para que los designase el gobernador civil de la provincia. Los primeros de ellos correspondieron a El Escobonal, el pueblo de mayor peso demográfico de dicho término, en la mayoría de los casos con un radio de actuación que abarcaba toda la comarca. Pero, dado el crecimiento poblacional que fueron experimentado los distintos núcleos, en 1894 se nombraron por primera vez alcaldes de barrio para Lomo de Mena y La Medida (incluyendo a Pájara), y hacia 1900 ya se nombró otro específico para dicho pago de Pájara; ahora los nombraba directamente el alcalde del término municipal, quien daba cuenta de ello al Pleno, pues actuarían como delegados suyos en cada barrio. Este cargo, desempeñado por personas que no estaban integradas en la corporación municipal, fue suprimido en 1936, con el golpe de estado que inició la Guerra Civil y la posterior Dictadura del general Franco. Años más tarde, a partir de 1949, asumieron competencias semejantes algunos concejales de la comarca, que simultáneamente fueron nombrados delegados de barrio; pero de ellos nos ocuparemos en otra ocasión. Los alcaldes de barrio de Agache en la etapa estudiada (1894-1936) fueron 24 hombres, 8 de El Escobonal y 15 de los otros pagos, de los que sólo tres repitieron en el cargo (uno de ellos en tres ocasiones).

La aldea de Pájara es el primer núcleo de población que se encuentra en la comarca de Agache, saliendo hacia el Sur desde la cabecera municipal de Güímar. En 1900 contaba con 90 habitantes de hecho y derecho, que en 1940 ya ascendían a 214 de hecho y 230 de derecho, más 19 que vivían en el caserío de Anocheza. Por su parte, la aldea contigua de La Medida era un poco mayor, pues tenía 127 habitantes de hecho y derecho en 1900, más 40 domiciliados en el caserío de la Fuente del Fraile, que subieron hasta un total de 458 de hecho y 472 de derecho en 1940. Por su proximidad, ambos núcleos han compartido siempre los principales servicios y actividades: escuelas, teléfono público, cartería, iglesia, plantel de Extensión Agraria, terrero de lucha, fiestas, etc. Al margen de varios concejales del Ayuntamiento, de los que nos ocuparemos en otro momento, conocemos seis alcaldes de barrio de Pájara, tres de ellos compartidos con La Medida…

En el siguiente enlace se puede descargar el artículo completo:

Güímar: Don Miguel Rodríguez Rodríguez (1824-1887), sargento 1º de Milicias, comandante de armas de Güímar, Arafo y Candelaria, tallador de quintos, elector contribuyente, vocal eximido de la Junta Municipal de Amillaramiento y agricultor

Nuestro biografiado, quien trabajó durante toda su vida como agricultor en sus propiedades, siguió una modesta carrera militar en la 6ª compañía del Batallón Provincial de La Laguna, en la que fue ascendiendo desde soldado a cabo 2º, cabo 1º, sargento 2º y sargento 1º de Milicias. Con este último empleo fue nombrado comandante de armas de Güímar, Arafo y Candelaria, actuando también como tallador de quintos en el Ayuntamiento de su Güímar natal. Además, figuró entre los electores contribuyentes de dicho municipio para la elección de diputados a Cortes; y fue nombrado vocal de la Junta Municipal de Amillaramiento, aunque de este cargo fue eximido.

Nació en Güímar el 28 de septiembre de 1824, siendo hijo de don Juan Rodríguez de Campos y doña Juana Rodríguez Espinosa [sic], naturales y vecinos de dicha localidad, donde se habían casado dos años antes. Al día siguiente fue bautizado en la iglesia de San Pedro Apóstol por el presbítero don Nicolás Rodríguez Torres, con licencia del beneficiado servidor don Antonio Rodríguez Torres; se le puso por nombre “Miguel Wenceslao” y actuó como padrino don Nicolás Pérez Cartaya, de la misma naturaleza y vecindad…

En el siguiente enlace se puede descargar el artículo completo:

Güímar: Fray Martín de la Cruz (1764-1795), presbítero y lector de artes dominico, fallecido en plena juventud

Nuestro biografiado fue uno de los numerosos güimareros que profesaron en la Orden de Predicadores. Comenzó sus estudios en el Convento de Santo Domingo en Soriano de Güímar, del que pasó al Convento Real de Candelaria, en el que profesó. Luego continuó sus estudios en el Convento y Colegio de Santo Domingo de La Laguna, para poder recibir las órdenes sagradas. Tras su ordenación sacerdotal regresó al Convento de Candelaria, en el que permaneció hasta que se trasladó al convento de San Benito de La Orotava, donde desempeñó el cargo de lector de Artes y falleció prematuramente.

