Arafo: Don Santiago Fariña García (1830-1901), cura párroco de Vallehermoso, Alajeró y Santa Úrsula

Artículo-SANTIAGO FARIÑA GARCÍASantiago Fariña-casa natal-google-3    La humildad que caracterizó todas sus actuaciones, no consiguió que el paso del tiempo hiciera borrar la existencia del sacerdote que nos ocupa, cuyo celo e inteligencia fueron reconocidos además de por sus paisanos, por cuantos tuvieron la dicha de conocerle, especialmente los vecinos de Vallehermoso, Alajeró y Santa Úrsula, pueblos donde ejerció durante la mayor parte de sus 37 años de intensa labor pastoral, 25 de ellos en la última localidad del Norte de Tenerife.

     Don Santiago Fariña García nació en Arafo el 1 de mayo de 1830, siendo hijo de don Ignacio Alonso Fariña y doña Luisa García Vizcaíno. Dos días después fue bautizado en la iglesia de San Juan Degollado por don Antonio Rodríguez Torres, párroco propio de la misma; se le puso por nombre “Santiago León” y actuó como padrino don León Rodríguez. Todos naturales y vecinos de dicho lugar.

      Su padre, don Ignacio Alonso Fariña (1800-1876), fue una persona muy apreciada en su localidad natal, pues estuvo durante muchos años vinculado a la parroquia como sacristán y sochantre; además desempeñó los cargos de secretario del Ayuntamiento, regidor y maestro interino…

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 Artículo-SANTIAGO FARIÑA GARCÍA

El curioso pleito entre las parroquias de Güímar y Candelaria por la impresión de una polémica estampa de la Virgen del Socorro (1852-1867)

      Tras la desaparición de la primitiva imagen de la Virgen de Candelaria en el aluvión 1826 y el cierre del Convento dominico de dicha localidad en 1836, decayó mucho la afluencia de fieles a las fiestas de la Virgen de Candelaria, coyuntura que fue aprovechada por el culto beneficiado de Güímar, Dr. don Agustín Díaz Núñez, natural de dicha localidad, para potenciar la festividad de la Virgen del Socorro. Por ello, en 1837 solicitó y obtuvo del obispo el traslado de fecha de dicha festividad del 26 de diciembre al 8 de septiembre, época más benigna desde el punto de vista climático, pues ello favorecería la asistencia de peregrinos. Otras decisiones posteriores de este beneficiado y sus sucesores, tendentes también a potenciar la Fiesta del Socorro, despertaron el recelo de los párrocos de Candelaria, que veían peligrar la privilegiada devoción de su venerada imagen. Por ello, tanto don Juan Núñez del Castillo, que ejerció como párroco de Santa Ana desde 1828 hasta su muerte en 1863, como su sucesor, don Antonio de la Barreda y Payva, que estuvo al frente de dicha parroquia desde ese mismo año 1863 hasta 1890, alegaron en diversas ocasiones que los vecinos de Güímar hacían esfuerzos por atraerse las romerías de Candelaria a la ermita del Socorro. Por dicho motivo, se opusieron a las aspiraciones de los güimareros, considerando que eran perjudiciales a los derechos del Santuario de Candelaria, por lo que promovieron dos curiosos pleitos: el de las estampas de la Virgen del Socorro, iniciado en 1852 y revitalizado en 1866; y el de la Ceremonia de los “guanches”, que se litigó en 1872, cuando ésta se representó por primera vez en El Socorro. En este trabajo nos vamos a ocupar del primero de dichos enfrentamientos.

