Informe sobre la Parroquia de San Juan Degollado de Arafo en 1942

Este artículo está dedicado a un interesante informe redactado por el recordado cura párroco de Arafo, don Hildebrando Reboso Ayala, para conocer la situación de dicho municipio en 1942, solo tres años después del final de la Guerra Civil. Aunque enfocado desde el punto de vista religioso, también aporta algunos datos sobre la vida social del vecindario, pues dicho sacerdote conocía perfectamente a sus feligreses, dado que ya llevaba 39 años al frente de la parroquia de San Juan Degollado, aunque en ella continuaría otros 12 años, hasta que su enfermedad le impidió continuar. Como curiosidad, el 22 de febrero de dicho año 1942 giró una visita a esta parroquia el “Iltmo. Sr. Obispo de esta Diócesis Dr Don Fray Albino González y Menéndez Reigada”, la cual fue la tercera y última que hizo al pueblo; en ella confirmó a 276 personas, de las que 60 no habían sido bautizadas en este pueblo. En ese mismo año se celebraron en la parroquia de Arafo un total de 61 bautismos, 34 entierros y 23 matrimonios.

Con el fin de conocer lo más exactamente posible el estado de esta Diócesis, el 15 de septiembre de 1942 el obispo Fray Albino González Menéndez-Reigada publicó una circular, en virtud de la cual encarecía a todos los curas párrocos y encargados de las distintas parroquias, que contestasen a las preguntas que comprendía el cuestionario que se adjuntaba a dicha circular. El párroco de Arafo, don Hildebrando Reboso Ayala, contestó a los 15 puntos del mismo el 7 de octubre de ese mismo año, con lo que podemos conocer en detalle cuál era por entonces la situación de su parroquia: el número de feligreses; los ingresos por misas; el estado de la iglesia y su protección; la asistencia de los fieles a la misa y la comunión; el cumplimiento por su feligresía de los demás sacramentos (Bautismo, Matrimonio -con interesantes detalles de la vida matrimonial- y Extramaunción); la preparación para la primera Comunión; la enseñanza del Catecismo y la explicación del Evangelio; y las cofradías o asociaciones existentes en la parroquia (la Cofradía del Santísimo Sacramento y el centro masculino de Acción Católica)…

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Güímar-Arafo: Don Nelson Hernández Blanco (1928-2016), trombonista, brigada músico del Ejército, miembro de las bandas de música de Santa Cruz de Tenerife, La Laguna, Puerto de la Cruz y Arafo, de la Orquesta Sinfónica de Tenerife, de la Orquesta de la Ópera, de “Los Fregolinos” y “La Zarzuela”, peón de albañil y zapatero

Nacido en Güímar, pero establecido en Arafo desde su niñez, nuestro biografiado se inició en la actividad musical en la academia de la Agrupación Artístico Musical “La Candelaria” de dicha villa, en la que debutó como trombón, instrumento que le acompañó durante toda su vida. A los 19 años ingresó en el Regimiento de Infantería Tenerife nº 49, en calidad de Soldado de 2ª de Infantería voluntario por tres años, siendo destinado a prestar sus servicios como Educando en la Sección de Música de dicho Regimiento; en el mismo cuerpo continuó durante cinco años, en los que ascendió por oposición a Cabo Músico y se le reconoció luego el sueldo de Cabo 1º. En dicha situación pasó a prestar sus servicios en la Sección de Música del Regimiento de Infantería Melilla nº 52, en la que permaneció durante algo más de dos años. Reintegrado a la Sección de Música del Regimiento de Infantería Tenerife nº 49, continuaría en ella durante otros 27 años, sin interrupción, hasta su pase a la reserva; en ese largo período se le concedió el sueldo de Sargento, la asimilación al empleo de Sargento músico de 3ª y los empleos de Músico de Tercera asimilado a Sargento 1º, Sargento 1º músico del Cuerpo de Músicas Militares, por oposición restringida, y Brigada músico; también recibió tres Cruces a la Constancia en el Servicio, pensionadas. Pasó a la reserva tras más de 36 años y medio como músico militar. Además, formó parte de un cuarteto que actuaba en Santa Cruz en las representaciones del Circo “Arriola”; perteneció como trombón a varias bandas de música: Municipal de La Laguna, Municipal del Puerto de la Cruz y Municipal de Santa Cruz de Tenerife, así como a la Orquesta Sinfónica de Tenerife y a la Orquesta de la Ópera, que actuaba en el Teatro “Guimerá”; también reforzó en numerosas ocasiones a la Sociedad Filarmónica “Nivaria” y a la Agrupación Artístico Musical “La Candelaria”, ambas de Arafo; asimismo, formó parte de dos agrupaciones señeras del carnaval tinerfeño, “Los Fregolinos” y “La Zarzuela” del Círculo de Amistad XII de Enero. En la actividad profesional, trabajó en su juventud como peón de albañil y durante toda su vida como zapatero, en los ratos libres que le dejaban sus ocupaciones musicales.

