La Orquesta “Los Peregrinos” o “La Alegría” de El Escobonal –Güímar– (1939-1955)

Escobonal-orquesta-LaAlegría    A finales de la II República, un grupo de jóvenes de El Escobonal de Arriba se entusiasmaron con la música y comenzaron a comprar instrumentos a antiguos aficionados de la localidad. Se iniciaron en los conocimientos musicales libremente, asistiendo a los ensayos de las dos orquestas de cuerda que existían por entonces en el pueblo, la Orquesta “El Escobonal”, dirigida por don Joaquín Rodríguez, y la de El Barranco (Sexteto “Apolo”), que dirigía don Tomás de la Rosa. Su principal impulsor fue don Octavio Rodríguez Díaz, quien con tan sólo 14 años ya había construido tres violines. Una vez adquiridos los conocimientos básicos, hacia 1939 dichos jóvenes se agruparon en una orquesta de cuerda, que quedó compuesta por los siguientes miembros: don Otero Gómez (laúd y bandurria), don Faustino García “Tinerfe” (guitarra), don Rafael Leandro “Felo” (guitarra), don Mario Gómez (laúd), don Miguel “El de Solís” (laúd) y don Octavio Rodríguez (violín), quienes comenzaron a actuar en público después de la Guerra Civil. Luego se unirían a ellos don Severino de la Rosa “El Negro” (mandolina, laúd y bandurria) y don Fortunato Gómez “Nato” (laúd y violín).

     Hacia 1944 se fueron la mayoría de los fundadores a cumplir el servicio militar, por lo que la orquesta siguió actuando en ese período bajo la dirección de “Nato” y a ella se incorporaron dos hermanos de éste, don David Gómez (guitarra y laúd), don Dionisio Gómez «Niso» (bandurria y violín), don Julio Díaz “Yuyo” (laúd), don Bernardo Rodríguez “El Cojo Facundo” (guitarra) y don Silvio Gómez (guitarra). Al ser entonces cuatro de sus miembros hijos de doña Peregrina Cubas del Lomo de Montijo (Otero, Nato, David y Niso), la orquesta comenzó a ser conocida como “Los Peregrinos”, aunque luego sería conocida oficialmente como “La Alegría”…

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En la villa de Arafo: el antiguo Calvario de El Aserradero, la Capilla de la Cruz (1871), su fundador don Tomás Pérez Bencomo (1817-1890) y las fiestas de La Cruz

En El Aserradero, situado en la parte alta de Arafo y considerado junto con Perdomo como el núcleo originario de este pueblo, existe desde muy antiguo un Calvario, modesto y descubierto, y enfrente del mismo se levantó en el siglo XIX una Capilla dedicada a la Cruz, por voluntad de un vecino de dicho barrio. Por ello, este lugar ha sido conocido también como La Cruz.

La iniciativa privada, movida a veces por una profunda devoción y otras por el pago de alguna promesa, ha sembrado el término municipal de Arafo de diversos oratorios o capillas particulares, calvarios, cruces y nichos, que forman parte de la historia religiosa de esta villa. Un ejemplo de ello lo constituye la Capilla de la Cruz de El Aserradero. Fue construida por iniciativa de don Tomás Pérez Bencomo y bendecida en 1871. Su propietario la dotó con un bello grupo de la Piedad, que trajo desde la Villa de La Orotava y es atribuido al imaginero Miguel Arroyo Villalba. También solicitó y obtuvo en 1882 que se le entregase para ella el viejo órgano de la parroquia. Aunque de propiedad privada, la Capilla conservó siempre su uso público, pues los propietarios y sus herederos organizaron anualmente y durante más de un siglo la fiesta de la Cruz, cuya función anual ha continuado celebrándose hasta el presente. Además, de la Plazoleta anexa parte anualmente la Romería de San Agustín, declarada de Interés Turístico Nacional. Tanto el fundador como sus descendientes conservaron el derecho de utilizar dicho oratorio como velatorio, en caso de fallecimiento de alguno de los miembros de la familia.

En este artículo nos vamos a ocupar de dicho Calvario, de la historia de la Capilla de la Cruz, de su fundador y de las fiestas que allí se han celebrado…

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El “Entierro de la Sardina” en El Escobonal (Güímar), una celebración festiva violentamente reprimida en 1950

Escobonal-1930 (Foto G. Díaz)     Todo ocurrió en el año 1950. Como era tradición en El Escobonal (Güímar) desde hacía muchos años, el miércoles de Ceniza era, después de la del patrono San José, la fiesta más importante de este pueblo. Ese día se daban cita jóvenes y mayores para olvidar por unas horas sus problemas cotidianos y la dura vida del campo, en estas tierras sedientas y ásperas del Sur. Sin embargo, en los últimos años el entorno social y político había cambiado, el “Nuevo Poder” dictatorial prohibía los Carnavales y el “Entierro de la Sardina”, la manifestación más genuina y pura de los mismos, iba desapareciendo paulatinamente de la geografía canaria.

