La ermita de Santiago Apóstol de El Puertito de Güímar, desde su construcción hasta su elevación a parroquia (1953-1966)

Güímar-Ermita El Puertito     En 1949 se adquirió una imagen de Santiago Apóstol, como patrón de la cofradía de pescadores del mismo nombre que existía en El Puertito de Güímar; fue bendecida en la iglesia de San Pedro Apóstol por el párroco-arcipreste de Güímar, don Matías Batista Díaz, siendo llevada luego en procesión hasta El Puertito. El 25 del mismo mes se celebró su primera festividad, que tanto en ese año como en los siguientes se hizo en un local acondicionado para ello, hasta la construcción de su capilla. En julio de 1952 se bendijo por el mismo párroco la imagen de la Virgen del Carmen.

     La ermita se levantó en terrenos donados por el médico don Radamés Polegre Socas y su esposa, doña Ángeles García Fumero, siendo su promotora la recordada Hija Predilecta de Güímar doña Edelmira Pérez Campos, junto con su marido, el maestro don Leopoldo Mansito Rodríguez, que luego serían sus mayordomos. Fue bendecida en 1953 por el párroco-arcipreste de Güímar, don Matías Batista Díaz. En 1956 se adquirió la campana y en 1957 una imagen del Crucificado. En 1959 se elaboró su primer inventario. En 1961 quedó adscrita a la parroquia de Santo Domingo de Guzmán y en 1966 se creó la parroquia de Santiago Apóstol…

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La Sociedad de Cultura y Recreo “El Porvenir de Araya” (1948-1955) de Araya de Candelaria

Araya-iglesia-san-juan-bautista_113    En el presente trabajo solo pretendemos hacer una primera contribución a la historia de un casino poco conocido, la Sociedad de Cultura y Recreo “El Porvenir de Araya”, que existió en el pueblo de Araya de Candelaria en la posguerra, por lo menos durante siete años. Se fundó a comienzos de 1948, bajo la presidencia de don Santiago Higuera del Castillo, y a finales de ese mismo año se ordenó su clausura temporal por tres meses y se le impuso una fuerte sanción económica, por celebrar bailes sin licencia, haberse producido una riña en uno de ellos, permitir la entrada a menores y expender bebidas alcohólicas. Tras su reapertura continuó celebrando bailes, varios de ellos sin autorización (por lo que volvió a ser sancionada) y suponemos que, bajo las distintas juntas directivas, también celebraría otras actividades culturales y recreativas.

     A comienzos de 1948, los vecinos de Araya eligieron una comisión organizadora, encabezada por don Santiago Higuera del Castillo, para que pusiese en marcha un casino en la localidad. Una vez redactado el reglamento por el que se habría de regir, éste se entregó con la correspondiente instancia en el Gobierno Civil, para solicitar su legalización…

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El Comité local del Partido Republicano, primera agrupación política de Arafo (1869-1936)

Arafo-republicanos-Orozco           En el siglo XIX, la primera agrupación política que se fundó en Arafo fue el Comité del Partido Democrático Republicano, que ya existía en 1869 y estuvo en pleno funcionamiento durante la I República, hasta 1874.

            Luego, en el siglo XX, volvió a ser el Comité del Partido Republicano Tinerfeño el primero constituido en este municipio, pues se fundó en 1905 y se mantuvo hasta 1936. Los demás partidos esperaron a la II República, en la que surgieron en este municipio: la Agrupación Socialista, en 1931, único partido que ha llegado hasta el presente; la Agrupación local del Partido Republicano Radical Socialista, en 1933; el Comité de Acción Popular Agraria, también en 1933; y la Agrupación municipal del Partido de Izquierda Republicana, en 1936.

     Durante 31 años, por las distintas juntas o comités republicanos de Arafo, desfilaron muchas de las personas más destacadas de este pueblo, que antes, durante y después de esa larga etapa ostentaron cargos de relieve, tanto en el Ayuntamiento como en el Juzgado y en las distintas sociedades araferas.

