Güímar: Don Cirilo Díaz Díaz (1857-1943), “Cho Cirilo El Tamborilero”, agricultor en su tierra, flautista y tamborilero durante 70 años de las Danzas de El Escobonal, Güímar y Fasnia, y folclorista más conocido en esta faceta de todas las islas


     La historia no sólo la escriben los hombres de estudio, cultos y brillantes, pues a veces una persona de origen humilde y sin estudios puede cubrir páginas tan gloriosas como aquellos. Tal es el caso de don Cirilo Díaz Díaz, “Cho Cirilo el Tamborilero”, viejo flautista isleño y labrador en su tierra, quien tuvo que hacerse cargo de las danzas a los 17 años de edad, ante la prematura muerte de su padre. Con su música recorrió la geografía insular e incluso la llevó hasta la Península, al formar parte de una representación de lo más selecto del folclore canario. Llegó a ser uno de los hombres más  populares de Tenerife y el tamborilero más conocido de Canarias, gracias a los 70 años que permaneció acompañando con su flauta y su tambor a las Danzas de cintas y arcos de El Escobonal, Güímar y Fasnia.

     Nuestro biografiado nació en El Escobonal el 13 de diciembre de 1857, en una cueva vivienda de La Quebrada, siendo hijo de don Gaspar Díaz Yanes y de doña Inés Díaz Rodríguez, natural ésta de Santa Cruz de Tenerife. Cuatro días después recibió el bautismo en la iglesia parroquial de San Pedro Apóstol de Güímar, de manos del presbítero don Pedro Pérez Fariña, teniente del Dr. don Agustín Díaz Núñez, beneficiado propio de la misma y arcipreste del partido; se le puso por nombre “Cirilo” y actuó como padrino don Juan Díaz Delgado…

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Arafo-Güímar: Don Diego Alonso Bencomo (1661-1742), descendiente del Mencey de Adeje, alférez de Milicias, patrono de una Capellanía, mayordomo de la fábrica parroquial de Güímar, miembro de dos hermandades y una cofradía

    Miembro de una destacada familia de origen guanche, en la que proliferaron los militares y religiosos, nuestro biografiado también siguió la carrera militar, pues a pesar de ser analfabeto obtuvo el empleo de alférez del Tercio de Infantería de Güímar y Candelaria, con el que continuó tras la transformación de dicho cuerpo en el Regimiento de Milicias de Güímar. Además, fue un rico propietario agrícola y patrono de una capellanía, que recayó en su hijo Cristóbal, para el que también instituyó un patronato vitalicio, con lo que éste tuvo suficiente congrua para ordenarse de sacerdote. También fue mayordomo de fábrica de San Pedro Apóstol, hermano de la Hermandad del Santísimo Sacramento de la misma parroquia y de la Hermandad del Rosario del Convento de Santo Domingo en Soriano, así como cofrade de la Cofradía de la Misericordia, de la mencionada parroquia. Con motivo de un pleito, junto a su hermano Juan probó su noble filiación hasta el Rey Don Diego de Adeje (“Pelinor”), al demostrar que ambos eran tataranietos por ambas líneas de doña Juana Díaz, mujer de don Juan Marrero, bisnieta y “heredera universal del rey don Diego”.

     Nació en Arafo en noviembre de 1661, siendo hijo de don Juan Alonso Bencomo “El Menor” y doña Nicolasa Díaz de Ledesma. El 17 de ese mismo mes recibió el bautismo en la iglesia parroquial de San Pedro Apóstol de Güímar, de manos del Bachiller don Salvador Pérez, cura y beneficiado de la misma y de Santa Ana de Candelaria; se le puso por nombre “Diego” y actuó como padrino el sacerdote dominico fray Diego Bencomo, su tío paterno…

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Fasnia: Sor Andrea Esquivel Chico (1920-2018), religiosa oblata del Santísimo Redentor

     Miembro de una familia numerosa y muy conocida en Fasnia, nuestra biografiada sintió desde su adolescencia una férrea vocación religiosa, pero no contó con el apoyo de sus padres. Por ello, cuando ya contaba 29 años abandonó su casa e ingresó como novicia en la Congregación de Religiosas Oblatas del Santísimo Redentor, en la Residencia de Gracia (La Laguna), de la que pasó a la sede de Pamplona, donde emitió los votos temporales, regresando a Tenerife para hacer su profesión perpetua. A partir de entonces prestó sus servicios en La Laguna, Alacuás (Valencia), Zaragoza, donde ejerció como superiora, Benicasim (Castellón), Las Palmas de Gran Canaria y, finalmente, de nuevo en Benicasim, donde falleció a los 98 años de edad, 69 de ellos como religiosa oblata. Siempre destacó por su humildad, su bondad y su espíritu de servicio a los demás.

     Nació en Fasnia el 8 de abril de 1920, a las ocho de la mañana, siendo hija de don Genaro Esquivel Díaz y doña Leoncia Chico Cruz. El 13 de diciembre de 1924 fue bautizada en la iglesia parroquial de San Joaquín por el cura párroco propio don Luis Navarro Nóbrega; se le puso por nombre “Andrea Eloína” y actuaron como padrinos el párroco actuante y la señorita doña Eloína Esquivel Díaz, su tía paterna…

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Candelaria: Don Aurelio Chico y Núñez (1843-1936), sargento 2º de Milicias, comandante de armas de El Rosario, propietario agrícola, elector contribuyente, vocal secretario de la Junta Pericial, jurado judicial e interventor electoral

     Nuestro biografiado siguió una corta carrera militar, en la que ascendió desde soldado hasta sargento 2º de Milicias y, como tal, estuvo movilizado en la custodia de los prisioneros carlistas y fue nombrado comandante de armas de El Rosario. Después de obtener su licencia absoluta se dedicó al cuidado de sus propiedades agrícolas, alcanzando una situación económica desahogada. Además, ejerció como elector contribuyente, vocal secretario de la Junta Pericial del Ayuntamiento, jurado judicial e interventor electoral. Casó dos veces, aunque no tuvo sucesión. Como curiosidad, se vio implicado en un incidente con motivo de una cencerrada en Araya y simuló un robo en su casa de Barranco Hondo, por un enfrentamiento con un sobrino político.

     Nació en el pago de Araya el 19 de mayo de 1843, siendo hijo de don Antonio Chico Díaz, natural del mismo pago, y doña María del Rosario Núñez Rodríguez del Castillo (o Torres), que lo era de Barranco Hondo en la parte de El Rosario. Dos días después fue bautizado en la iglesia de Santa Ana de Candelaria por el cura párroco don Juan Núñez del Castillo; se le puso por nombre “Aurelio Félix” y actuó como madrina doña María Josefa Chico…

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Artículo-AURELIO CHICO NÚÑEZ

Güímar: Don Cristóbal Martín de Castro (1739-1794), capellán, boticario de la ciudad de La Laguna y propietario

     Pocos fueron los boticarios o farmacéuticos que se establecieron en el Sur de Tenerife antes de comenzar el siglo XX y menos aún los nacidos en este amplio sector de la geografía insular. En el siglo XVIII, para ejercer como boticario el interesado debía estudiar algunos de los libros de aprendizaje del arte de la farmacia para boticarios ya existentes y luego sufrir un examen ante maestros de dicha profesión; además, antes de recibir la oportuna licencia y el título obligatorio, debía justificar su limpieza de sangre y el haber practicado durante cuatro años con otro boticario aprobado y establecido.

