El “Mirador de Don Martín” en el municipio de Güímar

Uno de los miradores más espectaculares del Sur de Tenerife se sitúa al borde de La Ladera de Güímar, en el punto en el que la Comarca de Agache se asoma al Valle de Güímar para contemplarlo en toda su extensión y belleza, que hoy todos los tinerfeños lo conocen como “Mirador de Don Martín”. Ideado por el rico propietario y político sureño don Martín Rodríguez y Díaz-Llanos, fue construido por el Cabildo de Tenerife en 1954. Tuvo un gran auge en los años cincuenta y sesenta, cuando todo el tráfico del Sur pasaba por la Carretera General, hasta el punto de que junto a él se abrió el Hotel-Parador “Valle de Güímar”, que terminó integrando al Mirador, al ser vendido por el Cabildo al propietario de aquel. Luego, cuando a comienzos de los años setenta se abrió la Autopista del Sur, cayó bruscamente el número de vehículos y visitantes que pasaban por la vía que discurría por las medianías de esta parte de la isla, por lo que decayó el número de clientes de dicho hotel y los visitantes del mirador, hasta motivar el cierre de dicha instalación. No obstante, ha seguido siendo un lugar emblemático de esta parte de la isla, por lo que en varias ocasiones se ha intentado su reapertura total o parcial, pero el mirador aún continúa cerrado al público, no sin cierta polémica.

El origen del nombre del “Mirador de Don Martín” nos lo aclaraba el güimarero Servando Hernández, amigo de la historia local, en un artículo publicado en El Día el domingo 7 de febrero de 1971 que llevaba ese mismo título…

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Fasnia: Dª. María Antonia Díaz Marrero (1920-2003), bachiller y maestra nacional en Fasnia, San Sebastián de La Gomera, Valverde, Afur y San Cristóbal de La Laguna

Como otras muchas fasnieras de su época, nuestra biografiada obtuvo primero el título de Bachiller y luego el de Maestra de Enseñanza Primaria. Tras superar el correspondiente concurso oposición, ejerció como maestra interina en Fasnia, como propietaria provisional en San Sebastián de La Gomera y como propietaria definitiva en Valverde, Afur (Santa Cruz de Tenerife) y en el municipio de San Cristóbal de La Laguna, en el que obtuvo la jubilación, después de más de 40 años de intensa actividad docente, casi 36 de ellos en esa última ciudad. Contrajo matrimonio con otro maestro y consagrado escritor sureño, don Isaac de Vega Gil, Premio Canarias de Literatura, con quien tuvo sucesión.

Nació en Fasnia el 13 de junio de 1920, a las nueve de la mañana, siendo hija de don Ernesto Díaz Peña, de la misma naturaleza, y doña Antonia Marrero Díaz, nacida en Arico. El 1 de junio de 1921 fue bautizada en la iglesia de San Joaquín por el cura párroco don Luis Navarro Nóbrega; se le puso por nombre “María Antonia Edita” y actuaron como padrinos don Juan Peña Rosales y doña África Díaz Tejera, por entonces solteros, de la misma naturaleza y vecindad…

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Candelaria-Güímar: D. Juan Lorenzo de Barrios (1637-1727), primer artillero condestable del Castillo de San Pedro de Candelaria

Este artículo está dedicado a un antiguo personaje, nacido en La Orotava, donde contrajo matrimonio, pero que luego vivió en Arafo y Güímar. Finalmente se estableció en Candelaria, al ser nombrado primer artillero condestable o responsable de la Artillería del Castillo de San Pedro, construido para la defensa de dicho pueblo, sobre todo de la primera Basílica de la Virgen de Candelaria y del anexo Convento dominico. Permaneció durante casi 25 años en dicho empleo militar, en el que luego le sucedió uno de sus hijos.