    Resulta llamativo que en todas las elecciones generales celebradas durante la II República, en Arafo ganase de forma clara el Partido Republicano Tinerfeño, gracias al peso de uno de sus líderes, don Andrés Orozco Batista, ilustre político oriundo de esta localidad, quien en las tres elecciones fue el candidato que obtuvo el mayor número de sufragios. Lo mismo ocurrió en las elecciones municipales de 1933, en las que los diez concejales electos pertenecían a este partido, por lo que gobernó en solitario hasta ser desalojado del poder por el Frente Popular, en 1936…

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Relación de alcaldes del municipio de Fasnia (1795-2014)

Fasnia-presentación-Alcaldes     No conocemos todos los alcaldes que ha tenido la jurisdicción de Fasnia, pues sólo se conservan las actas del Ayuntamiento desde 1795 hasta 1825, de 1836 a 1838, desde 1869 hasta 1887, de 1890 a 1896 y desde 1923 hasta el presente, con pequeñas lagunas, por lo que es solamente en esos períodos cuando disponemos de las fechas exactas de posesión y cese. Sin embargo, gracias a documentos consultados en otros archivos locales, insulares y regionales, tanto públicos como privados, hemos podido elaborar una lista bastante completa de las personas que con anterioridad a dicha fecha ocuparon tanto la Alcaldía Real en el Antiguo Régimen, desde el siglo XVI al XVIII, como en los períodos en blanco del siglo XIX y comienzos del XX. La jurisdicción de estos alcaldes ha variado a lo largo del tiempo, pues en un principio abarcaba a la comarca sureste, que incluía a los actuales municipios de Candelaria, Arafo, Güímar y Fasnia. En 1723, Fasnia se segregó de esa jurisdicción y se unió a Arico. Y finalmente, en 1795 se segregó de esta última localidad, quedando el término de Fasnia reducido a sus límites actuales.

     Como curiosidad, si nos limitamos al período en el que la Alcaldía sólo ha abarcado al actual municipio de Fasnia, desde 1795 hasta el presente, de los casi 80 alcaldes titulares que conocemos, pues muchos repitieron en el cargo, el récord de permanencia en la Alcaldía lo ostenta don Pedro Hernández Tejera, durante casi 24 años, en dos etapas diferentes, seguido por don Miguel Suárez González, durante más de 10 años consecutivos. Con respecto al lugar de nacimiento, en el mismo período conocemos a 11 alcaldes que no han nacido en este municipio. Como curiosidad, han habido alcaldes nacidos en todos los núcleos de población de las medianías del municipio, pero hasta el momento ninguna mujer ha ostentado la Alcaldía…

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Las campañas de prensa pro cementerios de don Esteban Coello Pestano y la construcción del cementerio “San José” en Barranco Hondo de Candelaria (1946)

2. Barranco Hondo     Como ya hemos señalado en otros trabajos, los vecinos de Barranco Hondo, como los de todo el término municipal de Candelaria, han sido enterrados desde 1497 en distintos lugares de la cabecera municipal: primero en la cueva-ermita de San Blas y luego en la iglesia de Santa Ana y la capilla del convento dominico, además de en otros lugares no habituales. Posteriormente lo hicieron en los distintos campos santos habilitados en dicha villa: el primer “Cementerio provisional de Santa Ana” (1828 y 1835-1843), el “Cementerio del Convento” (1843-1918), situado en las ruinas de la Basílica de Candelaria, y, finalmente, en el cementerio “Santa Sabina” de Candelaria (1918-), que fueron los únicos existentes en su época en todo el municipio hasta la construcción de los de Barranco Hondo e Igueste.

    La considerable distancia que separa a los mencionados pueblos de Barranco Hondo e Igueste de la cabecera municipal de Candelaria, así como los malos caminos que en el pasado había que transitar para el traslado de los cadáveres al lugar de enterramiento, hizo que la construcción de cementerios en estos barrios fuese una necesidad imperiosa y una constante reivindicación de los vecinos durante largo tiempo. Desde la prensa fue, sobre todo, don Esteban Coello Pestano, corresponsal del diario Hoy y de otros periódicos, el que desde Igueste demandó reiteradamente la necesidad de que se construyesen sendas necrópolis en ambos barrios, servicio imprescindible a causa de la distancia a la que se encontraban de la cabecera municipal. Pero muchos años tuvieron que pasar, hasta mediados del siglo XX, para que se inauguraran los cementerios de “San José” en Barranco Hondo, en el año 1946, y de “San Francisco” en Igueste de Candelaria, en 1951, con lo que cesó el largo traslado de los fallecidos en ambas localidades hasta el camposanto de la Villa Mariana…

