En este artículo nos ocupamos del militar de mayor graduación nacido en Arafo, que vivió gran parte de su vida en Candelaria, donde falleció. Comenzó su carrera en Artillería, pero enseguida ascendió a subteniente y teniente de las Milicias Provinciales. Con este último empleo se reintegró al cuerpo de Artillería, como comandante de la media Compañía de Artilleros Milicianos de Candelaria, volviendo luego a las Milicias, en las que ascendió a capitán y alcanzó el retiro con el empleo de teniente coronel. Fue comandante de armas de Candelaria durante más de cuatro décadas, además de teniente castellano del Castillo de San Pedro, castellano de la Batería de Santiago y guarda-almacén de Artillería en dicha localidad, siendo condecorado con la Cruz de la Orden de San Hermenegildo; asimismo, desempeñó el cargo de síndico personero y, en tres ocasiones, el de alcalde de Candelaria y Arafo (cuando todavía constituían un único municipio), que repitió en otras dos etapas, solo del primer municipio. Además, poesía amplias propiedades agrícolas en Arafo, así como algunos pozos de nieve, producto del que fue uno de los principales suministradores en el archipiélago. Desde el punto de vista familiar, descendía de los antiguos guanches de la isla, concretamente y en una de sus ramas del Rey don Diego de Adeje; por ello, era uno de los que podían cargar y acompañar en procesión a la Virgen de Candelaria, según privilegio real.
Este ilustre personaje nació en el pueblo de Arafo el 11 de enero de 1739, siendo hijo de don Juan de Baute Santos y doña María de Barrios Rodríguez; fue bautizado el 18 de ese mismo mes en la iglesia de Santa Ana de Candelaria, a cuya jurisdicción pertenecía por entonces dicho lugar, por fray Miguel de Salas teniente del beneficiado, quien le impuso el nombre de “Joseph”, siendo apadrinado por don Bernardo Pérez Marrero, también vecino de Arafo…
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