Antes de la Guerra Civil Española, el pueblo de El Escobonal (Güímar) llegó a contar con tres casinos: la Sociedad-Casino “El Progreso” de El Escobonal (1919-1922), la Sociedad Cultural “El Porvenir” (1929-1936) y la Sociedad de Recreo y Cultura “Club Juventud” (1931-1933). Los dos últimos coincidieron con la época más gloriosa que ha vivido dicha localidad desde el punto de vista cultural, social y político, la II República, pues además de ambas sociedades se creó la Federación Obrera de El Escobonal (1931-1936) y se fundaron dos agrupaciones políticas: la Agrupación de Acción Popular Agraria (1932-1936) y la Agrupación Socialista Obrera del Escobonal (1936).
En una época ciertamente difícil, tras el parón cultural y recreativo que supuso la mencionada contienda bélica, un grupo de vecinos de El Escobonal pensó en organizar de nuevo un casino en este pueblo, por lo que se nombró una comisión organizadora, que estaba constituida por don Darío Díaz García, don César Marrero, don Raimundo Pérez Mujica, don José Campos Yanes, don Gregorio Torres Palenzuela, don Florencio Castro Rodríguez, don Aníbal Hernández Díaz, don José Pérez Díaz, don Juan Díaz Perdomo, don Manuel Lugo Campos, don Adelio Pérez Marrero y don Rafael Gómez.
La celebración de bailes fue la causa principal de la apertura de este Casino, dada la gran afición que existía en el pueblo por esa diversión y la casi nula posibilidad de disfrutar de ellos que se había sufrido durante los años de la guerra; no obstante, también contaba con diferentes juegos, se organizaron algunos actos culturales y, además, con carácter ocasional actuaron en el local social algunos circos ambulantes. El “Casino Escobonal” se mantuvo en funcionamiento durante unos cuatro años. Entre sus fundadores y directivos figuraron destacadas personalidades locales…
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Hola Octavio, recuerdo ir a tocar bailes en 1974-75 con la orquesta «Atlántida» de Arafo, cuando se conocía con el nombre de Cine Escobonal, y si no recuerdo mal el propietario se llamaba Cheo, siempre nos atendía muy bien. Saludos.
Sí Francisco, contiguo al local del Casino se construyó a comienzos de los años cincuenta el «Cine Escobonal», que al ser del mismo propietario, mantuvo el nombre de «Casino Escobonal», aunque ya no funcionaba como tal, alternando los bailes con las películas. Luego se centró más en el cine y cambió su nombre, aunque siempre mantuvo la celebración de bailes, aunque por lo general en los días más señalados. Su primer propietario fue don Arsenio Pérez y luego lo regentó su hijo, don José Pérez Díaz, conocido por Cheo. En torno a este local giró la actividad recreativa de este pueblo durante muchos años. Lamentablemente, el local del cine fue demolido hace algunos años, manteniéndose el edificio que ocupó el Casino, hoy una entidad bancaria. En la planta superior estuvo una academia privada y actualmente una vivienda. Saludos.
Hay algo que me llama la atención, además de lo bien documentado que está el artículo, porque nunca oí hablar de ello y no sé si se llevó a cabo. Uno de los objetivos de la sociedad, junto al de la diversión, era «crear una Academia especial nocturna en la que pueden recibir plena enseñanza cuantos asociados lo deseen». ¿Esto fue una realidad o se quedó simplemente en la redacción del Reglamento?
Hola Charito. La posibilidad de crear una academia para los socios solía figurar en los reglamentos de los casinos antiguos. Algunos lo pusieron en práctica, como la Sociedad Cultural «El Porvenir», que existió en El Escobonal entre 1929 y 1936. Pero de este Casino de los años cuarenta no tengo constancia de que llegase a funcionar; no obstante, aunque en la directiva no existía ninguna persona con estudios, algunos de ellos, como el secretario don Aníbal Hernández Díaz, tenían suficiente preparación para dar algunas clases. Habrá que seguir investigando.
Realmente no estaba en el espíritu del régimen el afán por llevar la cultura a los más recónditos lugares y a las capas más humildes de la sociedad, mucho menos en esa primera etapa de la dictadura en la que se fulminaron las casas del pueblo, los ateneos y todo lo que era el legado republicano en el ámbito cultural. Hasta comienzos de los 60 no se impulsó una verdadera campaña de alfabetización, coincidiendo con el giro del régimen hacia el desarrollismo. Por eso me llamó la atención lo de la «Academia nocturna» ( a esa hora no revoloteaban los curas…»controlando»…).
Muchas gracias por responderme.
Un saludo muy afectuoso.