Las primeras orquestas en la historia de El Escobonal (Güímar)

Orquesta Apolo     Al repasar la historia de esta Comarca no debemos olvidar a las populares orquestas de baile que se prodigaron en El Escobonal desde comienzos de siglo, dado su protagonismo en la vida de muchas generaciones de agacheros. Entre ellas destacaron: la denominada “El Escobonal”, fundada y dirigida por don Joaquín Rodríguez; la “Orquesta del Barranco” o Sexteto “Apolo”, bajo la dirección de don Tomás de la Rosa; la de “Los Peregrinos”, luego llamada “La Alegría”, en el Escobonal de Arriba, fundada y dirigida por don Octavio Rodríguez; la de “Los Abejones” o “El Pencón”, en el Escobonal de Abajo, a cuyo frente estaba don Pelagio Díaz; la dirigida por don Honorio en Lomo de Mena; y “Los Cinco del Sur” o “Ritmo del Sur”, que de momento es la última creada en Agache, que también fundó y dirigió don Octavio Rodríguez. Menos la última, todas las demás comenzaron siendo sólo de cuerda e interpretando exclusivamente música folclórica, para luego admitir instrumentos de viento e incorporar otras piezas bailables, como pasodobles y melodías sudamericanas. En este artículo solo nos vamos a ocupar de las dos primeras, pues de otras dos ya nos hemos ocupado con anterioridad.

     Esporádicamente se reunían músicos de varias de estas agrupaciones para formar parrandas, que recorrían el pueblo transmitiendo alegría y hermandad, tanto por la Festividad de Reyes como por las Fiestas Patronales. A finales de los años cuarenta constituyeron también una rondalla, que actuaba en Güímar por la romería de San Antonio Abad y por las Fiestas de San Pedro, obteniendo algunos premios en los certámenes folclóricos que se celebraban en estas últimas…

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Güímar: Don José Gómez Castro (1912-1995), sargento de Ingenieros y Automovilismo, gerente de COASTE, secretario de COPLACA, delegado-director de la sucursal de la Caja Rural y primer teniente de alcalde

José Gómez Castro     Cursó estudios en el Instituto de Enseñanza Media y en la Escuela Politécnica de La Laguna. Prestó su servicio militar en Ingenieros, donde destacó por su habilidad en el Tiro; por entonces también obtuvo un premio de motorismo. Tras dos años dedicados a la agricultura de exportación, con motivo del inicio de la Guerra Civil fue nombrado subjefe local de las Milicias de Acción Ciudadana y enseguida fue movilizado en el mismo Grupo Mixto de Ingenieros, incorporándose a la compañía de Trasmisiones, de la que fue escribiente y en la que ascendió hasta sargento interino. Luego pasó al Parque de Automóviles de la Comandancia General de Canarias, del que fue nombrado secretario y sargento provisional. Una vez licenciado, trabajó como administrador de una empresa, Gerente de COASTE, secretario del Grupo de Plátanos de UTECO, secretario de COPLACA, directivo de comunidades de aguas y delegado-director de la sucursal de la Caja Rural; fue reconocido como “Cooperativista Ejemplar”. En el aspecto religioso, fue vicepresidente de la Adoración Nocturna, hermano mayor de la Hermandad del Santísimo Sacramento, padrino de la imagen de Santo Tomás de Aquino, adquirida para la iglesia de Santo Domingo, y promotor de la nueva Capilla de San Pedro Abajo, para la que donó el solar junto a sus hermanos y en la que actuó como mayordomo, estando encargado de sus fiestas. Finalmente, en la actividad política y social, fue primer teniente de alcalde de Güímar, tesorero fundador del Colegio “San Pedro Apóstol” de Segunda Enseñanza y socio fundador de Radio Club Tenerife.