     Don Cristóbal Martín de Castro, hijo y nieto de militares, estaba predestinado para clérigo, por lo que solicitó y obtuvo una capellanía, pero luego eligió ser boticario y se estableció como tal en la ciudad de La Laguna, donde casó y dejó ilustre descendencia. Fue el primer boticario nacido en el Sur de Tenerife, según los datos de los que por el momento disponemos. Su hijo primogénito, don Francisco Martín de Castro, fue un culto sacerdote y reconocido poeta; el segundo, don Pedro Martín de Castro, no pasó de clérigo tonsurado por su prematura muerte; y el tercero, don Antonio de Castro y Peraza, siguió la tradición paterna y fue farmacéutico titulado de su ciudad natal.

     Nació en Güímar el 21 de octubre de 1739, siendo hijo del alférez don José Martín de Castro y doña Inés Díaz Alonso. Cinco días después fue bautizado en la iglesia de San Pedro Apóstol por el beneficiado don Domingo de Paes y Galdona; se le puso por nombre “Xristóbal Domingo” y actuó como padrino el presbítero don Cristóbal Alonso Núñez, tío materno y vecino de la misma localidad…

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Artículo-CRISTÓBAL MARTÍN DE CASTRO

Descripción de Santiago del Teide en 1934 por don Joaquín García Suárez (J.G.S.)

     El artículo “Santiago del Teide”, englobado bajo el epígrafe “Pueblo de Tenerife”, se le encargó al periodista y poeta lagunero Joaquín García Suárez (J. G. S.) por el director del diario Hoy, del que era redactor, para ser incluido en un anuario o suplemento de dicho periódico publicado el 1 de enero de 1934, en forma de libro y dedicado a las islas occidentales. Llama la atención que sea más extenso que los dedicados en el mismo suplemento a otros municipios del Sur de mayor peso demográfico y económico, lo que creemos se debió a los vínculos de su hermana Concepción con dicha villa, de la que era maestra y su primera alcaldesa, motivo por el cual don Joaquín la visitó con especial afecto.

     Comienza haciendo hincapié en el aislamiento, el atraso y la pobreza en que vivía Santiago del Teide antes de contar con una carretera de acceso, hasta que ésta llegó desde el Norte y con ella el progreso. El paso de los vehículos que se dirigían a otras localidades del suroeste o que daban vuelta a la isla lo habían sacado del desconocimiento general y ya permitía su relación con el resto de la isla. Junto a ella habían llegado algunos de los servicios que venían a cubrir sus necesidades básicas, como el agua potable a Arguayo, instalada gracias al Cabildo. Luego describe el paisaje que se aprecia desde la carretera, llamando la atención la desaparición del verdor del Norte al irse alejando de Icod de los Vinos, para ser sustituido al acercarse a El Tanque por el negro de la lava del Volcán que arrasó Garachico, lo que contrastaba mucho con lo que se dejaba atrás, pues todo se volvía más oscuro (los campos, las casas, los árboles…).

     Al municipio de Santiago del Teide el autor no lo considera extraordinario, pero sí interesante y digno de ser visitado, a pesar de su paisaje de aspecto grisáceo y pobre. Su iglesia, con las cúpulas que recordaban a una mezquita; la disposición del pueblo a lo largo del antiguo camino (ahora carretera); las casas pequeñas,… Modelo que se repetía en los demás núcleos de población del municipio (Tamaimo, Arguayo, El Puerto, etc.), todos constituidos por un grupo de casas reunidas con más o menos orden, en un entorno seco y escaso de agua, en resumen, caseríos y terrenos que aparentaban pobreza, con escasos avances de progreso, pero en los que destacaban los cultivos que salpicaban el paisaje y le quitaban monotonía (higueras, almendreros, algunos plantíos y platanales en la costa). No obstante, con respecto a sus habitantes, el autor destacaba que eran sencillos y cordiales. Considera que el mayor interés de este término es el paisaje volcánico, no exento de belleza y atractivo. También aprecia que, gracias al influjo de la carretera, los caseríos del Valle de Santiago ya comenzaban a progresar, aunque lentamente, y sus habitantes comenzaban a parecer más alegres, porque además de traerles el progreso y el adelanto les podría salvar de la tragedia, en el caso de repetirse otra erupción, como la aún reciente del Chinyero, cuyas lavas amenazaron la villa…

