Las Fiestas patronales de Tamaimo (Santiago del Teide) de 1908, en honor de Santa Ana

Del 25 al 27 de julio de 1908 se celebraron las tradicionales fiestas patronales del pago de Tamaimo, el mayor núcleo de población del municipio de Santiago del Teide, en honor de Santa Ana. Pero ese año contaron con varios testigos de excepción procedentes del vecino pueblo de El Tanque: el maestro de la escuela de niños, don Manuel Rodríguez López; otro maestro, don Agustín Acosta y Castro, que era hermano del párroco de dicho pueblo; un sobrino de éstos, don Antonio Pérez Acosta; y el secretario del Ayuntamiento, don Abraham Trujillo Ferrer, que por cierto era natural de la villa de Santiago. Durante su estancia fueron agasajados por los principales vecinos de Tamaimo, así como por el cura párroco del Valle, el sochantre-organista, que también era secretario del Ayuntamiento y del Juzgado, y dos primos de don Abraham.

El 30 de julio de 1908, el santiaguero y destacado colaborador periodístico don Abraham Trujillo Ferrer firmó como “A. Te Efe” un artículo en El Tanque, donde ejercía como secretario del Ayuntamiento, que fue publicado en El Tiempo el 4 de agosto inmediato. En él describía brevemente las fiestas de Santa Ana en Tamaimo, a las que habían acudido personas de los distintos pagos del municipio de Santiago del Teide, así como de otras localidades vecinas, como Chío, Guía y Adeje. El cronista destacaba la tranquilidad y ausencia de altercados, la procesión con las imágenes de Santa Ana y San Joaquín, el alumbrado a la veneciana, la abundancia de fuegos artificiales, las bellas galas que lucían las mujeres y los bailes, amenizados por instrumentos de cuerda que tocaban los aires de la tierra (isas, folías, malagueñas, seguidillas, etc.). Pero, sobre todo, hacía hincapié en la hospitalidad del vecindario, que multiplicaba sus atenciones hacia los forasteros, mencionando especialmente a una docena de vecinos de Tamaimo que agasajaron a los visitantes de El Tanque. También agradecía su amabilidad y cariño a dos amigos, el cura párroco del Valle, don José Serret y Sitjá, y el secretario del Ayuntamiento, don Maximino Remón Roqueso, que también era sochantre-organista de la parroquia, así como a sus primos don Alfonso y don José Ferrer Guanche…

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Guía de Isora: Don Juan Antonio Hernández Dorta (1839-?), propietario agrícola, comerciante, alcalde de San Antonio de las Vegas y teniente coronel del Ejército Libertador de Cuba

Al igual que varios de sus familiares, nuestro biografiado emigró a Cuba y se estableció en San Antonio de las Vegas, donde contrajo matrimonio. En dicha localidad destacó como propietario agrícola y comerciante, por lo que fue elegido alcalde-presidente del Ayuntamiento y, como tal, presidente de las Juntas locales de Instrucción Primaria, Sanidad y de Patronato. Luego, identificado plenamente con la causa cubana, tras el inicio de la Guerra de Independencia y junto a dos de sus sobrinos, en 1895 se alistó en el Ejército Libertador de Cuba, en el que alcanzó el empleo de comandante de la Segunda Brigada de la Segunda División del V Cuerpo del Departamento Occidental, prestando sus servicios como ayudante incorporado al Estado Mayor; al final de dicha guerra ya había ascendido a teniente coronel del Cuartel General (Maestre) de Brigada del general en jefe, incardinado en la mencionada Brigada, que operaba en las provincias de Matanzas y La Habana.

Nació en Tejina de Guía el 18 de noviembre de 1839, siendo hijo de don Agustín Marcos Hernández (Carmenaty) González, natural de El Tanque, y doña María Dorta Domínguez (Fraga), conocida por “Carmela”, que lo era de Tejina. Seis días después fue bautizado en la iglesia de Ntra. Sra. de la Luz de Guía de Isora por el cura propio don José Pérez; se le puso por nombre “Juan Antonio del Rosario” y actuó como padrino don Antonio Francisco de León…

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Güímar: Don Julio Díaz Gómez (1927-2008), agricultor, maquinista, soldador, capataz, chófer, encargado general, componente de orquestas, rondallas y los “Amigos del Arte”, director de la Rondalla del Club de la Tercera Edad, cofundador y director del grupo “África Alonso y los Chinguaro”

