Vilaflor de Chasna-Granadilla de Abona: Don Antonio González del Castillo (1705 1788), alférez y teniente capitán de Milicias graduado de Infantería, apoderado y alcalde de Vilaflor, propietario agrícola y ganadero, con ascendencia guanche, portuguesa y castellana

De ascendencia mixta, guanche, portuguesa y castellana, y al igual que su padre y varios de sus antepasados, nuestro biografiado también siguió la carrera militar en el Regimiento de Abona, como alférez y teniente de la compañía de San Miguel, empleo este último con el que obtuvo la graduación en Infantería. Además, fue apoderado de los vecinos de Vilaflor en el pleito que seguían contra el Mayorazgo de los Soler, por la propiedad de las aguas del naciente de Madre de Abajo o El Chorrillo. Además, desempeñó el cargo de alcalde de la amplia jurisdicción. Toda su vida transcurrió en el pago de Chiñama, donde destacó como propietario agrícola y ganadero, llegando a tener esclavos a su servicio.

Nuestro biografiado nació en el pago de Chiñama el 26 de diciembre de 1705, siendo hijo del entonces alférez de Milicias don Bernardo González del Castillo y doña Luisa García del Castillo. El 31 de enero de 1706 fue bautizado en la iglesia parroquial matriz de San Pedro Apóstol de Vilaflor, a cuya jurisdicción pertenecía por entonces dicho lugar, por el beneficiado don Manuel Milán Camacho; se le puso por nombre “Antonio” y actuó como padrino don Pedro González del Castillo…

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Granadilla de Abona-Arico: Don Pablo González y Real (1847-1907), primer teniente de Infantería, escribiente de la Capitanía General de Canarias, brigada del Batallón de Fuerteventura, comandante militar de La Gomera y del fuerte de Paso Alto

Con tan solo 20 años, nuestro biografiado se enganchó voluntariamente como soldado profesional en el Batallón Ligero Provisional de Canarias, de guarnición en Santa Cruz de Tenerife, en el que ascendió hasta sargento 2º de Milicias y se le concedió una Cruz del Mérito Militar de primera clase. Tras permanecer licenciado durante más de cuatro años, volvió al servicio como soldado sustituto de Milicias, aunque enseguida ascendió hasta sargento 1º, empleo con el que pasó a Infantería; por entonces actuó como escribiente de la Capitanía general y brigada del Batallón de Fuerteventura, aunque también prestó sus servicios en Lanzarote. Luego ascendió a alférez (luego 2º teniente) de Infantería de la escala de reserva, con residencia en Arrecife y Arico; con dicho empleo fue nombrado comandante militar de La Gomera y del fuerte de Paso Alto en Santa Cruz de Tenerife. Finalmente, ascendió a primer teniente de Infantería de la escala de reserva retribuida y, como tal, se le concedió el retiro, tras haber prestado sus servicios en el Ejército durante más de 26 años y medio. Tras su muerte se le concedió a su esposa la pensión a la que tenía derecho.

Nació en Granadilla de Abona el 27 de agosto de 1847, siendo hijo de don Cristóbal González Díaz y doña Francisca Real y Real, naturales del Puerto de la Cruz. El 1 de septiembre inmediato fue bautizado en la iglesia de San Antonio de Padua por el cura párroco propietario don Francisco Rodríguez Méndez; se le puso por nombre “Pablo Antonio de San Francisco” y actuó como madrina doña Paula Rodríguez, de la misma vecindad…

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Granadilla de Abona-Vilaflor de Chasna: Don José Álvarez de Ledesma (1765-1848), cadete de Milicias, escribano público de Vilaflor, Los Realejos y Puerto de la Cruz, y secretario del Ayuntamiento portuense y de la Junta local de Sanidad, famoso por sus convicciones realistas y su fanatismo religioso

Miembro de una destacada familia de militares y escribanos públicos, nuestro biografiado inició la carrera militar en el Regimiento Provincial de Abona, aunque no pasó de cadete de Milicias. Luego, al igual que muchos de sus antepasados y familiares, fue nombrado escribano público, oficio que desempeñó en Vilaflor, Los Realejos y Puerto de la Cruz. En esta última localidad también ejerció simultáneamente como secretario del Ayuntamiento y fue muy conocido por sus convicciones realistas, que motivaron su cese en la secretaría durante los períodos constitucionales, y por su fanatismo religioso, que le llevó a oponerse al uso de la vacuna contra la viruela.

Nació en la villa de La Orotava el 25 de enero de 1765, siendo hijo de don Cristóbal Álvarez de Ledesma y Estrada y doña Agustina de Curras y Abreu, naturales y vecinos de la misma villa. El 31 de dicho mes fue bautizado en la iglesia parroquial matriz de Ntra. Sra. de la Concepción por el presbítero don Antonio Cosme del Álamo, con licencia del Dr. don Francisco Domingo Román y Lugo, beneficiado rector de la misma y examinador sinodal del Obispado; se le puso por nombre “José Cristóbal Domingo” y actuó como padrino don Domingo Estévez, vecino de dicha villa…

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Santa Misión en Granadilla de Abona en 1923

En la primavera de 1918, siendo vicario capitular en sede vacante de la Diócesis de Tenerife el Dr. don Santiago Beyro y Martín, por fallecimiento del obispo don Nicolás Rey Redondo, se dispuso la celebración de una Misión en las parroquias de San Miguel de Abona, Vilaflor de Chasna y Granadilla de Abona, que fue dirigida por el R. P. Cipriano Montero, del Inmaculado Corazón de María. Cinco años después, en abril de 1923, volviendo a asumir el cargo de vicario capitular de la Diócesis don Santiago Beyro, al estar ahora vacante la titularidad de la misma por traslado del obispo don Gabriel Llompart y Jaume, ordenó que se celebrase otra Santa Misión en tierras chasneras, concretamente en las parroquias de Arona, San Miguel de Abona, Vilaflor de Chasna y Granadilla de Abona. En este trabajo nos vamos a centrar en cómo tuvo lugar dicha Misión en esta última villa.

Con dicho motivo, la iglesia parroquial de San Antonio de Padua de Granadilla, regentada por don Esteban Hernández Ramos, fue convenientemente adornada e iluminada por las noches, siendo presidida por el Cristo de la Misericordia, que se colocó bajo dosel en el altar mayor. Duró doce días y, desde su inicio, asistieron muchos feligreses, tanto del casco como de los distintos núcleos de población del municipio, a los distintos actos llevados a cabo por los dos misioneros, el P. Meléndez y el P. Pallarés, ambos de la Congregación de San Vicente Paúl que tenía su sede en La Orotava; el primero fue el responsable de la Catequesis, mientras que el segundo lo fue de las confesiones, y ambos pronunciaron sermones en todos los actos. Se centró especialmente en los niños, que en elevado número asistieron a la Catequesis, la confesión y la renovación de las promesas del bautismo; asimismo, les enseñaron cánticos y pequeños discursos, que ellos mismos exponían por la noche.

De todos los actos, destacaron los celebrados en los dos días principales. El primero fue el domingo 8 de abril y consistió en la Fiesta de los Niños, con la comunión en la mañana y la procesión de la Virgen del Carmen por la tarde, acompañada por autoridades, banda de música y un gran número de fieles, en la que los niños portaron las banderas y gallardetes. El segundo fue el domingo 15 de abril, en que por la mañana se salió en procesión desde la parroquia hasta la cárcel del partido, con el fin de llevar la comunión a los presos, a propuesta del juez de Instrucción don Antonio Losada y Mazorra; a ese emotivo acto asistieron las autoridades y numeroso público, ofreciéndosele luego un almuerzo a los reclusos; y por la tarde recorrió las calles la procesión del Santísimo Sacramento, considerada la más solemne celebrada hasta entonces en la villa, pues fue acompañada por la banda de música y en su recorrido se colocaron artísticos descansos, donde cantaron los niños y los Coros Eucarísticos, mientras que desde las ventanas y los balcones, adornados con colgaduras, flores y plantas, se arrojaban pétalos a su paso. En total se impartieron más de 1.660 comuniones y el párroco-arcipreste de Granadilla quedó muy complacido de esta Misión…