     Nació en La Medida (Güímar) el 11 de diciembre de 1912, siendo hijo de don Francisco José Gómez García, natural de la ciudad de La Laguna, y de doña María del Carmen Castro Díaz, que lo era de dicho pago. Pocos días después recibió el bautismo en la iglesia parroquial de Santo Domingo de la ciudad de los Adelantados; se le puso por nombre “José Martín” y actuó como padrino el ilustre político sureño don Martín Rodríguez y Díaz‑Llanos…

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Artículo-JOSÉ GÓMEZ CASTRO

Antiguas familias de Agache (Güímar): los Castro-Macías de El Escobonal (“Los Gallegos”)

Los Gallegos-Escobonal     El presente artículo está dedicado a la genealogía de una conocida familia de El Escobonal (Güímar), que siempre se ha conocido como “Los Gallegos”, por el lugar de nacimiento de su fundador, don Antonio Mesías Arias de Santiago, natural de San Salvador de Serantes, hoy un barrio de El Ferrol (La Coruña). Inicialmente contrajo matrimonio en Santa Cruz de Tenerife con doña Juliana María Rodríguez Duranza, natural de la Villa de La Orotava, pero ésta murió muy joven y sin sucesión. Tras enviudar, celebró segundas nupcias en la misma capital tinerfeña con una escobonalera, doña Dominga María Gómez García, y luego se estableció con su familia en el pueblo natal de ésta, donde dejó una dilatada sucesión. El apellido del fundador sufrió variaciones a lo largo del tiempo en sus descendientes: Mesías, Mecías y Macías, pero éste se extinguió en sus nietos, al no haber quedado en Tenerife descendencia masculina, pues sus dos hijos varones se establecieron en América, como también harían otros miembros de la familia.

     En este artículo se hace una reseña biográfica del fundador y un repaso por las cinco generaciones que le sucedieron, a partir de sus siete hijos. De ellos, dos hijas, doña Ignacia y doña Bernarda, vivieron y se casaron en El Escobonal y, curiosamente, con el mismo hombre, don Félix Castro Díaz, pues la primera murió muy joven cuando solo había tenido una hija, mientras que la segunda procreó nueve hijos. Durante el siglo XIX y la mayor parte del XX, casi todos los componentes de esta familia se dedicaron a la agricultura, pero las generaciones actuales han podido diversificar sus salidas profesionales y mejorar su situación económica y social; incluso muchos de sus miembros han cursado estudios superiores. Hoy, los “gallegos” están repartidos por distintos municipios de Tenerife (Güímar, Arafo, Fasnia, Santa Cruz, La Laguna, Candelaria, etc.), El Hierro, la Península, Cuba, Venezuela, Reino Unido, etc…

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Güímar: Don Ildefonso Díaz Delgado (1805-1890), primer teniente de alcalde y regidor del Ayuntamiento, mayor contribuyente de la comarca de Agache e interventor electoral

Casas de Ildefonso    Miembro de una familia destacada, nuestro biografiado adquirió numerosas propiedades agrícolas, que le permitieron figurar entre los mayores propietarios del municipio de Güímar. Gracias a ello pudo ser elegido perito repartidor de contribuciones, regidor y primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Güímar, alcanzando un poder político que nunca había ostentado un hijo de la comarca de Agache. Además, alcanzó el derecho a elegir diputados provinciales, diputados a Cortes y compromisarios para la elección de senadores. También actuó como interventor electoral y dio nombre a las “Casas de Ildefonso”, caserío en el que había nacido y vivió hasta su muerte.

     Nació en el pago de La Medida el 22 de enero de 1805, siendo hijo de don Felipe Mateo Díaz Ximénez de Aday y doña Antonia Delgado de Castro. Tres días después fue bautizado en la iglesia de San Pedro Apóstol de Güímar por el beneficiado propio don Florentín Núñez y Torres; se le puso por nombre “Ildefonso Vicente” y actuó como madrina doña María Rodríguez de Ledesma. Pasó su infancia y juventud en la localidad natal, pero hacia 1833 residía con sus padres y su hermano Tomás en Lomo de Mena…

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Artículo-ILDEFONSO DÍAZ DELGADO

El primer equipo de lucha canaria de El Escobonal (Güímar), formado durante la II República [1931-1936]

Escobonal-primer equipo lucha     La consolidada tradición luchística del pueblo de El Escobonal, como la de todo el municipio de Güímar, se remonta por lo menos a los comienzos del siglo XIX, en el que los jóvenes aficionados se agrupaban a veces en bandos improvisados que enfrentaban unos pueblos con otros o a dos barrios del mismo municipio, sobre todo con motivo de las fiestas patronales. De esa centuria sólo se recuerdan los nombres de algunos luchadores destacados, autores de célebres agarradas o de increíbles anécdotas: Isidro “El Moro”, de El Salto; Dionisio Rodríguez, de Los Candales; Pedro Pérez González “El de los Cangos” e Isidoro Frías Delgado, ambos de La Corujera. Estos dos últimos ganaron varios encuentros al frente de la selección del Sur de Tenerife en las fiestas de El Socorro de Güímar, así como en las de Candelaria y La Laguna. También por entonces, algunas escobonaleras dieron más de una sorpresa en este deporte, como cha Inocencia Frías y María Perdomo “La Grande”. Luego, a comienzos del siglo XX, podemos recordar a algunos vecinos de El Escobonal que destacaron en la lucha, entre ellos: Isidoro Frías Tejera, quien continuaba la tradición de su padre del mismo nombre, Antonio Frías Tejera, José Díaz y Carlos Campos, entre otros.

     En los años veinte del siglo pasado se revitalizó la afición por este deporte autóctono, surgiendo numerosos luchadores juveniles, que terminaron consolidando un bando que se llegó a enfrentar a los de pueblos vecinos y del que fueron saliendo sólidos valores, como Gonzalo García, Juan Esteban Pérez, Benildo Frías, Isidoro Frías, etc. Luego, a propuesta de Manuel “Sánchez”, en 1931, el puntal palmero Juan “Primera” formó el primer equipo o “partido” de El Escobonal, que durante cinco años, hasta el comienzo de la Guerra Civil, se enfrentó con frecuencia a los de otros pueblos de la comarca e incluso del Norte de la isla. En él destacaron, entre otros: Juanillo Díaz “Pollo del Escobonal”, Eufemio García, Vicente Pérez “La Mediana”, Agustín Delgado “El Trabuco” y Cristóbal Duque, a los que se irían incorporando los nuevos valores de la cantera local. Pero debido a la escasa difusión de los encuentros que había en ese entonces, por la falta de medios de comunicación, sus nombres sólo fueron conocidos en los pueblos próximos; .por ello, poco o nada nos dicen a los que no tuvimos la oportunidad de vivir aquellas gloriosas épocas de la Lucha Canaria, si bien por sus méritos de vivir en la actualidad estos luchadores hubiesen tenido, sin duda, muchísima más fama de la que en su época adquirieron…

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Güímar: Don Aníbal Hernández Díaz (1908-1972), directivo fundador de la Sociedad Cultural “El Porvenir”, de la Agrupación Socialista Obrera y del “Casino Escobonal”, corresponsal de La Prensa, primer presidente del “C.L. Benchomo” y árbitro de lucha canaria

Aníbal Hernández Díaz     Este artículo está dedicado a un escobonalero inquieto y polifacético, quien después de emigrar a Cuba en dos ocasiones se estableció en su pueblo natal, en el que dio rienda suelta a sus inquietudes culturales, sociales y políticas. Por ello, fue socio fundador, tesorero, vicesecretario y secretario de la Sociedad Cultural “El Porvenir” de El Escobonal; figuró entre los fundadores de la Agrupación Socialista Obrera del Escobonal, de la que fue secretario de la mesa de discusión; y actuó como corresponsal de La Prensa en dicho pueblo. Tras el paréntesis de la Guerra Civil continuó dando rienda suelta a su compromiso social, pues fue secretario fundador del “Casino Escobonal”, así como primer presidente del equipo de lucha de dicho pueblo; también se colegió y actuó como árbitro de lucha canaria. Desde el punto de vista profesional, trabajó como agricultor, estando luego encargado de un empaquetado y de un almacén de papas, y posteriormente ejerció como corredor de fincas; estuvo empleado en Gran Canaria y en Santa Cruz de Tenerife, donde murió.

     Nació en El Escobonal (Güímar) el 29 de marzo de 1908, a las diez de la noche, siendo hijo de don Juan Hernández Díaz, natural de Fasnia y oriundo por su padre de la Villa de La Orotava, y de doña Rosa Díaz Yanes, que lo era del citado pago. El 25 de abril inmediato fue bautizado en la iglesia de San Joaquín de Fasnia por el cura regente don José Batista y Cabrera, quien también era capellán de la ermita de San José de El Escobonal; se le puso por nombre “Aníbal Juan” y actuaron como padrinos don Telesforo Hernández Rodríguez, soltero, y su hermana doña María de la Candelaria Hernández Rodríguez, casada, naturales y vecinos del caserío de Aguerche (El Escobonal)…