        En 1852, el obispo de Tenerife autorizó al beneficiado de Güímar, el mencionado don Agustín Díaz Núñez, la impresión de unas estampas que recogían el acto en el que el Rey Acaymo pidió “socorro” a los guanches, con la finalidad de repartirlas en la festividad de la Virgen del Socorro. Pero en ellas se representó a la Virgen de Candelaria y no a la del Socorro, lo que despertó la suspicacia del párroco de Candelaria, don Juan Núñez del Castillo, natural de dicho municipio, al pensar que con ello se pretendía potenciar la festividad de El Socorro a costa de la de Candelaria; por ello elevó una protesta al arcipreste e impidió que las estampas se distribuyesen. Pero, tras la muerte de ambos sacerdotes, el sucesor del Dr. Díaz Núñez, el también güimarero don Juan Elías Hernández, decidió repartir dichas estampas el 8 de septiembre de 1866, en la festividad de la Virgen del Socorro, lo que dio lugar a un curioso enfrentamiento con el nuevo párroco de Candelaria, el herreño don Antonio de la Barreda y Payba, quien presentó una denuncia ante el Obispado, la cual motivó un largo expediente, que se vino a resolver el 1 de agosto de 1867, por auto del gobernador eclesiástico en sede vacante, Dr. don José Martín Méndez, en el que daba la razón al denunciante…

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Granadilla de Abona – Guía de Isora: Don Antonio González Torres (1816-1852), teniente coronel graduado de Milicias y comandante de armas de Guía de Isora

Charco del Pino-1    Siguiendo la tradición familiar, don Antonio González Torres ingresó en las Milicias como soldado distinguido, ascendiendo hasta capitán de Granaderos, empleo este último que alcanzó cuando sólo tenía 18 años de edad; con él fue nombrado comandante de armas de Guía de Isora, cargo que ostentó durante 12 años. Luego le fueron concedidos los grados de comandante y teniente coronel de Milicias. Sin embargo, cuando su fulgurante carrera parecía que iba a superar las cotas más altas, le sorprendió la muerte en su domicilio de Guía de Isora, recién cumplidos los 36 años de edad. Fue uno de los ejemplos más claros de precocidad en la dilatada historia de las Milicias Canarias, de todo el Sur de Tenerife.

      Nuestro biografiado nació en el pago de Chiñama de Granadilla de Abona, en al actual Charco del Pino, el 25 de enero de 1816, siendo hijo de don Antonio González del Castillo, natural de dicho pago, y de doña Paula de Torres y Delgado‑Trinidad, que lo era de Arico. El 1 de febrero inmediato fue bautizado en la iglesia parroquial de San Antonio de Padua, por el párroco don Isidoro Rivero y Peraza de Ayala; se le puso por nombre “Antonio María de la Paz José del Sacramento” y actuó como padrino el presbítero don José González del Castillo, su tío paterno…

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Artículo-ANTONIO GONZÁLEZ TORRES

San Miguel de Abona – Adeje: Don Miguel García Alfonso (1834-1921), subteniente de la Milicia Nacional, secretario del Ayuntamiento de San Miguel, alcalde y juez municipal de Adeje

San Miguel-2B      Este destacado personaje compartió su vida entre dos municipios del Sur de Tenerife, en los que gozó de notable relieve. Tras iniciar los estudios de Magisterio, desempeñó en su pueblo natal, San Miguel de Abona, los cargos de primer subteniente de la Milicia Nacional local, secretario del Ayuntamiento y jefe de la Sección de Contabilidad del mismo. Luego se avecindó en la Villa de Adeje, donde contrajo matrimonio y de la que fue alcalde y juez municipal, así como primer suplente del juez de paz, vocal de las Juntas locales de Sanidad y Primera Enseñanza, elector, interventor electoral y hermano mayor del Santísimo Sacramento. Tras la muerte de su esposa regresó al pueblo de San Miguel, en el que le sorprendió la muerte.

