Antiguas entidades de población de Agache (Güímar) que han desaparecido del Nomenclátor municipal

Cueva del Negro     La Comarca de Agache se ha caracterizado siempre por una considerable dispersión, tanto por el elevado número de núcleos de población que la conforman, como por la disgregación de las casas que constituyen cada uno de ellos. Pero en el pasado aún existieron más entidades, la mayoría muy pequeñas, pero que al estar muy separadas de los pueblos principales fueron incluidas en el Nomenclátor con carácter independiente. A éstas vamos a dedicar el presente artículo.

     De momento conocemos 15 entidades de población que en algún momento figuraron en el Nomenclátor municipal de Güímar y que fueron desapareciendo al quedar deshabitadas o al cambiar la legislación y quedar integradas en los núcleos más próximos. A continuación las relacionamos por orden de antigüedad, según fueron apareciendo en los distintos padrones, a partir de la documentación que hemos podido consultar.

     En la rectificación del Nomenclátor efectuada el 21 de mayo de 1860, el Ayuntamiento de Güímar acordó segregar tres entidades de población del lugar anejo titulado El Escobonal, “por distar más de cien metros y deber figurar con entera separación, de conformidad con lo que previenen las órdenes de la Superioridad”: Casa de Cano, Aguerche y Las Lajas. También se segregaron de dicho pueblo dos ermitas inhabitadas, ambas dedicadas a San José y una de ellas en construcción; se refiere a la antigua ermita de Cano, hoy en ruinas, y la actual de la plaza, en la actualidad elevada a parroquia, aunque esta última no llegó a figurar en el Nomenclátor. Asimismo, del Lomo de Mena se segregaron también: “una casa de labranza titulada Casa blanca, por mediar entre uno y otra más de cien metros”. A la aldea de La Medida se le separaron por igual concepto los caseríos titulados: Ildefonso Díaz y Fuente de los Frailes; aclarándose que, “Al primero se le ha dado este nombre por carecer de genérico”. Y a la aldea de Pájara se le segregó también el caserío de Montaña de Anocheza, “por distar de aquella más de cien metros”. En las observaciones del citado Nomenclátor, se aclaraba finalmente, que: “para hacer las rectificaciones de que se ha hecho mérito se ha tenido á la vista el cuaderno formado para la numeración de las casas, se ha consultado á varias personas conocedoras de los diferentes puntos de la jurisdicción y sobre todo son el resultado de los trabajos practicados sobre el terreno por los que suscriben y el Secretario de esta Municipalidad”. Firmaban en Güímar y en la fecha mencionada el alcalde, don José Domingo Delgado Trinidad, y el inspector de Estadística, don Jacinto Jiménez…

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El centenario pasodoble “Al Socorro”, inequívoca seña de identidad del Valle de Güímar

Pasodoble Al Socorro     En el año 2009 se cumplió el primer centenario del pasodoble “Al Socorro”, una obra entrañable, cuya música fue compuesta en 1909 por el músico y compositor aragonés don Miguel Castillo Alfonso (1876-1929), por entonces director de la banda de música de Güímar, mientras que la letra fue añadida en 1970 por el recordado abogado, político y escritor güimarero don Pedro Guerra Cabrera (1937-1991); tristemente, ambos personajes murieron prematuramente, con tan solo 53 y 54 años de edad, respectivamente.

     Esta bella pieza musical invita al pueblo a acudir a la playa del Socorro a rememorar la aparición de la Virgen, por lo que a sus compases es fácil que a todos los güimareros y a otros muchos vecinos del Valle (sobre todo araferos) se les escapen lágrimas de emoción y alegría, las mismas que les produce su fiesta más entrañable. Hoy constituye el auténtico himno de las fiestas en honor de Nuestra Señora del Socorro, así como una de las principales señas de identidad del pueblo de Güímar y de toda la comarca.

     A comienzos de 1904 llegó a Güímar el prestigioso músico y compositor aragonés don Miguel Castillo Alfonso, para hacerse cargo de la dirección de la Banda de Música de esta localidad, que por entonces dependía de la “Sociedad Filarmónica Euterpe”, a cuyo frente continuó durante diez años. Mientras permaneció en Güímar, en 1908, cuando contaba 32 años de edad, contrajo matrimonio en la parroquia de San Pedro con doña Florinda Campos Díaz, natural y vecina de la entonces villa, de tan solo 13 años. Este enlace le ayudó a impregnarse del sentimiento canario y güimarero, que quedó plasmado en varias de sus composiciones más conocidas…

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Descripción del municipio de Fasnia en 1865, según el Diccionario de Pedro de Olive

Fasnia desde Montaña     En el Diccionario Estadístico-Administrativo de las Islas Canarias, encargado por la Diputación provincial de Canarias a don Pedro de Olive, que se imprimió en Barcelona en 1865, se hizo un completo estudio del municipio de Fasnia, con los principales datos demográficos, sociales, económicos, etc., que nos permiten conocer con bastante detalle cual era la situación del término municipal a mediados del siglo XIX. Comenzaba con la descripción de los límites del término: “Lugar, cabeza de distrito municipal en la isla de Tenerife, p. j. de Santa Cruz; está situado en terreno montuoso y confina su término, al N. con el barranco de Herque, jurisdiccion de Güimar; al E. con el mar, al S. con el barranco de barro y al O. con las cumbres altas que dividen este término con el de la Orotava”.

     Por entonces, el municipio estaba constituido por 2 lugares, 2 aldeas, 3 caseríos, 2 casas aisladas y 3 albergues. El conjunto de edificios se elevaba a 343, de ellos 313 de un piso (236 en poblado y 77 en despoblado) y 30 de dos pisos (25 en poblado y 5 en despoblado), a los que habría que sumar 156 cuevas-vivienda u hogares. Del total, 412 casas y cuevas estaban constantemente habitadas (281 en poblado y 131 en despoblado), 14 temporalmente habitadas (5 en poblado y 9 en despoblado) y 73 inhabitadas…

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La frustrada Banda de Música de Candelaria de 1936

Candelaria-calle Arena     Gracias a la memoria de don Jesús Castellano y a la colaboración del amigo Antonio Fariña Díaz (“Charly”), hemos podido rescatar del olvido el intento fallido de formación de la primera banda de música de Candelaria. La “Agrupación musical” se organizó en mayo de 1936 por iniciativa del destacado músico candelariero don Álvaro González Tejera, después de llevar un año enseñando Solfeo e instrumentos a unos 25 alumnos. La junta directiva, presidida por don Gregorio Rodríguez Delgado, fue la que asumió la compra de los instrumentos a una fábrica de Cataluña. Pero cuando ya los tenían cargados en un barco para enviarlos a Tenerife, quedaron detenidos en el puerto de Barcelona al estallar la Guerra Civil, lo que unido a la movilización militar de los músicos truncó este bello proyecto.

     En 1933, el candelariero don Álvaro González Tejera obtuvo en Madrid el carnet de músico, al superar con éxito el examen de Violín. Poco después abrió una academia musical privada en la calle de la Arena, que primero estuvo situada en la barbería de don Fernando Rodríguez y luego en el Casino (en el solar del actual bar “Las Dos Terrazas”), la cual llegó a tener unos 25 alumnos, a los que enseñaba Solfeo entonado, cobrándoles unas 3 pesetas al mes. Entre ellos se recuerda a don Andrés Tejera Reyes, don Aníbal González Sabina, don Cipriano Castro García, don José Acosta y don Domingo Sosa Castellano. Cuando ya llevaban algún tiempo estudiando música, don Álvaro consiguió tres instrumentos: un saxofón, un clarinete y una trompeta, con los que empezaron a ensayar los tres estudiantes más adelantados, don Andrés Tejera, don Aníbal González y don Cipriano Castro, respectivamente…

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La Agrupación femenina de pulso y púa “Las Marys” de Arafo (1960-1966)

     En un trabajo anterior nos ocupamos de la primera agrupación femenina de pulso y púa que se fundó en Arafo, “Aída”, y en el presente vamos a recordar la trayectoria de la agrupación “Las Marys” de la misma villa, que coexistió con la anterior. Ambas fueron fundadas con niñas de las escuelas locales por la maestra doña Carmen Tejera Rodríguez y su esposo el músico don Juan Ramos Rodríguez, aunque siguieron rumbos diferentes y mantuvieron una sana rivalidad en los años sesenta del siglo pasado, irrumpiendo con fuerza en el panorama musical de Tenerife, donde constituyeron una novedad llamativa al estar constituidas exclusivamente por chicas.

     La agrupación de cuerdas “Las Marys” fue fundada a comienzos de 1960 por don Juan y doña Carmen, una vez que las componentes del primer grupo que habían fundado, “Aída”, habían decidido seguir su propio rumbo. Para ello contaron con tres de las componentes de la anterior agrupación, Sara Ferrera y María Dolores García, que eran de las más jóvenes, así como la cantante Salomé Pérez, que prefirieron seguir ligadas a su maestra y al esposo de ésta; a ellas se unieron luego Mari Carmen Flores y Ana Cloti Hernández, iniciadas en el Solfeo y los instrumentos por don Luis Curbelo Rodríguez, quien también había enseñado a las anteriores, y poco a poco se fueron sumando el resto de componentes.

     Cuando surgió la primera actuación se plantearon qué nombre debían dar al grupo y como la mayoría de las componentes llevaban como primer nombre de pila el de “María” decidieron bautizar a la nueva agrupación con el nombre de “Las Marys”. Fue un grupo poco numeroso, por el que pasaron durante los casi seis años de existencia 13 chicas, todas naturales de Arafo…

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Los casinos de Barranco Hondo (Candelaria) en la II República Española (1931-1936)

Barranco Hondo-1962-2     La II República Española (1931-1936) fue un período de gran inquietud social, política y cultural en Canarias, por lo que en todos los pueblos surgieron casinos, así como agrupaciones políticas y sindicales. El municipio de Candelaria no podía ser una excepción, por lo que contó en ese período con seis sociedades culturales y recreativas repartidas por los distintos núcleos de población del municipio.

     En este trabajo nos vamos a centrar en los dos casinos que existieron en esa etapa en Barranco Hondo, el pueblo más alejado del término municipal. Ambos fueron importantes focos de cultura y recreo, pero lamentablemente tuvieron una vida muy corta. El primero fue la Sociedad “Teobaldo Power”, que se fundó a comienzos de 1932 y se mantuvo hasta finales de 1934. Le sucedió la Sociedad “Recreo”, creada a comienzos de 1935, tras la disolución de la anterior, y clausurada por su carácter progresista en septiembre de 1936, en los inicios de la Guerra Civil, al ser considerada contraria al Movimiento.

     Desgraciadamente, conocemos pocos datos de ambas sociedades, pero gracias a la prensa de la época contamos con suficiente información para hacernos una idea de su funcionamiento, así como del revulsivo social, cultural y recreativo que supusieron en la tranquila vida del pueblo de Barranco Hondo, pues durante cuatro años y medio alegraron la vida de los vecinos, a los que sacaron de la rutina laboral, encontrando en ellos el único desahogo a su intenso trabajo en las duras faenas agrícolas, hasta que tropezaron con la intransigencia surgida al estallar la Guerra…

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La antigua ermita de la Santa Cruz de Lomo de Mena (Güímar). Construcción, bendición y trayectoria hasta su elevación a parroquia (1932-1977)

Lomo Mena-ermita-letrero Teleclub-Jony-2     El presente artículo está dedicado a la primitiva ermita de la Santa Cruz de Lomo de Mena, que en antigüedad fue el tercer edificio religioso construido en la comarca de Agache, tras los dos existentes en El Escobonal. No obstante, con anterioridad se levantó un Calvario en dicha localidad, que dio nombre a un barranco y a un lomo, ante el cual comenzaron a celebrarse las primeras fiestas dedicadas a la Santa Cruz. Éste fue demolido por el vecindario para construir en su solar la ermita de la Santa Cruz, que fue bendecida en 1932. Enseguida se la dotó de imágenes y objetos de culto, y a las misas celebradas en ella acudirían durante varias décadas los vecinos del imnedito núcleo de La Medida, que carecían de un templo propio. Dependió inicialmente de la Parroquia de San José de El Escobonal y luego de la de San Antonio de Padua de La Medida, hasta que comenzó a regir su propia Parroquia de la Santa Cruz.

     A lo largo de la historia, los vecinos de Lomo de Mena tuvieron muchas dificultades para recibir los sacramentos de bautismo, confirmación, matrimonio y entierro, pues primero tuvieron que desplazarse a la Cueva de San Blas en Candelaria (durante 36 años), luego a la iglesia de Santa Ana del mismo pueblo (otros 51 años), posteriormente a la parroquia de San Pedro de Güímar (300 años) y, más recientemente, a la de San José de El Escobonal (37 años) y San Antonio de Padua de La Medida (10 años), para finalmente poder celebrarlos en su propia parroquia de la Santa Cruz, desde 1977…

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La creación de la cartería de Igueste de Candelaria, un logro de don Francisco Garabote García

     En el presente trabajo nos vamos a ocupar de uno de los servicios más demandados por los vecinos de Igueste de Candelaria a comienzos del siglo XX, la creación de una cartería en 1931, cuando ya se llevaba una década solicitando dicho servicio desde la prensa. Ese importante logro que se debió al empresario y político iguestero don Francisco Garabote García, destacada personalidad local, quien no solo presentó la moción para crearla sino que se ofreció para desempeñarla gratuitamente en sus inicios, instalándola en su casa de la Carretera. La cartería tuvo carácter provisional, hasta que en 1933 fue constituida oficialmente como estafeta de correos, asumida por el Estado.

     El municipio de Candelaria cuenta con una cartería en el casco desde el siglo XIX, mientras que este servicio tardó mucho en llegar a los diferentes barrios. El primero que se benefició de ello fue Barranco Hondo, en 1922, pero Igueste, a pesar de ser el pueblo más populoso del municipio tuvo que esperar hasta 1931, como ya hemos indicado.

     El 23 de noviembre de 1921, el corresponsal del periódico El Progreso, que se firmaba “Un Iguestero”, se quejaba de “Las promesas de nuestro Ayuntamiento”, indicando que los caciques que lo integraban solo perseguían engañar a los campesinos en las vísperas de elecciones, a pesar de los abusos que habían cometido: “Segundo. También se nos ha propuesto la creación de una cartería, que tanto beneficio nos reportaría, ya que por ser este pueblo, sobre el cual está gravada la mayor parte de la contribución territorial, por ser el que mayor número de habitantes cuenta en toda la jurisdicción, es razonable se le atienda”. Luego añadía: “No menos justas son las peticiones del poblado de Barranco Hondo, […] que, también, pasando el correo por sus puertas, se lleve la correspondencia a Candelaria, distante de este sus cinco o seis kilómetros”…

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La Virgen de la Montaña, Alcaldesa Honoraria y Perpetua de Fasnia

Virgen de la Montaña-artículo    El presente artículo está dedicado a una pequeña pero venerada imagen, la Virgen de la Montaña, a la que en el presente año 2013 se le entregó el bastón de mando de Alcaldesa Honoraria y Perpetua de Fasnia, como reconocimiento a la devoción y el cariño que despierta tanto en este municipio como en toda la comarca. A continuación vamos a hacer un recorrido por la trayectoria histórica de esta entrañable imagen.