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Artículo-DESCRIPCIÓN SANTIAGO DEL TEIDE-1934

Adeje: Don Diego Fraga Morales (1800-1882), labrador, ganadero, colmenero, arrendatario y medianero de la Casa Fuerte, sargento 2º de Milicias, tallador de quintos, elector contribuyente y concejal del Ayuntamiento

     Miembro de una destacada familia establecida en Taucho, nuestro biografiado siguió una corta carrera militar, en la que alcanzó el empleo de sargento 2º de Milicias; después de licenciado actuó como tallador de quintos en el Ayuntamiento de Adeje, al no existir por entonces sargentos en activo en el municipio. Desde el punto de vista profesional, fue arrendatario y medianero de la Casa Fuerte, trabajando intensamente como labrador y ganadero, a la vez que poseía algunas colmenas propias, lo que le permitió ser el sexto mayor contribuyente del término municipal. Gracias a ello, pudo figurar entre los electores de diputados a Cortes y senadores. También fue concejal del Ayuntamiento de Adeje.

     Nació en el caserío de El Aserradero, por encima de Taucho (Adeje), el 24 de noviembre de 1800, siendo hijo de don Francisco Antonio Domínguez Fraga y Hernández y doña María Morales Santos. Seis días después fue bautizado en la iglesia de Santa Úrsula por fray Matías Soto, “religioso de la Orden de mi P. Sn. Franco.” con licencia del beneficiado don Agustín de Salazar; se le puso por nombre “Diego Lorenzo” y actuó como padrino don Diego Morales, su tío materno…

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Artículo-DIEGO FRAGA MORALES

Vilaflor de Chasna-Granadilla de Abona: Don Salvador González (1622-1704), sacerdote de origen guanche, Bachiller y Licenciado en Teología, amigo de infancia del Santo Hermano Pedro y cura párroco de Granadilla durante 36 años

     Miembro de una destacada familia de origen guanche, nuestro biografiado pasó su niñez en Vilaflor de Chasna, donde compartió su infancia con el Hermano Pedro. Pasó luego a la Península, donde se ordenó de Presbítero y obtuvo los títulos de Bachiller y Licenciado en Sagrada Teología. A su regreso obtuvo en propiedad la parroquia de San Antonio de Padua de Granadilla de Abona, a cuyo frente permaneció durante 36 años, hasta su muerte. Durante su larga regencia se adquirieron diversos objetos de culto, se intentó ampliar la jurisdicción parroquial y se planteó la construcción de una nueva iglesia.

     Nació probablemente en Vilaflor hacia 1622, siendo hijo de don Gonzalo Pérez y doña Catalina Gaspar González del Castillo. Tenía su casa en la trasera de la iglesia parroquial de San Pedro Apóstol, cercana a la natal del Hermano Pedro, con quien compartió su niñez, pues pasó en Chasna su infancia y adolescencia…

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Artículo-SALVADOR GONZÁLEZ

Guía de Isora: Don Antonio González y González (1845-1902), aspirante a subteniente, sargento 2º de Milicias, mayor contribuyente del término, jurado judicial, fiscal municipal, interventor electoral y alcalde constitucional

     Siguiendo la tradición familiar, don Antonio González solicitó ser incluido en el escalafón de aspirantes a oficiales de las Milicias Canarias, pero tras ser examinado de las obligaciones del empleo de subteniente solo obtuvo una calificación de “Regular” y no pudo conseguir su objetivo. No obstante, luego ingresó en la Sección Ligera Provincial de Abona como soldado suplente, ascendiendo enseguida a cabo 2º, cabo 1º y sargento 2º. Con este empleo concluyó su carrera militar, al poner un sustituto para dedicarse al cuidado de sus propiedades agrícolas, lo que le permitió ser el mayor contribuyente de Guía de Isora. Además, en su municipio natal fue elector de compromisarios para la elección de senadores y ejerció como fiscal municipal, jurado judicial, interventor electoral y alcalde constitucional.