     Nació en San Miguel de Abona el 17 de marzo de 1834, siendo hijo de don Juan Antonio García del Castillo, natural de Granadilla de Abona, y de doña María Alfonso Rodríguez Feo, que lo era de la primera localidad. Seis días después fue bautizado en la iglesia del Arcángel San Miguel por el cura párroco propio don Francisco Guzmán y Cáceres; se le puso por nombre “Miguel Patricio José de San Juan” y actuó como padrino su tío materno don Miguel Alfonso Feo (que llegaría a ser comandante graduado de Milicias y alcalde de la localidad)…

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Artículo-MIGUEL GARCÍA ALFONSO

La Sociedad de Recreo y Cultura “Club Juventud” y el primer cine de El Escobonal (1931-1933)

OLYMPUS DIGITAL CAMERA     En el primer tercio del siglo XX, el pueblo de El Escobonal (Güímar) contó con tres sociedades o casinos, que estuvieron instalados en La Hoya de los Almendreros, en dos casas situadas una frente a otra, sólo separadas por la carretera: una fue la sede de la Sociedad “El Progreso” (1919-1922) y la otra, situada frente a la anterior, estuvo ocupada primero la Sociedad Cultural “El Porvenir” (1929-1936) y luego por el “Club Juventud” (1931-1933).

    El 15 de enero de 1930, la “Sociedad Cultural El Porvenir” abandonó el salón que ocupaba en la Hoya de los Almendreros, propiedad de don Graciliano Díaz y Díaz, para pasar a un local más céntrico, situado en La Fonda y propiedad de don Arsenio Pérez Díaz. Pero el local de don Graciliano no permanecería cerrado, pues la inquietud de su dueño le llevó a continuar celebrando bailes en el mismo, para lo que contaba con un autopiano y una gramola. Posteriormente, deseando dotar al pueblo de otro incentivo cultural y recreativo (que a la par le fuera rentable), compró un aparato proyector de películas mudas, surgiendo así el primer cine de El Escobonal. Por entonces era la única casa del pueblo que tenía corriente eléctrica, gracias a un motor.

       Pero no acabó aquí el entusiasmo de don Graciliano y para potenciar el nuevo cine, al mismo tiempo que para enriquecer el ocio de los escobonaleros, en 1931 se fundó y estableció en el mismo local, bajo su iniciativa, un nuevo Casino denominado “Sociedad de Recreo y Cultura Club Juventud”. Para su creación se eligió una comisión organizadora, que quedó presidida por don Francisco Díaz Yanes, ex-concejal y ex-alcalde pedáneo de El Escobonal, y en la que actuó como secretario el mencionado don Graciliano Díaz. Y el 6 de julio de dicho año, la citada comisión terminó de redactar el Reglamento de la nueva Sociedad, compuesto por 38 artículos (agrupados en tres títulos) y tres disposiciones transitorias, que fue firmado por los dos principales organizadores mencionados, aunque había sido confeccionado con la colaboración del entonces oficial de Secretaría del Ayuntamiento de Güímar don Juan Álvarez Delgado (luego catedrático de Filología clásica de Enseñanza Media y de la Universidad de La Laguna)…

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Vilaflor de Chasna: Don Lucas Agustín Feo (1717-1800), capitán de Cazadores graduado de Infantería, gobernador militar de Abona y alcalde de Vilaflor

Vilaflor-5     La familia chasnera de los Feo dio a las Milicias Canarias varias generaciones de oficiales y jefes, por lo que ocupó siempre un lugar privilegiado en las Bandas del Sur. Uno de ellos fue don Lucas Agustín Feo, quien gozó de gran prestigio y poder en la entonces amplia jurisdicción de Vilaflor, de la que fue alcalde, debido a lo cual mantuvo tensas relaciones con otras familias de la burguesía chasnera, sobre todo los Soler, que al ostentar la jefatura del Regimiento de Abona dificultaron su carrera militar. No obstante, pudo ascender desde alférez hasta capitán de Milicias, empleo con el que fue condecorado por su participación en la defensa del puerto de Los Cristianos; luego pasó como capitán a la Compañía de Cazadores y en dicha situación llegó a ostentar el cargo de gobernador militar de Abona, con carácter accidental, alcanzando finalmente el prestigioso grado de capitán de Infantería. Prestó sus servicios a las Milicias durante más de 70 años, desde los 13 años de edad hasta su muerte, por lo que probablemente alcanzó el récord de permanencia en el Regimiento de Abona de todo el Sur de Tenerife.