Nació en la Villa de La Orotava en mayo de 1637, siendo hijo legítimo de don Francisco de Barrios y doña Francisca Lorenzo. “Porque tuvo necesidad”, al hallarse en peligro de muerte al nacer, le “echó el agua en casa”, a efectos de bautismo, “la comadre de este lugar, diestra en este oficio y examinada por los Beneficiados de esta parroquia”; no obstante, el 16 de dicho mes fue catequizado, con óleo y crisma, en la iglesia matriz de Ntra. Sra. de la Concepción de dicha villa, en la que habían contraído matrimonio sus padres; se le puso por nombre “Juan” y actuaron como padrinos en el catecismo don Diego Arras Aldan y doña Inés Pérez…

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Güímar: Soror María de Santo Domingo del Rosario Delgado (1809-1875), monja cantora y priora del Monasterio de Santa Catalina de Siena de San Cristóbal de La Laguna, exclaustrada con polémica

Muchas han sido las mujeres sureñas que han seguido la llamada vocacional y han decidido profesar, en todas las épocas, en las distintas órdenes religiosas existentes en la isla de Tenerife. Antiguamente sólo podían ingresar en los conventos o monasterios de clausura, en los que transcurría su vida de recogimiento, retirada de la realidad mundana, entre el trabajo, la oración y la lectura. Éste fue el caso de “Soror María de Santo Domingo del Rosario Delgado”, a quien dedicamos este artículo.

Esta culta güimarera profesó en el convento de Santa Catalina de Siena de La Laguna, en el que por su agradable voz destacó enseguida como cantora de su capilla de música, siéndole dedicadas diversas piezas musicales por los compositores tinerfeños de su época, incluido su hermano Domingo Crisanto. Además, desempeñó en dos trienios diferentes el cargo de priora de dicho convento, siendo una de las religiosas más destacadas de su época. Pero ciertas desavenencias internas la llevaron a solicitar su exclaustración y abandonar la clausura, lo que desembocó en una de las situaciones más conflictivas y polémicas en la historia de dicho monasterio; finalmente, con grandes dificultades logró salir del Monasterio y continuó residiendo en una casa de dicha ciudad hasta su muerte.

Nació en el barrio de Los Majuelos (Güímar) el 22 de agosto de 1809, siendo hija de don Juan Delgado Fresneda y doña María Victoria Gómez Bello. Al día siguiente fue bautizada en la iglesia de San Pedro Apóstol por el presbítero don José Bernardo Carrillo, teniente del beneficiado don Florentín Núñez y Torres; se le puso por nombre “María Hipólita de los Dolores” y actuó como madrina doña María Dolores Texera…

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Dos organizaciones fundadas en la Villa de Adeje durante la II República: la Federación Obrera (1931-1936) y el Sindicato Agrícola (1935-1940)

Como en el resto de los municipios canarios, la II República fue una época de gran agitación social, política y sindical en la villa de Adeje, por lo que se produjo una ebullición de casinos, partidos políticos y sindicatos, de los que nos iremos ocupando en futuros artículos. En esta ocasión nos vamos a centrar en el último aspecto, en la creación de una Federación Obrera (1931-1936) y un Sindicato Agrícola (1935-1940) en dicho municipio.

Ambas surgieron como defensa del jornalero y el pequeño agricultor propietario frente al latifundio dominante, la Casa Fuerte de Adeje, por entonces representada por Fyffes y don José Curbelo y Cía., que solo en las cumbres del municipio poseía 36.000 hectáreas. La de Adeje no fue una de las Federaciones Obreras más activas de la isla y, por lo tanto, no salió mucho en la prensa tinerfeña, pero existe una clara constancia de su lucha por la defensa de la clase obrera, en coordinación con otras semejantes, hasta su disolución tras el golpe militar que inició la Guerra Civil. Por el contrario, el Sindicato Agrícola de esta villa, constituido por pequeños propietarios conservadores, no fue disuelto, por lo que se mantuvo durante y después de dicha contienda bélica…

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Guía de Isora: Don Isidoro Jordán y González (1853-1911), abogado, propietario agrícola, juez municipal e interventor electoral en Los Silos, alcalde constitucional, fiscal municipal y juez municipal en Guía de Isora