Nació en Güímar el 13 de noviembre de 1764, siendo hijo de don Juan Andrés de la Cruz y doña María Miguel González Bello. Cinco días después fue bautizado en la iglesia de San Pedro Apóstol por el beneficiado don Cristóbal Alonso Núñez; se le puso por nombre “Martín Juan” y actuó como padrino don Francisco Fresneda…

En el siguiente enlace se puede descargar el artículo completo:

Güímar: Don Otón Jesús García Díaz (1921-2003), alférez de la Milicia Universitaria, maestro nacional, perito mercantil, abogado en ejercicio, Medallas de Oro y Platino del Colegio profesional, delegado del Gobierno Civil en el Sur de Tenerife y director de la sucursal de Güímar de la Caja General de Ahorros de Canarias

En este artículo rendimos homenaje a una persona muy conocida y querida en Güímar, el abogado don Otón Jesús García Díaz, quien durante algo más de un cuarto de siglo dirigió la oficina central de CajaCanarias en su ciudad natal. Este culto güimarero, que ostentaba también los títulos de maestro y perito mercantil, desarrolló una corta labor docente en Güímar y Garafía; además, ejerció durante más de cincuenta años como abogado, por lo que mereció las Medallas de Oro y Platino de su Colegio profesional, y llegó a ostentar el cargo de delegado del Gobierno Civil en el Sur de Tenerife e inspector comarcal del Movimiento. También fue miembro de la Acción Católica parroquial y del Club de Leones de Güímar desde su fundación.

Nació en la entonces villa de Güímar el 2 de julio de 1921, a las cinco de la tarde, siendo hijo de don Joaquín García Amaro, natural de Arafo, y doña Hortensia Díaz y Díaz, que lo era de la primera villa, donde habían contraído matrimonio. El 26 de agosto inmediato fue bautizado en la iglesia de San Pedro Apóstol por don José Tarife y Tejera, Lcdo. en Sagrada Teología y beneficiado organista de la Santa Iglesia Catedral; se le puso por nombre “Otón Juan Pedro de Jesús” y actuó como padrino el presbítero don Juan Jesús Amaro y Díaz, Doctor en Teología, natural de Arafo y primo de su padre, siendo testigos don Rafael y don José Jordi Rincón…

En el siguiente enlace se puede descargar el artículo completo:

La parroquia de la Santa Cruz de Lomo de Mena (Güímar)

En un artículo anterior ya nos ocupamos de las antiguas dependencias parroquiales de Lomo de Mena y de la construcción de un Calvario en dicho pueblo, así como de la construcción de la antigua ermita de la Santa Cruz, que fue bendecida en 1932. Inicialmente, ésta dependió de la parroquia de San José de El Escobonal, hasta que en 1967 comenzó a regir la nueva parroquia de San Antonio de Padua del vecino pueblo de La Medida de la que pasó a depender, pues incluiría en su demarcación los núcleos de La Medida, Pájara y Lomo de Mena. En este artículo nos centramos en la elevación de dicha ermita a parroquia y en su trayectoria posterior: la construcción de la nueva iglesia; la inauguración y la bendición de dicho templo y de la nueva plaza; la construcción y la bendición de la cripta; la primera visita de la Virgen del Socorro a la iglesia de Lomo de Mena; otras visitas y acontecimientos ocurridos en la parroquia; las visitas pastorales de los obispos para administrar la Confirmación; la incorporación de Lomo de Mena a la ruta del Hermano Pedro; las imágenes del templo; las principales fiestas y festividades celebradas en la parroquia; y la relación de párrocos de la Santa Cruz, desde 1977 hasta el presente.

Por decreto del obispo don Luis Franco Cascón de fecha 21 de junio de 1975, se creó la parroquia de la Santa Cruz de Lomo de Mena. Pero no comenzó a regir hasta dos años después, el 1 de marzo de 1977, en que se desmembró en su integridad de la parroquia de San Antonio de Padua de La Medida; por tanto sus límites se extendían entre los barrancos de El Calvario (por el Norte) y el de Amea (por el Sur), el mar (por el Este) y la cumbre (por el Oeste), abarcando el núcleo de población de Lomo de Mena, que en el censo de 1970 tenía 476 habitantes y en el momento de la segregación se le estimaba una población de 650 habitantes; y, posteriormente, incluyó el caserío que fue surgiendo en la costa, Balandra-Los Picos. Por ello, con esa misma fecha quedaron rectificados los límites de la parroquia de San Antonio de Padua, que vio reducida su superficie al tener su límite por el Sur a partir de ahora en el Barranco del Calvario (de cumbre a mar). Se nombró como primer cura encargado al sacerdote güimarero don Vicente Jorge Dorta, oriundo de La Medida y cura párroco de Arafo…

En el siguiente enlace se puede descargar el artículo completo:

Güímar: Don Ignacio Padrón Marrero (1905-1957), seminarista brillante, Bachiller, Maestro, Lcdo. en Teología y en Filosofía y Letras, capellán auxiliar del Ejército, párroco, coadjutor, capellán, fundador y director de bandas de música y coros, profesor de idiomas, Religión, Griego y Latín en Bachillerato

Dedicamos este artículo a un destacado sacerdote, oriundo de Güímar, amante de la música y destacado profesor, que llegó a ser un destacado intelectual. Como seminarista cursó una brillante carrera eclesiástica en el Seminario Diocesano de Tenerife, obteniendo el título de Licenciado en Teología en la Universidad Gregoriana de Roma. Tras su ordenación celebró su primera misa en la parroquia de San Pedro de Güímar y ejerció sucesivamente como capellán auxiliar del Ejército, con destino en el Hospital Militar de Santa Cruz de Tenerife, cura ecónomo y párroco propio de San Miguel de Abona, coadjutor de la parroquia de Ntra. Sra. de la Concepción de Santa Cruz de Tenerife, cura ecónomo y párroco propio del barrio de San Andrés, capellán del Reformatorio y párroco en propiedad de Taco; también destacó como orador sagrado. Simultáneamente, obtuvo los títulos de Bachiller, Maestro y Licenciado en Filosofía y Letras; gracias a ellos, desarrolló una dilatada labor docente, que combinó con sus destinos parroquiales, como profesor particular de Bachillerato e idiomas, maestro interino de San Andrés, profesor de Religión del Colegio Alemán y del Instituto de Santa Cruz de Tenerife y catedrático de Griego y Latín de ese mismo Instituto de la capital tinerfeña. Además, dada su arraigada vocación musical, fue director-fundador de la primera Banda de Música de San Miguel, director de un coro en Santa Cruz y cofundador de una banda de cornetas y tambores en San Andrés. A lo largo de su vida mantuvo unos fuertes vínculos con Güímar, donde fue director fundador del Colegio “San Pedro Apóstol” de primera y segunda enseñanza, así como promotor de una biblioteca pública.

Nació en la ciudad de Guía de Gran Canaria el 3 de junio de 1905, siendo hijo de don Juan Evangelista Padrón Sosa, natural de dicha localidad, y doña María Concepción Marrero Pérez, que lo era de la entonces villa de Güímar. Recibió el bautismo en la iglesia matriz de Santa María de Guía. Fueron sus abuelos paternos: don Manuel Padrón Roque y doña Ramona Sosa Guerra, naturales de Guía; y los maternos: don Antonio Marrero Hernández y doña Narcisa Pérez Castillo, que lo eran de Güímar…

En el siguiente enlace se puede descargar el artículo completo:

Güímar: Don Pedro de Castro Rodríguez (1831-1906), sargento 1º de Milicias graduado de alférez y condecorado, agricultor, vicepresidente de la Sociedad Filarmónica y de Recreo, concejal, primer teniente de alcalde y alcalde accidental, cofundador del Casino, vocal fundador de la Subcomisión de la Cruz Roja y corresponsal del diario El Tiempo

Nuestro biografiado siguió una larga carrera militar, de casi tres décadas, en las que fue ascendiendo desde soldado hasta alcanzar el empleo de sargento 1º de Milicias con el sobregrado de alférez; inicialmente prestó sus servicios en el Batallón Ligero Provincial de La Laguna, en situación de provincia, pero la mayor parte del tiempo estuvo movilizado en el Batallón Ligero Provisional de Canarias, de guarnición en Santa Cruz de Tenerife; fue condecorado con una Cruz del Mérito Militar y obtuvo su retiro con sueldo. Tras cesar en el Ejército se estableció como agricultor en su Güímar natal, donde ocupó numerosos cargos sociales y políticos, pues fue: vicepresidente de la Sociedad Filarmónica y de Recreo, interventor electoral suplente, concejal, primer teniente de alcalde y alcalde accidental, cofundador del Casino, vocal fundador de la Subcomisión de la Cruz Roja y corresponsal del diario conservador El Tiempo. Contrajo matrimonio bastante mayor, poco antes de su muerte y probablemente con la mujer con la que llevaba muchos años conviviendo, pero no tuvo sucesión.