     Nació en Guía de Isora el 14 de abril de 1845, siendo hijo del capitán don Antonio González Torres, natural de Granadilla de Abona, y doña María González Hernández, que lo era de la primera localidad, aunque oriunda de El Tanque por su padre. El 24 del mismo mes fue bautizado en la iglesia de Ntra. Sra. de la Luz por el cura párroco don Domingo Caneiro; se le puso por nombre “Antonio Bernardo de San Pedro” y actuó como padrino su tío paterno don Bernardo González Torres, natural de Granadilla…

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Artículo-ANTONIO GONZÁLEZ GONZÁLEZ

El Juzgado Municipal de Arafo (1870-1946): jueces, fiscales, adjuntos y secretarios

     En un artículo anterior ya nos ocupamos del primer Juzgado de Paz de Arafo (1855-1870) y en éste vamos a recordar al Juzgado Municipal que sucedió al anterior y que se mantuvo durante 75 años y medio, de 1870 a 1946, asumiendo la competencia del Registro Civil de la localidad, creado también en 1870, al igual que la nueva figura del fiscal municipal. En este período, existieron 17 jueces municipales titulares y 14 fiscales municipales, además de otros tantos suplentes, así como numerosos adjuntos del tribunal municipal y 8 secretarios (titulares, interinos o habilitados), sin contar los suplentes y numerosos “acompañados”. Es normal que muchos de los jueces y fiscales que alcanzaron la titularidad fuesen con anterioridad suplentes, pero llama la atención que varios de ellos ostentasen dos de dichos cargos. También resulta llamativo que ninguna mujer accediese por entonces a esas responsabilidades.

    En la larga etapa estudiada, de los jueces municipales titulares, el récord de permanencia lo ostentó don Juan Pérez Cáceres (más de 9 años y medio), seguido por: don Víctor Núñez Rodríguez (más de 8 años y medio), don Santiago Romero Ferrera (más de 6 años y medio), don José García Siliuto (más de 6 años y medio), don Andrés Batista y Batista (más de 6 años) y don Federico Batista Marrero (casi 6 años, en dos etapas); con respecto a su lugar de nacimiento, solo conocemos un juez titular que no había nacido en el municipio de Arafo, don Juan Pérez Cáceres (de Güímar), y un juez suplente, don José Cañestro Reyes (de Ronda -Málaga-); y como curiosidad, solo uno de los jueces era Licenciado en Derecho (don Federico Batista Marrero). De los fiscales titulares que se conocen en el municipio de Arafo, el récord de permanencia lo ostentaron D. Eusebio García Delgado y D. Rafael Pérez Mesa, con 8 años y medio, seguidos por: D. Felipe Marrero Rodríguez (por lo menos 7 años, en dos etapas), D. Francisco Pérez Batista (más de 6 años) y D. Claudio Amaro Vizcaíno (5 años y medio); todos eran naturales de Arafo. De los secretarios que ejercieron en dicha etapa (titulares o interinos), ostenta el récord de permanencia don José Rodríguez Arvelo, con 19 años y medio, seguido por: don Antonio Pérez Hernández (más de 15 años como titular en dos etapas y más de 5 como acompañado, en varios períodos) y don Pedro José Amaro (más de 9 años); con respecto al lugar de nacimiento, cuatro de los secretarios no habían nacido en Arafo (D. Juan J. Ponce Cárdenas, D. Arturo Valdés y Laffitte, D. Antonio Rodas Padrón y D. Romualdo García-Panasco y Acosta), además de un acompañado (D. Mateo Armas Esquivel)…

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