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El “Casino Escobonal” (1941-1945), la última sociedad de este tipo del pueblo de El Escobonal (Güímar)

     Antes de la Guerra Civil Española, el pueblo de El Escobonal (Güímar) llegó a contar con tres casinos: la Sociedad-Casino “El Progreso” de El Escobonal (1919-1922), la Sociedad Cultural “El Porvenir” (1929-1936) y la Sociedad de Recreo y Cultura “Club Juventud” (1931-1933). Los dos últimos coincidieron con la época más gloriosa que ha vivido dicha localidad desde el punto de vista cultural, social y político, la II República, pues además de ambas sociedades se creó la Federación Obrera de El Escobonal (1931-1936) y se fundaron dos agrupaciones políticas: la Agrupación de Acción Popular Agraria (1932-1936) y la Agrupación Socialista Obrera del Escobonal (1936).

     En una época ciertamente difícil, tras el parón cultural y recreativo que supuso la mencionada contienda bélica, un grupo de vecinos de El Escobonal pensó en organizar de nuevo un casino en este pueblo, por lo que se nombró una comisión organizadora, que estaba constituida por don Darío Díaz García, don César Marrero, don Raimundo Pérez Mujica, don José Campos Yanes, don Gregorio Torres Palenzuela, don Florencio Castro Rodríguez, don Aníbal Hernández Díaz, don José Pérez Díaz, don Juan Díaz Perdomo, don Manuel Lugo Campos, don Adelio Pérez Marrero y don Rafael Gómez.

      La celebración de bailes fue la causa principal de la apertura de este Casino, dada la gran afición que existía en el pueblo por esa diversión y la casi nula posibilidad de disfrutar de ellos que se había sufrido durante los años de la guerra; no  obstante, también contaba con diferentes juegos, se organizaron algunos actos culturales y, además, con carácter ocasional actuaron en el local social algunos circos ambulantes. El “Casino Escobonal” se mantuvo en funcionamiento durante unos cuatro años. Entre sus fundadores y directivos figuraron destacadas personalidades locales…

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La Imprenta de don Manuel Granizo Casares, la primera existente en el municipio de Güímar y en todo el Sur de Tenerife (1940-1983)

Manuel Granizo Casares    La primera imprenta que existió en Güímar fue fundada por el impresor granadino Manuel Granizo Casares y se mantuvo en esta ciudad durante 43 años, de 1940 a 1983. El taller contaba con una máquina impresora de pedal, comprada en Olvera (Cádiz), pero no poseía guillotina, sólo una perforadora. La mayor parte de los trabajos se circunscribieron al ámbito agrícola, pues confeccionaba sobre todo etiquetas para las cajas de tomates, así como diferentes encargos, tanto de Güímar como de los otros municipios del Valle, Arafo y Candelaria. No obstante, no dudó en realizar todo tipo de trabajos de impresión, como los requeridos para la vida social (tarjetas de boda –incluida la de su hija-, invitaciones, recordatorios, etc.), impresos oficiales del Ayuntamiento, programas de actos, facturas, etc. También fue la primera que funcionó en todo el Sur de Tenerife.

     El impresor don Manuel Granizo Casares nació en Granada el 18 de noviembre de 1903, siendo hijo de don Manuel Granizo Pérez, natural de dicha ciudad, y doña Celestina Casares Martínez, que lo era de Madrid. El 31 de enero de 1940, a los 36 años de edad, contrajo matrimonio en la parroquia de San Pedro Apóstol de la entonces Villa de Güímar con Silvina Luis-Moleiro Alonso, de 26 años, natural de Icod de los Vinos. Falleció en Santa Cruz de Tenerife el 18 de agosto de 1989, a los 85 años de edad, y al día siguiente recibió sepultura en el cementerio de Santa Lastenia de dicha capital…

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La religiosidad en el municipio de Candelaria, según la Santa Misión de 1965