Nació en el barrio de El Rincón de Güímar el 25 de marzo de 1928, a las once de la noche, siendo hijo de don Adolfo Domingo Hernández Bello, natural de Güímar, y doña María de la Piedad Blanco de la Cuesta, que lo era de Cangas de Onís (Asturias). El 26 de noviembre de ese mismo año fue bautizado en la iglesia de San Pedro Apóstol por el cura párroco don Domingo Pérez Cáceres, arcipreste del distrito; se le puso por nombre “Nelson Quirico” y actuaron como padrinos don Alfonso de la Cuesta y doña Dominica de la Cuesta. Con tan solo un par de años se trasladó con su familia al caserío de El Socorro, donde transcurrió parte de su niñez. Luego, cuando contaba ocho años de edad, se establecieron en Arafo, donde sus padres abrieron una fonda…

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El municipio de Arafo, su parroquia y su vida religiosa en 1965, según el canónigo don José Trujillo Cabrera y dos misioneros jesuitas

Contamos con una somera descripción del municipio de Arafo en 1965, centrada sobre todo en su dotación parroquial y en la religiosidad de su feligresía, gracias a dos destacados acontecimientos: la publicación del libro Guía de la Diócesis de Tenerife del canónigo don José Trujillo Cabrera, en el que se recogían interesantes datos de la única parroquia existente por entonces en esta localidad; y la celebración de una Santa Misión, que tuvo su sede en la cabecera municipal. El término municipal de Arafo lo constituían por entonces solo tres núcleos de población: Arafo (cabecera municipal y parroquial), La Hidalga y Playa de Lima. Contaba en ese año con una única parroquia, la de San Juan Degollado, a cuyo frente se encontraba el cura ecónomo don Vicente Jorge Dorta, quien también atendía una ermita existente en dicha jurisdicción y otra en construcción. La jurisdicción contaba por entonces con 3.343 habitantes de hecho.

El canónigo gomero José Trujillo Cabrera recogió, en su interesante libro Guía de la Diócesis de Tenerife, publicado en 1965, una sucinta información general de la parroquia de “La Degollación de San Juan Bautista” de Arafo, en la que mencionaba el número de feligreses (3,283), su categoría (entrada) y el número de escuelas (10 nacionales y una parroquial); su casa rectoral con huerto y teléfono (número 3); Hermandad del Santísimo Sacramento; Cofradías de la Virgen del Carmen y María Auxiliadora; Acción Católica y Cáritas parroquial; salones parroquiales (dos); y sus fiestas patronales (el último domingo de agosto). Luego hizo una breve reseña histórica, en la que destacó la construcción y bendición de la primitiva ermita, así como la creación de la parroquia y la ampliación de la iglesia. También señaló los principales bienes artísticos que albergaba el templo parroquial (pintura, escultura y orfebrería). A continuación se detuvo en enumerar los dos pagos del término (La Hidalga y Playa de Lima), con sus habitantes, distancia a la parroquia, escuelas y ermitas (una en fase inicial de construcción -San Andrés- y otra ya existente -San Juanito-).

