La Hermandad del Santísimo Sacramento de la parroquia de San Juan Degollado de la villa de Arafo (1795-1957)

arafo-hermandad-sacramento     Por auto del obispo don Antonio Tavira y Almazán, de fecha 17 de octubre de 1795, se creó la parroquia de San Juan Degollado de Arafo y se le señaló por sede la primitiva ermita del siglo XVII, que los vecinos habían ampliado en el transcurso de los años. El 24 de ese mismo mes se nombró el primer párroco en la persona del sacerdote güimarero don Antonio Rodríguez Torres; el 8 de noviembre se celebró la función de colocación, con lo que dicha parroquia comenzó a regir; y el 3 de diciembre inmediato el citado obispo emitió el decreto de mandatos que debían regular la vida parroquial. La segregación directa se produjo de Santa Ana de Candelaria, pero como ésta sólo había sido hasta entonces una parroquia auxiliar de la de San Pedro de Güímar, la separación última se efectuó de esta parroquia, a la que desde entonces se consideró como su matriz.

     La obligación de crear la Hermandad del Santísimo Sacramento se incluyó en el citado decreto de mandatos, que el obispo Tavira dictó tras la erección de la parroquia. En cumplimiento del mismo, pocos meses después se redactaron sus constituciones, que fueron aprobadas por dicho obispo en 1796. Desde entonces se ocupó de solemnizar y organizar las principales festividades religiosas, así como del mantenimiento del templo y de la cera votiva. Tenía el privilegio de festejar la Custodia tres veces al año (Año Nuevo, Pascua de Resurrección y Corpus), además de la adoración que hacían los domingos terceros y el Día de la Ascención. Según sus estatutos, tenían el deber de asistir en comunidad y con estandarte a los entierros de los hermanos fallecidos, tras encomendarles previamente sus almas en la iglesia, con oficios de difuntos. La Hermandad reformó sus estatutos en 1837 y 1854; se reorganizó en 1855; redactó nuevos reglamentos en 1864 y 1874; se refundó en 1874; y cesó en sus actividades en 1957…

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Artículo-HERMANDAD DEL SANTÍSIMO SACRAMENTO-ARAFO

Güímar: Don Manuel Delgado Pérez (1901-1958), sacristán, sochantre-organista, notario público eclesiástico, director de las bandas de música de La Matanza de Acentejo y Güímar, comerciante, escribiente y fiscal comarcal

manuel-delgado-perez     El año 2008 se cumplió el 50 aniversario de la muerte de dos destacados miembros de la Banda de Música de Güímar, don José Antonio Aguilar Delgado y don Manuel Delgado Pérez. Curiosamente, los dos nacieron y murieron el mismo año; los dos fueron profesores de la academia y subdirectores de la prestigiosa agrupación musical, y ambos estuvieron encargados de su dirección. En este artículo nos vamos a ocupar del segundo de ellos, quien también fue sacristán y notario público eclesiástico de la parroquia de San Pedro de Güímar; sochantre-organista de la misma parroquia y de la del Salvador de La Matanza de Acentejo, así como director de los coros parroquiales de ambas. Además, fue director de la Banda de Música de La Matanza, pianista de la orquesta “Euterpe” de Güímar, propietario de una cafetería, escribiente del Juzgado y fiscal comarcal de Güímar.

     Nació en la calle San Pedro Arriba de Güímar el 12 de marzo de 1901, a las siete de la mañana, siendo hijo de don Gonzalo Delgado Jorge y doña Elena Pérez y Pérez. El 25 de ese mismo mes fue bautizado en la iglesia de San Pedro Apóstol por el cura ecónomo don Rafael Tiburcio Rodríguez, arcipreste del partido; se le puso por nombre “Gregorio Manuel” y actuó como padrino don Fortunato Jorge, siendo testigos don Rafael Hernández Delgado y don Pedro Feo Cabrera, de dicha vecindad. Fue conocido solo como “Manuel” y entre sus conocidos con el apodo de “Peloto”…

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Artículo-MANUEL DELGADO PÉREZ