Basílica-Memoria     En 1965, una vez concluidas las misiones realizadas en las demás islas de la Diócesis Nivariense y después de un asesoramiento previo, el obispo don Luis Franco Cascón dispuso que se celebrara una Santa Misión en Tenerife, empezando por el Sur de la isla y siguiendo un orden geográfico, desde la parroquia de Santiago del Teide hasta la de Barranco Hondo. Se celebraría entre la segunda semana de mayo y la segunda de julio, evitando la época de la zafra del tomate, que solía trastocar la vida en el Sur al ocasionar un considerable trasiego de personas, dedicadas en esos meses casi exclusivamente a dicho trabajo, “de día y de noche sin descanso”. También se decidió que el Valle de Güímar quedase para el final, con el fin de que la concentración que se planteaba en Candelaria como clausura de la misión estuviese más nutrida, como así resultó. La dirección de esta campaña misional fue encomendada por el citado prelado a un prestigioso sacerdote jesuita, el padre Sebastián Puerto S.J., director del Centro Misional del Beato Juan de Ávila, en Montilla, a quien acompañarían otros siete padres jesuitas de la Península, más cuatro padres paúles y dos dominicos de Candelaria.

     La Santa Misión en los distintos núcleos de población de Candelaria fue descrita por los propios misioneros que la llevaron a cabo en cada uno de ellos, lo que nos permite conocer como era por entonces la vida religiosa de los distintos pueblos que integraban el municipio, con datos a veces muy curiosos. En el casco de Candelaria, la misión corrió a cargo de los padres jesuitas, encabezados por el director de la Misión, el padre Sebastián Puerto S.J.; centrada en la iglesia de Santa Ana, tras intensas jornadas de trabajo el resultado se consideró bueno, en gran parte gracias a la colaboración de los padres dominicos de dicha villa. En Las Cuevecitas, a donde suponemos que también acudieron los vecinos de Malpaís, fue asumida por otro sacerdote jesuita, el padre Morales S.J.; comenzó mal, al coincidir con las fiestas de Güímar, pero luego se recondujo; el barrio se consideraba muy unido y ya contaba con la imagen de San Andrés y una capilla provisional, pero aún no se había construido la ermita, que tanto deseaba y necesitaba el vecindario. En Araya, la misión también corrió a cargo de un jesuita, el padre Martínez S.J.; la fama de religiosos que tenían los vecinos de este pueblo se vio confirmada, pues la masiva asistencia de fieles hizo que los actos tuvieran que salir de la ermita a la plaza, siendo el único núcleo del municipio en el que los hombres participaron más que las mujeres; tuvieron gran éxito las procesiones nocturnas con farolillos hasta los sectores más apartados del barrio, así como la procesión final con alfombras de flores y fuegos artificiales; el resultado se consideró excelente, siendo la mejor de todo el municipio. De la misión en el pueblo de Igueste se encargaron otros dos jesuitas, los padres Conde y Mañé S.J.; realizada en medio de la frialdad e indiferencia del vecindario, fue considerada la peor de todo el municipio y con frutos religiosos casi nulos, debido a la escasa asistencia, sobre todo de mujeres casadas, pese a todos los intentos realizados y a que las conferencias se impartían en el casino de la localidad (la Sociedad “Juventud Iguestera”); solo se consideró positiva la reciente creación de un club juvenil mixto, pero se insinuaba un boicot con el grupo electrógeno, que no les permitió utilizar altavoces. Y en el pueblo de Barranco Hondo la Misión estuvo a cargo de un sacerdote paúl, el padre Lapuente C.M., quien la resumió en pocas frases, en las que se desprende que no quedó muy satisfecho, pues no asistieron muchas personas mayores y se apreciaba una gran falta de fe y cultura religiosa…

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El Caserío del Camino Real de Fasnia. Datos genealógicos de la familia Delgado Mejías y transferencia de dicha propiedad a lo largo del tiempo

     El “Caserío del Camino Real” es el conjunto de mayor valor histórico-arquitectónico que conserva el municipio de Fasnia y uno de los más emblemáticos del Sur de Tenerife, hoy felizmente restaurado por sus propietarios para dedicarlo al turismo rural. Fue edificado en el siglo XVII junto a la principal vía de comunicación de Tenerife, el Camino Real que rodeaba toda la isla comunicando los principales núcleos de población, en su mayoría situados en las medianías. Lo construyó la familia Delgado Mejías, con portada adintelada con triple almena, casa principal, bodegas, establos y almacén, edificios construidos con piedras de toba labradas y maderas de calidad. Fue ampliándose con nuevas edificaciones en los siglos XVIII y XIX.