A comienzos del verano de ese mismo año 1965 se celebró una Misión en Arafo. Al igual que en el resto de los pueblos del Sur, el resultado de ésta se recogió en el Boletín Oficial del Obispado y, según dicha crónica, todos los actos se centraron en la cabecera municipal, con la colaboración del párroco. En esta localidad, la Santa Misión corrió a cargo de los padres jesuitas Martínez y Maldonado, quienes tuvieron un buen recibimiento. Según su crónica, para atraer a los hombres los actos se celebraron en la plaza, con bastante éxito, sobre todo en tres momentos: la visita de la Virgen del Socorro, el Vía Crucis y el sermón del perdón de las injurias; la tónica general fue positiva, hasta el punto de ser considerada extraordinaria, fundamentalmente entre los jóvenes, pues la predicación llegó a todo el pueblo y tuvo una clausura solemne; no obstante, los hombres, especialmente los casados, no mostraron interés por la confesión…

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Arafo: Don Víctor Servilio Pérez Rodríguez (1922-2005), Cronista Oficial e Hijo Predilecto de Arafo, donde da nombre a una calle, músico, sochantre-organista, administrativo-contable, jefe del Hogar Rural, presidente fundador de la Juventud de Acción Católica, director del Coro parroquial y del Coro del Hospital Militar, promotor y secretario de la Comisión pro-Capilla de Ntra. Sra. del Carmen y poeta

Al cumplirse el primer centenario de su nacimiento, queremos dedicar este artículo al primer Cronista Oficial de la villa de Arafo, don Víctor Servilio Pérez Rodríguez. Ejerció como monaguillo y sochantre-organista de la parroquia de San Juan Degollado de Arafo, así como director del coro parroquial; ingresó en la Sociedad Filarmónica “Nivaria”, en la que tocó el requinto y el clarinete; además, mientras prestó el servicio militar, fue director del coro del Hospital Militar. Aprendió el oficio de zapatero con su padre y, tras obtener el título de administrativo-contable, ejerció como oficial temporero del Ayuntamiento de su villa natal, maestro sustituto de Enseñanza Primaria e inspector de espectáculos públicos. Por entonces fue elegido vicesecretario del Casino “Unión y Progreso”, jefe del Hogar Rural, presidente fundador y secretario de la Juventud de Acción Católica, jefe de las Organizaciones Juveniles de Falange, promotor y secretario de la Comisión pro-Capilla de Ntra. Sra. del Carmen. Una vez establecido en Santa Cruz de Tenerife, trabajó como cajero, jefe de negociado, administrativo, gerente, contable, editor y director-administrador de una revista; también ejerció como sochantre y encargado del archivo de la parroquia de San José en Santa Cruz de Tenerife. Pero, sobre todo, don Víctor Servilio, debe ser recordado por su labor pionera, por investigar y divulgar la historia y los personajes del municipio de Arafo; en este sentido, colaboró intensamente en la prensa y recopiló gran parte de sus trabajos en un libro, dejando otro inédito. Esa labor altruista fue reconocida con su ingreso en la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Tenerife y con los títulos de Cronista Oficial e Hijo Predilecto de la villa de Arafo. También destacó como poeta y fue Diplomado en Técnica Publicitaria y en Estudios Canarios. Recibió varios homenajes, tanto en vida como después de su muerte, incluida la nominación de una calle y la colocación de una placa en su casa natal.

Nuestro biografiado nació en la villa de Arafo el 17 de octubre de 1922, a las diez de la noche, siendo hijo de don Juan Rafael Pérez de Mesa y doña Isolina Rodríguez Fariña, naturales y vecinos de dicha localidad. Cinco días después fue bautizado en la iglesia parroquial de San Juan Degollado por el cura propio don Hildebrando Reboso Ayala; se le puso por nombre “Víctor Servilio” y actuó como padrino don Agustín Curbelo Núñez. Siempre fue conocido entre sus paisanos por su segundo nombre…

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La Orquesta “Power” de la villa de Arafo (1980-1987)

Una de las numerosas orquestas de baile fundadas en Arafo en el pasado siglo XX fue la orquesta “Power”, que recorrió los escenarios de Canarias en los años ochenta. Llevaba el mismo nombre que habían tenido otras agrupaciones musicales de las islas: una orquesta “Power” de Santa Cruz, en 1912; otra orquesta “Filarmónica Power”, también en la capital tinerfeña, en 1923; una orquesta u orquestina “Power” de La Orotava, compuesta por varios miembros de la banda municipal de dicha villa, en 1931-1935; una orquestina “Power” de Santa Cruz de Tenerife, en 1936; otra orquestina “Power” de Teror, en 1935-1936; y la más longeva, una popular orquesta “Power” de El Paso, que formaba parte de la Agrupación Musical Vives, en 1940-1969.