Candelaria: Don Antonio Chico Díaz (1812-1878), recaudador, vigilante de obras, celador de montes, primer teniente de la Milicia Nacional, juez de paz suplente, hermano mayor del Santísimo Sacramento, síndico personero y alcalde de Candelaria

antonio-chico-diaz     Este rico propietario agrícola llegó a ser en su época el hombre más poderoso de Araya, Cuevecitas y Malpaís, donde poseía cuantiosos bienes, así como el segundo mayor contribuyente de todo el término de Candelaria. Por ello, no es de extrañar que desempeñase numerosos cargos en este municipio: recaudador, regidor del Ayuntamiento, vigilante de obras, celador de montes, perito repartidor, 2º teniente de alcalde, alcalde accidental, primer teniente de la compañía de Milicia Nacional, juez de paz suplente, hermano mayor de la Hermandad del Santísimo Sacramento, elector de diputados, concejal y síndico personero, miembro de la Junta local de Instrucción Primaria y alcalde constitucional. Curiosamente, al final de su vida tuvo serios problemas económicos y gran parte de sus bienes fueron embargados, muchos de ellos incluso después de su muerte a sus numerosos herederos.

     Nació en el pago de Araya el 2 de junio de 1812, siendo hijo de don Miguel Francisco Chico de Sosa, natural de la jurisdicción de La Laguna en el pago de El Rosario, y doña Bárbara Jacinta Díaz Hernández, que lo era de la primera localidad. Dos días después fue bautizado en la iglesia de Santa Ana de Candelaria por el cura párroco don Esteban Montañés; se le puso por nombre “Antonio Marcelino” y actuó como padrino su tío don Juan José Chico de Sosa, natural de El Rosario y vecino de Araya…

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Relación de alcaldes del municipio de Arona, a lo largo de su historia

arona-alcaldes     No conocemos todos los alcaldes que ha tenido la jurisdicción de Arona, pues de la etapa en que perteneció a Vilaflor de Chasna no se conservan actas ni libros de oficios, por lo que es solamente desde su independencia en 1798 cuando disponemos de algunas fechas exactas de posesión y cese. Sin embargo, gracias a documentos consultados en otros archivos locales, insulares y regionales, tanto públicos como privados, hemos podido elaborar una lista bastante completa de las personas que con anterioridad a dicha fecha ocuparon tanto la Alcaldía Real en el Antiguo Régimen, desde el siglo XVI al XVIII, como en algunos períodos en blanco del siglo XIX. La jurisdicción de estos alcaldes ha variado a lo largo del tiempo, pues en un principio abarcaba a la comarca sur de la isla, la de Abona o Chasna, que incluía a los actuales municipios de Vilaflor, Arona, San Miguel de Abona, Granadilla de Abona y Arico. En 1617, Granadilla se segregó de esta jurisdicción; en 1635 lo hizo Arico; y en 1796 se independizaron en lo religioso Arona y San Miguel, mientras Chiñama se unió a Granadilla de Abona, y en 1798 lo hicieron también en lo civil, por lo que desde entonces han seguido su historia en solitario.

     Como curiosidad, si nos limitamos al período en el que la Alcaldía sólo ha abarcado al actual municipio de Arona, desde 1798 hasta el presente, de los 78 alcaldes que conocemos, pues muchos repitieron en el cargo, el récord de permanencia en la Alcaldía lo ostenta don Manuel Barrios Rodríguez, durante 12 años consecutivos, seguido por: don Juan Reverón Sierra, por lo menos 11 años; don Eugenio Domínguez Alfonso, durante unos 10 años (en dos períodos); don José Alberto González Reverón, 9 años; don José Morera Santana, casi 9 años; don Antonio Fraga Tavío, 7 años; don José Hernández González, por lo menos 6 años (en dos etapas), don Buenaventura Ordóñez Vellar, durante 6 años; y don Miguel Delgado Díaz, que estuvo 6 años consecutivos. Con respecto al lugar de nacimiento, en el mismo período conocemos por lo menos a 11 alcaldes que no han nacido en este municipio: don José Antonio Hernández Montesino (de Adeje), don Agustín González Bethencourt (de Granadilla), don Domingo Estrada de la Guerra (de La Orotava), don Gonzalo Espínola y García de Abreu (de Los Realejos), don José Tomás Peña García (de Antigua –Fuerteventura-), don Juan Galdón Díaz (de Sevilla), don Antonio Díaz García (de La Laguna), don Buenaventura Ordóñez Vellar (de Torregrosa –Lérida-), don José Morera Santana (de Santa María de Guía -Gran Canaria-), don Mario Spreáfico García (de Murcia), y don Francisco José Niño Rodríguez (de Madrid, pero criado en Las Palmas de Gran Canaria). En cuanto a las profesiones de los alcaldes, han sido muy variadas: propietarios agrícolas, militares, maestros, comerciantes, empresarios turísticos, ingenieros, médicos, marinos, etc. Lamentablemente, hasta el momento ninguna mujer ha ostentado la alcaldía…