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Los casinos republicanos de Chimiche, El Salto y San Isidro, en Granadilla de Abona (1935-1936)

     Existe constancia de que durante la II República Española el municipio de Granadilla de Abona contó con una sociedad de recreo legalizada, el “Casino de Granadilla”. Pero en los distintos barrios o núcleos de población del municipio existieron otros casinos, que no consta que fuesen inscritos en el Registro de Asociaciones del Gobierno Civil y por lo tanto no llegaron a legalizarse, lo que no impidió que durante algún tiempo funcionasen como tales. De éstos, ya nos ocupamos en otros artículos de los que existieron en Charco del Pino y El Médano , por lo que en este trabajo nos centramos en los de Chimiche, El Salto y San Isidro, aunque solo de forma preliminar, para iniciar su estudio hasta que aparezca nueva documentación que enriquezca su historia. Lo cierto es que estaban en pleno funcionamiento en 1936, año en el que fueron disueltos con motivo del inicio de la Guerra Civil, tras una corta trayectoria.

     En estos centros sociales y recreativos se celebraban sobre todo bailes, que permitían a los jóvenes salir de la dura rutina y olvidar por unas horas el duro trabajo agrícola y ganadero. Además, como siempre ocurría en este tipo de sociedades, ocasionalmente se impartían conferencias, se efectuaban representaciones teatrales o se celebraban festivales literario-musicales. Asimismo, diariamente se abrirían para practicar juegos de mesa, sobre todo baraja o dominó, así como para intercambiar opiniones en improvisadas tertulias…

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Granadilla de Abona: Don Inocencio García Feo (1885-1920), Doctor en Sagrados Cánones y en Filosofía, prefecto del Seminario y párroco propio de La Orotava, donde da nombre a una calle, en el primer centenario de su fallecimiento

     Al cumplirse hace tan solo dos días el primer centenario del fallecimiento de un hijo ilustre de Granadilla de Abona y uno de los párrocos más recordados de la Villa de La Orotava, don Inocencio García Feo, siguiendo la sugerencia de un sobrino nieto hemos querido rescatar la reseña biográfica de este querido sacerdote, añadiendo nuevos datos y fotografías a la ya publicada en este mismo blog hace algo más de ocho años.

     Aunque de tradición familiar inclinada hacia las Milicias Canarias, don Inocencio García Feo se sintió atraído desde muy joven por la carrera eclesiástica. Así, tras cursar estudios en el Seminario Diocesano fue enviado a Roma, donde se ordenó de Presbítero y en cuya Universidad Gregoriana se Doctoró en Sagrados Cánones y en Filosofía. A su regreso a Tenerife desempeñó el cargo de prefecto de estudios del Seminario Conciliar, en el que solo permaneció un mes, al ser nombrado cura ecónomo y mayordomo de fábrica de la Purísima Concepción de la Villa de La Orotava; en este destino permaneció durante más de nueve años, hasta su muerte, después de haberla obtenido en propiedad tras una brillante oposición. Al frente de la importante parroquia se ganó el cariño y la admiración de sus feligreses, debido a las mejoras realizadas en el templo y en las festividades religiosas. Asimismo, destacó como orador sagrado y el Ayuntamiento lo integró en varias comisiones locales; también fue vocal nato y secretario del Patronato del Colegio “San Isidro”, presidente accidental del Consejo local de Exploradores de La Orotava y vocal de la Junta de Fomento de las Cañadas. Tras su prematuro fallecimiento se le dio su nombre a una de las calles más céntricas de dicha Villa, inmediata a la iglesia parroquial que regentó.