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Artículo-ANÍBAL HERNÁNDEZ DÍAZ

“Los 5 del Sur” o “Ritmo del Sur” (1959-1970), última orquesta de El Escobonal (Güímar)

Ritmo del Sur-2     Este artículo está dedicado a la última orquesta de baile que existió en El Escobonal, la cual durante su existencia llegó a tener tres nombres sucesivos: “Ritmos del Sur”, “Los 5 del Sur” y “Ritmo del Sur”. Fue fundada en 1959, promovida y dirigida inicialmente por Ambrosio Domínguez “El Panadero”, quien además tocaba la trompeta y en su panadería tenían lugar los ensayos; en sus inicios también formaron de ella tres músicos locales: Octavio Rodríguez (violín y saxofón), Luis de la Rosa (saxofón) y Teodoro Leandro “Efraín” (guitarra).

     Tras la marcha de Ambrosio hacia 1961, la dirección de la orquesta fue asumida por Octavio “El Carpintero”, quien aparte de tocar el bajo estaba encargado de la contratación y en su carpintería se llevarían a cabo los ensayos. Durante un poco tiempo (cuatro o cinco bailes) se integraron en el grupo tres músicos güimareros: Juan Pedro (trompeta), Jerónimo “Momo” (saxo) y Silvestre Expósito (saxo). Como vocalistas actuaron inicialmente varios de los músicos, sobre todo Luis, y luego fueron contratados Agustín (de Barranco Hondo) y Antonio Cordero (de San Isidro). En 1962 se incorporó un músico local, Fortunato Gómez “Nato” (acordeón), quien estuvo de baja al emigrar a Holanda (de 1966 a 1967); en 1965 debutó con su trompeta otro hijo del pueblo, Miguel Rodríguez (hijo de Octavio); y en 1969 cesó Efraín, el batería, que fue reemplazado por Carlos, un joven vecino de La Hidalga (Arafo). Este recordado conjunto musical se disolvió en 1970…

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Güímar: Don Carlos Díaz Campos (1925-2015), agricultor, guardia de la Policía Municipal de Güímar, amante de la historia y las tradiciones canarias, y memoria viva de la comarca de Agache

Carlos Díaz Campos     Este recordado escobonalero, recientemente fallecido, comenzó su vida profesional como agricultor. Practicó la lucha canaria y, gracias a su altura, durante el servicio militar fue campeón regional y subcampeón nacional de salto con pértiga en los campeonatos deportivos militares; ascendió a cabo de Infantería y, después de licenciado, a cabo 1º para la reserva. Luego obtuvo una plaza de guardia en la Policía Municipal de Güímar, que desempeñó durante 36 años, rechazando en dos ocasiones los ascensos que se le ofrecieron para ostentar la jefatura del cuerpo; durante 20 años prestó sus servicios en la comarca de Agache, donde también participó en la confección de los padrones municipales, y el resto del tiempo lo hizo en la cabecera municipal. Además, fue un amante de la historia y las tradiciones canarias, pues desde su niñez supo absorber los conocimientos que, de forma oral, le transmitían los mayores, llegando a ser considerado la memoria viva de la comarca de Agache. Por dicho motivo, muchos investigadores acudieron a él en búsqueda de información; asimismo, participó en numerosas charlas y mesas redondas, sobre todo relacionadas con el juego del palo y el salto del pastor, de los que llegó a ser un profundo experto. Después de viudo celebró segundas nupcias y se estableció en Güímar, aunque nunca perdió el contacto con su pueblo natal. Ya jubilado y por compromisos familiares, en una ocasión figuró de forma testimonial en una candidatura para las elecciones municipales.

     Nuestro biografiado nació en El Escobonal el 1 de marzo de 1925, siendo hijo de don Hipólito Díaz Campos y doña Cristina Campos Campos. El 25 del mismo mes fue bautizado en la iglesia de San Pedro Apóstol de Güímar por el cura ecónomo don Rafael Cabrera y González y actuó como padrino don Graciliano Díaz y Díaz. Siempre fue conocido entre sus paisanos como “Carlillos”…

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Artículo-CARLOS DÍAZ CAMPOS

La religiosidad en el municipio de Güímar, según la Santa Misión de 1965

     Hace justo medio siglo, en 1965, una vez concluidas las misiones realizadas en las demás islas de la Diócesis Nivariense, le tocó el turno a Tenerife. Después de un asesoramiento previo, el obispo de la Diócesis, don Luis Franco Cascón, dispuso que se celebrara dicha Santa Misión empezando por el Sur de la isla y siguiendo un orden geográfico, desde la parroquia de Santiago del Teide hasta la de Barranco Hondo. Tuvo lugar entre la segunda semana de mayo y la segunda de julio, evitando la época de la zafra del tomate, que solía trastocar la vida en el Sur al ocasionar un considerable trasiego de personas, dedicadas en esos meses casi exclusivamente a dicho trabajo, “de día y de noche sin descanso”. Al final de la campaña se tuvo que hacer una ligera variación, para que no coincidieran las fiestas patronales de San Pedro de Güímar con la Santa Misión. Pero resultó interesante el que el Valle de Güímar quedase para el final, con el fin de que la concentración que se planteaba en Candelaria como clausura estuviese más nutrida, como así resultó.

     La dirección de esta campaña misional fue encomendada por el citado obispo a un prestigioso sacerdote jesuita, el padre Sebastián Puerto, director del Centro Misional del Beato Juan de Ávila, en Montilla, a quien acompañarían otros siete padres jesuitas de la Península, más cuatro padres paúles y dos dominicos de Candelaria. Con algo más de un mes de anticipación se desplazó a esta isla el director, con el objetivo de conocer el terreno, tomar contacto con todos los párrocos de cada Arciprestazgo y planear la Santa Misión según las necesidades de cada parroquia, lo que motivó la confección de un estudio sociológico previo en cada una de ellas. La idea que presidió el plan fue “que no quedara ningún grupo de personas, algo notable, sin que llegara a él la gracia de la palabra de Dios”; por ello, dicha misión se extendió a un total de 73 centros, entre parroquias y barrios.

     El municipio de Güímar estaba constituido por numerosos núcleos de población y contaba por entonces con cuatro parroquias, dos de ellas muy recientes: San Pedro Apóstol (desde 1630), San José de El Escobonal (creada en 1930), Santo Domingo de Guzmán (creada en 1961) y Ntra. Sra. del Rosario de Fátima (creada en 1963). Se establecieron centros misionales en las cuatro parroquias, así como en los barrios de Lomo de Mena, La Medida, El Puertito, San Francisco Javier, La Hoya y Guaza; y se organizó una peregrinación con la Virgen del Socorro, para aprovechar la profunda devoción que por ella siente el pueblo güimarero. En este artículo, vamos a analizar como tuvo lugar la Santa Misión en este municipio, tal como fue descrita por los propios misioneros que la llevaron a cabo en cada uno de los centros misionales (parroquias o barrios), lo que nos permite conocer como era por entonces la vida religiosa de los distintos pueblos que integraban el municipio, con datos a veces muy curiosos…

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Antiguas familias de Agache (Güímar): contribución al estudio genealógico de los Duque del Sur de Tenerife

Los Duque-Lomo de Mena     En este artículo hacemos una contribución al estudio genealógico de la familia Duque del Sur de Tenerife. Para su elaboración se han consultado archivos parroquiales, padrones municipales y prensa digitalizada. Pero dada la cantidad de miembros que abandonaron la comarca y se extendieron por otras localidades de Tenerife y América, quedan muchas líneas abiertas para el futuro, que iremos completando a medida que nos lleguen nuevas aportaciones.

     La familia estudiada tiene su origen en don Tomás Duque Mederos (1782-1838), natural de Breña Baja (La Palma) e hijo de don Pedro Duque y doña Josefa (o Juana) Mederos,  quien el 12 de noviembre de 1804, encontrándose ya avecindado en el lugar de Güímar, contrajo matrimonio en la iglesia de San Pedro de dicha localidad con doña Juana González Hernández, natural de Fasnia y bautizada en Arico, hija de don Juan González Bencomo y doña Francisca Hernández, naturales y vecinos de dicho pueblo en el pago de La Sombrera. Se establecieron en el municipio de Güímar, concretamente en el pago de Lomo de Mena, donde nacieron sus ocho hijos, cuya amplia descendencia se extendió también por el resto de la comarca de Agache, concretamente por El Escobonal y Pájara, así como por el casco de Güímar, Igueste de Candelaria, Santa Cruz de Tenerife y América…

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