Oriundo de Agache (Güímar) por sus padres, nuestro biografiado vio la luz en Santa Cruz de Tenerife, donde trabajaban sus progenitores. A los nueve años se estableció en El Escobonal con su familia materna, donde se inició en las labores agrícolas y ganaderas, así como en la música. A los 21 se trasladó con su madre a El Puertito de Güímar, donde contrajo matrimonio y residió el resto de su vida. Una vez en el Valle, trabajó inicialmente como maquinista en una fábrica de bloques y soldador; luego como capataz de fincas y chófer; y, finalmente, ejerció durante muchos años como encargado general de todas las propiedades y negocios que poseía en Güímar la familia Robayna, que incluían varias casas, extensas fincas en explotación, un empaquetado, una bodega, una fábrica de bloques y mosaicos y una empresa constructora de edificios. Después de jubilado se dedicó al cuidado de una finca que le regaló dicha familia. Pero, quizás, es más recordado por su faceta musical, pues con su laúd formó parte de la orquesta “La Alegría” de El Escobonal y de la primera Rondalla folclórica de dicho pueblo; luego se integró en una rondalla de Güímar, en la orquesta de El Puertito, de la que fue fundador, y en la Agrupación “Amigos del Arte” de la antedicha ciudad; posteriormente, fue director de la Rondalla del Club de la Tercera Edad de Güímar y, finalmente, cofundador y director del grupo “África Alonso y los Chinguaro”.

Nació en Santa Cruz de Tenerife el 13 de septiembre de 1927, siendo hijo de don Ángel Díaz Dorta, natural de Lomo de Mena (Güímar) y jardinero de la Capitanía General de Canarias, y doña Polonia Gómez y Gómez, que lo era de El Escobonal (Güímar) y empleada en el Hospital Civil de dicha capital. Fue bautizado en la iglesia de San Francisco de Asís de dicha capital y siempre fue conocido como “Yuyo”. A los nueve años de edad se estableció en el Lomo de Montijo de El Escobonal con su abuelo materno y a los 22 años de edad se trasladó a El Puertito de Güímar con su madre…

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Arico: Don Juan Saavedra Hernández (1853-1940), marino, patrón de barco, gerente de la Compañía de Navegación de Tenerife, propietario agrícola, ventero, interventor electoral, fiscal municipal suplente, juez municipal y alcalde de Arico

El grancanario que nos ocupa se estableció desde su adolescencia en Arico, donde contrajo matrimonio, falleció y dejó descendencia. Comenzó a trabajar muy joven como marino, al igual que su padre, y obtuvo el título de patrón de barco, siendo propietario del pailebote “San Diego”; también fue gerente de la Compañía de Navegación de Tenerife, propietario agrícola, encargado de canteras y ventero. Además, como elector contribuyente tuvo el derecho de elegir diputados a Cortes y compromisarios para senadores; y desempeñó los principales cargos públicos de su pueblo adoptivo, entre ellos los de interventor electoral, fiscal municipal suplente, juez municipal, concejal del Ayuntamiento y alcalde.

Nació en Gáldar el 6 de marzo de 1853, siendo hijo del marino don Martín Saavedra Mendoza y doña Leonor Tomasa Hernández Rodríguez, naturales y vecinos de la misma villa. Dos días después fue bautizado en la iglesia matriz de Santiago Apóstol por el cura párroco beneficiado don Mateo López del Valle, arcipreste del partido; se le puso por nombre “Juan del Pino” y actuó como madrina doña María Encarnación Molina, vecina de la vecina localidad de Guía…

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Candelaria: Don Miguel Sabina Marrero (1883-1938), pescador, comerciante, secretario interino del Juzgado, alcalde constitucional, juez municipal, jurado judicial, presidente del Comité local de Unión Patriótica, interventor electoral y alcalde de mar

El personaje que nos ocupa trabajó como comerciante y, como muchos de sus paisanos, también se dedicó a la pesca y fue accionista de galerías. Pero, sobre todo, tuvo una intensa vida pública, pues en su pueblo natal desempeñó los principales cargos de relieve: fue secretario interino del Juzgado en tres etapas; concejal del Ayuntamiento en una legislatura; alcalde en tres periodos, el último durante la II República; jurado por sorteo durante muchos años, para los juicios por jurado que se debían celebrar en la cabecera del  partido judicial de Santa Cruz de Tenerife; presidente del Comité local de Unión Patriótica; interventor electoral; juez municipal en tres etapas, la última hasta su muerte; secretario de la comunidad de explotación de aguas “Chese”; y último alcalde de mar de Candelaria.