     En ese año 1950, El Escobonal fue uno de los escasos pueblos de Tenerife que se atrevió a celebrar el “Entierro de la Sardina”, si no el único, debido al gran arraigo que tenía entre la población. Tampoco se limitó a una sola comitiva que recorriera las calles más céntricas, pues debido a la constitución geográfica de la localidad, su dispersión, su gran superficie,… cada zona o lomo principal preparó su propia “sardina”. De este modo, fueron cuatro los “entierros” que se dieron cita ese año en dicho pueblo; uno salió del Lomo de Mena con una sardina, propiamente dicha; otro salió de El Pino, con una figura humana yacente; otro del Lomo de Montijo, con un muñeco disfrazado de militar de pasadas épocas; y el último desde La Corujera, que fue el origen de los disturbios que ese Miércoles de Ceniza sacudieron a El Escobonal y que tuvieron eco en toda la isla …

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Relación de alcaldes del municipio de Vilaflor de Chasna

Vilaflor-escudo-alcaldes     No conocemos todos los alcaldes que ha tenido la jurisdicción de Vilaflor, pues sólo se conservan algunas actas del Ayuntamiento del siglo XIX y desde 1924 hasta el presente, con pequeñas lagunas, por lo que es solamente en esos períodos cuando disponemos de las fechas exactas de posesión y cese. Sin embargo, gracias a documentos consultados en otros archivos locales, insulares y regionales, tanto públicos como privados, así como a las publicaciones periódicas, hemos podido elaborar una lista bastante completa de las personas que con anterioridad a dicha fecha ocuparon tanto la Alcaldía Real en el Antiguo Régimen, desde el siglo XVI al XIX, como en los períodos en blanco de este último siglo y comienzos del XX.

     La jurisdicción de estos alcaldes ha variado a lo largo del tiempo, pues en un principio abarcaba a la comarca sur de la isla, la de Abona o Chasna, que incluía a los actuales municipios de Vilaflor, Arona, San Miguel de Abona, Granadilla de Abona y Arico. En 1617, Granadilla se segregó de esta jurisdicción; en 1635 lo hizo Arico; y en 1796 se independizaron en lo religioso Arona y San Miguel, mientras Chiñama se unió a Granadilla de Abona, y en 1798 lo hicieron también en lo civil, quedando el término de Vilaflor reducido a sus límites actuales.

    Como curiosidad, de los casi 110 alcaldes titulares que conocemos, pues muchos repitieron en el cargo, el récord de permanencia en la Alcaldía lo ostenta don Martín Román Hernández Martín, durante casi 18 años consecutivos, seguido por: don José Luis Fumero González, durante 16 años, y don Manuel Fumero García, que ya se acerca a los 11 años. Con respecto al lugar de nacimiento, si nos limitamos al período en el que la Alcaldía sólo ha abarcado al actual municipio de Vilaflor, desde 1798 hasta el presente, conocemos a seis alcaldes que no han nacido en este municipio. Como curiosidad, hasta el momento ninguna mujer ha ostentado la Alcaldía.

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Los lugares de enterramiento de los vecinos de Fasnia: de las iglesias al cementerio

Cementerio Fasnia-5     Como en todos los municipios de las islas, los vecinos del actual término de Fasnia recibieron sepultura inicialmente en los templos parroquiales de los que dependían. Por ello, los fasnieros se vieron obligados a emigrar después de fallecidos, siendo trasladados primero a la Cueva de San Blas y a la iglesia de Santa Ana, en el pueblo de Candelaria; luego a la ermita de San Juan y a la iglesia de San Pedro, en Güímar; y, finalmente, a la iglesia de San Juan Bautista de Arico.

     Al crearse la Parroquia de San Joaquín de Fasnia en 1796, teniendo como sede la antigua ermita de San Joaquín, sería este templo el utilizado para dar sepultura a los fallecidos en la jurisdicción, de la que ya no tenían que salir. Así continuó hasta el año 1800 en que se inauguró la nueva iglesia parroquial, en la que serían enterrados a partir de entonces, hasta que agotó su capacidad en 1828, con motivo de una epidemia. Por ese motivo, durante cinco meses volvió a utilizarse como lugar de enterramiento la “Iglesia Vieja”, que por entonces ya estaba en ruinas. En ese mismo año se bendijo el cementerio parroquial de la Santa Cruz, que fue transformado en municipal hacia 1871 y, tras ser ampliado en 1940 y remodelado a partir de 1995, se ha mantenido en uso hasta la actualidad, aunque desde 1964 bajo el nombre de San Isabelino…

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Los inicios de la Banda de Música de Adeje (1924-1952)

Adeje-Banda música-1     A comienzos del siglo XX, antes de que la Villa de Adeje contase con banda de música, las fiestas de la localidad solían estar amenizadas por la del vecino pueblo de Guía de Isora. Por tradición oral se sostenía hasta ahora que la primera Banda de Música de Adeje se fundó en 1925 y que su primera tocata tuvo lugar en 1927. Pero en este artículo comprobaremos como realmente fue organizada con anterioridad por el músico isorano don Alonso Cabrera González, su primer director, quien era por entonces maestro de la escuela nacional de niños y cabo jefe del distrito del Somatén Armado de Canarias. Este destacado personaje se había establecido en Adeje el 19 de octubre de 1922, al tomar posesión de su escuela, y poco tiempo después comenzó a organizar una agrupación musical, impartiendo clases de Solfeo e instrumentos a los jóvenes de la localidad. Gracias a su intenso trabajo, en 1924 la Banda de Música ya estaba preparada para actuar. En sus inicios mantendría un estrecho vínculo con la tradición musical de Guía, pues de este pueblo procedieron tres de sus directores, así como algunos músicos que la reforzaban en sus conciertos, y en él actuó en varias ocasiones

     Su debut ante el público de Adeje tuvo lugar el 11 de octubre de ese mismo año 1924 en las fiestas patronales en honor de Santa Úrsula y la Virgen de la Encarnación, como se destaca en el programa de dichos festejos, publicado el 8 de dicho mes en Gaceta de Tenerife: “A las seis de la mañana anunciarán las fiestas multitud de cohetes voladores, y la Banda de música –que por vez primera se exhibirá, y que está compuesta de elementos de este pueblo, y reforzada por algunos del inmediato pueblo de Guía de Isora, y que ha sido formada y dirigida por el maestro nacional Don Alonso Cabrera González–, recorrerá las calles de la población, tocando alegres dianas y pasodobles”…

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Los inicios de la Banda de Música de Güímar, la más antigua del Sur de Tenerife

Banda de música     Durante muchos años, hasta mediados del siglo XIX, los actos religiosos y populares que se celebraban en Güímar con motivo de las Fiestas Patronales en honor de San Pedro Apóstol eran animados por la danza de las cintas de la localidad, así como por bandas de música foráneas, traídas desde Santa Cruz o La Laguna; un ejemplo de esta costumbre lo tenemos en el año 1848, en el que con motivo de dicha festividad los encabezados convidaron a la orquesta de Santa Cruz, dirigida por don Rafael Bethencourt. Pero la cosa cambió hace algo más de un siglo y medio.

     La primera referencia conocida de la banda de música de Güímar hasta hace poco tiempo, se remontaba a 1859 y fue incluida por José de Olivera en su diario Mi Album. Pero gracias a mi compañera María Victoria Hernández, cronista oficial de Los Llanos de Aridane, en 2009 accedí a una cita cinco años más antigua, de 1854, y luego descubrí otra que remonta a esta agrupación por lo menos al año anterior.

     La banda u orquesta de aficionados de Güímar se creó probablemente en 1853, año en el que ya estaba perfectamente organizada y daba realce a los principales actos oficiales y solemnidades religiosas de la localidad. Pero pronto estuvo a punto de desorganizarse al sufrir su primera crisis, que ya había superado en enero de 1854, tal como informó El Noticioso de Canarias el 7 de de dicho mes, al publicar la carta enviada por su corresponsal de Güímar, quien daba cuenta de varios temas, entre los que figuraba la problemática de dicha banda: “La orquesta de aficionados que se creó en este pueblo, y que por varias causas estuvo para desorganizarse, vuelve á animarse otra vez y esperamos tener la satisfacción de verla de nuevo ordenada, y proporcionar á este pueblo ratos de agradable solaz, concurriendo al lucimiento de sus solemnidades civiles y religiosas”.

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La primera escuela pública de niños de Igueste de Candelaria (1864-1929)

Igueste-Candelaria     Como en casi todos los pueblos del Sur de Tenerife, en Candelaria la enseñanza pública organizada no se implantó hasta bien entrado el siglo XIX. Pero esta localidad tuvo una ventaja sobre otras localidades, la existencia de un convento dominico en el que los religiosos más preparados impartían por caridad clases a los niños candelarieros, hasta el punto de que la educación impartida en dicho centro hizo que los marinos de este pueblo fuesen de los más instruidos de su época.