       Nació en Vilaflor el 18 de octubre de 1717, siendo hijo del teniente coronel graduado de los Reales Ejércitos don Juan Rodríguez Feo y de doña Gregoria Suárez de Salazar. Seis días después fue bautizado en la iglesia matriz de San Pedro Apóstol por el párroco don Juan García del Castillo; se le puso por nombre “Lucas Agustín” y actuaron como padrinos el capitán don Pedro Soler y Castilla, miembro del linaje fundador de Vilaflor y poseedor del Mayorazgo de Chasna, y su mujer doña Blanca María Bethencourt, Señores del Heredamiento de Chasna…

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Artículo-LUCAS AGUSTÍN FEO

Santiago del Teide: Don José Navarro y Gorrín (1839-1881), Bachiller en Sagrada Teología, párroco propio de San Pedro de Daute, arcipreste y subcolector de Capellanías de Garachico

Tamaimo    Sobrino del sacerdote don Bernardo Gorrín y Jiménez (1792-1876), del que ya nos ocupamos en un artículo anterior, don José Navarro Gorrín siguió una trayectoria paralela a la de aquel. Así, una vez que su tío le cedió el patrimonio vitalicio que disfrutaba, recibió las órdenes sagradas hasta el Presbiterado. Comenzó su labor de apostolado como coadjutor de Garachico y capellán de las Concepcionistas de dicha villa; la continuó como cura ecónomo de San Miguel de Abona y El Tanque, además de cura encargado de Granadilla de Abona; y la concluyó sustituyendo a don Bernardo como párroco propio y mayordomo de fábrica de San Pedro de Daute, así como arcipreste de Garachico. Asimismo, obtuvo el título de Bachiller en Sagrada Teología y desempeñó los cargos de mayordomo de la ermita de Santa Ana de su Tamaimo natal y subcolector de Capellanías vacantes del partido de Garachico, que pudieron ser muchos más si su carrera no se hubiese truncado con una muerte prematura.

     Nació en el pago de Tamaimo de la Villa de Santiago el 29 de mayo de 1839, siendo hijo de doña Antonia Petra Gorrín Jiménez y de su segundo esposo don José Navarro Gorrín. El 9 de junio inmediato recibió el bautismo en la iglesia parroquial de San Fernando, de manos de su tío don Bernardo Gorrín Jiménez, cura rector propio de San Pedro de Daute; se le puso por nombre “José Bernardo Nicasio del Santísimo Sacramento” y actuó como padrino el párroco de la villa don José Yanes Machado (quien luego fue beneficiado de Garachico)…

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Artículo-JOSÉ NAVARRO GORRÍN

Los vínculos de Arafo con el Convento dominico de Candelaria. La hacienda y la capilla de “La Granja de los Frailes”

La Granja-Arafo    Hasta el siglo XIX, gran parte del término de Arafo estaba gravado con tributos pertenecientes a distintos conventos y órdenes religiosas establecidas en Canarias. En este sentido, destacaban las extensas propiedades pertenecientes a dos conventos, el agustino de La Laguna y el dominico de Candelaria, que influyeron notablemente en el devenir histórico de dicha localidad y en su trayectoria religiosa.

     En este trabajo nos vamos a centrar en el asentamiento dominico de Arafo, en la conocida como “La Granja de los Frailes”, que pertenecía al Convento Real de Nuestra Señora de Candelaria. Contaba con unas amplias instalaciones y en ella vivían los medianeros, así como temporalmente los frailes que administraban dicha hacienda. Poseía una capilla u oratorio de considerables dimensiones, preparada para albergar a la imagen de la Virgen de Candelaria, en la que se veneraba un antiguo cuadro que la representaba, hoy expuesto en la Basílica.

