Güímar: Fray Andrés Gómez (1705-1792), predicador dominico, teniente de beneficiado de Güímar, capellán de Fasnia y El Escobonal, administrador de Anocheza y recordado “Profeta”

      Aunque no destacó por desempeñar grandes cargos, este humilde religioso dominico ocupa un lugar destacado en la Historia de Güímar, pues su lejana existencia es quizás una de las tradiciones orales que mejor se conservan en el municipio. Sabemos que profesó en el Convento de Santo Domingo en Soriano de este municipio y que, tras ordenarse de presbítero, ejerció en él como lector y predicador. Se le nombró administrador de la lejana Hacienda de Anocheza, propiedad del convento; y desde allí tenía que cumplir con otras obligaciones, como capellán de las ermitas de San Joaquín de Fasnia y San José de El Escobonal, así como teniente de beneficiado de la iglesia matriz de San Pedro Apóstol de Güímar. La vida, la “maldición” y las “profecías” de Fray Andrés se han transmitido de padres a hijos, pero nunca se ha llegado a saber donde acaba la realidad y donde comienza la leyenda.

      Nació en Güímar el día 30 de noviembre de 1705, siendo hijo de don Juan Luis Gómez y doña Lucía Francisca Gómez. Recibió las aguas bautismales el 6 de diciembre inmediato en la iglesia parroquial matriz del Apóstol San Pedro, de manos de don Francisco Hernández de la Rosa, teniente de beneficiado de la misma, y actuó como padrino don Salvador González Medina. Desconocemos el lugar exacto de su nacimiento dentro del municipio, pues no se especifica en la partida de bautismo y Fray Andrés tenía familiares cercanos residiendo tanto en el casco de Güímar como en El Escobonal…

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Vilaflor de Chasna: Don José Feo de Acosta Montes de Oca (1765-1825), soldado distinguido, administrador de las Rentas del Tabaco, mayordomo de fábrica y alcalde mayor de Garachico

Vilaflor-17    Miembro de una ilustre familia, desde joven don José ocupó cargos públicos en su pueblo natal, Vilaflor, como el de secretario acompañado del Ayuntamiento. Luego, siguiendo la tradición familiar, ingresó en las Milicias Canarias como soldado distinguido, pero no perseveró en esta carrera. Una vez establecido en Garachico, donde contrajo matrimonio y permaneció hasta su muerte, desempeñó los importantes cargos de administrador de las Reales Rentas del Tabaco, mayordomo de la fábrica parroquial y alcalde mayor de dicha Villa y Puerto.

      Nació en Vilaflor el 11 de junio de 1765, siendo hijo del capitán don Lucas Agustín Feo, por entonces alcalde de dicho pueblo, y de doña Josefa Bernarda Acosta de Montesdeoca (conocida como Josefa Bernardina). El 20 de ese mismo mes fue bautizado en la iglesia parroquial matriz de San Pedro Apóstol por el beneficiado don Agustín Lorenzo Viera; se le pusieron los nombres “José Bernabé Agustín Domingo del Amparo” y actuó como padrino el presbítero don José Antonio Sopranis, vecino del lugar de Icod…

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Artículo-JOSÉ FEO DE ACOSTA MONTES DE OCA

Datos para la historia de Igueste de Candelaria

Igueste Candelaria-iglesia     En este artículo queremos recordar los acontecimientos y los personajes más destacados que han conformado la historia de Igueste de Candelaria, que durante más de cuatro siglos fue el mayor núcleo de población del municipio y cuyos principales aspectos iremos desarrollando en trabajos posteriores.

     Tras la aparición de la imagen de la Virgen de Candelaria o “Chaxiraxi” de los guanches y su traslado posterior a la Cueva de Achbinico, fue venerada por los aborígenes del Bando de Goymar, que le cedieron un rebaño de 600 cabras que pastaban en el Valle de Igueste, destinado a tal efecto por el Rey, teniendo pena de muerte el que intentase robarlo u osara meterse con su ganado en dicho lugar. El guardián de dicho rebaño y paraje era el guanche Napay Guacherbe, después Francisco Napay, que por lo tanto es el primer habitante conocido de Igueste.