Miembro de una acomodada familia de Los Silos, tras obtener el título de Licenciado en Derecho, nuestro biografiado ejerció como abogado en su villa natal, donde también actuó como juez municipal e interventor electoral; además, fue, al igual que sus hermanos, un notable propietario agrícola. Luego contrajo matrimonio en Guía de Isora, donde se estableció y desempeñó los principales cargos de dicho municipio: alcalde constitucional, fiscal municipal y juez municipal. Su labor fue elogiada en la prensa, por intentar encauzar la administración municipal y por promover la plantación de arbolado en la plaza de dicha localidad. Pero también sufrió ataques políticos, al igual que su cuñado don Antonio González Gorrín, por la gestión de las extensas propiedades que poseían en dicho término. Además, formó parte de la Sociedad “Alfonso Jordán y Compañía”, dedicada al cultivo y a la exportación agrícola. Su muerte fue muy sentida en Guía de Isora, publicándose numerosas notas necrológicas en los periódicos de Tenerife. Le sobrevivió su esposa, rica propietaria, con quien no tuvo descendencia.

Nació en Los Silos hacia 1853, siendo hijo de don José Jordán y González, natural de La Orotava, y doña Úrsula González y González, que lo era de El Tanque, aunque oriunda por su madre de la Villa de Santiago del Teide, pero ambos vecinos de Los Silos. Fue bautizado en la iglesia parroquial de Ntra. Sra. de la Luz…

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Santiago del Teide: Don Fernando Gorrín Domínguez (1724-1797), medianero del Señor del Valle, propietario agrícola y ganadero, alcalde mayor y uno de los vecinos más acomodados de la Villa de Santiago

Miembro de una destacada familia santiaguera, nuestro biografiado fue apadrinado por el III Señor del Valle, quien lo protegió desde su infancia, gracias a lo cual aprendió a leer y escribir, lo que no era frecuente por entonces. Además, al igual que sus antepasados, fue medianero de los sucesivos propietarios de la Casa del Patio, siendo nombrado alcalde mayor de la Villa de Santiago por el V Señor. Llegó a ser un notable propietario agrícola y ganadero, así como uno de los vecinos más prestigiosos y acomodados de la villa de Santiago, pues vivía en Arguayo en una casa de teja propia, lo que estaba al alcance de muy pocos habitantes del término.

Nació en la Villa de Santiago el 6 de enero de 1724, siendo hijo de don Sebastián Gorrín y doña María Domínguez, de la misma naturaleza y vecindad. Tres días después fue bautizado en la iglesia de San Fernando Rey por el cura párroco don Joan de Belazco Barrios [sic]; se le puso por nombre “Fernando” y actuó como padrino don Fernando Javier del Hoyo, vecino y III Señor de dicha villa…

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San Miguel de Abona: Don Ignacio Calcerrada Bello (1867-1964), sargento de Infantería, emigrante a Puerto Rico, agricultor, propietario agrícola, albañil, comerciante, titular de un camión y jurado judicial

Nuestro longevo personaje siguió una modesta carrera militar, en la que ascendió desde soldado a cabo 1º de Infantería; como tal, estando ya en la reserva, se le concedió licencia para emigrar a Puerto Rico, donde vivía un hermano, militar y hacendado, permaneciendo en Lares algo menos de un año. Tras su regreso fue movilizado y ascendió a sargento de Infantería, empleo con el que obtuvo su licencia absoluta. Desde el punto de vista profesional, trabajó en San Miguel de Abona, su pueblo natal, como agricultor, albañil y comerciante; además, fue titular de un camión y propietario agrícola; y actuó como jurado judicial.