     Nuestro biografiado nació en la calle del Agua de Granadilla de Abona el 28 de diciembre de 1885, a las doce del mediodía, siendo hijo de don José García García y doña Francisca Feo Morales, naturales y vecinos de dicha localidad. El 17 de enero de 1886 fue bautizado en la iglesia de San Antonio de Padua por el cura párroco propio don Atanasio Viña y Vera; se le puso por nombre “Inocencio Tomás” y actuó como madrina su tía paterna doña María de la Natividad García, siendo testigos don Juan Nepomuceno Ramos y don Domingo Feo…

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Granadilla de Abona: Don Juan Reyes Sánchez (1813-1889), escribiente de la Comandancia Militar del Sur, brigada del Batallón y de la Sección Provincial de Abona, Caballero de San Hermenegildo y alférez de Milicias retirado con sueldo

     Muchas fueron las familias sureñas cuyos miembros llenaron gloriosas páginas de la historia militar insular, pues aunque a veces no alcanzaron empleos de gran relieve, siempre mostraron una profunda voluntad de servicio por las Milicias Canarias. Don Juan Reyes Sánchez fue uno de esos militares que empezaron desde abajo, desde simple soldado, para ir ascendiendo gracias a su tesón y méritos hasta alférez de Milicias; en tres ocasiones estuvo movilizado con la partida destacada en Granadilla para celo sanitario y persecución del contrabando; durante dos años actuó como escribiente en la Comandancia Militar del Cantón de Abona y, sobre todo, fue brigada del Regimiento, luego Batallón y Sección de Abona, a lo largo de 29 años, en tres períodos diferentes. Fue nombrado Caballero de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo, al concedérsele la Cruz de la misma, y obtuvo su retiro con sueldo. Constituyó el tronco de una ilustre saga de granadilleros.

     Nació en Granadilla de Abona el 4 de abril de 1813, siendo hijo de don Sebastián Reyes y doña Petra Sánchez Garabote. Al día siguiente fue bautizado en la iglesia de San Antonio de Padua por el presbítero don Manuel González Guillén, con licencia del Dr. don Isidoro Rivero Peraza y Ayala, párroco propio de la misma; se le puso por nombre “Juan Antonio” y actuó como madrina doña María Martín, vecina de la localidad en el pago de El Draguito…

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La visita de la Virgen de Candelaria a Granadilla de Abona (1964), en su peregrinación extraordinaria por la isla con el fin de recaudar fondos para el nuevo Seminario diocesano

     El año 1964 marca una página inolvidable en la historia religiosa de Granadilla de Abona, al recibir por primera y única vez la visita de la Virgen de Candelaria, Patrona de Canarias, en su peregrinación por todas las parroquias de la isla con el fin de recaudar fondos para la construcción del nuevo Seminario Diocesano, acontecimiento inolvidable en la historia religiosa de Tenerife que duró casi tres meses y medio, del 16 de octubre de dicho año al 28 de enero de 1965. Para esa peregrinación extraordinaria la Virgen contó con una artística carroza, construida en Güímar, en los talleres de mecánica y chapa de Tejera y en la carpintería de Pánfilo y Tino; fue diseñada por don Manuel García Campos y patrocinada por doña Edelmira Pérez Campos, viuda de Mansito, junto con Acción Católica y Cáritas de dicha ciudad; y se montó sobre una camioneta “Commer” de seis ruedas, cedida por la empresa Hernández Hermanos, S.L. En todos los pueblos visitados, el fervor de los fieles fue impresionante y el éxito económico se vio desbordado con creces, al recaudarse más de siete millones de pesetas. Durante el recorrido la Virgen estuvo acompañada por su capellán, cargo que asumió casi siempre el sacerdote dominico fray Juan Fernández Baca, conocido por el “Padre Juan de Candelaria”. La revista Radar Isleño, editada por los frailes dominicos de Candelaria, fue recogiendo la crónica detallada de esta peregrinación extraordinaria de la Virgen, en todo su recorrido.

     El municipio de Granadilla de Abona fue el quinto de la isla en recibir a la Virgen de Candelaria, tras el paso de ésta por Arafo, Güímar Fasnia y Arico. El sábado 24 de octubre la venerada imagen salió de El Río de Arico con destino a Vilaflor, pero haciendo paradas en los barrios de Chimiche, donde se incorporó la antigua Danza de varas que la acompañó durante todo el recorrido, Los Blanquitos y El Desierto, en todos los cuales recibió el cariño del vecindario; luego atravesó Granadilla, donde un elevado número de fieles se agolpaban para verla pasar y la acompañaron hasta la salida de la villa. A su regreso de Vilaflor permaneció durante un día en la iglesia de San Antonio de Padua de Granadilla de Abona y otro en la de San Luis Rey de Charco del Pino…

