La imagen de la Virgen María Auxiliadora llegó a la Villa de Arafo en 1907, siendo recibida con entusiasmo por el pueblo y bendecida solemnemente el 27 de agosto por el cura párroco don Hildebrando Reboso, en el transcurso de las Fiestas Patronales de dicho año, actuando como padrinos el citado alcalde don Tomás de Mesa y su esposa doña Eloísa Ferrera. Desde entonces, en Arafo se venera con fe a María Auxiliadora, pues no en vano ésta fue la primera localidad canaria que acogió tal advocación de la Virgen. Los araferos acogieron con cariño a esta imagen, que desde entonces está entronizada en el templo parroquial.
Desde entonces, sin ninguna duda, el acontecimiento más grandioso relacionado con la Virgen María Auxiliadora, de los que se ha vivido en Arafo, coincidió con su primera Coronación al conmemorarse las Bodas de Oro de su llegada. Si bien han sido muy destacados los actos celebrados con motivo de sus Bodas de Diamante y su primer Centenario, sin duda no se ha alcanzado la solemnidad y la participación popular que se vivió en 1957. En ese año se organizó un ambicioso programa de actos, que comenzó con un Rosario de la Aurora y una Santa Misión, concluyendo con la creación de la Archicofradía de María Auxiliadora y la Legión de María.
Los actos de ese año, en el que se conmemoraban los 50 desde la llegada a Arafo de esta venerada imagen, comenzaron con la celebración durante todos los domingos del mismo de un Rosario de la Aurora en la parroquia de San Juan Degollado; se celebraba a las 5:30 de la madrugada y a las 6:00 se oficiaba la misa. El 21 de marzo se creó la escuela parroquial de San Juan Degollado; del 7 al 14 de abril se celebró una Santa Misión, cuyos principales frutos fueron la creación de la Archicofradía de María Auxiliadora y de la Legión de María; y los actos principales se celebraron en el mes de mayo, cuyo punto culminante fue la Coronación de la Virgen por el vicario general don Francisco Herráiz Malo, que si bien fue considerada “Coronación Canónica” no fue tal, pues no se obtuvo la licencia del Papa, que por entonces era imprescindible; no obstante, ha sido probablemente el acto estrictamente religioso con mayor asistencia de público celebrado en Arafo…
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