   En el presente artículo nos vamos a centrar en la llegada de la educación pública al pueblo de Igueste de Candelaria en el siglo XIX, con notable tardanza, teniendo en cuenta que este núcleo era el más poblado de todo el municipio en el siglo XIX. Según un padrón vecinal que se conserva en la Real Sociedad Económica de Amigos del País de La Laguna, fechado en 1779, dicho lugar estaba compuesto por 73 familias y un total de 256 habitantes; ya constituía el segundo núcleo de población del actual término municipal y su calle principal era la del Tanquillo. La situación educativa era por entonces dramática, pues sólo dos mujeres sabían leer, mientras que tres hombres sabían leer y escribir; para colmo de males, sólo dos niños acudían a la escuela de Candelaria. La situación no mejoraría demasiado en las décadas siguientes, pues era considerable la distancia que separaba a dicho pago de la única escuela que existía en el municipio, que como se ha indicado estaba en el convento. Luego, hacia 1840, se crearía una escuela incompleta de niños en la cabecera municipal, pero el problema seguía siendo el mismo.

    Atendiendo a las reiteradas peticiones de los vecinos, el 22 de febrero de 1864 el Ayuntamiento de Candelaria acordó por fin la creación de una escuela incompleta en el pago de Igueste, por contar ya con 900 almas, así como por la gran distancia que lo separaba de la cabecera municipal y los barrancos intransitables que cruzaba el camino, que “en invierno imposibilita a los niños acudir a la escuela”; dicha propuesta ya había sido discutida dos décadas atrás, pero entonces no había cuajado…

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La afición al baile en El Escobonal (Güímar) y los primeros músicos de este pueblo

Escobonal-Baile plaza-1    El pueblo de El Escobonal se ha caracterizado desde siempre por su alegría, pues sus habitantes poseen un espíritu inquieto y festivo, que aprovecha cualquier oportunidad para evadirse de la rutina de sus ocupaciones y estrechar la comunicación social y los lazos de amistad vecinal. De esta manera, siempre se han aprovechado las fiestas del Patrono San José, que se vienen celebrando desde 1755, para realizar, al margen de los tradicionales actos religiosos (misa y procesión), otros populares y recreativos, que hasta hace un par de décadas consistían casi exclusivamente en competiciones deportivas (sobre todo lucha canaria y corrida de sortijas), algunas representaciones teatrales a cargo de jóvenes del pueblo y, sobre todo, bailes, tanto el sábado como el domingo y a distintas horas del día (mañana, tarde y noche), a veces especificándose que eran bailes regionales y que eran amenizados por pianolas, orquestas o músicos de la propia banda invitada a los festejos, los cuales se celebraban tanto en salones particulares como en los casinos del pueblo, además de verbenas en la propia plaza, sobre todo a partir de los años cuarenta.

     Además, desde principios de siglo se venían celebrando bailes en algunas casas particulares durante los fines de semana. Tal es así, que el pueblo llegó a ser famoso “por lo que en él se bailaba”, como afirmaba el obispo Fray Albino González. En el siglo XIX y en las primeras décadas del XX dichos bailes eran amenizados por parrandas o grupos de cuerda y, la mayoría de las veces, por uno, dos o tres músicos que, tan solo por divertirse o por un vaso de vino, tocaban sus guitarras, bandurrias, timples o laúdes, instrumentos de los que se desprendía un amplio repertorio de música folclórica canaria…

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La Sociedad “Unión Cultural 1º de Mayo” de La Zarza -Fasnia- (1932-1936)

lazarza-vistas-1     Como ya señalamos en un artículo anterior, durante la II República llegaron a coexistir en el municipio de Fasnia cinco casinos o sociedades de recreativas: la Sociedad Cultural “1º de Febrero” de Fasnia (1928-1936), que fue la más antigua y de mayor duración; la Sociedad “Unión Cultural 1º de Mayo” de La Zarza (1932-1936); las Sociedades “Unión Agrícola” (1932-1936) y “El Porvenir” (1934-1936), ambas de Sabina Alta; y la Sociedad “Unión Club” de La Sombrera (1935-1936), la de trayectoria más corta. Pero la Guerra Civil acabó con la existencia de todas ellas, siguiendo, como en tantas otras cosas, un vacío cultural de varias décadas.

     En este artículo nos vamos a centrar en la Sociedad “Unión Cultural 1º de Mayo” de La Zarza. Con fines fundamentalmente culturales, fue fundada a comienzos del año 1932 y el 10 de febrero inmediato quedó inscrita oficialmente en el libro de Registro de Asociaciones del Gobierno Civil de la provincia, con lo que quedaba legalizada. Desgraciadamente, poseemos poca información de la actividad desarrollada por este casino, el único que ha existido en este barrio, en sus cuatro años y medio de vida. No obstante, gracias a la prensa de la época poseemos algunos datos, que nos permiten tener una idea de su trayectoria cultural y recreativa…

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