Fasnia: Don Juan Horacio Díaz y Díaz (1924-1950), la corta existencia de una firme promesa literaria, que escribió poesías, cuentos, novelas y comedias

     En este artículo pretendemos rescatar del injusto olvido la figura de un poeta desaparecido hace 65 años, de un joven escritor, que, a pesar de que vio truncada su vida con tan solo 26 años de edad, víctima de la enfermedad de su época, dejó escrita una importante obra literaria, la mayor parte de ella inédita. Supe de su existencia hace algunos años, gracias a uno de sus sobrinos, el sacerdote don Norberto García Díaz, a quien agradezco la información facilitada para este artículo.

     Huérfano de padre, don Juan Horacio Díaz abandonó su Fasnia natal con poco más de dos años para establecerse en Santa Cruz de Tenerife, ciudad en la que transcurrió el resto de su vida. Supo en su propia carne lo que eran las dificultades económicas, pero logró cierta cultura gracias al Asilo Victoria y al apoyo de una noble familia santacrucera, cursando estudios secundarios, musicales y de idiomas. Trabajó en una empresa exportadora, pero, sobre todo, cultivó su afición literaria (poesía, cuento, novela y comedia), llegando a publicar algunos trabajos, aunque la mayor parte de su producción quedó inédita. Los sentimientos íntimos, que dejó traslucir a su obra, reflejan tristeza, soledad, rebeldía ante lo monótono y una frustración en su vida sentimental.

     Nació en el barrio de El Rincón de Fasnia el 1 de enero de 1924, a las cuatro de la madrugada, siendo hijo de don Juan Díaz Cruz y doña Laureana Díaz Cruz, ambos naturales de la misma localidad. El 27 de ese mismo mes fue bautizado en la iglesia de San Joaquín por el Cura párroco don Luis Navarro Nóbrega; se le puso por nombre “Juan Horacio Ladislao” y actuaron como padrinos don Domingo Marrero Díaz y doña África Díaz Tejera, solteros y de la misma vecindad…

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Artículo-JUAN HORACIO DÍAZ DÍAZ

Candelaria: Don Andrés Oliva Núñez (1911-1990), sargento de la Policía Armada con sueldo de brigada y presidente de la Asociación de Cabezas de Familia de Igueste

Andrés Oliva Núñez     Este artículo está dedicado a un hombre de pueblo de origen modesto, quien tras cursar los estudios primarios comenzó a trabajar con su familia en la agricultura, hasta que pasó a prestar su servicio militar, que hizo como soldado de Infantería. Una vez licenciado, en la II República fue uno de los organizadores del comité local de Acción Popular Agraria en Igueste y vocal de la junta directiva de la Sociedad “Juventud Iguestera”. Tras el comienzo de la Guerra Civil se alistó voluntariamente como artillero 2º y alcanzó el empleo de cabo de Artillería, con el que luego pasó a Zapadores. Una vez concluida la contienda bélica, ingresó en el cuerpo de la Policía Armada, en el que ascendió a sargento y se le premió con el sueldo de brigada, situación en la que obtuvo el retiro; también obtuvo el diploma de socorrista de la Cruz Roja Española. Con posterioridad, al constituirse la Asociación de Cabezas de Familia de Igueste de Candelaria, fue elegido como su primer presidente y al frente de ella logró algunas mejoras para su pueblo natal.

     Nació en el pago de Igueste el 21 de junio de 1911, a las diez de la noche, siendo hijo de don Antonio Oliva Barrios y doña Josefa Núñez Padrón. Al día siguiente fue inscrito en el Registro Civil de Candelaria por el vecino don Francisco García Hernández, natural de Tacoronte, ante el juez municipal don Juan Reyes Fariña y el secretario del Juzgado don Félix González y González, actuando como testigos don Domingo Trujillo y don Ángel Sabina, de la misma vecindad. Dos días después fue bautizado en la iglesia de Santa Ana de Candelaria por el cura párroco don José Trujillo y Trujillo; se le puso por nombre “Andrés Luis” y actuó como madrina su tía materna doña Carmen Núñez Padrón, natural y vecina del mencionado pago…

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Artículo-ANDRÉS OLIVA NÚÑEZ

Relación de sacerdotes titulares de la parroquia de San Juan Degollado de la Villa de Arafo (1795-2015)

Arafo-párrocos     Gracias a los libros sacramentales, conocemos todos los sacerdotes que han estado al frente de la parroquia de San Juan Degollado de Arafo desde su creación en 1795 hasta el presente. En estos casi 220 años han regido la parroquia de Arafo un total de 31 sacerdotes, algunos en varias ocasiones diferentes. De ellos, sólo cuatro la han regentado en propiedad, pero en conjunto suman un total de 171 años, por lo que los 49 años restantes se reparten nada menos que entre 27 párrocos (ecónomos, servidores o encargados). El récord de permanencia lo ostenta don Vicente Jorge Dorta, quien la regentó durante 53 años consecutivos, seguido de cerca por don Antonio Rodríguez Torres (casi 53 años, en dos etapas) y don Hildebrando Reboso Ayala (casi 51 años y medio). Del resto, han destacado: don Claudio Marrero Delgado (más de 13 años y medio, en tres etapas, dos de ellas muy cortas), don Víctor Manuel Álvarez Torres (7 años), don Justo Campos Rodríguez (5 años, en dos etapas), don Pedro González Díaz (casi 4 años y medio), don Ignacio Pérez (casi 4 años) y don Víctor Eusebio Marrero (casi 4 años, en 5 etapas, más otros períodos cortos).

     Con respecto al lugar de nacimiento, solo dos han nacido en el municipio de Arafo (don Víctor Eusebio Marrero y don Claudio Marrero Delgado). Del resto, lo han hecho: 6 en Güímar (don Antonio Rodríguez Torres, don José Elías Hernández, don Pedro Pérez Fariña, don Justo Campos Rodríguez, don Juan Elías Hernández y don Vicente Jorge Dorta); 3 en La Orotava (don Ignacio Pérez, don Francisco Hernández y González y don Pedro González Díaz); 3 en Santa Cruz de Tenerife (don Manuel Bretillard y Vega, don Rafael Tiburcio Rodríguez García y don Juan Francisco Alonso Molina ); 3 en La Palma (don Antonio Pérez Cáceres, don Antonio González Fernández y don Víctor Manuel Álvarez Torres); 3 en la Península (don Fidel Farré y Pujol, don José Folcrá y Pujol y don José Miguel Belamendía Aguirreurreta); 2 en Arico (don José Bernardo Carrillo y don Domingo González y Morales); 2 en La Laguna (don José Tarife y Tejera y don Jerónimo Padilla Morales); 2 en La Gomera (don José Cruz y Bencomo y don José Trujillo y Trujillo); 1 en Candelaria (don Simón Higuera Marrero); 1 San Miguel de Abona (don Manuel Hernández Reyes); 1 en Icod de los Vinos (don Lorenzo Rodríguez González); 1en Fuerteventura (don Atanasio Viña y Vera); y 1 en El Hierro (don Hildebrando Reboso Ayala)…

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Artículo-PÁRROCOS DE ARAFO

Güímar-Vilaflor de Chasna: Don Domingo Elías Estévez (1851-1904), coadjutor de Garachico, La Orotava, Icod de los Vinos y Güímar, cura servidor de Arico y cura ecónomo de La Guancha, San Pedro de Daute, Fasnia y Vilaflor


Domingo Elías Estévez
     Tercero de los sacerdotes de su apellido, nuestro biografiado estudió en los seminarios de Las Palmas de Gran Canaria y La Laguna. Luego, tras su ordenación sacerdotal, comenzó su labor ministerial itinerante, como coadjutor en las parroquias de Santa Ana de Garachico, San Juan de La Orotava y San Marcos de Icod de los Vinos. Más tarde regentó como cura ecónomo las parroquias del Dulce Nombre de Jesús de La Guancha, San Pedro de Daute y San Joaquín de Fasnia, esta última durante nueve años, su destino más duradero. En la media década siguiente destacó como orador sagrado y ejerció como coadjutor de la parroquia de San Pedro de su Güímar natal, donde también actuó como cura interino y de la que sólo se ausentó durante cinco meses, en los que fue cura servidor de la parroquia de San Juan Bautista de Arico. Finalmente, se le destinó a Vilaflor como cura ecónomo de la parroquia de San Pedro Apóstol, a cuyo frente le sorprendió la muerte, cuando solo llevaba cuatro años como párroco, aunque en ese tiempo ya se había ganado la simpatía de todos sus feligreses.

     Nació en el barrio de Guaza de Güímar el 8 de julio de 1851, siendo hijo de don José Elías Hernández y doña Venancia Estévez Díaz. Dos días después recibió el bautismo en la iglesia parroquial de San Pedro Apóstol, de manos del Dr. don Agustín Díaz Núñez, beneficiado propio de la misma y arcipreste del distrito; se le puso por nombre “Domingo” y actuó como padrino don Remigio Antonio Rodríguez…

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Candelaria: Don Buenaventura Pérez Pérez (1930-1997), funcionario de Embajada, contable, traductor, poeta, colaborador periodístico, escritor experto en toponimia guanche y lucha canaria

Buenaventura Pérez Pérez     Establecido en Santa Cruz de Tenerife, pero estrechamente ligado a su villa natal, don Buenaventura Pérez adquirió de manera autodidacta una vasta formación cultural. Gracias a su dominio del inglés obtuvo una plaza de funcionario en la Embajada de España en Monrovia, desde donde comenzó a colaborar en el periódico La Tarde. De regreso a la capital tinerfeña, trabajó como contable y traductor de inglés en empresas exportadoras. Además, hizo sus pinitos como poeta, fue un profundo investigador de la toponimia guanche, tema sobre el que publicó dos libros, y un profundo apasionado de la lucha canaria, deporte por el que sentía una gran afición que le llevó a ser secretario fundador del “Santa Cruz C.L.”. Sobre este último tema colaboraba en la prensa con interesantes artículos de opinión, algunos de los cuales fueron premiados, e incluso tenía una columna habitual denominada “Prisma luchístico”. Diez años después de su muerte, su familia editó una recopilación de sus artículos periodísticos y poemas en el libro titulado “Remembranza isleña”.

     Nació en Candelaria el 2 de diciembre de 1930, a las dos de la tarde, siendo hijo de don Buenaventura Pérez Rivero y doña Ángela Pérez Nóbrega, vecinos de dicha villa en la calle de La Arena. El 6 de abril de 1931 fue bautizado en la iglesia de Santa Ana por el cura ecónomo fray Ángel Marina; se le puso por nombre “Buenaventura Eusebio” y actuó como madrina doña María Delgado Expósito, de la misma vecindad. Fue conocido entre sus amigos por “Ventura”…

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Artículo-BUENAVENTURA PÉREZ PÉREZ

El artículo “La Isla de Tenerife. Güímar” (1878), de Alfonso Dugour Ruz

Güímar antigua-3     Este artículo fue publicado en el semanario de literatura El Ensayo, de Santa Cruz de Tenerife, el 24 de noviembre de 1878. En este breve trabajo, don Alfonso Dugour comienza ubicando el municipio de Güímar y fijando sus límites, aunque lo confunde con el Valle del mismo nombre. Luego describe a la población cabecera del distrito municipal, destacando su distribución a lo largo de una calle principal, el número de viviendas, su fundación, su iglesia parroquial, el convento dominico (su fundación, incendio y reconstrucción) y la antigua ermita de San Juan. Posteriormente, se centra en la época guanche, mencionando a su último mencey, Añaterve, y la visita del adelantado Fernández de Lugo al Valle para rendir culto a la Virgen de Candelaria, imagen que sacaron en procesión los menceyes sometidos. Continúa señalando el reparto de tierras, la construcción de las primeras casas por los nuevos propietarios y los cultivos que se sucedieron en el Valle (caña de azúcar, viña, cochinilla, cereales y papas). Finalmente, describe con cierto detalle la iglesia de San Pedro, las características de la población, el paisaje vegetal, adornado con tuneras y árboles frutales, y las aguas, así como la producción cerealista y ganadera; estos párrafos son sin duda los más interesantes del artículo, por ayudarnos a conocer como era Güímar en esa época. Se trata de un trabajo sencillo, aunque de cierto interés por la fecha en la que fue escrito, en el que el autor solo describe muy someramente el casco de Güímar, que seguramente visitó, no mencionando los numerosos barrios y pueblos que conforman el término municipal. Sin embargo, salpica el texto con algunos datos históricos sacados de las obras de Juan Núñez de la Peña, José de Anchieta y Alarcón y José de Viera y Clavijo, algunos de ellos erróneos.

     El autor, don Alfonso Dugour Ruz (1843-1892), nació en Arrecife de Lanzarote y falleció en Santa Cruz de Tenerife. Trabajó como tenedor de libros y comerciante, destacando en su juventud como actor aficionado. Fue un prolífico periodista, que colaboró en diversos periódicos y revistas insulares, entre ellos la Revista de Canarias y El Laúd Canario; fue redactor de El Ensayo y de El Museo Canario; y llegó a ser director de El Ramillete de Canarias, Las Noticias y Las Novedades. Lamentablemente, no recogió en libros sus numerosas composiciones poéticas, publicadas en los periódicos en los que colaboraba. Fue un personaje muy activo en el mundo cultural tinerfeño, pues ocupó la presidencia del Círculo de Amistad y perteneció al comité del Partido Democrático de Santa Cruz de Tenerife. También tuvo una intensa actividad masónica, en la que utilizó el sobrenombre “Anaga”, alcanzando el grado 20 y los cargos de orador y venerable maestro. Contrajo matrimonio con doña Kenelma Siliuto y Briganty, quien poseía una voz excelente y cuidada, con la que descolló en los círculos culturales de la capital tinerfeña…

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Fasnia: Don Basilio José Acosta Valladares (1811-1881), decano de los párrocos de este pueblo, pues regentó la parroquia de San Joaquín durante 38 años y hasta su muerte

Fasnia-255b (CFIT)-2    Muchos han sido los sacerdotes que han estado al frente de la parroquia de San Joaquín de Fasnia desde 1796, en que fue erigida y comenzó a regir, y varios de ellos han permanecido a su frente durante un elevado número de años. Pero ninguno ha alcanzado el récord de permanencia del sacerdote villero don Basilio José Acosta Valladares, quien la regentó durante casi 38 años, hasta su muerte. Además, fue mayordomo de la fábrica parroquial, comisionado de culto y clero del Arciprestazgo de Güímar, y, sin duda, un párroco profundamente enamorado de Fasnia, como demostró en algunas declaraciones.

     Nació en la Villa de La Orotava el 14 de junio de 1811, siendo hijo de don Juan de Acosta Hernández y doña Josefa Valladares García, naturales y vecinos de dicha villa. Dos días después fue bautizado en la iglesia parroquial matriz de Ntra. Sra. de la Concepción por el presbítero don Ignacio Yañez Sansón, con licencia del beneficiado Dr. don Ignacio de Llarena, examinador Sinodal de este Obispado; se le puso por nombre “Basilio Josef del Sacramento” y actuó como padrino el Lcdo. don Francisco Sánchez Muñoz…

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Artículo-BASILIO JOSÉ ACOSTA VALLADARES

Santiago del Teide-Guía de Isora: Don José Gorrín y Barrios (1816-1882), teniente de Milicias, comandante de armas, mayordomo de la fábrica parroquial, notario público, alcalde y juez de paz

José Gorrín Barrios-hoja-2     Aunque no pasó de teniente por su prematuro retiro, don José Gorrín y Barrios fue toda una institución en la comarca suroeste de la isla, ya que compartió su vida entre la Villa de Santiago y el inmediato pueblo de Guía, municipios en los que desempeñó los cargos más relevantes. En su Valle natal, siendo aún subteniente de Milicias, ejerció como comandante de armas y mayordomo de la fábrica parroquial; mientras que en Guía de Isora fue comisionado del distrito electoral, notario público eclesiástico, mayordomo de la fábrica parroquial, mayordomo de Ntra. Sra. de la Luz, alcalde constitucional, juez de paz y jurado judicial. También fue un importante propietario, que llegó a ser el mayor contribuyente del municipio de Guía.

     Nació en el pago de Tamaimo el 4 de enero de 1816, siendo hijo del teniente don Juan Gorrín González-Sotomayor, natural de dicho lugar, y de doña Clara Barrios y Forte, que lo era de la Villa de Garachico. Días después recibió el bautismo en la iglesia parroquial de San Fernando de la Villa de Santiago, de manos de don Victoriano Perdigón, cura rector de la misma…

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Artículo-JOSÉ GORRÍN BARRIOS

Relación de párrocos de Ntra. Sra. de la Luz de Guía de Isora (1738-2015)

Guía-21.4 (CFIT)-3     Desde el punto de vista religioso, los vecinos establecidos en el actual término de Guía de Isora dependieron inicialmente de la parroquia de San Pedro de Daute (Garachico), de 1514 a 1533; luego de la de Ntra. Sra. de los Remedios de Buenavista del Norte, de 1533 a 1679; de la de San Fernando del Valle de Santiago, de 1679 a 1738; y a partir de 1738 de la ayuda de parroquia de Ntra. Sra. de la Luz de Guía, elevada a parroquia totalmente independiente a finales de ese mismo siglo. No conocemos todos los capellanes que estuvieron encargados del culto de la ermita de Guía cuando ésta dependía de otras parroquias, pero sí los párrocos que han estado al frente de ella desde que se convirtió en ayuda de parroquia, gracias a los distintos libros sacramentales.