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Artículo-ALCALDES DE ARONA

Arico: Don Diego Carmelo Rodríguez Marrero (1959-2015), Licenciado y profesor de Teología, vicerrector del Seminario Menor, delegado diocesano de Vocaciones, párroco en Fasnia, Santa Cruz de Tenerife, Granadilla de Abona y La Laguna, arcipreste de esta ciudad, canónigo salmista de la Catedral, capellán de Tenerife II y notario diocesano

diego-carmelo-rodriguez-marrero     El presente artículo está dedicado a un sacerdote sureño que, gracias a su preparación y a su fuerte vocación, alcanzó puestos relevantes en la Diócesis Nivariense. Tras su ordenación por el Papa Juan Pablo II, obtuvo el título de Licenciado en Teología y desarrolló una intensa labor pastoral en numerosos cargos: párroco de Fasnia y La Zarza; profesor de Teología del Seminario Diocesano y vicerrector del Menor; párroco de Miramar y Chamberí, en Santa Cruz de Tenerife; consiliario del Movimiento de Cursillos de Cristiandad, delegado diocesano de Vocaciones, responsable de los Movimientos Carismáticos; párroco de Granadilla de Abona y Los Blanquitos, y vice-arcipreste del distrito; párroco de San Benito, Camino de la Villa y Coromoto, en La Laguna, y arcipreste del distrito; canónigo salmista de la Santa Iglesia Catedral de La Laguna, capellán de Tenerife II, notario segundo del Tribunal Diocesano de primera instancia y destacado orador.

     Nació en la Cortajada de El Bueno (Arico) el 16 de julio de 1959, a las siete de la mañana, siendo hijo de los comerciantes don Diego Rodríguez González y doña María Jesús Marrero Díaz. El 8 de agosto inmediato fue bautizado en la iglesia de Ntra. Sra. de la Luz de Arico el Nuevo por el cura encargado don Miguel González Díaz; se le puso por nombre “Diego Carmelo” y actuó como padrino don José Carlos Concepción Torres, natural de Santa Cruz de Tenerife, y doña Mercedes Rodríguez González. El 4 de febrero de 1968 fue confirmado en el mismo templo…

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Artículo-DIEGO CARMELO RODRÍGUEZ MARRERO

Güímar: Don Faustino Campos Núñez (1846-1879), primer maestro de El Escobonal y capitán graduado de Infantería, condecorado por méritos de campaña y fallecido en la Guerra de Cuba en plena juventud

faustino-campos-nunez     Miembro de una destacada familia, con tan solo 18 años nuestro biografiado fue nombrado primer maestro de la recién creada escuela elemental incompleta del pago de El Escobonal, que regentó durante cinco años. Renunció a dicha plaza para incorporarse a la carrera militar, en la que ingresó como alférez de Milicias, empleo con el que estuvo destinado en el Batallón de Lanzarote y luego en el Batallón Ligero Provisional de Canarias, de guarnición en Santa Cruz de Tenerife, del que fue oficial de Almacén. Luego pasó con el mismo empleo de alférez al cuerpo de Infantería, se integró en el Regimiento Infantería de Toledo y durante algo más de un año estuvo de operaciones en Barcelona y Navarra, con motivo de la Guerra Carlista, en la que por los méritos contraídos en campaña se le concedió el grado de teniente y la Medalla de Alfonso XII con el pasador de Olot. Finalmente, pasó al Ejército de operaciones en la isla de Cuba, con el grado de capitán de Infantería; durante la campaña ascendió a teniente efectivo, ejerció como oficial suplente de Almacén y, por los méritos contraídos en la campaña, se le concedió la Cruz de Primera clase de la Orden del Mérito Militar. Pero cuando parecía que su brillante carrera era imparable, le sorprendió la muerte en dicha campaña de Cuba cuando solo contaba 33 años de edad, en unas circunstancias que de momento desconocemos.

