El Beneficio o Parroquia comarcal de Güímar fue creado en 1533, al segregarse de la parroquia matriz de Ntra. Sra. de la Concepción de La Laguna. Comenzó a regir en 1539 y desde entonces tuvo su sede principal en Candelaria, primero en el Santuario de la Virgen, luego en la Cueva de San Blas y finalmente en la iglesia de Santa Ana, construida para ese fin, aunque la ermita de San Juan de Güímar de Arriba también sirvió como ayuda de Parroquia. Su jurisdicción abarcaba toda la comarca, desde el actual término de Candelaria hasta el de Fasnia, ambos incluidos. Pero el 24 de abril de 1630, dicha Parroquia fue trasladada a la iglesia de San Pedro Apóstol de Güímar por el obispo don Cristóbal de la Cámara y Murga, quien dispuso que todos los feligreses “acudan a la dicha yglesia y Parrochia [donde] tienen obligacion, opprimiendoles a ello si fuere necessario”; esta decisión estuvo motivada porque, en esa época, en este pueblo ya estaba concentrado el mayor vecindario y potencial económico de la comarca y, además, la ermita del barrio de San Juan se había derruido un año antes a causa de un temporal. Por ello, en adelante en la iglesia de Santa Ana solo se celebraría Misa algunos días del año, pero no el resto de los Sacramentos.
Los vecinos de Arafo y Candelaria se resistieron a acudir a Güímar y, para intentar retener su parroquia, el 26 de mayo de dicho año los más pudientes de ambos pueblos otorgaron diversas escrituras en las que imponían tributos a favor de la fábrica parroquial de Santa Ana, con los que cubrir los gastos del aceite de la lámpara del Santísimo Sacramento, requisito exigido para poder crear o mantener una parroquia. Pero como no consiguieron detener el traslado, en 1633 iniciaron un largo pleito, que sostuvieron durante una década con el beneficiado de San Pedro. A pesar de recibir tres sentencias favorables al traslado, emitidas en 1633, 1638 y 1639 por los obispos de Canaria, don Cristóbal de la Cámara y Murga y don Francisco Sánchez de Villanueva, así como por el provisor y vicario general de la misma Diócesis, don Luis Ruiz de Alarcón, los vecinos de Arafo continuaron resistiéndose a acudir a la iglesia de San Pedro y, siempre unidos a los de Candelaria, acudieron al provisor del Arzobispado de Sevilla, quien en 1641 dispuso que volviese a establecerse la parroquia en la iglesia de Santa Ana, por lo que se exoneraba al vecindario de ambos pueblos de acudir a Güímar para cumplir con sus obligaciones cristianas. Pero pasaron dos años sin que dicha sentencia se hiciese efectiva, por lo que en 1643 los citados vecinos obtuvieron un mandamiento de ejecución de la misma, que presentaron ante el obispo de Canarias, quien acató dicha sentencia y ordenó al beneficiado de Güímar que cumpliese lo dispuesto. Así se vino a resolver el pleito, al crearse en la iglesia de Santa Ana, en ese mismo año 1643, una ayuda de parroquia (o parroquia aneja) dependiente de la de Güímar y con jurisdicción sobre Arafo. No obstante, a pesar de la solicitud de dichos vecinos, la parroquia principal del Beneficio se siguió manteniendo en Güímar…
En el siguiente enlace se puede descargar el artículo completo: