Arico-Candelaria-El Rosario: Don Felipe Santiago Trujillo Dares (1786-1870), agricultor medianero, sargento 2º de Milicias, miembro de la Cofradía de la Virgen de Candelaria, promotor de la colocación de cruces junto al Camino Viejo de Candelaria y bienhechor de la ermita de la Virgen del Rosario

Establecido en Barranco Hondo desde su niñez, nuestro biografiado trabajó siempre en la agricultura y contrajo matrimonio en dicho pago, en el que continuó viviendo hasta que se estableció en la casona de El Rosario, cercana a la ermita y conocida como la “Casa del Pirata”, como medianero de dicha propiedad, donde transcurrió el resto de su vida. Además fue sargento 2º de Milicias, al igual que dos de sus hijos, miembro de la Cofradía de la Virgen de Candelaria, promotor de la colocación de cruces junto al Camino Viejo de la Virgen y bienhechor de la ermita de la Virgen del Rosario, que era cuidada por uno de sus hijos.

Nació en La Degollada de Arico el 1 de mayo de 1786, siendo hijo de don José Valentín Truxillo, natural de dicho pueblo, y doña María Francisca de la Concepción (Crisóstomo) Dares, que lo era de Santa Cruz de Tenerife, aunque oriunda del mismo pueblo. Tres días después fue bautizado en la iglesia de San Juan Bautista de El Lomo de Arico por el cura párroco don José Hernández de Ara; se le puso por nombre “Felipe José de Santiago” y actuó como madrina doña María del Rosario, también vecina de dicho lugar en La Degollada. Fue conocido como “Felipe Santiago Trujillo” …

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La confirmación de la festividad de la Virgen del Socorro de Güímar en la fecha del 8 de septiembre, tras ser solicitado su traslado por coincidir con la de la Virgen de Abona (1851)

En los años treinta del siglo XIX ya se apreciaba una cierta decadencia de la fiesta-romería que se celebraba en la Punta de Abona el 8 de septiembre de cada año, en honor de la Virgen de las Mercedes de Abona, lo que se vino a acentuar tras el incendio que en 1835 destruyó la ermita-santuario que existía en dicho lugar de la costa de Arico. A partir de dicho suceso, la función religiosa de dicha festividad siguió celebrándose en esa misma fecha en la parroquia de San Juan Bautista, templo en el que continuaría haciéndose en el futuro, pero con la antigua imagen de la Virgen del Mar o de Abona.

Esa decadencia se agravó a partir de 1837, al decretarse el traslado de la festividad de la Virgen del Socorro en Güímar, del 26 de diciembre al 8 de septiembre, pues, como ya se ha indicado, en esta última fecha se celebraba anualmente la festividad de la Virgen de Abona. Para conseguir dicho traslado de fecha, la festividad de Güímar se había visto favorecida por la desaparición de la fiesta de la Virgen de los Remedios, compatrona de la parroquia de San Pedro Apóstol, y por la pérdida de la imagen original de la Virgen de Candelaria y el cierre del Convento dominico, así como por el mencionado incendio de la ermita de Abona. Debido a ello, a partir de dicha fecha fueron dejando de concurrir muchos romeros de los distintos pueblos de la isla a la fiesta de la Virgen de Abona de Arico, inclinándose por la que se celebraba en la misma fecha en la ermita güimarera de El Socorro.

Por ese motivo, el 8 de noviembre de 1850, el mayordomo de la Cofradía de la Virgen de las Mercedes de Abona, don Diego de Torres Trinidad, que estaba en el cargo desde 1846, elevó una solicitud al gobernador eclesiástico de la Diócesis Nivariense para que cambiase la festividad de la Virgen del Socorro de Güímar para cualquier otro día que no fuese el 8 de septiembre, fecha en la que se venía celebrando oficialmente desde 1837, basándose en que estaba perjudicando a la fiesta-romería en honor a la Virgen de Abona, que se celebraba el mismo día…

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Fasnia-Güímar-Arico: Don Juan Cabrera Alvarado (1878-1948), carpintero de ribera, agricultor, tonelero, relojero, vocal del Comité Republicano de Fasnia, presidente de comunidades de explotación de aguas y maestro de carpinteros

Este hijo de Fuerteventura se estableció en su juventud en Santa Cruz de Tenerife, donde aprendió el oficio de carpintero de ribera, que luego desarrolló en la costa de Fasnia y Arico, donde construyó por lo menos siete barcos: “San Blas”, “Virgen de Abona”, “San Pedro de Abona”, “Amelia”, “La Paloma”, “La Merced” y un yate. Asimismo, como maestro carpintero también ejerció en La Zarza y El Escobonal, donde se estableció con su familia. Simultáneamente, trabajó como agricultor, tonelero y relojero. Además, desempeñó algunos cargos, pues fue vocal del Comité Republicano de Fasnia y presidente de las comunidades de explotación de aguas «Barquito de la Quebrada» y “Los Cazadores” de dicho municipio. Casado en La Zarza, tuvo una amplia sucesión, transmitiendo a siete de sus hijos el oficio de carpintero.

Nació en el caserío de El Membrillo en Betancuria (Fuerteventura) el 4 de abril de 1878, siendo hijo de don Antonio Cabrera Pérez, jornalero natural de dicho lugar, y doña María San Diego Alvarado, que lo era de Pájara (Fuerteventura). Cuatro días después fue inscrito en el Registro Civil de dicho municipio y luego fue bautizado en la iglesia matriz de Santa María de Betancuria. Fueron sus abuelos paternos: don Juan Cabrera, natural de Betancuria, y doña Paola Pérez, ambos domiciliados en la Vega de Río Palmas; y los maternos: don José Alvarado y doña María del Pino Rodríguez, ambos naturales de Pájara…

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Arico: Don Leonardo Delgado Martín (1842-1902), cabo 2º de Milicias, sargento 2º de Infantería condecorado por méritos en la Guerra de Cuba, guardia 1º y cabo 2º de la Guardia Provincial y guardia municipal sereno de Santa Cruz de Tenerife

Nuestro biografiado abandonó Arico al quedar huérfano y se estableció en Santa Cruz de Tenerife, donde trabajó como jornalero agrícola. En su juventud ingresó en las Milicias Canarias como soldado enganchado en el Batallón Ligero Provisional de Canarias, de guarnición en Santa Cruz de Tenerife, obteniendo una Cruz del Mérito Militar; luego se reenganchó como sustituto en el Batallón Provincial de Las Palmas, aunque estuvo la mayor parte del tiempo en el anterior Batallón. Luego, siendo ya cabo 2º, pasó voluntariamente al Ejército de Cuba, con el empleo de cabo 1º, y en dicha isla, por méritos de guerra se le concedieron tres grados de sargento 2º y este empleo de Infantería, así como la Medalla de Cuba con dos pasadores y una Cruz Roja del Mérito Militar con pensión vitalicia. Después de licenciado se incorporó a la Guardia Provincial de Canarias, como guardia de 1ª y estuvo destinado en el Puesto de Santa Cruz de Tenerife; tras ascender a cabo 2º de dicho cuerpo ejerció como comandante del puesto de Güímar, aunque también estuvo destinado en el puesto de la capital y en el puesto de San Joaquín. Licenciado de nuevo, se reenganchó en la Guardia Provincial, estando destinado como guardia de 1ª en el Puesto fijo de La Laguna, obteniendo su retiro con sueldo, tras haber servido durante casi 27 años en el Ejército, más de 14 de ellos en la Guardia Provincial. Después de retirado ocupó una plaza de guardia municipal sereno de Santa Cruz de Tenerife, en el que permaneció hasta su prematura muerte.

Nació en el pago de Arico el Nuevo el 19 de noviembre de 1842, siendo hijo de don Juan Delgado Magdalena y doña Ana Martín Delgado. Cinco días después fue bautizado en la iglesia de San Juan Bautista por el cura párroco don José Pérez; se le puso por nombre “Leonardo Isabel del Sacramento” y actuó como madrina doña Isabel Cano Mena, de la misma naturaleza y vecindad. El párroco dejó de asentar la partida, por lo que el 2 de agosto de 1865 tuvo que hacerlo su sucesor don Antonio Martín Bautista, atendiendo lo ordenado por el gobernador eclesiástico del Obispado…

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La religiosidad y la situación social del municipio de Arico, según la Santa Misión de 1965

En 1965 se celebró una Santa Misión en la isla de Tenerife, que comenzó por el Sur de la isla siguiendo un orden geográfico, desde la parroquia de San Fernando de Santiago del Teide hasta la de San José de Barranco Hondo (Candelaria), por disposición del entonces obispo de la Diócesis, don Luis Franco Cascón. Tuvo lugar entre la segunda semana de mayo y la segunda de julio, evitando la época de la zafra del tomate, que solía trastocar la vida en el Sur al ocasionar un considerable trasiego de personas, dedicadas en esos meses casi exclusivamente a dicho trabajo. La dirección de esta campaña misional fue encomendada por el citado obispo a un prestigioso sacerdote jesuita, el padre Sebastián Puerto, director del Centro Misional del Beato Juan de Ávila, en Montilla, a quien acompañarían otros siete jesuitas de la Península, más cuatro paúles y dos dominicos de Candelaria.

En esa época, el municipio de Arico ya estaba constituido por numerosos núcleos de población y, según la descripción realizada por el canónigo don José Trujillo Cabrera en su Guía de la Diócesis de Tenerife, contaba con tres parroquias: la de Nuestra Señora de la Luz en Arico el Nuevo, de la que era cura ecónomo don Sebastián Hernández Cabeza, fue creada en 1929, tenía la categoría de ascenso, una población de hecho de 2.750 habitantes y ocho pagos: Arico el Viejo (con la ermita de la Cruz), La Sabinita (con la capilla de la Cruz), La Degollada, Porís de Abona, Icor, El Bueno, Colmeneros y La Florida, así como los caseríos de Fuente Nueva, Chajaña, Madre del Agua y Lomo Oliva, todos ellos sin ermita; la parroquia de San Juan Bautista en El Lomo o Villa de Arico, matriz de todo el término, estaba regentada por el cura encargado don José Noda Díaz, había sido erigida en 1639, tenía la categoría de ascenso y contaba con 1.886 habitantes y los pagos de Punta de Abona (con la ermita de Ntra. Sra. de la Merced), La Cisnera (con la ermita de San José Obrero), San Miguel (con otra ermita dedicada a San José) y Los Gavilanes -Teguedite- (con la ermita de San Isidro Labrador); y la de San Bartolomé Apóstol en Río de Arico, cuyo cura ecónomo era el mismo don José Noda Díaz, fue creada en 1929 como parroquia filial e independizada en 1943, tenía la categoría de entrada y contaba con 1.675 habitantes e incluyendo a los pagos granadilleros de Chimiche (con la ermita de la Virgen del Carmen) y Las Vegas (con la ermita de Ntra. Sra. de la Esperanza).

En la Santa Misión que nos ocupa, se establecieron siete centros misionales en el municipio de Arico: uno en la villa capital y los otros seis en Río de Arico, La Cisnera, Arico el Nuevo, Arico el Viejo, La Sabinita y El Bueno. En la Villa de Arico, Río de Arico y Arico el Nuevo tuvieron como sede sus respectivas iglesias parroquiales; en La Cisnera, la ermita de San José y una antigua escuela; en Arico el Viejo, la ermita de la Cruz; en La Sabinita y El Bueno, locales habilitados como capillas. A continuación, vamos a analizar como tuvo lugar dicha Misión en este término municipal, tal como fue descrita por los propios misioneros que la llevaron a cabo en cada uno de los centros misionales, lo que nos permite conocer como era por entonces la vida religiosa y social, así como la situación económica y demográfica, en algunos de los núcleos que integraban el término municipal, con datos a veces muy curiosos. Llama la atención que en esta ocasión no se estableciesen centros misionales en los núcleos costeros, sobre todo en Porís de Abona, cuyos vecinos se supone que acudirían a los centros misionales más cercanos. Lamentablemente no se describió la Misión en Arico el Viejo, centro misional que se segregó de Arico el Nuevo, como se indica en la crónica de este último…

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Arico: Don Manuel Delgado Saavedra (1914-2002), maestro nacional y director, exportador, comerciante, futbolista, actor y director de teatro, acuarelista, escenógrafo, presidente de la comisión de fiestas, concejal, delegado local de asociaciones, tesorero de la Junta parroquial y mayordomo de la Virgen del Carmen

Después de obtener el título de Bachiller Universitario nuestro biografiado inició la carrera de Magisterio, que tuvo que interrumpir para prestar el servicio militar. Sirvió como cabo de Sanidad en Santa Cruz de Tenerife y, como tal, fue movilizado durante la Guerra Civil, permaneciendo en el frente durante más de un año y medio, por lo que obtuvo dos condecoraciones. Luego regresó a Tenerife, donde tras la realización de un cursillo para bachilleres obtuvo el título de Maestro de Primera Enseñanza y, al igual que su hermana Isabel y su prima Dolores, se dedicó a la docencia y ejerció en Santa Cruz de Tenerife, Arico el Nuevo, La Cisnera, El Granel (Puntallana), La Campana (Sevilla), Arico el Viejo y La Degollada, siendo director en los dos últimos centros; en ese último colegio lo hizo durante 16 años, hasta su jubilación. Además, durante 12 años trabajó en la empresa exportadora de su padre, así como en la tienda de comestibles y el molino de gofio que éste tenía en Arico el Nuevo. Asimismo, debido a sus inquietudes artísticas, deportivas y políticas, participó en otras muchas actividades, pues formó parte del coro parroquial y fue futbolista (defensa del “C.D. Arico”), actor aficionado, director de teatro, presidente de la comisión de fiestas de Arico el Nuevo, falangista, instructor del Frente de Juventudes, concejal del Ayuntamiento, delegado local de Asociaciones, tesorero de la Junta parroquial y mayordomo de la Virgen del Carmen. También destacó como acuarelista, maquetista y escenógrafo.

Nació en el pueblo de Arico el Nuevo el 12 de julio de 1914, a las once de la mañana, siendo hijo de don Álvaro Delgado Rodríguez y doña Leonor Saavedra Gómez. El 6 de octubre de ese mismo año fue bautizado en la iglesia de San Juan Bautista de la villa de Arico por el cura párroco don Norberto Álvarez y González; se le puso por nombre “Manuel Álvaro Félix” y actuó como padrino el médico don Manuel González Trujillo, natural de dicho pueblo…

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Arico-Fasnia: Don Carlos de Morales (1721-1802), sargento y cadete de Milicias propuesto para subteniente, propietario agrícola y ganadero, alcalde real de Arico-Fasnia y mayordomo de la fábrica parroquial de San Juan Bautista

Miembro de una ilustre saga de militares, nuestro biografiado también prestó sus servicios como soldado, sargento y cadete de Milicias, siendo propuesto sin éxito para subteniente. Vivió en Arico el Nuevo y en Fasnia, donde destacó como propietario agrícola y ganadero, llegando a tener esclavos y empleados a su servicio. También ejerció como alcalde real del amplio término de Arico en varias ocasiones, cuando englobaba al actual municipio de Fasnia; y fue mayordomo de la fábrica parroquial de San Juan Bautista del Lomo de Arico.

Nació en Arico el Nuevo el 26 de abril de 1721, siendo hijo del entonces alférez (luego capitán) don Gil Gómez de Morales y doña Felipa de Morales. El 1 de mayo inmediato fue bautizado en la iglesia parroquial de San Juan Bautista de Lomo de Arico por el cura párroco don Diego García Farrás; se le puso por nombre “Carlos” y actuó como padrino don Carlos de Morales, presbítero, “todos vs. y nats. deste lugar” …

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La Sociedad de recreo “Círculo Agrícola” de Arico el Nuevo (1909-1936)

Este artículo está dedicado a una de las numerosas sociedades de recreo o casinos que han existido en los pueblos del Sur de Tenerife, sobre todo durante la II República Española, hasta que tropezaron con la intransigencia surgida al producirse el golpe de estado que inició la Guerra Civil, pues ello supuso el cierre de la mayor parte de dichos centros, por considerarlos afines al Frente Popular. Concretamente, en el municipio de Arico existieron casinos en: Arico el Nuevo, el “Círculo Agrícola” (1909-1936 y 1940-?); El Lomo o Villa de Arico, “El Progreso” (1911) y la “Atlántida” (1924-1936); Arico el Viejo, el “Centro Republicano” (1931-1936); La Sabinita, “Unión y Libertad” (1932-1936); El Bueno, “La Unión del Bueno” (1934-1936) y “Círculo de Amistad 25 de Julio” (1934-1935); y otros dos en El Río de Arico, cuyos nombres no conocemos por el momento.

En este artículo nos vamos a centrar en la Sociedad de recreo “Círculo Agrícola” de Arico el Nuevo, que vivió una primera etapa entre 1909 y 1927, en que, junto a los bailes y otras actividades recreativas, tuvo un intenso compromiso social y político, sobre todo desde una línea conservadora, dado que sus socios siempre fueron los vecinos más acomodados de dicho pueblo y de todo el municipio. En 1927 se refundó, se redactaron sus nuevos estatutos y se legalizó, revitalizando su actividad recreativa hasta el final de la II República; y de esta segunda etapa conocemos algunas de sus juntas directivas. Fue el único casino del municipio de Arico que reabrió sus puertas tras la Guerra Civil, por la línea conservadora de sus socios, aunque se mantuvo durante pocos años, de los que de momento no tenemos información…

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La polémica sobre el topónimo “Las Eras” o “Las Ceras”, caserío costero situado entre los municipios de Fasnia y Arico

Aunque nunca he querido entrar en polémicas, pues van totalmente en contra de mi carácter, ante las dimensiones que está adquiriendo la discusión sobre el nombre de un querido caserío costero situado en el Sureste de Tenerife, en el límite entre los municipios de Fasnia y Arico, que siempre ha llevado el nombre oficial de Las Eras, quiero expresar mi opinión. No pretendo que ésta sea palabra de Dios, ni mucho menos, pero me siento moralmente obligado a ello tras la experiencia de muchos años de investigar la naturaleza, el pasado y el presente de esta comarca y de todo el Sur de la isla. Evidentemente con ello no se va a resolver esta polémica y cada uno seguirá pensando y opinando lo que estime oportuno, pero yo me quedo con la conciencia más tranquila, al no haberme mantenido en silencio.

A la hora de estudiar un topónimo se plantean dos problemas. El primero es la interpretación de su significado, el porqué de ese nombre, a qué se refiere y qué posible explicación tiene. En segundo lugar, nos tropezamos con los problemas fonéticos, pues el habla es algo activo, está en continua modificación por los distintos hablantes y encima depende de la forma de hablar tradicional de la población local…

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Arico: Don Juan Saavedra Hernández (1853-1940), marino, patrón de barco, gerente de la Compañía de Navegación de Tenerife, propietario agrícola, ventero, interventor electoral, fiscal municipal suplente, juez municipal y alcalde de Arico

El grancanario que nos ocupa se estableció desde su adolescencia en Arico, donde contrajo matrimonio, falleció y dejó descendencia. Comenzó a trabajar muy joven como marino, al igual que su padre, y obtuvo el título de patrón de barco, siendo propietario del pailebote “San Diego”; también fue gerente de la Compañía de Navegación de Tenerife, propietario agrícola, encargado de canteras y ventero. Además, como elector contribuyente tuvo el derecho de elegir diputados a Cortes y compromisarios para senadores; y desempeñó los principales cargos públicos de su pueblo adoptivo, entre ellos los de interventor electoral, fiscal municipal suplente, juez municipal, concejal del Ayuntamiento y alcalde.

Nació en Gáldar el 6 de marzo de 1853, siendo hijo del marino don Martín Saavedra Mendoza y doña Leonor Tomasa Hernández Rodríguez, naturales y vecinos de la misma villa. Dos días después fue bautizado en la iglesia matriz de Santiago Apóstol por el cura párroco beneficiado don Mateo López del Valle, arcipreste del partido; se le puso por nombre “Juan del Pino” y actuó como madrina doña María Encarnación Molina, vecina de la vecina localidad de Guía…

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