     Como curiosidad, de los 35 párrocos que conocemos en estos 277 años (1738-2015), pues varios repitieron en el cargo en distintas etapas, el récord de permanencia al frente de la parroquia lo ostenta don Sebastián Afonso García, quien la regentó durante 42 años y medio, seguido por: don José Antonio de León Ferrera, con 25 años; don Salvador Morales y Real, más de 19 años (en dos etapas); don Antonino Delgado y Delgado, casi 19 años; don Agustín Hurtado de Mendoza y Salazar, 16 años; don Rufino Pérez de Leceta Aguirre y don Carlos Arceniega Martínez de Lapera, 15 años; don Salvador Manuel Bargas de Soto, más de 12 años y medio; don Domingo Caneiro, más de 12 años; don José Pérez, 12 años; don Domingo de Armas y Manrique, 11 años y medio; don José Serret y Sitjá, más de 10 años; fray Pedro de los Monteros y Fuentes, más de 9 años y medio; don Epifanio Díaz Saavedra, más de 9 años; don José Antonio de la Cruz, casi 7 años y medio; y don Eusebio Andrés Méndez García, más de 7 años.

     La mayoría de los párrocos han nacido en Tenerife y de ellos, cuatro en Icod de los Vinos: don Nicolás Valentín de Farias Aguilar, don José Agustín Perdomo Domínguez, don Antonino Delgado y Delgado y don Sebastián Afonso Pérez; cuatro de La Laguna: don Juan Espinosa y Salas, don Gerónimo Mora y Hernández, don Joaquín Amaral Ramírez y don Epifanio Díaz Saavedra; dos de La Orotava: don José Antonio de León Ferrera y don Francisco Hernández y González; dos de Garachico: don José María Abad y León y don Salvador Morales Real; y otros dos de Los Realejos: don Eusebio Andrés Méndez García y don Ángel Jesús González Yanes; y el resto son naturales de otras localidades tinerfeñas: don José Antonio de la Cruz (Fasnia), fray José Pérez Bello (Güímar), don José Yanes Machado (Santa Úrsula), don Manuel Afonso Martín (La Victoria de Acentejo), don José Pérez Reyes (San Juan de la Rambla), don Antonio Rodríguez Bello (Santa Cruz de Tenerife) y don Antonio González León (San Miguel de Abona). De los nacidos fuera de esta isla, cuatro son de la Península: don Domingo Caneiro (Orense), don José Serret y Sitjá (Gerona), don Rufino Pérez de Leceta Aguirre (Álava) y don Carlos Arceniega Martínez de Lapera (Álava); dos de La Palma: don José Ana Jiménez y Pérez (El Paso) y don Matías Batista Díaz (Breña Baja); uno de La Gomera: don Agustín Hurtado de Mendoza y Salazar; y otro de Gran Canaria: don Jacinto Caballero y Vega (Ingenio). De los restantes, aún no conocemos el lugar de nacimiento…

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Artículo-PÁRROCOS DE GUÍA DE ISORA

Güímar-Fasnia: Don Pedro Pérez Elías (1780-1862), fraguero, mayordomo de la fábrica parroquial, apoderado, regidor, procurador síndico, alcalde real y constitucional de Fasnia

Escobonal-1930     Resulta curioso que, hasta el presente, han existido más hijos de El Escobonal que han ostentado la alcaldía de Fasnia que los que han alcanzado la de Güímar, a pesar de que dicho pueblo siempre ha pertenecido a este último municipio. Este artículo está dedicado a uno de los muchos escobonaleros que a lo largo de la historia se han integrado plenamente en el vecino municipio, hasta el punto de que en el Ayuntamiento de Fasnia don Pedro Pérez Elías desempeñó diversos cargos: apoderado para el Cabildo abierto, regidor, alcalde real, procurador síndico, escrutador electoral y alcalde constitucional. Además, estuvo muy vinculado a la parroquia de San Joaquín, en la que actuó con frecuencia como testigo en la otorgación de testamen­tos y llegó a ser nombrado mayordomo de la fábrica parroquial. Profesionalmente, alternó su trabajo en la agricultura con su oficio de fraguero, dedicado a la obtención y venta de la madera que obtenía en el pinar de la jurisdicción.

     Nació en el “Pago de San José” (El Escobonal) el 14 de abril de 1780, siendo hijo de don Cristóbal Pérez Elías y doña Beatriz Manuel (Guanche) de Castro. El 21 de dicho mes fue bautizado en la iglesia de San Pedro Apóstol de Güímar por el presbítero don Agustín Antonio Núñez, con licencia de don Luis Ambrosio Fernández del Castillo, beneficiado propio de dicha parroquial y de la de Santa Ana de Candelaria; se le puso por nombre “Pedro de San Telmo” y actuó como padrino don Ambrosio Camacho…

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