La agitación social, política y sindical de El Escobonal (Güímar) durante la II República Española en Canarias (1931-1936)

Este año se cumple el 85 aniversario del final de la II República en Canarias, truncado bruscamente por el golpe de estado que inició la Guerra Civil Española, aunque en parte de la Península se prolongó durante los tres años que duró dicha contienda. En el presente artículo vamos a hacer balance de lo que supuso esta interesantísima etapa en la historia política y sindical de El Escobonal (Güímar), centrándonos en la creación de agrupaciones políticas y sindicales, así como en la repercusión de éstas en las elecciones generales y municipales que se celebraron en esos cinco años (de 1931 a 1936). Gracias al fondo de Asociaciones del Gobierno Civil, que se custodia en el Archivo Histórico Provincial, al Archivo Municipal de Güímar, a la prensa de la época y a las fuentes orales, podemos conocer cómo se desarrolló la actividad política en este interesante período de nuestra historia.

Al final de la II República, El Escobonal alcanzó el máximo demográfico de su historia, con más de 2.300 habitantes, que lo situaban como el 10º núcleo de población de la isla en número de habitantes, a pesar de no ser una cabecera municipal. Por ello, no es de extrañar que en ese interesante período de nuestra historia, este pueblo contase con un alcalde de barrio, varios concejales, dos agrupaciones políticas, una federación obrera, dos casinos, dos orquestas de baile…

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Guía de Isora: Don Manuel Hernández y Hernández (1845-1929), agricultor, emigrante a Cuba, sargento 2º de Milicias, concejal del Ayuntamiento y jurado judicial

Miembro de una familia modesta, nuestro biografiado trabajó durante toda su vida como agricultor. Además, a los 22 años de edad entró a servir por sorteo como soldado de la Sección Ligera Provincial de Abona, en la que, como reconocimiento a sus méritos y servicios, enseguida ascendió a cabo 2º y cabo 1º de Milicias. Mientras ostentaba dicho empleo se le concedió una licencia de un año para emigrar a la isla de Cuba, con el fin de resolver los asuntos que había dejado pendientes al morir allí su hermano Pedro, lo que efectuó. Tras su regreso, fue ascendido a sargento 2º de Milicias en la misma Sección de Abona. Después de licenciado, fue elegido concejal del Ayuntamiento de Guía de Isora y también fue designado jurado, por sorteo, para los juicios a celebrar en la cabecera del partido judicial de La Orotava.

Nació en Guía de Isora (por entonces denominado “Guía de Tenerife”) el 7 de octubre de 1845, siendo hijo de don Cristóbal Hernández Pérez y doña Emilia Hernández del Pino. Cinco días después fue bautizado en la iglesia de Ntra. Sra. de la Luz por el cura párroco don Domingo Carreiro; se le puso por nombre “Manuel Antonio del Sacramento” y actuó como padrino su tío don José Hernández Pérez…

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Güímar: Don Hermenegildo Rodríguez Pérez (1873-1973), agricultor, emigrante, interventor electoral, alcalde de barrio de Lomo de Mena y La Medida, presidente interino y primer vocal de la “Asociación Pro-Cultural del Escobonal”, archivo viviente y promotor de la primitiva ermita de Lomo de Mena, donde da nombre a una calle

Este artículo está dedicado a un modesto agricultor, que emigró a Cuba para mejorar su fortuna, trabajando en dicha isla en el cultivo de la caña de azúcar, y a su regreso continuó dedicado a dicha profesión, sobre todo como viticultor. Alcanzó una notable cultura autodidacta, lo que le permitió actuar como interventor electoral y ser nombrado alcalde de barrio, en una primera etapa de Lomo de Mena y La Medida y luego en otras dos solo de Lomo de Mena, la última durante toda la II República. También fue miembro de la comisión organizadora, presidente interino y primer vocal de la “Asociación Pro-Cultural del Escobonal”, auténtico ayuntamiento encubierto de Agache que intentó sin éxito la segregación del municipio de Güímar. Además, fue el promotor de la construcción de la primitiva ermita de la Santa Cruz, bendecida en 1932. Después su muerte, con casi 100 años, se dio su nombre a una calle de Lomo de Mena, de donde fue el auténtico archivo viviente.

Nació en el pago de Lomo de Mena el 6 de julio de 1873, a las seis de la tarde, siendo hijo de don Román Rodríguez Torres y doña María Dolores Pérez Duque. Dos días después fue bautizado en la iglesia de San Pedro Apóstol por el cura párroco rector ecónomo don Fidel Farré Pujol, Lcdo. en Sagrada Teología y arcipreste del partido; se le puso por nombre “Hermenegildo” y actuó como madrina doña Paula de Torres, siendo testigos don Francisco Yanes y don Emilio Hernández Delgado.