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El naufragio del vapor transatlántico español “Valbanera” en la costa de Cuba (1919) y su repercusión en el Sur de Tenerife

     El pasado año, concretamente el 10 de septiembre de 2019, se conmemoró el primer centenario de la mayor tragedia naval española en tiempo de paz, el naufragio del vapor transatlántico “Valbanera”, que partiendo de Barcelona recogió 569 pasajeros en Canarias, quienes emigraban a Cuba en busca de mejor fortuna; pero muchos de ellos encontraron la muerte en esa travesía, sin haber llegado a su destino. El hundimiento de dicho buque con motivo de un huracán acabó con la vida de 488 personas, de las cuales al menos 408 eran canarias, por lo que fue conocido como el “Titanic de los pobres”, el “Titanic canario” o el “Titanic de la emigración canaria”. En este artículo nos ocupamos de ese triste suceso, de repercusión internacional, recordando a los pasajeros del Sur de Tenerife que viajaban en él. Curiosamente, en su viaje anterior el mismo barco sufrió una grave epidemia de gripe en la travesía de Cuba a Canarias, en la que murieron unos 30 pasajeros, además de otros que fallecieron después de desembarcar en Las Palmas de Gran Canaria. Sin duda es una de las historias más dramáticas de la emigración canaria, una constante que ha marcado la historia de este archipiélago.

     El vapor “Valbanera” era un gran buque correo transatlántico español, propiedad de la compañía de navegación “Pinillos”. Fue construido en Glasgow, en Escocia, y entregado a dicha naviera en noviembre de 1906, siendo bautizado como “Valbanera” en honor a la Virgen de Valvanera, de La Rioja, aunque por algún error se modificó el nombre cambiando la segunda v por una b. Sus características generales eran: 121,9 m de eslora; 14,6 m de manga; 6,5 m de puntal; 7,6 m de calado; propulsión por alternativa de triple expansión, con dos hélices; velocidad de 12 nudos; y capacidad para 1.200 pasajeros, repartidos en 4 clases o categorías. Fue asignado por la Naviera Pinillos a la línea entre los puertos mediterráneos españoles y los atlánticos de Canarias, a Puerto Rico, Cuba y los puertos norteamericanos del Golfo de México. También navegó en la ruta entre España, Brasil y Argentina…

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Vilaflor de Chasna-Granadilla de Abona: Don Mateo García Fonte del Castillo (1692-1766), capitán de Milicias, alcalde real de Vilaflor, promotor de la construcción de la ermita de San Luis en Chiñama, apoderado de los vecinos y patrono encargado de la reedificación del Convento franciscano de Granadilla

     Al igual que muchos de sus familiares, don Mateo siguió la carrera militar y obtuvo los empleos de teniente y capitán de Milicias en el Regimiento de Abona. Además, fue alcalde real de la extensa jurisdicción de Vilaflor en dos ocasiones y apoderado de los vecinos de Chiñama y Charco del Pino, en el pleito surgido entre las parroquias de Vilaflor y Granadilla sobre la jurisdicción de dichos parroquianos. Por encargo de su familia, promovió la construcción de la ermita de San Luis del pago de Chiñama, que habían fundado y dotado sus tíos abuelos; y, posteriormente, construyó la capilla de San Antonio Abad de la misma; también fue nombrado patrono del Convento franciscano de Granadilla, con la obligación de reedificarlo tras ser destruido por un incendio, como así hizo. Gozaba de gran prestigio y de notable autoridad sobre sus paisanos, disfrutaba de cuantiosas propiedades e incluso tenía esclavos a su servicio.

     Nació en el pago de Chiñama el 25 de febrero de 1692, siendo hijo del capitán don Diego García del Castillo y doña Antonia María Fonte del Castillo y Palacios. El 10 de marzo inmediato fue bautizado en la iglesia de San Pedro de Vilaflor por el beneficiado don Matías Ruiz Alfonso; se le puso por nombre “Mateo” y actuó como padrino el Lcdo. don Juan García Lozano, vecino de dicho lugar de Vilaflor…

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