Nació en Candelaria el 29 de septiembre de 1883, a las siete de la mañana, siendo hijo de don Francisco Sabina Castro (conocido por “Quico”) y doña Adelaida Marrero Sabina. El 4 del inmediato mes de octubre fue bautizado en la iglesia de Santa Ana por el beneficiado propio don Antonio de la Barreda y Payba; se le puso por nombre “Miguel Ángel” y actuó como padrino don Manuel Gil Rodríguez, siendo testigos don Isidro Delgado y don Abelardo Nóbrega…

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Güímar: Don Nicasio García Díaz (1827-1895), mayordomo de la Virgen del Socorro, director de la banda de música de Güímar, teniente 2º de la Milicia Nacional local, primer teniente de alcalde del Ayuntamiento y notario público eclesiástico de la Parroquia de San Pedro

Este destacado güimarero quedó huérfano muy pronto, casó dos veces y destacó como propietario agrícola, llegando a ser uno de los mayores contribuyentes de Güímar y, como tal, elector para cargos municipales, así como de diputados provinciales, diputados a Cortes y compromisarios para senadores. A lo largo de su vida desempeñó diversos cargos públicos en su pueblo natal: 2º teniente de la Milicia Nacional local, secretario de la Junta o Comisión Pericial de Amillaramiento, hombre bueno en juicios, primer teniente de alcalde, alcalde accidental, presidente de la Comisión local de Instrucción Primaria, regidor o concejal del Ayuntamiento en varias etapas, miembro de la Hermandad del Santísimo Sacramento de la parroquia matriz y notario público eclesiástico. Pero, sobre todo, fue muy conocido como mayordomo de la Virgen y ermita de El Socorro, además de como director de la Banda de Música de dicha localidad. Falleció en su pueblo natal.

Nació en Güímar el 13 de diciembre de 1827, siendo hijo de don Antonio Leandro García y doña Dominga Díaz Núñez. Dos días después fue bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro Apóstol por su tío materno, el entonces Bachiller don Agustín Díaz Núñez, beneficiado de la misma; se le puso por nombre “Nicasio de la Purísima Concepción” y actuó como padrino otro tío materno, el entonces subteniente de Milicias don Modesto Díaz Núñez.

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Vilaflor de Chasna: Don Pedro Tacoronte Fumero (1854-1910), maestro interino, elector contribuyente, secretario suplente del Juzgado, alcalde constitucional, interventor electoral, juez municipal y secretario interino del Ayuntamiento

Nuestro personaje ya destacó como estudiante, al figurar entre los mejores alumnos de la escuela pública de niños de su municipio natal. Luego ejerció como maestro interino de la misma, aunque carecía de titulación académica; por dicho motivo se matriculó en la Escuela Normal de Maestros de La Laguna, pero no consta que obtuviese el correspondiente título. Lo cierto es que, como elector contribuyente, a lo largo de su vida desempeñó algunos de los principales cargos públicos de Vilaflor de Chasna: secretario suplente del Juzgado Municipal, alcalde constitucional, interventor electoral, juez municipal titular, secretario interino del Ayuntamiento en dos etapas, la última hasta su muerte, y juez municipal suplente. Falleció prematuramente, dejando sucesión.

Nació en Vilaflor de Chasna en 1854, siendo hijo de don Domingo Tacoronte Trujillo y doña María del Rosario Fumero y Fumero, naturales y vecinos de dicho pueblo, donde habían contraído matrimonio en 1851. Fue bautizado en la iglesia de San Pedro Apóstol por el cura párroco propio don José Lorenzo Grillo y Oliva. Fueron sus abuelos paternos: don Fernando Tacoronte Bethencourt, natural de La Escalona y de origen guanche, y doña María Benita Trujillo Rodríguez, de Vilaflor, casados en 1801; y los maternos: don Marcos Fumero Évora y doña María del Carmen Fumero Grillo, ambos de Vilaflor…

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Arafo: Don Eladio Hernández Curbelo (1850-1890), cofundador y director de la Banda de Música “Numancia”, compositor, emigrante a Cuba, recaudador de la contribución territorial, labrador, herrero, propietario agrícola, juez municipal suplente y jurado judicial

Este artículo está dedicado a un destacado músico arafero, que fue uno de los fundadores de la Banda de Música “Numancia”, la primera de Arafo, que dirigió en dos etapas, y también desarrolló una modesta labor como compositor. Profesionalmente fue labrador y herrero; emigró a Cuba, para obtener algunos ahorros y a su regreso ejerció como recaudador de la contribución territorial, nombrado por el Ayuntamiento; y llegó a ser un notable propietario agrícola. Además, ejerció como juez municipal suplente y jurado judicial. Pero su vida se truncó en plena juventud, dejando sucesión.