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Arafo: Don Felipe Marrero de Castro y Barrios (1756-1813), propietario bodeguero, promotor de la creación de la parroquia y del Ayuntamiento, primer mayordomo y hermano mayor de la Hermandad del Sacramento, depositario de la Cofradía de Ánimas, primer alcalde real de Arafo, personero y comisionado del Ayuntamiento

Nacido en el seno de una familia acomodada, nuestro biografiado permaneció durante toda su vida en Arafo, aunque sus tres hermanos mayores emigraron a América. Trabajó como arriero y llegó a ser un acomodado propietario agrícola, así como bodeguero y exportador de aguardiente. Además, prestó sus servicios en las Milicias Canarias y fue el primer alcalde real de su pueblo natal, cargo en el que repitió en otras dos ocasiones, desempeñando también los cargos de personero y comisionado del Ayuntamiento para el Cabildo abierto. También tuvo una vida activa en la parroquia de San Juan Degollado, pues fue primer mayordomo y luego hermano mayor de la Hermandad del Santísimo Sacramento, así como depositario de la Cofradía de las Benditas Ánimas.

Nació en el pago de Arafo el 24 de mayo de 1756, siendo hijo de don Pedro Marrero de Castro y Torres, natural de dicho pago, y doña Ángela de Barrios Rodríguez, que lo era de Candelaria. Dos días después fue bautizado en la iglesia de Santa Ana de Candelaria, de la que por entonces dependía dicho pueblo, por el teniente de beneficiado don Pedro Hernández de Oliva y Álvarez de Ledesma; se le puso por nombre “Felipe” y actuó como padrino el condestable don Pedro Lorenzo de Barrios, su abuelo materno…

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Descripciones del término municipal de San Miguel de Abona en la primera mitad del siglo XIX

En el presente trabajo se incluyen seis descripciones del municipio de San Miguel de Abona que, por lo general, son de extensión bastante limitada, así como dos referencias indirectas o colaterales a esta localidad, todas de la primera mitad del siglo XIX. En el conjunto de ellas se destacan diversos aspectos: la situación en el contexto comarcal e insular; los límites o la distancia a otras localidades; la población; la parroquia; el ayuntamiento; el embarcadero más próximo; la riqueza o los recursos económicos; etc. Destacan por su extensión y detalle dos de ellas, la de Escolar y Serrano y la de Madoz.

A pesar de la corta información que ofrece la mayoría y al margen de algún error o confusión que hemos intentado aclarar, todas incluyen datos de interés para conocer algunas características de este municipio en la época estudiada. Una de ellas (Escolar), la más extensa, dedica especial interés a la economía, la parroquia y la población; dos (Mac-Gregor y Díaz Núñez) destacan su segregación parroquial de Vilaflor; otra (Zufiría & Monteverde) menciona la composición de su Ayuntamiento; y la más completa (Madoz), relaciona su situación, clima, población, parroquia, fiestas, límites, orografía, producción agrícola, población y riqueza…

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Güímar: Don Francisco Cáceres y Baulén (1854-1938), primer teniente del Ejército Territorial de Canarias, propietario, jurado judicial, adjunto del Juzgado Municipal, vicepresidente 2º del Casino, “El Porvenir” de La Laguna y socio de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Tenerife

En el tomo IV del Nobiliario de Canarias se recogen amplias reseñas genealógicas de las ilustres familias Lorenzo-Cáceres y Baulén, tan vinculadas con la ciudad de Güímar; la mayoría de sus miembros nacieron en Icod de los Vinos o en La Laguna, pero hoy vamos a recordar a uno de ellos que nació en el Valle sureño, don Francisco Cáceres y Baulén. Éste inició la carrera militar como simple soldado para luego ascender, sucesivamente, a alférez y teniente; estuvo de guarnición en la capital de la provincia en varias ocasiones y obtuvo la licencia absoluta, a solicitud propia, como primer teniente de la Escala de Reserva del Ejército Territorial de Canarias. Además, fue un rico propietario de San Cristóbal de La Laguna, donde actuó como jurado judicial, adjunto del Juzgado Municipal, socio del Casino de La Laguna, vicepresidente 2º del Casino “El Porvenir” de la misma ciudad y socio de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Tenerife.

Nació en Güímar el 16 de junio de 1854, siendo hijo de don Nicolás de Lorenzo Cáceres y Martínez de Santaella, natural de la Villa de Icod, y doña Francisca Baulén y Castro Ayala, que lo era de la ciudad de La Laguna, pero residentes en el barrio güimarero de Chacaica. Tres días después fue bautizado en la iglesia de San Pedro Apóstol por don Agustín Díaz Núñez, “Doctor en Sagrada Teología Examinador Sinodal, Beneficiado Curado propio de esta iglesia y sus anejos y Vicario Arcipreste, Juez eclesiástico del mencionado pueblo y su partido”; se le puso por nombre “Francisco Javier Lutgardo Ramón Augusto” y actuó como madrina doña Florentina Cáceres, natural de Güímar…

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Las fiestas patronales y los casinos de Chimiche (Granadilla de Abona) durante la II República Española

En este artículo nos vamos a ocupar de las fiestas que se celebraron en el pueblo de Chimiche (Granadilla de Abona) en los últimos años de la II República Española en estas islas, concretamente entre 1934 y 1936. Como ya hemos puesto de manifiesto en otros artículos, ésta fue una época de gran inquietud política, social y cultural en los municipios del Sur de Tenerife, en los que proliferaron los casinos, las agrupaciones musicales, los comités políticos y las federaciones obreras.