     El primer miembro de la familia Delgado Mejías establecido en Fasnia fue el capitán don Juan Delgado Llarena, probable constructor de las primeras edificaciones del caserío del Camino Real. Tras seis generaciones en que la propiedad se mantuvo agrupada, doña Bárbara Mexías y Torres, asignó las “Casas y Sitio del Camino Real” a dos de sus herederos: tres quintas partes a doña Ana Peraza y Mejías, y dos quintas partes a don Francisco Peraza y Mejías. Pero se mantuvo indivisa hasta el 25 de agosto de 1904, en que don Martín Rodríguez Díaz Llanos (nieto de la primera) y don Ramón Peraza Pérez (hijo del segundo) procedieron a efectuar su división, lo que se efectuó en Arico ante dos testigos…

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Relación de alcaldes del municipio de Candelaria a lo largo de su historia

Candelaria-Ayuntamientos

            No conocemos todos los alcaldes que ha tenido la jurisdicción de Candelaria, pues sólo se conservan las actas del Ayuntamiento desde 1840 hasta el presente, con pequeñas lagunas, por lo que es solamente a partir de este momento cuando disponemos de las fechas exactas de posesión y cese. Sin embargo, gracias a los documentos del Pósito, así como a los consultados en otros archivos locales, insulares y regionales, tanto públicos como privados, hemos podido elaborar una lista bastante completa de las personas que con anterioridad a dicha fecha ocuparon tanto la Alcaldía Real en el Antiguo Régimen, desde el siglo XVI al XIX, como la Alcaldía Constitucional desde las primeras décadas de esa última centuria.

            La jurisdicción de estos alcaldes ha variado a lo largo del tiempo, pues en un principio abarcaba a la comarca sureste, que incluía a los actuales municipios de Candelaria, Arafo, Güímar y Fasnia. En 1723 se redujo, al segregarse Fasnia. Y hacia 1770, Candelaria y Arafo se segregaron de Güímar, integrándose bajo una misma Alcaldía. Finalmente, en 1798 se segregó Arafo, quedando el término de Candelaria reducido a sus límites actuales.

            Como curiosidad, de los 144 alcaldes titulares que conocemos, pues muchos repitieron en el cargo, el récord de permanencia en la Alcaldía lo ostenta don Rodolfo V. Afonso Hernández, con algo más de 23 años en tres etapas, seguido por don José Gumersindo García Trujillo (con casi 14 años consecutivos), don Andrés Tejera Reyes (más de 12 años y medio), don Juan Antonio Díaz (10 años, en cuatro etapas), don Esteban Higuera Hernández (más de 8 años), doña María Concepción Brito Núñez (más de 7 años, hasta el momento), don Fernando González Alberto (7 años), don Juan Castellano Castellano (casi 6 años y medio) y don Miguel Sabina Marrero (unos 6 años, en tres etapas). Con respecto al lugar de nacimiento, si nos limitamos al período en el que la Alcaldía sólo ha abarcado al actual municipio de Candelaria, desde 1798 hasta el presente, conocemos a 13 alcaldes que no han nacido en este municipio: don Francisco Marrero de Castro y Barrios (de Arafo), don Luis Pablo Ramos y Tapia (de Sevilla), don José de Baute Santos (de Arafo), don Miguel Francisco Chico (de Machado, en El Rosario), don Juan Hilario de Armas (de Güímar), don Juan María Díaz (de Las Palmas de Gran Canaria, aunque oriundo de Barranco Hondo), don Bernabé Marrero del Castillo (de Arafo), don Policarpo Mascareño Hernández (de Garachico), don Juan Carballo García (de Arona), don Juan Quintero Guerra (de La Laguna), don Rodolfo V. Afonso Hernández (de Santa Cruz de la Palma), don José Antonio López Morales (de La Laguna) y don Lorenzo A. Suárez Alonso (de Santa Cruz de Tenerife). Como curiosidad, han accedido a este cargo vecinos de todos los núcleos de población del municipio y, hasta el momento, solo una mujer ha ostentado la Alcaldía, la actual alcaldesa, doña María Concepción Brito Núñez

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