     Nació en el barrio de los Majuelos de Güímar el 14 de febrero de 1846, siendo hijo de don José Antonio Campos Benítez y doña María Nicolasa Núñez. Dos días después fue bautizado en la iglesia parroquial del Apóstol San Pedro por el Dr. don Agustín Díaz Núñez, beneficiado propio de la misma; se le puso por nombre “Faustino del Santísimo Sacramento” y actuó como madrina doña Rita Rodríguez Torres…

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Artículo-FAUSTINO CAMPOS NÚÑEZ

El doble parricidio de Fasnia (1960), un trágico suceso que conmocionó a todas las islas y fue inmortalizado en un poema

fania-acto-gobernador    Este artículo está dedicado a uno de los sucesos más dramáticos que se han vivido en Fasnia y en todo el Sur de la isla, un doble parricidio que, pasadas muchas décadas desde que ocurrió, aún se recuerda con dolor en dicho pueblo y con tantos detalles como si acabase de suceder. Es la historia de una desgraciada familia, borrada del mapa local por la tragedia. Don Ernesto Díaz Cruz y doña Isabel Díaz Cruz, que eran primos hermanos, se casaron y establecieron en Fasnia, su pueblo natal, donde procrearon tres hijos: don Armando Díaz y Díaz (1917-1926), don Alberto Díaz y Díaz (1918-1938) y don José Díaz y Díaz (1927-1975). El primero murió de meningitis, con tan solo 9 años de edad. El segundo fue movilizado con motivo de la Guerra Civil, falleciendo en el frente de Castellón mientras prestaba sus servicios como soldado de Infantería. Por su parte, el más pequeño sufrió una enfermedad mental desde su infancia, que lo hizo ingresar en el Hospital Psiquiátrico de Santa Cruz de Tenerife en varias ocasiones; éste fue el autor del doble parricidio, pues en una de las crisis de su enfermedad acabó violentamente con la vida de sus padres.

     Este trágico suceso se produjo en Fasnia el 17 de octubre de 1960, cuando dicho joven enfermo mental, que había sido ingresado en el Hospital Psiquiátrico de Santa Cruz de Tenerife en varias ocasiones (la última por orden del alcalde tras una denuncia vecinal), abandonó dicho centro a petición de su madre, porque durante su reclusión había mejorado de su enfermedad, probablemente esquizofrenia. Pero, una vez en la casa paterna, dejó de tomar la medicación y volvió a agravarse; sufría fuertes dolores de cabeza y tenía alucinaciones, que le daban por maltratar a su padre y, finalmente, en un forcejeo le rompió la cabeza a éste con una piedra, al igual que hizo después con su madre, cuando ella acudió en defensa de su marido. Luego se escondió en una cueva, hasta que una pareja de la Guardia Civil, junto con algunos vecinos, logró su detención tras una notable resistencia. Fue un suceso tan dramático que conmocionó a todas las islas y quedó perpetuado en un poema…

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Candelaria: Don Manuel Policarpo de la Cruz Marrero (1801-1879), artillero miliciano, labrador, barquero, molinero, subdelegado de Policía, recaudador, depositario del Ayuntamiento y del Pósito, alcalde de mar, alcalde constitucional y juez de paz

manuel-cruz-marrero     Este artículo está dedicado a un polifacético personaje, que desempeñó en Candelaria casi todos los cargos que se podían tener en su época. Prestó su servicio militar como artillero miliciano en la media compañía de Artillería que existía en dicho pueblo; trabajó como labrador, barquero y molinero; y ejerció en dicha localidad como subdelegado de Policía, comisionado organizador de la Milicia Nacional, recaudador de la contribución de culto parroquial, perito repartidor de contribuciones, depositario de los fondos del Ayuntamiento y del Pósito, miembro de la Junta local de Instrucción Primaria, alcalde de mar, alcalde constitucional, juez de paz, depositario y secretario de la Hermandad del Santísimo Sacramento de la parroquia de Santa Ana.

     Nació en Candelaria el 26 de enero de 1801, siendo hijo de don Juan Marcos de la Cruz Núñez, natural de dicho lugar, y doña Agustina Marrero de Barrios, que lo era de Arafo. Dos días después fue bautizado en la iglesia de Santa Ana por el cura párroco don Agustín Tomás de Torres; se le puso por nombre “Manuel Policarpo” y actuó como padrino su tío carnal don Felipe Marrero, natural y vecino de Arafo…

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Artículo-MANUEL POLICARPO DE LA CRUZ MARRERO

Adeje: Don José Díaz-Ledesma González (1900-1963), secretario del Juzgado comarcal de Adeje, y su esposa, doña Adelina Galán Hernández (1898-1979), telefonista de la misma villa

jose-diaz-ledesma     En este artículo nos ocupamos de un destacado adejero, don José Díaz-Ledesma González, que fue seminarista, estudiante de Practicante sanitario y de Magisterio, y secretario por oposición de los Juzgados de Los Realejos y Adeje, de éste durante más de tres décadas y hasta su muerte; además actuó como vicesecretario fundador del “Casino Principal” de Adeje y vocal del Club de fútbol “Sporting Águila”. Contrajo matrimonio con la tacorontera doña Adelina Galán Hernández, quien ejercería como telefonista en Tacoronte, La Victoria de Acentejo y Adeje, villa en la que lo hizo en propiedad durante más de tres décadas y media, hasta su jubilación.