Nació en San Miguel de Abona el 28 de julio de 1867, a las once de la mañana, siendo hijo de don Saturnino Calcerrada Delgado Llarena y doña María (Candelaria) Bello de León, de la misma naturaleza. El 10 de agosto inmediato fue bautizado en la iglesia del Arcángel San Miguel por el cura párroco Br. don Juan Frías y Peraza; se le puso por nombre “Ignacio del Santísimo Sacramento” y actuaron como padrinos don José Gabriel Monroy y doña María Candelaria Martínez, siendo testigos don Cipriano Bello y don Juan Pulido…

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La Murga o Filarmónica “Do-Re-Mi” de Güímar en su primera etapa (1935-1936)

Güímar ha tenido en distintas épocas un cierto protagonismo en el carnaval tinerfeño, pues, además de la actual representación de “Las Burras” en el casco y el tradicional entierro de la Sardina en El Escobonal, en este municipio han existido dos murgas adultas, una de las cuales obtuvo en su segunda etapa dos premios en las “Fiestas de Invierno” de Santa Cruz de Tenerife.

En 1930 surgió la primera murga del municipio de Güímar en el barrio de San Juan, a la que se conoció en esta ciudad como la “Banda de Roque” y también se la he mencionado en la bibliografía como la “Murga del Bizco”; se mantuvo hasta 1932 y fue su director Roque García y García. Le siguió la Filarmónica “Do-Re-Mi”, promovida por don Cándido Estévez Ramos y Anselmo Gómez Díaz, que actuó en Güímar en 1935-1936, figurando como director don Zacarías Jorge. En la posguerra, se reorganizó la “Banda de Roque”, bajo la misma dirección, que actuó en distintas localidades del Sureste de la isla hacia 1950. Finalmente, en 1963 se reorganizó la Murga “Do-Re-Mi” por Herold Domingo Díaz Martín, la cual fue premiada en Santa Cruz y pervivió hasta 1968. En este artículo nos vamos a ocupar de la Murga “Do-Re-Mi”, en su primera etapa.

La murga pionera, la “Banda de Roque”, creó escuela en Güímar, pues de sus actuaciones fueron testigos Cándido Estévez Ramos y Anselmo Gómez Díaz, quienes en 1935 decidieron formar con sus amigos otra murga, la “Do-Re-Mi”, nombre ideado por el primero de ellos, probablemente por su gran afición musical al ser un destacado músico de la Banda municipal. Creada con el loable propósito de animar los carnavales güimareros, sus componentes llegaron a vestir trajes confeccionados en tela, no de sacos como era frecuente en otras agrupaciones de la época, pero ridiculizando el uniforme con el que se vestían las bandas de música…

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La “Banda de Roque” (1930-1932, 1950), la primera murga de Güímar

El Carnaval de Güímar contó en el siglo XX con dos murgas, cada una de las cuales vivió dos etapas. Así, en 1930 surgió la primera murga del municipio de Güímar en el barrio de San Juan, a la que se conoció en esta ciudad como la “Banda de Roque”, la cual se mantuvo hasta 1932 bajo la dirección de don Roque García y García. Le siguió la Filarmónica “Do-Re-Mi”, promovida por don Cándido Estévez Ramos y don Anselmo Gómez Díaz, que actuó en Güímar en 1935-1936. En la posguerra, se reorganizó la “Banda de Roque”, con el mismo director, y hacia 1950 animó las “Fiestas de Invierno” en Güímar y otras localidades del Sureste de la isla. Finalmente, en 1963 se reorganizó la Murga “Do-Re-Mi”, que fue premiada en Santa Cruz y pervivió hasta 1968, bajo la dirección de don Domingo Díaz Martín.

Ya en una ocasión anterior nos hicimos eco de la existencia de la primera murga de Güímar, surgida en el barrio de San Juan, que Ramón Guimerá Peña denominó la “Murga del Bizco”, en su libro “75 años dando la murga”, aunque el nombre por el que fue conocida en la ciudad sureña fue siempre la “Banda de Roque”. A ella vamos a dedicar este artículo, profundizando en la fundación y actividad de esta curiosa agrupación musical en sus dos etapas (1930-1932 y 1950), así como en su director, Roque García y García, y sus componentes, para que ocupe el lugar que le corresponde en la memoria histórica de nuestro municipio…

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