Esa intensa actividad política también se vivió en Chimiche, como se aprecia en el nombre de la plaza de la República, así como de algunas vías públicas: Avenida Primo de Rivera, calles de Niceto Alcalá Zamora, Almirante Cervera y General O’Donnell. Además, se reflejó en las fiestas, pues aparte de los actos religiosos más tradicionales en honor de Nuestra Señora del Carmen, se incorporaron numerosos actos recreativos y deportivos. En los tres años estudiados siempre duraban dos días, el 16 y el 17 de julio. Los actos religiosos se limitaban a repiques de campanas; misas, con coro y sermón; y procesiones, acompañadas por bandas de música y con fuegos artificiales. Los actos recreativos incluían el recibimiento de las bandas de música; la diana, amenizada por las mismas; paseo y música o verbena en la plaza, en la tarde, por dichas bandas; elección de “Miss Chimiche”, solo en el año 1935; cabalgata, solo en 1936; bailes en los casinos, en 1935 y 1936; y una verbena nocturna en la plaza, en 1936. Mientras que los actos deportivos incluían un encuentro de lucha canaria, solo en 1934; carrera de bicicletas en 1934 y 1936; corrida de sortijas en 1935 y 1936, incluso con corredores de otros pueblos; y juego de la sartén, en 1935.

De la lectura de estos programas festivos, llama la atención la existencia en Chimiche de “Casinos” en 1935, así como del “Casino Chimiche” en 1936, en el que se celebró un baile, para el que su presidente donó dos regalos, y una representación teatral; pero del que de momento no tenemos más información de estas sociedades. También sorprende la existencia de cuatro ciclistas afamados de Chimiche y Granadilla casco, apodados “El Abisinio”, “El Cuervo”, “Cheo” y “Panchillo”. Asimismo, es muy llamativa la celebración de un concurso de bandas en 1936, en el que tomaron parte cinco agrupaciones musicales, tres de ellas muy conocidas en el Sur de Tenerife, las de Adeje, Arafo y Granadilla, pero otras dos de sendos barrios de este último municipio, las de Charco del Pino y Los Blanquitos, de las que no hemos encontrado por el momento más datos…

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Arico: Don Florentín Patricio Acosta (1793-?), subteniente de Milicias provinciales, suplente de los empleos de sochantre-organista, sacristán mayor y notario público de la parroquia, alcalde constitucional de Arico y emigrante a Cuba

Nuestro biografiado ingresó como soldado distinguido en el Regimiento Provincial de Abona, en el que luego ascendió a subteniente de la 3ª Compañía, habiendo prestado sus servicios durante un total de 18 años. Además, desempeñó como suplente todos los empleos de los que era titular su padre en la parroquia de San Juan Bautista: sochantre-organista, sacristán mayor y notario público eclesiástico. También fue elegido alcalde constitucional de Arico. Pero, tras solicitar su retiro de las Milicias, fue perseguido por la Intendencia General de Canarias acusado de contrabando, por lo que abandonó esta isla y emigró a Cuba, donde murió.

Nació en Arico el 13 de marzo de 1793, siendo hijo de don José Antonio de Acosta y doña María Rita (Rodríguez) del Castillo y Gómez. Cuatro días después fue bautizado en la iglesia de San Juan Bautista por fray José Neda, definidor de la Orden de San Francisco y teniente servidor de dicha parroquia, con licencia del cura párroco don José Hernández de Ara; se le puso por nombre “Florentín Patricio” y actuó como padrino don Mateo de Morales, vecino de dicho lugar.

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Candelaria: Don Nicolás del Castillo Higuera (1901-1933), seminarista, Bachiller, maestro sustituto de Igueste de Candelaria, secretario fundador de la Sociedad “Juventud Iguestera”, impulsor del Partido Republicano, somatenista, empleado del Juzgado de Santa Cruz de Tenerife y estudiante para procurador de los Tribunales

En este artículo vamos a recordar a un inquieto y malogrado iguestero, quien comenzó sus estudios en el Seminario Diocesano, continuando luego el Bachillerato en un colegio religioso y en el Instituto de Canarias, época en la que comenzó su intensa vida social. Como tal Bachiller ejerció durante dos años como maestro sustituto de Igueste de Candelaria. Además, en su pueblo natal fue secretario fundador de la Sociedad “Juventud Iguestera” durante cuatro años y medio, impulsor del Partido Republicano Tinerfeño, somatenista y accionista de galerías. Luego se estableció en Santa Cruz de Tenerife, donde adquirió una vivienda, estuvo empleado en el Juzgado y cursó estudios para obtener una plaza de procurador de los Tribunales, que no pudo obtener por su prematuro fallecimiento.

Nació en Igueste de Candelaria el 30 de diciembre de 1901, siendo hijo de don Nicolás del Castillo Marrero y doña Bárbara Higuera Marrero. El 7 de enero inmediato fue bautizado en la iglesia de Santa Ana de Candelaria por don Norberto Álvarez y González, cura regente de la misma; se le puso por nombre “Nicolás” y actuó como madrina doña Antonia Higuera.

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