      En la toponimia de este pueblo quedan vestigios de los guanches, de sus ritos y costumbres, como la Montaña de Arguama o “Montaña Santa”, la “Laja del Diablo” en Chacorche y “El granel de los guanches” (cueva en el barranco de Afirama). Y entre los yacimientos arqueológicos descubiertos en este lugar destacan numerosas cuevas o auchones, tagoros, santuarios, majadas pastoriles, concheros y cuevas sepulcrales…

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Artículo-HISTORIA DE IGUESTE

Santiago del Teide: Don Bartolomé García de León (1750-1822), medianero, tazmiero, sargento 1º de Milicias, notario público y administrador del Señor de la Villa

     Don Bartolomé García de León se ejercitó con su padre en las labores agrícolas y en el oficio de tazmiero. A lo largo de su vida alcanzó un notable protagonismo en la sociedad local de su época, pues además de ejercer dicha profesión y trabajar como medianero del alcalde mayor, fue sargento 1º de Milicias, secretario acompañado del Ayuntamiento, notario público eclesiástico, administrador del Señor de la Villa y hermano del Santísimo Sacramento.

     Nació en la Villa de Santiago el 14 de enero de 1750, siendo hijo de don Bartolomé García de Barrios y de su primera esposa doña María Jerónima de León. Cuatro días después recibió el bautismo en la iglesia parroquial de San Fernando, de manos del sacerdote franciscano Fray Juan Andueza, con licencia del párroco don Clemente de Lázaro Cabrera; se le puso por nombre “Bartolomé de Jesús” y actuó como padrino don Pedro Gorrín…

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Artículo-BARTOLOMÉ GARCÍA DE LEÓN

Arico: Don Felipe José Díaz y Gómez (1784-1858), párroco propio de Fasnia, servidor de Arico, notario público, mayordomo de fábrica y de la ermita de Abona

   Ya hemos hecho referencia en más de una ocasión a aquellos sacerdotes que ejercieron su ministerio en un área muy limitada, donde transcurrió casi toda su vida, en muchos de los casos ocu­pando cargos de escaso relieve, por lo que siempre han sido con­siderados sacerdotes de segunda fila. No obstante, al indagar por pueblos y caseríos, al consultar los distintos archivos, llegamos a la conclusión que muchos de ellos fueron más queridos y que su labor social fue mucho más rica que otros personajes de mayor fama.

      Este es el caso del presbítero que hoy nos ocupa, cuya vida transcurrió práctica­mente en el municipio de Arico, con algunas escapadas a Fasnia, donde ejerció en dos etapas durante algunos meses, la primera como párroco propio y la segunda como cura servidor; a Granadilla, de cuya parroquia llegó a estar encargado; y a La Orotava, donde vivió durante algún tiempo; fue cura interino o servidor de Arico en varias ocasiones, notario público eclesiástico de la “Banda del Sur”, mayordomo de la ermita de Ntra. Sra. de Abona, de la Cofradía de Ánimas de la parroquia de Arico y de su fábrica parro­quial. Sin embargo, a lo largo de su vida sufrió graves problemas económi­cos, subsistiendo gracias a las limosnas que le dejaban las misas y con préstamos de algu­nos vecinos de la comarca, a cambio de sus escasas propieda­des agrícolas…

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Artículo-FELIPE JOSÉ DÍAZ GÓMEZ

El cementerio «San José» de El Escobonal (Güímar)

      En el año 2009 se cumplió el 90 aniversario de la inauguración del cementerio de El Escobonal, una obra que vino a cubrir una de las necesidades más apremiantes de los vecinos de este pueblo, pues durante siglos tuvieron que trasladar hasta Güímar los cadáveres de los fallecidos, primero por el camino real y luego por la carretera, para recibir sepultura en las iglesias o en el cementerio de la capital del municipio. El principal argumento esgrimido para no permitir la existencia de un camposanto en esta comarca era que no contaba con parroquia y no residía ningún cura en Agache, ya que la Religión Católica prohibía dar sepultura a los cadáveres sin practicar antes un sacerdote los responsos litúrgicos, lo que en dichas circunstancias no podía llevarse a cabo.