Nació en Güímar el 3 de julio de 1831, siendo hijo de don Pedro de Castro Fresneda y su segunda esposa doña Andrea Rodríguez Coello. Dos días después fue bautizado en la iglesia de San Pedro Apóstol por don Agustín Díaz Núñez, Doctor en Sagrada Teología, examinador sinodal y beneficiado curado propio de dicho pueblo y sus anejos; se le puso por nombre “Pedro” y actuó como madrina doña Rosalía Rodríguez…

En el siguiente enlace se puede descargar el artículo completo:

Güímar: Don Juan Antonio Márquez Peraza “Chicho” (1928-2007), puntal de lucha canaria conocido por “Pagés”, directivo premiado, vicepresidente del “C.L. Benchomo” de El Escobonal, presidente del “C.L. Agache” de La Medida, donde da nombre al terrero de lucha, “guanche” de la Virgen del Socorro, agricultor y estibador portuario

Conocido por “Chicho”, este recordado hijo de La Medida fue toda una institución del vernáculo deporte en la comarca de Agache, ya que desde su niñez se volcó en la lucha canaria, llegando a ser puntal del equipo aficionado “Aires de Agache”, en el que se le conoció como “Pagés”. Luego, en su madurez, fue delegado de campo, tesorero, vocal y vicepresidente del “C.L. Benchomo” de El Escobonal; y, posteriormente, vocal, tesorero, delegado de campo, vicepresidente y presidente del “C.L. Agache” de La Medida, donde da nombre al terrero de lucha; en ambos clubes también vendía rifas y entradas, preparaba el terrero e ingresaba lo recaudado en los encuentros en la Caja de Ahorros. En reconocimiento a su intensa labor, recibió varias distinciones, entre ellas dos Premios Cabildo de Tenerife concedidos por la Federación Tinerfeña de Lucha, uno como mejor delegado de terrero y otro especial por su dedicación a la lucha canaria; también se le concedió el Premio “Deporte Vernáculo” por la Asociación Tinerfeña de la Prensa Deportiva; y el Ayuntamiento de Güímar dio su nombre al terrero de lucha canaria de La Medida. Además fue “guanche” en la Romería y Ceremonia de la Virgen del Socorro, soldado de 1ª de Tiradores de Ifni, agricultor y estibador portuario.

Nació en el pago de La Medida el 12 de junio de 1928, a la una de la madrugada, siendo hijo de don Juan Márquez Delgado y doña Clementina Peraza de la Rosa. Dos días después fue bautizado en la iglesia de San Pedro Apóstol por don Domingo Pérez Cáceres, por entonces beneficiado cura propio y arcipreste del partido; se le puso por nombre “Juan”, aunque en el Registro Civil se inscribió como “Juan Antonio”, y actuaron como padrinos don Valeriano Castro y doña Francisca Rodríguez. Siempre fue conocido por “Chicho”…

En el siguiente enlace se puede descargar el artículo completo:

La municipalización de la Banda de Música de Güímar y su reorganización bajo la dirección del prestigioso concertador y compositor don José María Peón Requejo (1916-1919)

Además de en un libro, en varios artículos anteriores ya nos hemos ocupado de los orígenes y la trayectoria de la Banda de Música de Güímar hasta comienzos del siglo XX, por lo que en este artículo nos vamos a centrar en los inicios de la etapa en que esta agrupación fue municipalizada.

En 1914, el Ayuntamiento de Güímar pretendió la municipalización de la Banda de Música de la Sociedad Filarmónica “Euterpe”, pero como no hubo acuerdo le retiró la subvención, lo que condujo a la desaparición del principal centro de cultura que existía en el municipio, así como al cierre de su teatro, a la disolución de la banda que sostenía y a que su prestigioso director, don Miguel Castillo, abandonase Güímar. Ante ello, la corporación municipal apostó por la creación de una Banda Municipal, por lo que se entró en un período de crisis o refundación, que se prolongó durante dos años. En ese tiempo, se contrataron sucesivos directores interinos, que solo ejercieron en períodos muy cortos, hasta que llegó a la dirección el prestigioso maestro don José María Peón Requejo, quien la pudo reorganizar, así como darle estabilidad y un notable nivel durante casi tres años, de 1916 a 1919. Al frente de ella debutó en las fiestas de la Virgen del Socorro, pero su estreno oficial tuvo lugar en un brillante concierto ofrecido en la plaza de San Pedro, que tuvo repercusión nacional y en el que la Banda estrenó su nuevo uniforme, obra del sastre don Ernesto Zamorano, titular también de una administración de lotería que le había dado un premio a su director.

Durante su etapa güimarera, el maestro Peón Requejo formó una orquesta y, como además de director y concertador era un prestigioso compositor, estrenó con la Banda de Güímar cuatro obras suyas, algunas con motivos güimareros: el pasodoble “El 8.718”, las marchas “El Sagrario” y “San Juan” y la gavota “Carmen”; además, se interpretaron por dicha agrupación musical otras obras de las que era autor: dos arreglos o “pot-purrit” de óperas, operetas, zarzuelas y cantos regionales y populares, el pasodoble “Pepito” y la selección de couplets “S. M. El Cine”. Tras abandonar Güímar, debido a los recortes económicos municipales, este prestigioso músico ejerció en el Puerto de la Cruz y en Las Palmas de Gran Canaria…

En el siguiente enlace se puede descargar el artículo completo: