Informe sobre la Parroquia de San Juan Degollado de Arafo en 1942

Este artículo está dedicado a un interesante informe redactado por el recordado cura párroco de Arafo, don Hildebrando Reboso Ayala, para conocer la situación de dicho municipio en 1942, solo tres años después del final de la Guerra Civil. Aunque enfocado desde el punto de vista religioso, también aporta algunos datos sobre la vida social del vecindario, pues dicho sacerdote conocía perfectamente a sus feligreses, dado que ya llevaba 39 años al frente de la parroquia de San Juan Degollado, aunque en ella continuaría otros 12 años, hasta que su enfermedad le impidió continuar. Como curiosidad, el 22 de febrero de dicho año 1942 giró una visita a esta parroquia el “Iltmo. Sr. Obispo de esta Diócesis Dr Don Fray Albino González y Menéndez Reigada”, la cual fue la tercera y última que hizo al pueblo; en ella confirmó a 276 personas, de las que 60 no habían sido bautizadas en este pueblo. En ese mismo año se celebraron en la parroquia de Arafo un total de 61 bautismos, 34 entierros y 23 matrimonios.

Con el fin de conocer lo más exactamente posible el estado de esta Diócesis, el 15 de septiembre de 1942 el obispo Fray Albino González Menéndez-Reigada publicó una circular, en virtud de la cual encarecía a todos los curas párrocos y encargados de las distintas parroquias, que contestasen a las preguntas que comprendía el cuestionario que se adjuntaba a dicha circular. El párroco de Arafo, don Hildebrando Reboso Ayala, contestó a los 15 puntos del mismo el 7 de octubre de ese mismo año, con lo que podemos conocer en detalle cuál era por entonces la situación de su parroquia: el número de feligreses; los ingresos por misas; el estado de la iglesia y su protección; la asistencia de los fieles a la misa y la comunión; el cumplimiento por su feligresía de los demás sacramentos (Bautismo, Matrimonio -con interesantes detalles de la vida matrimonial- y Extramaunción); la preparación para la primera Comunión; la enseñanza del Catecismo y la explicación del Evangelio; y las cofradías o asociaciones existentes en la parroquia (la Cofradía del Santísimo Sacramento y el centro masculino de Acción Católica)…

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Granadilla de Abona): Don José Ruiz González (1833-?), estudiante de Magisterio, teniente de Milicias, ayudante interino y cajero de su Batallón, subteniente de Infantería en Cataluña y teniente de Infantería en las guerras de independencia de Santo Domingo y Cuba

Miembro de una destacada familia chasnera por su madre, nuestro biografiado nació en Granadilla de Abona y pasó su juventud en La Laguna, donde ingresó en el Batallón Ligero Provincial de dicha ciudad, en el que alcanzó los empleos de subteniente y teniente de Milicias; también ejerció como ayudante interino y cajero de dicho cuerpo; además, por entonces también prestó el servicio de guarnición en el Destacamento que protegía a Santa Cruz de Tenerife, en dos ocasiones, incorporado al Batallón Ligero Provisional de Canarias. Luego pasó al Ejército como subteniente de Infantería, prestando sus servicios durante nueve meses en Cataluña. Posteriormente, al ser ascendido a teniente de Infantería para Ultramar, se embarcó para Santo Domingo, donde participó en distintas acciones de guerra, con motivo de su independencia, hasta que el Ejército español fue evacuado de dicha isla. Finalmente, fue destinado a Santiago de Cuba, donde prestó servicios de campaña, también con motivo de la guerra de independencia de dicha isla, hasta su prematura muerte. Había contraído matrimonio en Cuba y su esposa, una vez viuda, celebró segundas nupcias con su cuñado don Aurelio Ruiz y González, hermano de nuestro biografiado, quien sería regidor interventor y último secretario español de El Caney.

Nació en Granadilla el 12 de mayo de 1833, siendo hijo del notario público don Domingo Ruiz y Mora, natural de la Villa de La Orotava, y de doña Josefa González Vargas, que lo era de La Laguna aunque oriunda del pueblo sureño. Dos días después fue bautizado en la iglesia de San Antonio de Padua por el presbítero don Manuel González Guillén, con licencia del cura propio Lcdo. don José Pomar y Forteza; se le puso por nombre “José Faustino del Sacramento” y actuó como padrino don Faustino Lozano del Castillo…

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Arona: Don Narciso Sierra Hernández (1835-1916), propietario agrícola, segundo teniente de la Milicia Nacional, subteniente de Milicias Provinciales, concejal del Ayuntamiento de Arona, emigrante a Puerto Rico y víctima de un robo con violación

Nacido en el seno de una destacada familia de Arona, nuestro biografiado fue un notable propietario agrícola que tuvo una corta carrera militar. Por sorteo ingresó como soldado de Milicias en el Batallón Provincial de Abona, en el que luego solicitó y obtuvo el empleo de subteniente de Milicias Provinciales; con éste también prestó sus servicios en el Batallón Provincial de La Orotava, por disolución del anterior, y posteriormente en la nueva Sección Ligera Provincial de Abona, en la que obtuvo su retiro a petición propia, para cuidar de una hermana soltera y dedicarse a la labranza. Simultáneamente, fue elegido segundo teniente de la Compañía de la Milicia Nacional de Arona, cuerpo local de orden público en el que solo permaneció un año, hasta su disolución. Tras obtener su retiro de las Milicias se centró en el cuidado de sus propiedades agrícolas, aunque por entonces fue elegido concejal del Ayuntamiento de Arona. Finalmente, emigró a Puerto Rico y se estableció en Mameyes Abajo (Utuado), donde contrajo matrimonio y se dedicó a la agricultura. En dicha localidad sufrió un asalto a su casa por una numerosa cuadrilla de delincuentes, que no solo robaron cuanto quisieron, sino que, además, el jefe de la misma violó a su esposa, lo que motivó un largo expediente judicial. Falleció octogenario en Arecibo, dejando sucesión.

Nació en Arona, probablemente en el Valle de San Lorenzo, el 13 de marzo de 1835, siendo hijo de don Narciso (Rodríguez) Sierra Pérez y su prima doña María Hernández Sierra. El 20 del mismo mes fue bautizado en la iglesia de San Antonio Abad por el cura propio don Miguel Rodríguez Guillama; se le puso por nombre “Narciso Antonio Matilde” y actuaron como padrinos don Antonio Francisco Domínguez y doña María Bethencourt Medina…

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Güímar: Don Pedro Gómez Marrero (1828-1902), sacristán de la parroquia de San Pedro, secretario del Ayuntamiento de Candelaria, maestro de la escuela y sochantre-organista de la parroquia de Santa Ana, secretario del Ayuntamiento y del Juzgado Municipal de Güímar, y primer mayordomo del Señor de las Tribulaciones

Nuestro biografiado se inició en la vida laboral como sacristán de la parroquia de San Pedro Apóstol; simultáneamente, trabajó como escribiente y luego como oficial de la secretaría del Ayuntamiento de Güímar. Luego ejerció durante un año como secretario al Ayuntamiento de Candelaria, donde también actuó como maestro de la escuela incompleta de niños de dicho pueblo y sochantre-organista de la parroquia de Santa Ana. Tras regresar a su pueblo natal, desempeñó en propiedad el empleo de secretario titular del Ayuntamiento de Güímar durante 17 años. Posteriormente, actuó otro año como secretario del Ayuntamiento de Candelaria. Finalmente, ejerció como secretario en propiedad del Juzgado Municipal de Güímar, empleo en el que permaneció durante 27 años y hasta su muerte, en virtud del cual también actuó como delegado del juez municipal. Además de trabajar como funcionario durante más de medio siglo, fue propietario agrícola, interventor electoral suplente y primer mayordomo de la imagen del Señor de las Tribulaciones de la parroquia güimarera.

Nació en Güímar el 31 de enero de 1828, siendo hijo de don Froilán Gómez Flores y doña María del Carmen Marrero de Castro y Camacho. Hallándose en peligro de muerte, fue bautizado al nacer por la partera doña Juana Díaz Marrero, habilitada para ello “en caso de necesidad”. El 1 de febrero inmediato recibió el bautismo oficial en la iglesia de San Pedro Apóstol por el beneficiado don Agustín Díaz Núñez, por entonces Bachiller en Sagrada Teología; se le puso por nombre “Pedro” y actuó como padrino en “las sagradas ceremonias” don José Barrios Texera. Sería conocido como “Pedro Nolasco”…

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Descripciones del municipio de Fasnia en el segundo cuarto del siglo XX

En este trabajo vamos a hacer un repaso por diez descripciones que conocemos del municipio de Fasnia, correspondientes al segundo cuarto del pasado siglo XX. Unas son muy escuetas y otras más extensas; algunas reúnen datos de gran valor histórico, geográfico, demográfico y económico; otras son exclusivamente geográficas; y varias recogen, además, los nombres de las personas más relevantes del término municipal, tanto por sus cargos públicos como por sus profesiones o potencial económico. Las más extensas e interesantes de ellas que reproducimos son las correspondientes a los Anuarios de 1927 y 1948, sobre todo desde el punto de vista humano, pues se relacionan las personas que ocupaban los principales cargos y empleos públicos, así como los oficios más llamativos. No obstante, otras más pequeñas también aportan datos concretos de gran valor, como las de José Delgado Marrero y fray Albino González Menéndez-Reigada. Con anterioridad ya nos hemos ocupado en este mismo blog de numerosas descripciones de este municipio publicadas en el siglo XIX y algunas del XX.

En un Anuario del comercio, de la industria, de la magistratura y de la administración del año 1927, se incluyeron algunos datos generales del municipio de Fasnia (población, distancia, fiestas, producción e industria), así como una interesante relación de las personas que ocupaban los principales cargos y empleos públicos del Ayuntamiento (alcalde y secretario) y Juzgado municipal (juez, fiscal y secretario), más el párroco, los maestros y el administrador de correos. Además, se añadía una completa lista de las personas que desempeñaban los principales oficios o actividades económicas del municipio (propietarios de abacerías, maestros albañiles, albardero, agentes de auto-camiones de transportes, empresarios de automóviles, barberos, propietarios de cafés, carpinteros, comadrona, confiteros, cuberos toneleros, farmacéuticos, propietarios de fondas, exportadores de frutas, propietarios de molinos de gofio, herreros, hojalatero, médico, modistas, panaderos, propietarios, exportadores de quesos, taberneros, comerciantes de tejidos, cosecheros de vinos y zapateros). También se relacionaban los núcleos de población que conformaban el término municipal, fuera del casco, con su categoría, población y, en el caso de La Zarza, la existencia de escuelas nacionales, con sus maestros…

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Adeje: Don Vicente de Agreda y Cisneros (1811-1877), subteniente de Milicias, oficial 1º de la Administración de Rentas y Aduanas de Las Palmas, diputado provincial, socio del Gabinete Literario, persona caritativa y solidaria

Hijo de un militar y funcionario navarro, además de administrador del Marqués de Adeje, y de una gaditana, este desconocido adejero se inició como meritorio, sin sueldo, en la secretaría de la Intendencia de Ejército, durante cinco meses, y de la Administración de las Reales Rentas Unidas de la Provincia, durante algo más de un año. Luego solicitó y obtuvo el nombramiento como cadete del Regimiento Provincial de La Laguna, en el que ascendió a subteniente de Milicias y prestó sus servicios durante más de 14 años. Simultáneamente, ejerció como oficial 2º de la Administración de Rentas en Gran Canaria. Pero luego ascendió a oficial 1º de la misma Administración, destinado en la oficina de Aduanas del partido de Las Palmas, por lo que pidió su retiro de las Milicias. En ese empleo de oficial 1º, ejerció como “vista” de Aduanas, interventor del Registro de Puerto franco e interventor de la oficina de Rentas y Depositaría de la capital grancanaria. En su ejercicio como funcionario se vio sometido a los vaivenes políticos de la época, siendo cesado y readmitido en varias ocasiones por las Juntas Gubernativas. Además, fue elector de diputados a Cortes y senadores, socio fundador del Gabinete Literario de Las Palmas y diputado provincial por Gran Canaria. Al margen de sus cargos, nuestro biografiado destacó como persona caritativa y solidaria.

Nació en la Villa de Adeje el 1 de mayo de 1811, a las tres de la tarde “más ó menos”, siendo hijo de don José María de Agreda Cavanillas, “Admor. grâl. de esta casa fuerte y Estados del Exmô. Sôr. Marques de Bélgida”, natural de la ciudad de Tudela “en el Reyno de Navarra de la Península Española”, y doña María Vicenta de Cisneros de Pruna, natural de la ciudad de Puerto de Santa María (Cádiz), y ambos vecinos de dicha villa. Fue bautizado al momento de nacer “en caso de necesidad en la casa y habitación de sus padres” por el beneficiado servidor don Agustín Hurtado de Mendoza y Salazar; y cuatro días después, el 5 de mayo, se ratificó dicho bautizo por dicho sacerdote en la iglesia de Santa Úrsula; se le puso por nombre “Vicente Felipe Santiago de San Agustín” y actuó como padrino don Agustín de Salazar, beneficiado curado propio de dicha parroquia, “quien se hizo cargo de su espiritual parentesco y demas obligaciones”…

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Santiago del Teide: Don Ángel Manuel de Castro y Prieto (1719-1793), sochantre y notario público eclesiástico de la parroquia de San Fernando de la villa de Santiago

Nuestro biografiado era natural de El Tanque, aunque oriundo por sus padres de La Gomera, isla en la que se establecería en su juventud y viviría con su familia, durante sus dos primeros matrimonios. Luego se trasladó al valle de Santiago, donde ejerció como como notario público eclesiástico y, sobre todo, como sochantre de la parroquia de San Fernando, empleo en el que permaneció hasta su muerte; pero no asumió el de organista, pues en su época la iglesia carecía de órgano. En esta villa, una vez viudo, celebró terceras nupcias. Es muy probable que, con anterioridad, también desempeñase dichos oficios en La Gomera.

Nació en el lugar de El Tanque el 19 de septiembre de 1719, siendo hijo de don Manuel Antonio de Castro y doña María Fernández Pineda, naturales de la isla de La Gomera y vecinos de dicho lugar. El 26 de ese mismo mes fue bautizado en la iglesia de San Antonio de Padua por el cura párroco propio don Ángel Francisco Rodríguez; se le puso por nombre “Ángel Manuel” y actuó como padrino el alférez don Pedro Doble de Incel…

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Candelaria: Don Fernando Rodríguez Díaz (1900-1999), barbero, fiscal municipal suplente, corresponsal del diario Hoy, vocal del Pósito Marítimo, vocal fundador de la Agrupación local de Unión Republicana, tesorero de la Agrupación Musical, presidente del Casino de Candelaria, en varias etapas, y del “C.F. Candela” de esta villa

Aunque no había nacido en Candelaria, nuestro biografiado llegaría a ser uno de los personajes más populares de este municipio, en el que se estableció en su niñez y donde ejercería como maestro barbero en la popular calle de La Arena. A pesar de su cojera congénita, siempre fue un incondicional aficionado al fútbol, llegando a ser presidente del “C.D. Candela” y un hincha fiel del “C.D. Hespérides” de su ciudad natal. Además, en la villa de Candelaria tuvo una intensa vida social, pues ejerció como somatenista; fiscal municipal suplente; corresponsal del diario Hoy; vocal del Pósito Marítimo de Candelaria; vocal fundador de la Agrupación local de Unión Republicana; tesorero de la banda de música local, frustrada por el inicio de la Guerra Civil; vicesecretario, tesorero y presidente en varias etapas del Casino de Candelaria; y presidente del “C.F. Candela” de esta villa. Fue, sin duda, un hombre comprometido con su villa adoptiva, donde era considerado un hombre bueno y servicial.

Nació en la ciudad de La Laguna el 8 de marzo de 1900, siendo hijo de don Francisco Rodríguez y doña María Díaz y Díaz, de la misma naturaleza. Pero perdió pronto a su padre. Con tan solo siete años pasó a vivir en Candelaria, pues, después de enviudar, doña María Díaz y Díaz se estableció definitivamente en esta localidad hacia 1907, acompañada por su madre, doña Francisca Díaz y Díaz, y con sus cuatro hijos (doña María, don Juan, don Fernando y don Francisco Rodríguez Díaz), todos nacidos en La Laguna. Según los padrones municipales, es probable que tanto ella como su madre viviesen en Candelaria con anterioridad…

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Los inicios del folclore canario en El Escobonal (Güímar) y su primera Rondalla

Como ya señalábamos en un artículo anterior, el pueblo de El Escobonal (Güímar), que siempre ha sido famoso por su afición al baile, ha conservado a lo largo del tiempo muchas de las tradiciones de la tierra, en especial las vinculadas a la música folclórica, tan arraigada entre sus habitantes desde hace más de un siglo. En 1924 ya contaba con una parranda organizada, que actuó incluso en las Fiestas de Mayo de Santa Cruz de Tenerife; y en los años cuarenta de ese mismo siglo se formó una Rondalla folclórica, la primera de varias que se han mantenido en dicha localidad hasta la actualidad. De esas primeras agrupaciones nos vamos a ocupar en el presente artículo.

En los años veinte del siglo pasado, ya existía en El Escobonal una parranda folclórica consolidada, que llegó a actuar en la “Gran Fiesta Regional” que se celebró en la plaza de toros de Santa Cruz de Tenerife el jueves 1 de mayo de 1924, a partir de las cuatro de la tarde, organizada por la Juventud Republicana con motivo de las Fiestas Patronales de dicha capital. En ese importante evento se incluyó: una trilla con yuntas, carreras de “barcos”, los “guanches” de Candelaria, las danzas de cintas (incluida la de Güímar), diversas parrandas, exhibición de juego del palo y lucha canaria, así como bailes y cantos del país; también se instalaron ventorrillos, se reprodujo una casa canaria y un molino de viento. No fue una fiesta gratuita, pues las entradas oscilaron entre 1,50 pesetas de la “media entrada de sol” y las 30 pesetas de los palcos.

La primera Rondalla organizada en El Escobonal se formó en los albores de los años cuarenta de ese mismo siglo XX. Fue una de las pioneras de la isla y llegó a ser considerada como una de las mejores, a pesar de que sólo se mantuvo durante esa década, teniendo en la cantante Josefina Marrero uno de sus más firmes valores. Esta agrupación comenzó ensayando en casa de Federico Marrero, para hacerlo luego en el sótano de Mario Delgado y, finalmente, en el Casino situado en el salón de Arsenio Pérez, en la fonda. Se formó con los buenos tocadores procedentes de las antiguas orquestas de baile, junto con los bailadores que habían heredado de sus antepasados un estilo excelente y peculiar, así como las voces más representativas de la comarca. Fue la agrupación más nutrida que ha tenido el municipio de Güímar, pues llegó a contar con 42 tocadores y unas 20 parejas de baile…

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Güímar-Arafo: Don Nelson Hernández Blanco (1928-2016), trombonista, brigada músico del Ejército, miembro de las bandas de música de Santa Cruz de Tenerife, La Laguna, Puerto de la Cruz y Arafo, de la Orquesta Sinfónica de Tenerife, de la Orquesta de la Ópera, de “Los Fregolinos” y “La Zarzuela”, peón de albañil y zapatero

Nacido en Güímar, pero establecido en Arafo desde su niñez, nuestro biografiado se inició en la actividad musical en la academia de la Agrupación Artístico Musical “La Candelaria” de dicha villa, en la que debutó como trombón, instrumento que le acompañó durante toda su vida. A los 19 años ingresó en el Regimiento de Infantería Tenerife nº 49, en calidad de Soldado de 2ª de Infantería voluntario por tres años, siendo destinado a prestar sus servicios como Educando en la Sección de Música de dicho Regimiento; en el mismo cuerpo continuó durante cinco años, en los que ascendió por oposición a Cabo Músico y se le reconoció luego el sueldo de Cabo 1º. En dicha situación pasó a prestar sus servicios en la Sección de Música del Regimiento de Infantería Melilla nº 52, en la que permaneció durante algo más de dos años. Reintegrado a la Sección de Música del Regimiento de Infantería Tenerife nº 49, continuaría en ella durante otros 27 años, sin interrupción, hasta su pase a la reserva; en ese largo período se le concedió el sueldo de Sargento, la asimilación al empleo de Sargento músico de 3ª y los empleos de Músico de Tercera asimilado a Sargento 1º, Sargento 1º músico del Cuerpo de Músicas Militares, por oposición restringida, y Brigada músico; también recibió tres Cruces a la Constancia en el Servicio, pensionadas. Pasó a la reserva tras más de 36 años y medio como músico militar. Además, formó parte de un cuarteto que actuaba en Santa Cruz en las representaciones del Circo “Arriola”; perteneció como trombón a varias bandas de música: Municipal de La Laguna, Municipal del Puerto de la Cruz y Municipal de Santa Cruz de Tenerife, así como a la Orquesta Sinfónica de Tenerife y a la Orquesta de la Ópera, que actuaba en el Teatro “Guimerá”; también reforzó en numerosas ocasiones a la Sociedad Filarmónica “Nivaria” y a la Agrupación Artístico Musical “La Candelaria”, ambas de Arafo; asimismo, formó parte de dos agrupaciones señeras del carnaval tinerfeño, “Los Fregolinos” y “La Zarzuela” del Círculo de Amistad XII de Enero. En la actividad profesional, trabajó en su juventud como peón de albañil y durante toda su vida como zapatero, en los ratos libres que le dejaban sus ocupaciones musicales.

Nació en el barrio de El Rincón de Güímar el 25 de marzo de 1928, a las once de la noche, siendo hijo de don Adolfo Domingo Hernández Bello, natural de Güímar, y doña María de la Piedad Blanco de la Cuesta, que lo era de Cangas de Onís (Asturias). El 26 de noviembre de ese mismo año fue bautizado en la iglesia de San Pedro Apóstol por el cura párroco don Domingo Pérez Cáceres, arcipreste del distrito; se le puso por nombre “Nelson Quirico” y actuaron como padrinos don Alfonso de la Cuesta y doña Dominica de la Cuesta. Con tan solo un par de años se trasladó con su familia al caserío de El Socorro, donde transcurrió parte de su niñez. Luego, cuando contaba ocho años de edad, se establecieron en Arafo, donde sus padres abrieron una fonda…

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