      Para finalizar con el traslado de los cadáveres desde El Escobonal al cementerio de Güímar, en 1915 el Ayuntamiento de este municipio elaboró un proyecto de cementerio para este pago, que se le remitió al Cabildo de Tenerife para que lo informase. En 1916 el Ayuntamiento compró el solar a don Bernardo Yanes y en 1918 comenzó la construcción de este añorado camposanto, con prestaciones de los vecinos de dicho pago, bajo la dirección de albañiles pagados por el Ayuntamiento y con la supervisión del alcalde de barrio don Francisco Díaz Yanes y del teniente de alcalde don Rogelio Ojeda Bethencourt, que fueron los principales impulsores de la construcción. Una vez finalizadas las obras, en sesión celebrada por el Ayuntamiento Pleno el 26 de dicho mes de marzo de 1919 se aprobó su utilización con el nombre de “Cementerio de San José”. Y el domingo 27 del inmediato mes de abril se procedió a su bendición por el cura párroco don Domingo Pérez Cáceres, en un emotivo y solemne acto al que asistió una representación del Ayuntamiento de Güímar, la banda de música de dicha villa y casi todo el vecindario, batiendo el récord de asistencia a un acto registrado en dicho pueblo hasta entonces…

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Arona: Doña Pilar Bethencourt Medina (1813-1896), primera maestra titulada de Arona

Pilar Bethencourt Medina      En este artículo queremos rendir homenaje a la primera maestra titulada nacida en Arona, pueblo en el que ejerció hasta su jubilación. Doña María del Pilar Bethencourt creció en el seno de una familia acomodada, obtuvo el título de Maestra ante la Comisión de Exámenes de la Junta Provincial de Primera Enseñanza y fue nombrada maestra interina de la escuela elemental de niñas de su pueblo natal, que luego obtuvo en propiedad por oposición a una edad avanzada, pues ya contaba 53 años de edad; no obstante permaneció a su frente durante 25 años, hasta superar los 78, en que recibió la merecida jubilación. Conviene destacar que le tocó vivir una época difícil desde el punto de vista económico, pues las maestras cobraban bastante menos que sus colegas masculinos por el mismo trabajo y, para colmo, el Ayuntamiento pagaba su mermado sueldo con mucho retraso, lo que les ocasionaba notables aprietos, haciendo realidad la frase de “Pasa más hambre que un maestro de escuela”.

       Nació en Arona el 4 de marzo de 1813, siendo hija de los propietarios don Juan Martín Bethencourt Alayón y doña María Dolores (Bethencourt) Medina y Domínguez. Cinco días después fue bautizada en la iglesia parroquial de San Antonio Abad por el cura párroco don Luis Herrera y Cruz; se le puso por nombre “María Eusebia del Pilar” y actuó como padrino don José Betancurt y Medina, su abuelo materno…

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Artículo-PILAR BETHENCOURT MEDINA

Antiguas familias de Agache (Güímar): Los Peraza

La Medida-2B      Vamos a tratar en este trabajo de la historia de una familia de labradores que, como tantas otras, se asentó en la comarca de Agache (Güímar) a mediados del siglo XVIII, multiplicándose y conservando su línea directa hasta nuestros días, merced al considerable número de vecinos que todavía poseen su apellido distintivo: Peraza. No obstante, debe consignarse que su origen se remonta a una de las familias más ilustres de Canarias, entroncada con la nobleza isleña. Merece la pena destacar el hecho de que, a pesar de haber transcurrido más de dos siglos y medio del establecimiento de su primer miembro en esta comarca, prácticamente no se ha extendido más allá de los límites del núcleo de población elegido para el asentamiento, La Medida, salvo algunos miembros repartidos por otros barrios del municipio de Güímar.

        El origen de este apellido, según la información que actualmente se posee, se sitúa en Sevilla, de donde pasó a Lanzarote, La Gomera, La Victoria de Acentejo y Santa Úrsula, para recalar finalmente en Güímar, aunque también pasó brevemente por Santiago del Teide. Correspondió a una ilustre familia, que llegó a ostentar el Señorío de todas las Islas Canarias, luego reducido al de La Gomera y El Hierro, y posteriormente el título de Condes de La Gomera.

