Guía de Isora: Don Walter Madrid López (1908-1953), médico titular, inspector municipal de Sanidad e impulsor del fútbol local

Este artículo está dedicado a un médico andaluz, nacido en Almería, que se estableció con tan solo 25 años en el municipio de Guía de Isora, donde contrajo matrimonio y desarrolló una destacada labor sanitaria, como médico titular e inspector municipal de Sanidad, durante 20 años y medio, hasta su prematura muerte. Además, fue un destacado impulsor del fútbol en dicha localidad. Le sobrevivió su esposa, doña América González Évora, con quien no tuvo sucesión.

Nació en Almería hacia 1908, siendo hijo de don Rafael Madrid González y doña María Dolores López Fernández. Se le puso por nombre “Walter Baldomero”. Creció en el seno de una familia destacada, en la que dos de sus tres hermanos también estuvieron ligados a Canarias: don Rafael Madrid López (1911-1991), médico ejerciente en La Gomera y Santa Cruz de Tenerife, casado con la maestra doña Isabel Santana Díaz, natural de Fasnia, y fallecido en la capital tinerfeña a los 80 años de edad; y don José Madrid López (1915-1989), comandante de Infantería, fallecido soltero en Las Palmas de Gran Canaria, a los 73 años de edad…

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Arona: Don Arcadio Estrada y Sarabia (1826-1914), sargento 2º de Milicias condecorado, agricultor y emigrante a Puerto Rico, con numerosa y destacada sucesión en dicha isla

Este artículo está dedicado a un modesto personaje de Arona, nacido en una destacada familia de militares y políticos sureños, que también ingresó en el Batallón Ligero Provincial de Abona nº 3 de Canarias, en el que inició una breve carrera militar en la que fue ascendiendo desde soldado a cabo 2º, cabo 1º y sargento 2º de Milicias condecorado. Contrajo matrimonio en su pueblo natal con su prima hermana doña Ramona Espínola y Sarabia, miembro también de una familia vinculada a las Milicias Canarias, con quien emigró luego a Puerto Rico, acompañados de tres de sus hijos, donde se dedicaron a la agricultura, viviendo primero en el municipio de San Sebastián y luego en el de Lares. En dicha isla nació otro hijo y en ella dejaron amplia y destacada sucesión, que en parte pasó a Estados Unidos.

Nació en el pago de Las Casas de Arona el 12 de enero de 1826, siendo hijo del militar don Domingo Estrada de la Guerra y Sarabia y doña Juana Sarabia y González Bethencourt. Tres días después fue bautizado en la iglesia de San Antonio Abad por el cura párroco propio don Miguel Rodríguez Guillama; se le puso por nombre “Arcadio Benito del Sacramento” y actuó como padrino don Agustín Estrada…

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La parroquia de San José de Barranco Hondo (Candelaria) [1943-2022]

Como ya relatamos en un artículo anterior, a mediados del siglo XIX se despertó en los vecinos de Barranco Hondo el deseo de tener una ermita propia, con lo que se ahorrarían los traslados a otros templos alejados para asistir a misa, que solo se limitarían a la celebración de Sacramentos. Así, en 1849, cuando el pueblo contaba con 78 familias (unos 340 habitantes), elevaron un escrito al vicario capitular y gobernador eclesiástico de la Diócesis en sede vacante, para exponerle las graves dificultades que tenían para poder atender sus necesidades espirituales debido a la carencia de un templo, manifestándoles su deseo de construir una ermita bajo la advocación de San José, así como su intención de responsabilizarse de los gastos que aquella edificación generara. Tras obtener la preceptiva licencia, comenzó a construirse y se terminó en 1860; pero después de siete años de litigio, fue bendecida en 1867 y se abrió al culto. A finales de esa centuria, se estableció en ella la Hermandad del Santísimo Cristo de la Buena Muerte y la Cofradía de las Ánimas.

Transcurridas más de ocho décadas desde la construcción de la ermita, dado el incremento de población que había experimentado el pueblo de Barranco Hondo y el vecino de Igueste de Candelaria, con el fin de atender mejor a las necesidades espirituales de sus vecindarios, desde el Obispado de Tenerife se pensó en la necesidad de crear sendas parroquias en ambas localidades, tal como le comunicó el deán de Tenerife, don Domingo Pérez Cáceres, al párroco-arcipreste de Güímar, don Matías Batista Díaz, el 11 de mayo de 1943. Una vez cumplidos todos los trámites, y atendiendo al informe favorable del arcipreste, las ermitas de San José de Barranco Hondo y de la Santísima Trinidad de Igueste fueron elevadas a parroquias, segregadas de la de Santa Ana de Candelaria, en el arreglo parroquial efectuado el 15 de noviembre de dicho año 1943, por decreto dado en San Cristóbal de La Laguna por Fray Albino González Menéndez-Reigada, VII Obispo de Tenerife; y comenzaron a regir el 1 de enero de 1944.

Desde entonces, la iglesia parroquial de Barranco Hondo ha sido reformada en 1961 y 1966; se la ha dotado con casa y salón parroquial, nueva sacristía y torre con reloj; se han adquirido nuevas imágenes y se han restaurado las más antiguas; se han construido las capillas del Cristo de Limpias y San Antonio; y se han continuado celebrando sus fiestas. En los más de 78 años y medio de existencia de esta parroquia de San José, ha sido visitada por cinco obispos; y han estado al frente de ella un total de 20 sacerdotes, todos ellos dominicos y la mayoría párrocos también de Igueste de Candelaria (salvo Fr. Rafael Tejera y Fr. Antonio Quintanilla, que lo han sido en exclusiva de este pueblo), pero ninguno ha nacido en el término municipal de Candelaria. El récord de permanencia lo ostenta Fr. Ramón Fernández Álvarez (15 años), seguido por Fr. Francisco García Martín (11 años y medio, en dos etapas), Fr. Daniel López Mirón (casi 11 años, en dos etapas), Fr. Rafael Antonio Tejera Parrilla (casi 7 años) y Fr. José Polanco Estalayo (6 años y medio)…

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Güímar: Don Rigoberto Díaz Melero (1921-1984), alférez médico de complemento, médico titular y jefe local de Sanidad, académico correspondiente de la Real Academia de Medicina de Canarias y autor de la “Geografía médica del término municipal de Güímar”, reconocido con la Medalla de Plata de Güímar y la nominación de una calle

Le conocí desde mi nacimiento, pues fue siempre el médico de cabecera de mi familia, el que cuidó de la salud de todos y, aunque no tenga noción de ello, el que logró sacarme de la anemia que sufrí en mi niñez. Muchas veces estuve en su consulta a lo largo de 27 años y siempre me impresionó aquel hombre serio, pero de trato amable, que nos devolvía la tranquilidad con su siempre atinado diagnóstico y su eficaz tratamiento. Aunque mis visitas disminuyeron mucho en los últimos años, sufrí un enorme disgusto con su muerte, pues sentí que algo de mí, que una parte de mi vida, desaparecía con él.

Don Rigoberto, nacido en una pequeña villa de Cuenca, obtuvo el título de Licenciado en Medicina y prestó su servicio militar como alférez médico de complemento. Estuvo destinado en Tejina (La Laguna), de donde pasó a Güímar, donde ejerció el resto de su vida, desarrollando una intensa actividad profesional como médico titular y jefe local de Sanidad; también fue consejero local del Movimiento, vocal de la “U. D. Güímar” y socio fundador del Club de Leones. Ingresó como miembro correspondiente en la Real Academia de Medicina del Distrito, con un discurso sobre la “Geografía médica del término municipal de Güímar”, que se publicó casi tres décadas después de su muerte. Tras su fallecimiento, se reconoció su intensa labor profesional con la concesión de la Medalla de Plata de Güímar, se dio su nombre a la calle en la que vivía y tenía su consulta y se le tributó un merecido homenaje póstumo.

Nuestro biografiado nació en San Lorenzo de la Parrilla, en la provincia de Cuenca, el 9 de marzo de 1921, siendo hijo de don Herminio Díaz López, natural de Poveda de la Obispalía (Cuenca), y doña Vicenta Melero Montoro, que lo era de la citada villa de San Lorenzo de la Parrilla…

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El municipio de Arafo, su parroquia y su vida religiosa en 1965, según el canónigo don José Trujillo Cabrera y dos misioneros jesuitas

Contamos con una somera descripción del municipio de Arafo en 1965, centrada sobre todo en su dotación parroquial y en la religiosidad de su feligresía, gracias a dos destacados acontecimientos: la publicación del libro Guía de la Diócesis de Tenerife del canónigo don José Trujillo Cabrera, en el que se recogían interesantes datos de la única parroquia existente por entonces en esta localidad; y la celebración de una Santa Misión, que tuvo su sede en la cabecera municipal. El término municipal de Arafo lo constituían por entonces solo tres núcleos de población: Arafo (cabecera municipal y parroquial), La Hidalga y Playa de Lima. Contaba en ese año con una única parroquia, la de San Juan Degollado, a cuyo frente se encontraba el cura ecónomo don Vicente Jorge Dorta, quien también atendía una ermita existente en dicha jurisdicción y otra en construcción. La jurisdicción contaba por entonces con 3.343 habitantes de hecho.

El canónigo gomero José Trujillo Cabrera recogió, en su interesante libro Guía de la Diócesis de Tenerife, publicado en 1965, una sucinta información general de la parroquia de “La Degollación de San Juan Bautista” de Arafo, en la que mencionaba el número de feligreses (3,283), su categoría (entrada) y el número de escuelas (10 nacionales y una parroquial); su casa rectoral con huerto y teléfono (número 3); Hermandad del Santísimo Sacramento; Cofradías de la Virgen del Carmen y María Auxiliadora; Acción Católica y Cáritas parroquial; salones parroquiales (dos); y sus fiestas patronales (el último domingo de agosto). Luego hizo una breve reseña histórica, en la que destacó la construcción y bendición de la primitiva ermita, así como la creación de la parroquia y la ampliación de la iglesia. También señaló los principales bienes artísticos que albergaba el templo parroquial (pintura, escultura y orfebrería). A continuación se detuvo en enumerar los dos pagos del término (La Hidalga y Playa de Lima), con sus habitantes, distancia a la parroquia, escuelas y ermitas (una en fase inicial de construcción -San Andrés- y otra ya existente -San Juanito-).

A comienzos del verano de ese mismo año 1965 se celebró una Misión en Arafo. Al igual que en el resto de los pueblos del Sur, el resultado de ésta se recogió en el Boletín Oficial del Obispado y, según dicha crónica, todos los actos se centraron en la cabecera municipal, con la colaboración del párroco. En esta localidad, la Santa Misión corrió a cargo de los padres jesuitas Martínez y Maldonado, quienes tuvieron un buen recibimiento. Según su crónica, para atraer a los hombres los actos se celebraron en la plaza, con bastante éxito, sobre todo en tres momentos: la visita de la Virgen del Socorro, el Vía Crucis y el sermón del perdón de las injurias; la tónica general fue positiva, hasta el punto de ser considerada extraordinaria, fundamentalmente entre los jóvenes, pues la predicación llegó a todo el pueblo y tuvo una clausura solemne; no obstante, los hombres, especialmente los casados, no mostraron interés por la confesión…

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Santiago del Teide-Guía de Isora: Don Evaristo Trancho Fernández (1866-1926), sargento de la Guardia Civil, auxiliar de la Recaudación de Hacienda de Guía de Isora y secretario del Ayuntamiento y del Juzgado municipal de la villa de Santiago del Teide

Este artículo está dedicado a un guardia civil peninsular que estuvo destinado en la Comandancia de Canarias como sargento de dicho cuerpo, empleo con el que luego fue destinado a la Comandancia de Ciudad Real, en la que obtuvo su retiro. Luego regresó a Tenerife, donde ejerció como auxiliar de la Recaudación de Hacienda en la zona de Guía de Isora, donde vivió varios años, en los que se comprometió con los intereses locales. Posteriormente fue nombrado secretario del Ayuntamiento constitucional y del Juzgado municipal de Santiago del Teide, empleos que desempeñó durante 12 años; y, como tal, fue cofundador y vocal de la Asociación de Secretarios de Ayuntamientos del Partido de Icod. También fue designado corresponsal en Santiago del Teide del nuevo Consejo Provincial de Agricultura y Ganadería de Canarias. Vivió y falleció en Tamaimo, donde celebró segundas nupcias el día anterior a su muerte.

Nació en Valladolid hacia 1866, siendo hijo de don Crisanto Trancho y doña Vicenta Fernández. Sabemos que contrajo un primer matrimonio antes de establecerse en Santiago del Teide, pero de momento no hemos podido localizar el nombre de su primera esposa, con quien tuvo sucesión, aunque sí el de la segunda…

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Granadilla de Abona: Don Antonio Rodríguez Venero (1799-1832), propietario agrícola y subteniente de Granaderos, fallecido en plena juventud

Siguiendo una larga tradición familiar, nuestro biografiado ingresó en las Milicias Canarias como subteniente de la compañía de Granaderos del Regimiento Provincial de Abona, pero en dicho empleo solo permaneció durante poco más de un año, debido a su prematuro fallecimiento, truncándose así la que pudo haber sido una destacada carrera militar. Simultáneamente, trabajó en el cuidado de las propiedades agrícolas de las que dependía la economía familiar. Permaneció soltero.

Nació en Granadilla de Abona el 9 de junio de 1799, siendo hijo de don Juan Rodríguez Bello y doña María Benero del Castillo [sic], naturales y vecinos de dicho lugar. Ese mismo día fue bautizado en la iglesia de San Antonio de Padua por el párroco don Cristóbal Pérez Barrios; se le puso por nombre “Antonio Pasqual Pedro” y actuó como madrina su tía doña Juana Rodríguez Bello, vecina del mismo lugar…

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Fasnia: Don Domingo (González) Chico (1769-1849), propietario agrícola y ganadero, comprometido con la creación de la parroquia de San Joaquín y la construcción de la nueva iglesia, apoderado, diputado de abastos, síndico personero y alcalde real del Ayuntamiento

Nuestro biografiado, propietario agrícola y ganadero, fue uno de los vecinos que promovieron el expediente para elevar a parroquia la antigua ermita de San Joaquín, contribuyendo también a la construcción de la nueva iglesia parroquial. Además, gracias al prestigio de que llegó a gozar entre sus paisanos, éstos lo eligieron para que desempeñase diversos cargos públicos en el nuevo Ayuntamiento de Fasnia, a lo largo de un cuarto de siglo: apoderado para el Cabildo abierto, regidor, síndico personero, alcalde real y diputado.

Nació en el pago de Fasnia el 18 de noviembre de 1769, siendo hijo de don Bartolomé (González) Chico y doña Bárbara González. El 13 de diciembre inmediato fue bautizado en la iglesia de San Juan Bautista de Arico por el sacerdote franciscano fray José Antonio Truxillo, con licencia del cura párroco don José Nicolás Valladares; se le puso por nombre “Domingo” y actuó como padrino don Juan Rodríguez, de la misma naturaleza y vecindad. A lo largo de su vida fue conocido con el apellido compuesto “González Chico” o, más frecuentemente, con el simple “Chico”, que fue el que continuó su descendencia. …

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La electrificación e instalación del alumbrado público en El Escobonal y demás núcleos de la comarca de Agache (Güímar)

En artículos anteriores nos hemos ocupado de muchos temas históricos y personajes destacados, tanto de El Escobonal como del resto de la comarca de Agache, en el municipio de Güímar. En esta ocasión, antes de centrarnos en el tema elegido, creemos conveniente recordar que, a lo largo del siglo XX (desde 1911 hasta 1967), dicho pueblo se fue dotando de los servicios públicos básicos: escuela mixta (1911), cartería (1912), escuelas unitarias de niños y niñas (1919), cementerio (1919), locutorio telefónico (1923), parroquia (1929), taxi (1931), nuevas escuelas de ambos sexos (1931), centralita telefónica (1933), plaza pavimentada y acondicionada (1937), pista hasta El Tablado (1941), depósitos de agua para el consumo (1948), plaza de practicante (1955), agrupación escolar (1963) y red de distribución de agua potable (1964).

En este artículo continuamos informando de esa lenta dotación de servicios en Agache, centrándonos en la electrificación y el alumbrado público. Éste se solicitó por primera vez en 1936 por un concejal de El Escobonal, pero no se logró que fuese una realidad hasta 1967, en que culminó la electrificación de todos los núcleos de medianías de la comarca y se procedió a su inauguración, por lo que ya se ha cumplido el 55 aniversario de dicho acontecimiento histórico.

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Arico: Don José Nicolás Valladares (1721‑1780), sacerdote aficionado a la pintura y la escultura, párroco de La Guancha durante 6 años y cura propio de Arico durante 24, hasta su muerte

Nuestro biografiado fue uno de los numerosos sacerdotes orotavenses que ejercieron en las parroquias del Sur de Tenerife. Tras regentar la parroquia del Dulce Nombre de Jesús de La Guancha durante seis años, fue nombrado cura servidor de la de San Juan Bautista de Arico, que luego obtuvo en propiedad y a cuyo frente permaneció durante 24 años, hasta su muerte. Desarrolló una destacada labor en esta localidad, logrando concluir las obras del templo parroquial, que en su tiempo se dotó de imágenes y otros objetos de culto. Además, fue aficionado a la pintura y a la escultura, dejando pruebas de esta labor en esta parroquia.

Nació en la villa de La Orotava el 17 de abril de 1721, siendo hijo de don Francisco Agustín de Valladares y doña Francisca García Encinoso, naturales de dicha villa. Cinco días después fue bautizado en la iglesia de San Juan Bautista de El Farrobo por el beneficiado don Antonio Rodríguez Ximénez Pimienta; se le puso por nombre “José Nicolás Antonio” y actuó como padrino su pariente el presbítero don Nicolás Alfonso Valladares…

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