     En 1620 los frailes dominicos de Candelaria compraron terrenos en Arafo a don Tomás Pacheco Solís, con el fin de trasladar allí el santuario de la Virgen, por temor a los ataques de piratas que se acercaban hasta las costas del Valle atraídos por sus tesoros; asimismo, se acordó construir la capilla mayor del nuevo convento a costa de los bienes de propios del Cabildo. Aunque no se realizó la traslación prevista, ignoramos si por aquel entonces se llevó a cabo la proyectada edificación o si ésta se retrasó; lo cierto es que en las ruinas de “La Granja” se conservan las paredes de una capilla de gran tamaño, para tratarse de un simple oratorio, pues tiene 150 m²…

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Arico: Don Irencio Hernández Morales (1840-1919), maestro, sochantre, organista, notario público, recaudador, secretario del Ayuntamiento y del Juzgado

Irencio Hernández Perdomo-2     Los vecinos más viejos de Arico recuerdan todavía a un ilustre paisano, que creció en el seno de una familia destacada de la localidad y al cumplir los 26 años de edad comenzó una intensa vida pública, hasta convertirse en una de las personalidades más prestigiosas y populares que Arico ha dado a lo largo de su historia, pues dedicó casi toda su vida al servicio público del pueblo donde había nacido, actividad que se extendió a la enseñanza, la parroquia, el ayuntamiento y el juzgado municipal. Tras obtener el título de maestro elemental de Instrucción Primaria desarrolló su labor docente en su pueblo natal durante 36 años, en dos períodos diferentes. Con respecto a la parroquia de San Juan Bautista, y quizás influido por su padre que había sido clérigo tonsurado, don Irencio colaboró desde niño como monaguillo y luego como sochantre, organista y notario público eclesiástico, empleos que ejerció durante unos 20 años. En la vida municipal fueron varios los cargos que ocupó: secretario del Ayuntamiento de Arico, recaudador de contribuciones, vocal asociado de la Junta Municipal, delegado comisionado de reclutamiento, secretario acompañado del Juzgado Municipal en cuatro períodos, jurado, interventor y presidente de mesa electoral, compromisario, etc. Fue, además, corresponsal de los periódicos El Valle de Orotava y El Liberal de Tenerife, y siempre mostró su preocupación por los temas sociales y humanitarios.

      Nació en Arico el 20 de abril de 1840, hijo de don Simón Hernández Gómez, natural de la Sabina Alta (Fasnia), y de doña María de la Concepción Morales Gómez, que lo era de la primera localidad. Tres días después recibió el bautismo en la iglesia de San Juan Bautista, de manos del párroco don Hipólito Casiano Bello; se le puso por nombre “Irencio Aurelio” y actuó como padrino don Juan Antonio González…

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Artículo-IRENCIO HERNÁNDEZ MORALES

Arona: Don Antonio Espínola y Sarabia (1810-1874), teniente coronel graduado de Milicias, comandante de armas de Arona y Los Realejos, y juez municipal del Realejo Alto

Antonio Espínola Sarabia-hoja-2     Hijo y hermano de militares, don Antonio Espínola siguió también la carrera de las armas, llegando a alcanzar el empleo de capitán con la graduación superior de teniente coronel de Milicias. Desempeñó primero la Comandancia de Armas de Arona y luego la de los dos Realejos, tras establecerse en la localidad norteña de la que era oriundo; fue también capitán depositario del Destacamento de Santa Cruz de Tenerife y ocupó, con carácter interino, las importantes plazas de sargento mayor y comandante del Batallón Ligero Provincial de La Orotava. Además, simultaneó su empleo militar con el cargo de juez municipal del Realejo Alto, lo que levantó serias polémicas. Fue en suma, a pesar de su achacosa salud y de su fuerte carácter, un destacado militar del Sur de Tenerife.

       Nació en el pueblo de Arona el 30 de abril de 1810, siendo hijo de don Gonzalo José Espínola García, natural de El Realejo, y de doña María Josefa de Sarabia González, que lo era del pueblo sureño, donde estaban avecindados. El 10 de mayo inmediato recibió el bautismo en la iglesia de San Antonio Abad, de manos del cura párroco don Luis Herrera Cruz; se le puso por nombre “Antonio Santiago del Dulce Nombre de Jesús” y actuó como padrino don Bartolomé Agustín de Sarabia…

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Artículo-ANTONIO ESPÍNOLA SARABIA