La orquesta “Power” se formó en Arafo hacia 1980 y se mantuvo en los escenarios durante siete años, hasta 1987. Ensayaba en la calle del Correo, en el local de la antigua zapatería que era propiedad de doña Carmen Rosa Marti. Actuó en varias islas y llegó a grabar un cassette. Estuvo compuesta inicialmente por: Heriberto Albertos González “Berto” (saxo alto), Salvador Galdona García (saxo tenor), José Ramón Duque -de Santa Cruz- (bajo), Arsenio Regalado Sánchez (batería), Luis -de Santa Cruz- (piano) y Francisco Hernández Cabrera “Paco” -de Candelaria- (vocalista). Hacia 1984 Berto decidió dejar la orquesta y su plaza de saxo alto fue cubierta inicialmente por el músico militar José Gil Vázquez; pero como éste no permaneció mucho tiempo en el conjunto, dicha plaza fue ocupada luego por Adalberto García Pestano. Además, otras vacantes fueron cubiertas por los siguientes músicos: Alberto García -de Güímar- (piano), José Encinoso Flores (bajo) y el músico militar Collado Estremera (trompeta)…

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Arafo: Don Francisco Rodríguez Rodríguez (1907-1987), maestro nacional, músico, emigrante a Cuba, agricultor, sargento provisional de Artillería, director de coros en Arafo y Breña Alta, director de las bandas de música de Guía de Isora y Arico, fundador de un grupo de teatro y comendador de Alfonso X el Sabio

En su infancia, nuestro biografiado emigró con su familia a Cuba. A su regreso trabajó como agricultor, a la par que se iniciaba en la actividad musical en la Sociedad Filarmónica “Nivaria”. Después de casado, estuvo encargado de una residencia de estudiantes en La Laguna, lo que le permitió cursar los estudios de Magisterio, pues desde su niñez quería ser maestro; por entonces prestó su servicio militar, alcanzando el empleo de cabo de complemento de Artillería. Tras obtener el título de Maestro de Primera Enseñanza regresó a Arafo, donde ejerció como maestro sustituto y profesor de adultos; también continuó como clarinete de la banda “Nivaria”, fue director de un coro de niños y tallador de quintos en el Ayuntamiento. Luego pasó como maestro interino, sucesivamente, a Punta del Hidalgo (La Laguna), Arafo, Arico (donde fue delegado sindical local de Falange) y El Médano (Granadilla de Abona), afiliándose por entonces al S.E.M y al C.N.S. Con motivo de la Guerra Civil fue movilizado y ascendido a sargento provisional de Artillería. Finalizada la contienda bélica ejerció como maestro en La Cisnera (Arico) y El Salto (Granadilla), superando la oposición de acceso al Magisterio. Como maestro propietario provisional fue destinado a Tejina de Guía, período en el que fue nombrado director de la banda de música de Guía de Isora. Luego pasó como maestro a Arico, municipio en el que también asumió el cargo de director fundador de su primera banda de música. Posteriormente se le destinó a La Palma y en esta isla ejerció como maestro en Puntagorda y Breña Alta; en este último municipio fue director de un coro, miembro de la banda de música y fundador de un grupo de teatro. Finalmente, fue trasladado como maestro a San Cristóbal de La Laguna, donde ejerció durante 25 años, hasta su jubilación; con este motivo se le hizo un homenaje, el Ayuntamiento le entregó una placa y se le concedió la Encomienda de Alfonso X el Sabio. Tras su jubilación se estableció en el caserío de El Socorro (Güímar), donde residió hasta su muerte.

Este recordado personaje nació en Arafo el 17 de diciembre de 1907, a las cinco de la madrugada, siendo hijo de don Agustín Rodríguez Batista y doña María Rodríguez Hernández, conocida por “Mariquita”, naturales y vecinos de dicho lugar. Pocas semanas después, el 6 de enero de 1908, fue bautizado en la iglesia de San Juan Degollado por el cura párroco don Hildebrando Reboso y Ayala; se le puso por nombre “Francisco Lázaro Anacleto” y actuó como padrino don Anacleto Martín Hernández, natural de la isla de La Palma. Fue conocido entre sus paisanos por “Pancho” …

