En su juventud, nuestro biografiado cursó estudios de Náutica en Estados Unidos y vivió una temporada en Francia, por lo que dominaba el inglés y el francés. Adquirió amplias propiedades en Las Vegas (Granadilla de Abona) y, tras su matrimonio en Arico, obtuvo otras muchas en este término, llegando a ser uno de los más ricos propietarios de tierras y aguas de ambos municipios; fue nombrado corresponsal en Arico de la Junta de Agricultura de Canarias y también ejerció como agente comercial en la capital tinerfeña. Además, tuvo una intensa vida pública, pues fue regidor del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, diputado provincial y alcalde de Arico; en esta actividad política sobresaldrían luego muchos de sus descendientes.
Nació en Santa Cruz de Tenerife el 9 de octubre de 1813, siendo hijo de don Martín Rodríguez Castellano y doña Antonia Delgado Meneses, naturales y vecinos de dicha capital. Al día siguiente fue bautizado en la iglesia parroquial de Ntra. Sra. de la Concepción, por el sacerdote don Juan José Pérez González; se le puso por nombre “Martín Antonio Pedro Dionicio” y actuó como padrino don Pedro Pablo de Sala, natural de Barcelona…
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