     A mediados del siglo XIX fue donada a la parroquia de San Joaquín una pequeña imagen de la Santísima Virgen de los Dolores, para ser colocada en la Montaña de Fasnia. La donación se debió sin duda a la promesa realizada por una mujer y, aunque según la tradición oral existen dos versiones de ese hecho, la más sólida cuenta que doña Flora Castro, vecina de Lomo de Mena (en la inmediata comarca de Agache), poseía una pequeña imagen de la Virgen de los Dolores, que tenía colocada en un nicho por fuera de su casa. Una hija de esta señora, llamada Concepción Delgado Castro, de acuerdo con su madre prometió a la Virgen que la llevaría a una ermita, si recibía noticias de un pariente que había embarcado para Cuba y del que hacía años que no sabía nada; al poco tiempo recibió una carta de dicho emigrante, por lo que se propuso cumplir su promesa. Como en Lomo de Mena no existía por entonces ninguna ermita, doña Flora le comentó a una amiga de Fasnia, de nombre Gregoria, con la que solía encontrarse cuando ésta iba a comprar a Güímar, que le gustaría poner a su imagen de la Virgen en la cima de la Montaña de Fasnia; y como doña Gregoria se comprometió a hacerlo, doña Flora se la entregó.

     Lo cierto fue que, con el beneplácito del párroco de San Joaquín, dicha imagen fue colocada inicialmente en un muro con una hornacina, levantado en la cima de la Montaña. Luego se construyó delante de dicho muro una pequeña ermita, gracias a la colaboración de todos los que acudían a verla, pues cada uno de los que subían, hombre o mujer, tanto de Fasnia como de Agache, llevaban una piedra para la obra…

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La insistente demanda del servicio de agua potable domiciliaria para El Escobonal, un servicio básico que tardó mucho en llegar a la comarca de Agache (Güímar)

El Escobonal-8     En artículos anteriores ya nos hemos ocupado de cómo El Escobonal se ha ido dotando a lo largo del tiempo de algunos servicios básicos, como fueron las escuelas, el cementerio, la plaza, la cartería y el servicio telefónico. En esta ocasión nos vamos a centrar en la insistente demanda del servicio de agua potable, con la necesaria construcción de depósitos y la instalación de la red de abastecimiento, que, como los anteriores, tardó bastante en llegar a los pueblos de la comarca de Agache, a pesar de que la cabecera municipal se había dotado con ellos desde hacía muchísimos años.

     Como ya destacamos en un artículo anterior, los habitantes de Agache, como los de casi todo el Sur de Tenerife, sufrieron en sus carnes el rigor del clima y las frecuentes sequías. Como ejemplo de ello, el 18 de julio de 1919 se hacía en Gaceta de Tenerife una relación de las necesidades que tenía el municipio de Güímar, entre ellas las de El Escobonal, donde, además de la imperiosa necesidad de escuelas y cementerio, se destacaban los problemas de abastecimiento de agua: “reunir el agua de los manantiales y fuentes llamadas «Juan Alvarez», «La Haya», «Copas», «Chupadero» y «Pablo» y hacerla venir por cañerías o acequias al punto mas propio para el abasto público lo que cortaría de  raíz las grandes penalidades que sufren sus habitantes, particularmente en los años que escasean las aguas pluviales”. Asimismo, en atención a la frecuente escasez de agua, en 1925 se hizo necesario controlar el aprovechamiento de las fuentes y depósitos naturales.

     En 1932, el Ayuntamiento aprobó el proyecto de abastecimiento de agua potable a presión para el casco de Güímar, que fue inaugurado el 14 de abril de 1934, con motivo del tercer aniversario del advenimiento de la II República. Pero los pueblos de la comarca de Agache aún debían esperar tres décadas para contar con el servicio básico que ya disfrutaba el resto del municipio…

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