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Arafo: Don Heliodoro Rodríguez Coello (1883‑1938), agricultor, subdirector de la Sociedad Filarmónica “Nivaria”, músico militar de primera, instructor de Boys Scouts, director de seis bandas de música en Cuba, compositor y concejal suplente del Ayuntamiento de Arafo, donde da nombre a una calle

Nuestro biografiado trabajó inicialmente como agricultor, peón asalariado y carrero, pero, sobre todo, es recordado como uno de los músicos más brillantes nacidos en Arafo. Inició su carrera como cornetín de la Banda de Música “Nivaria”; luego emigró a Cuba, donde también trabajó en la agricultura para dedicarse luego a la actividad musical, como director de la Banda Municipal de Camajuaní y como músico militar; alcanzó el empleo de músico de primera (sargento mayor) y, como tal, fue director de la Banda de la Guardia Rural de Santa Clara, así como instructor y director de la Banda Juvenil de los Boys Scouts de dicha ciudad; y también dirigió las bandas municipales de Santa Clara y Esperanza. De regreso a su pueblo natal, trabajó como agricultor y comerciante, además fue designado profesor de la academia y subdirector de la Sociedad Filarmónica “Nivaria”, a la que dirigió en varias ocasiones; además fue elegido vocal del Casino “Unión y Progreso” y nombrado concejal suplente del Ayuntamiento de Arafo. Tras dos años de estancia en Tenerife regresó a Cuba, donde estuvo durante tres meses tocando el cornetín en los cines de La Habana y luego alcanzó la dirección de la Banda Municipal de Morón, a cuyo frente permaneció durante diez años, colocándola a la altura de las mejores de dicha República. En el país que lo acogió como inmigrante divulgó ampliamente sus conocimientos musicales, pero su carrera quedó truncada por su muerte repentina y prematura en La Habana. También despuntó como compositor. Por esa brillante trayectoria, sin duda merece su inclusión en el cuadro de honor de la historia musical de la villa de Arafo, donde da nombre a una calle.

Nuestro biografiado nació en Arafo el 3 de julio de 1883, a las dos de la tarde, siendo hijo de don Santiago Rodríguez Hernández y doña Martina Coello Batista. Dos días después fue bautizado en la iglesia de la Degollación de San Juan Bautista de la localidad por don Manuel Bretillard y Vega, cura párroco servidor de la misma; se le puso por nombre “Eliodoro José” y actuó como padrino don Juan Antonio Marrero Rodríguez, siendo testigos don José García y don José Marrero, de la misma vecindad…

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Arafo: Don Juan de Torres Marrero y Bencomo (1651-1736), propietario agrícola, alférez y capitán de Milicias y vecino más prestigioso de Arafo en su época

Como propietario agrícola, nuestro biografiado gozó de una posición económica bastante desahogada, que luego mantuvo toda su descendencia. Pero su mayor prestigio lo alcanzó con la carrera militar, al igual que algunos de sus antepasados, pues fue alférez y luego capitán del Tercio y posterior Regimiento de Milicias del Valle de Güímar, empleo este último con el que llegó a ser el militar de mayor graduación residente por entonces en Arafo, lo que le permitió ser el vecino más prestigioso de dicha localidad en su época. Por ello, probablemente tuvo mucho que ver en la construcción de la ermita de San Juan Degollado en 1678 y, sobre todo, en la reconstrucción de dicha localidad tras su destrucción parcial por las coladas de la erupción volcánica de 1706. También perteneció a todas las Cofradías de la parroquia de Candelaria. Vivió siempre en su pueblo natal, donde dejó una numerosa y destacada sucesión, que se extendió por el Valle de Güímar, constituyéndose en una de las sagas más ilustres del mismo.

Nació en Arafo hacia 1651, siendo hijo de don Juan de Torres Fariña y doña Beatriz Marrero, vecinos de dicho pueblo y casados en la iglesia de San Pedro Apóstol de Güímar en 1642. De momento no hemos podido localizar su partida de bautismo, pero deducimos el año de su nacimiento por los que sí están documentados de sus hermanas. Pero sí sabemos que fue apadrinado por su pariente don Juan Bautista de Guzmán Bencomo, “procurador de Causas y notario de Cruzada” de La Laguna…

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La construcción de la torre y la instalación del reloj de la iglesia de San Juan Degollado de la villa de Arafo