     Hacia 1727 nació en el pueblo de Santa Úrsula Silvestre Martín Peraza, hijo de Cayetano Martín y de Catalina Peraza, naturales y vecinos de dicho lugar. Aunque no conocemos la causa, lo cierto es que siendo todavía un niño se avecindó en el municipio de Güímar, en el que salvo una corta interrupción ya permanecería hasta su muerte. El 27 de diciembre de 1759, cuando contaba 32 años, contrajo matrimonio en la iglesia de San Pedro de Güímar con María Tejera de Castro, hija de Juan Tejera de Ledesma y de Feliciana (Pérez) de Castro, naturales y vecinos del pago de La Medida; celebró la ceremonia Fray Andrés Gómez, presbítero dominico del convento güimarero y teniente de beneficiado de dicha parroquia, y fueron testigos de la misma Gregorio Pestano, José Hernández Santiago y Bernardo Cataño. La nueva pareja se avecindó en el mencionado pago de La Medida, donde nacieron sus cuatro hijos mayores…

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Arafo-Candelaria: Don José de Baute Santos (1739-1820), teniente de Artillería, comandante de armas, castellano, guarda-almacén de Artillería, teniente coronel de Milicias, Caballero de San Hermenegildo, síndico personero y alcalde de Candelaria-Arafo, descendiente del Rey guanche de Adeje

      En este artículo nos ocupamos del militar de mayor graduación nacido en Arafo, que vivió gran parte de su vida en Candelaria, donde falleció. Comenzó su carrera en Artillería, pero enseguida ascendió a subteniente y teniente de las Milicias Provinciales. Con este último empleo se reintegró al cuerpo de Artillería, como comandante de la media Compañía de Artilleros Milicianos de Candelaria, volviendo luego a las Milicias, en las que ascendió a capitán y alcanzó el retiro con el empleo de teniente coronel. Fue comandante de armas de Candelaria durante más de cuatro décadas, además de teniente castellano del Castillo de San Pedro, castellano de la Batería de Santiago y guarda-almacén de Artillería en dicha localidad, siendo condecorado con la Cruz de la Orden de San Hermenegildo; asimismo, desempeñó el cargo de síndico personero y, en tres ocasiones, el de alcalde de Candelaria y Arafo (cuando todavía constituían un único municipio), que repitió en otras dos etapas, solo del primer municipio. Además, poesía amplias propiedades agrícolas en Arafo, así como algunos pozos de nieve, producto del que fue uno de los principales suministradores en el archipiélago. Desde el punto de vista familiar, descendía de los antiguos guanches de la isla, concretamente y en una de sus ramas del Rey don Diego de Adeje; por ello, era uno de los que podían cargar y acompañar en procesión a la Virgen de Candelaria, según privilegio real.

      Este ilustre personaje nació en el pueblo de Arafo el 11 de enero de 1739, siendo hijo de don Juan de Baute Santos y doña María de Barrios Rodríguez; fue bautizado el 18 de ese mismo mes en la iglesia de Santa Ana de Candelaria, a cuya jurisdicción pertenecía por entonces dicho lugar, por fray Miguel de Salas teniente del beneficiado, quien le impuso el nombre de “Joseph”, siendo apadrinado por don Bernardo Pérez Marrero, también vecino de Arafo…

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Acontecimientos curiosos: Fasnia se queda sin Ayuntamiento (1874-1875) y Arico pretende su anexión

     En el presente artículo queremos dar a conocer un acontecimiento de especial relevancia en la historia del Sureste de Tenerife, las graves dificultades económicas y políticas que atravesó el municipio de Fasnia en el último tercio del siglo XIX, que lo llevó a quedarse sin Ayuntamiento al final de la I República, permaneciendo en dicha situación durante un corto período, de 1874 a 1875. Por ello, quedó totalmente paralizada la actividad pública de la localidad, salvo la del Juzgado municipal, que fue la única institución que se mantuvo de forma ininterrumpida. Aprovechando dicha circunstancia, el vecino Ayuntamiento de Arico pretendió la anexión del término de Fasnia, como había estado en el pasado, lo que motivó un expediente sustanciado ante el gobernador civil de la provincia, quien nombró al alcalde de Güímar como juez comisionado para el mismo. Finalmente, el Ayuntamiento fue constituido de nuevo por designación del juez municipal, cumpliendo el mandato de la máxima autoridad civil de la provincia.

      El derrocamiento de Isabel II en 1868 y la instauración de un gobierno provisional presidido por el general Serrano parece que estimuló la vida política de Fasnia, respirándose en el ambiente una notable conflictividad, por lo que la confección de las candidaturas y los procesos electorales revestían especial importancia…

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