     Nuestro biografiado nació en el domicilio paterno de Adeje el 8 de mayo de 1900, a las siete de la mañana, siendo hijo de don Eduardo Díaz Ledesma y doña Benita Corina González y González (conocida por Clorinda), naturales y vecinos de dicha villa en la calle Grande nº 15. El 17 de ese mismo mes fue bautizado en la iglesia parroquial de Santa Úrsula por el cura ecónomo don José M. González de la Cruz; se le puso por nombre”José María Francisco Miguel de los Dolores” y actuaron como padrinos don Fermín Fraga y Fraga y su esposa doña María González de Fraga, siendo testigos don Antonio Alayón y don Alberto Correa, naturales y vecinos de dicha villa…

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Artículo-JOSÉ DÍAZ LEDESMA GONZÁLEZ-ADELINA GALÁN HERNÁNDEZ

La Sociedad republicana “La Libertad” de San Miguel de Abona (1910-1913)

san-miguel-lalibertad     En un artículo anterior ya señalamos que San Miguel de Abona contó a lo largo del siglo XIX con varios casinos o sociedades de recreo: Casino “La Unión” (1887, 1904-1912 y 1936, en tres etapas), Sociedad “La Juventud” (1909-1911), Sociedad “La Libertad” (1910-1913), Club “San Miguel (desde 1926 hasta el presente) y Sociedad “El Roque” (1953-1955). Llama la atención, que entre 1910 y 1911 llegaran a coexistir en este pueblo tres sociedades. En este artículo nos vamos a centrar en la tercera de ellas, “La Libertad”.

     En noviembre de 1909 se fundó en esta localidad sureña la Sociedad “La Juventud”, con motivo de la escisión sufrida por la única Sociedad que existía hasta entonces, “La Unión”, en una época muy convulsa en San Miguel de Abona desde el punto de vista político. Por ello, prácticamente desde sus inicios se politizó y ello dio lugar a un rápido cisma entre sus socios, sobre todo tras la creación del Comité Republicano local en el mes de diciembre inmediato. El sector “leonino”, mayoritario, controló la junta directiva y modificó el reglamento para limitar el papel del sector republicano; pero éste presentó una denuncia al gobernador civil, logrando su clausura temporal, período que aprovechó para elegir a su propia junta directiva e intentar legalizarla bajo su control. Como era de esperar, los medios informativos insulares fueron informando de dicho enfrentamiento, pero según su propia afinidad: El Tiempo y La Opinión daban la razón a los “leoninos”, mientras que El Progreso y La Prensa se manifestaban a favor de los republicanos. Finalmente, el Gobierno Civil le dio la razón a la primera junta y al reglamento reformado. Dada su derrota, la mayor parte de los socios del sector republicano se dieron de baja de la Sociedad “La Juventud” o dejaron de pagar sus cuotas, lo que a la larga supuso su expulsión.

     Pero no contentos con ello, el 22 de mayo de 1910 los republicanos fundaron su propio casino, la Sociedad “La Libertad”, en cuya primera junta directiva se integraron varios de los líderes disidentes de la anterior: don Eladio González, don José Marrero, don Wenceslao Marrero, don Santiago Frías y don Miguel Toledo. Como era de esperar, los enfrentamientos continuaron entre ambas sociedades, implicando incluso al Ayuntamiento y a la parroquia, hasta el punto de que se denunció ante el Juzgado de primera instancia una supuesta profanación de la iglesia por algunos republicanos, con el consiguiente cierre de la misma. Durante el año en que coexistieron, los corresponsales de los periódicos afines ensalzarían las actividades de una sociedad y criticarían o menospreciarían las de la otra; y así continuó la situación hasta mediados de 1911, en que se disolvió la polémica Sociedad “La Juventud”, tras una trayectoria corta y tortuosa. No obstante, tras el cierre de ésta, las luchas políticas continuarían entre las otras dos sociedades existentes en San Miguel, “La Unión” y “La Libertad”, hasta la desaparición de la primera en 1912. Pero a pesar de quedarse sola, la Sociedad “La Libertad” solo sobreviviría un año y, después de haber contado con tres casinos, el municipio de San Miguel se quedaría sin ninguno durante muchos años…

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Artículo-SOCIEDAD «LA LIBERTAD» DE SAN MIGUEL