La historia de la iglesia de San Juan Degollado de Arafo se remonta a 1678, en que se bendijo la primitiva ermita. Ésta fue ampliada en 1795, lo que favoreció su elevación a parroquia en ese mismo año. Solo estaba dotada con un pequeño campanario, que ya estaba ruinoso en 1924, por lo que por iniciativa del párroco don Hildebrando Reboso Ayala se promovió la construcción de una torre, que además sirviese para embellecer el templo. Para ello, el Ayuntamiento cedió el terreno y una cantidad en metálico, mientras que el resto de los gastos fueron asumidos gracias a los donativos del citado sacerdote y las principales familias de la localidad, así como la venta de rifas y el producto de un bazar, así como de una finca de la parroquia. La primera piedra se puso en 1925 y la obra concluyó en 1928, en que fue bendecida. En 1930 se arregló la fachada de la iglesia y se colocaron aceras en los costados sur y oeste del templo. En 1940 se colocó la Cruz de los Caídos, pegada a su frente. En 1943 se instaló un reloj público, promovido por el Ayuntamiento y adquirido en Vitoria, gracias también a las aportaciones vecinales. En 1975 se le anexionó la capilla del Santísimo Cristo del Valle; y, finalmente, se colocaron, por debajo del reloj, cuatro esferas con las imágenes de los patronos de la villa. En el presente artículo nos vamos a centrar, sobre todo, en el proceso de construcción de la torre de la iglesia parroquial de Arafo y en la posterior instalación de un reloj público en misma.

A comienzos de 1924 el párroco don Hildebrando Reboso Ayala promovió la creación de una comisión, con el fin de recaudar fondos para construir una torre en la iglesia parroquial, ante el estado ruinoso que ofrecía el campanario y con un doble objetivo, procurar la seguridad de las campanas y contribuir al embellecimiento del templo. El proyecto se realizó bajo la dirección técnica del arquitecto don Otilio Arroyo Herrera, quien también asumiría la dirección técnica, y en el mismo se preveía la colocación de un reloj, iniciativa ésta que partió del rico comerciante don Manuel Herrera, Hijo Adoptivo de la localidad…

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Arafo: Don José Hernández Baños (1862-1908), maestro de la escuela elemental de niños de Arafo, secretario del Ayuntamiento, arrendador del impuesto de cédulas personales de Canarias, habilitado de los maestros y de las clases pasivas del archipiélago, agente comercial y cofundador de la “Asociación provincial del Magisterio Canario”.

Miembro de una destacada familia lagunera, tras obtener el título de Maestro Elemental de Primera Enseñanza nuestro biografiado obtuvo por oposición la escuela elemental de niños de Arafo, que regentó directamente durante 15 años, más otros 11 por medio de un sustituto y hasta su prematura muerte; a los dos años de su toma de posesión obtuvo el título Superior. En dicha localidad contrajo matrimonio y nacieron sus tres hijos. Al margen de su labor docente, en Arafo también fue secretario interino del Ayuntamiento, comisionado de éste para la entrega de quintos en la Caja de Recluta, interventor electoral y agente recaudador del impuesto de cédulas personales en el Sur de Tenerife, así como donante de un cuadro para la parroquia de San Juan Degollado y coordinador de las voces del coro parroquial. Tras concedérsele su sustitución como maestro por enfermedad, se estableció con su familia en Santa Cruz de Tenerife, donde vivió el resto de su vida y fue arrendador del impuesto de cédulas personales de la provincia de Canarias, habilitado de los maestros del partido judicial de dicha capital y de las clases pasivas de todas las islas, agente comercial, cofundador y vocal organizador de la “Asociación provincial del Magisterio Canario”, jurado judicial y arrendador del impuesto de Consumos en el municipio de San Lorenzo”.

Nació en San Cristóbal de La Laguna el 16 de mayo de 1862, siendo hijo de don Juan Hernández López y doña Elena Baños Díaz, de la misma naturaleza. Al día siguiente fue bautizado en la parroquia del Sagrario Catedral por don Miguel Casimiro de Lara, cura propio de la parroquia matriz de San Pedro Apóstol de El Sauzal, con licencia del rector propio semanero don Rafael Gutiérrez, examinador sinodal y cura párroco castrense de dicha ciudad; se le puso por nombre “José Francisco Pascual Miguel María del Carmen” y actuó como padrino don Francisco Hernández López, tío paterno.

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