Nació en Arafo el 17 de febrero de 1850, siendo hijo de don Matías Hernández Baute y doña Luisa Curbelo Pérez. Tres días después recibió el bautismo en la iglesia de San Juan Degollado, de manos del presbítero don Víctor Eusebio Marrero, con licencia del cura párroco don Antonio Rodríguez Torres; se le puso por nombre “Eladio” y actuó como padrino don Marcelino Batista Torres…

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Güímar: Don Nicasio de la Cruz Hernández (1850-1877), propietario agrícola, alférez de Milicias y comandante de armas de Güímar, sumariado por emigrar sin licencia a Venezuela y fallecido prematuramente

Nuestro biografiado ingresó por sorteo como soldado de Milicias en el Batallón Provincial de La Laguna, aunque enseguida pasó a la Sección Ligera Provincial de Abona, donde solicitó el empleo de alférez de Milicias, para lo que tuvo que demostrar su suficiencia ante el jefe de dicho cuerpo, así como ser dotado por su padre con la hipoteca de una finca, para asegurar su decente manutención mientras permaneciese en situación de provincia como oficial. Tras la instrucción de un dilatado expediente logró el preciado ascenso y, poco después, tras quedar agregado con dicho empleo al Batallón de La Laguna como supernumerario, fue nombrado comandante de armas de Güímar, al ser el militar de mayor graduación residente en dicho municipio. Pero permaneció poco tiempo en ese cargo, pues emigró sin licencia para la República de Venezuela, por cuyo motivo se le incoó una sumaria por deserción, que concluyó con su baja en las Milicias. Dos años después de su partida regresó a Güímar, aunque ya gravemente enfermo, por lo que falleció prematuramente en su pueblo natal, con tan solo 26 años de edad.

Nació en el barrio de Los Majuelos de Güímar el 17 de octubre de 1850, siendo hijo del alférez graduado de Milicias don Francisco de la Cruz y Cruz, natural de Santa Cruz de Tenerife pero oriundo de Güímar por ambos padres, y doña Antonia Hernández Benítez, nacida en el pueblo sureño. Tres días después fue bautizado en la iglesia matriz de San Pedro Apóstol por don Agustín Díaz Núñez, Doctor en Sagrada Teología, examinador sinodal, beneficiado curado propio de la misma y vicario juez eclesiástico del partido; se le puso por nombre “Nicasio” y actuó como madrina su prima doña Amalia de la Cruz, de la misma naturaleza y vecindad.

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Fasnia: Don Daniel Oliva Martín (1885-1952), emigrante, maestro albañil, guarda jurado, propietario agrícola, promotor de pozos y galerías, cofundador y vocal del primer Comité Republicano, cabo jefe del distrito del Somatén Armado y concejal síndico del Ayuntamiento republicano, encarcelado tras el inicio de la Guerra Civil

El villero que nos ocupa contrajo matrimonio en su adolescencia y se estableció en el municipio de Fasnia, de donde era natural su esposa. Después de casado emigró dos veces a Cuba y a su regreso trabajó como maestro albañil, guarda jurado particular y propietario agrícola. Pero, sobre todo, se dedicó a promover obras hidráulicas, pues fue promotor del pozo de La Quebrada, que permitió regar la zona costera de dicho municipio; aprovechó el agua de Fuente Vieja y construyó una presa que permitió regar la zona de Los Morales y Cruz del Roque; luego también promovió las galerías de “Tenazo” y “Martiño”, y trabajó en la perforación de otras, tanto en Fasnia como en el resto de la isla. Además, tuvo una intensa vida social y política en dicho municipio sureño, donde fue cofundador y vocal del Comité Republicano, cabo jefe del distrito del Somatén Armado, concejal y regidor síndico del Ayuntamiento de Fasnia, donde desarrolló una intensa labor, pues solicitó y promovió la creación de escuelas, la casa-cuartel de la Guardia Civil, una estafeta de Correos para los barrios de La Sombrera y Sabina Alta y el servicio telefónico para los mismos, etc. Por sus ideas republicanas y progresistas sufrió una dura represión y estuvo encarcelado tras el inicio de la Guerra Civil. Falleció en su municipio adoptivo, donde dejó una amplia sucesión.

Nuestro biografiado nació en la villa de La Orotava en 1885, siendo hijo de don Juan Oliva Villar y doña Benigna Martín Hernández, de la misma naturaleza. En dicha localidad cursó los estudios primarios y residió los primeros años de su vida, hasta su adolescencia, en que se trasladó a Santa Cruz de Tenerife. Fue el mayor de tres hermanos…

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