Arafo: Doña Francisca Juana Rodríguez Pestano (1907-1989), “Paquita”, maestra particular durante varias décadas y sustituta de las escuelas públicas de niñas de Arafo, Las Cuevecitas y Malpaís de Candelaria

Nuestra biografiada heredó de su madre la vocación por la enseñanza, pues, gracias a que recibió de ella casi todos sus conocimientos, también se dedicó a la docencia durante la mayor parte de su vida. Fundó una guardería que se transformó en una prestigiosa escuela particular mixta bajo el nombre de “Niño Jesús”, en la que ejerció una intensa labor docente durante casi cuatro décadas, que es recordada con cariño por varias generaciones de araferas y araferos. Además, en varias ocasiones actuó como maestra sustituta en las dos escuelas públicas de niñas de Arafo, así como en las de Las Cuevecitas y Malpaís, por ausencia o indisposición de las titulares, aunque desgraciadamente no tuvo posibilidad de obtener el correspondiente título oficial, al dedicar gran parte de su juventud al cuidado de su longeva abuela materna.

Nació en Arafo el 15 de mayo de 1907, a las siete de la mañana, siendo hija de don Martín Rodríguez Rodríguez, natural de la villa de La Orotava, y doña María de la Consolación Pestano Batista, conocida por “Consuelo”, que lo era de Arafo, donde residían. El 7 de julio de dicho año fue bautizada en la iglesia de San Juan Degollado por el cura párroco propio don Hildebrando Reboso Ayala; se le puso por nombre “Francisca Juana Isidra” y actuó como padrino don Víctor Mesa Díaz. Siempre fue conocida por sus paisanos como “Paquita”…

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Arafo: Don Santiago Domingo Albertos González (1947-2022), párroco de Hermigua, Agulo, El Tablero, Barranco Grande, Llano del Moro, El Chorrillo, Radazul-Tabaiba, Fátima y El Puertito de Güímar, impulsor de construcciones parroquiales, profesor de Religión, delegado de vocaciones en La Gomera y vice-arcipreste de Taco

Ligado desde niño a la parroquia de Arafo, como monaguillo, don Santiago Domingo ingresó en el Seminario Diocesano de La Laguna convencido de que iba a concluir su carrera sacerdotal, como así sucedió. Fue ordenado en su parroquia natal, en la que también cantó su primera Misa. Luego permaneció seis años en La Gomera, como párroco de Hermigua y Agulo, director espiritual y profesor de Religión de los institutos de B.U.P. y F.P. de San Sebastián de La Gomera, y delegado de vocaciones en dicha isla. Luego pasó a las parroquias de El Tablero, Barranco Grande, Llano del Moro; al frente de las dos primeras permaneció durante 28 años, cuatro de ellos además como vice-arcipreste de Taco, habiendo destacado en esa etapa como incansable impulsor de construcciones parroquiales, además de desarrollar una importante labor docente. A dichas parroquias se sumó durante más de una década la de El Chorrillo, en El Rosario, a la que se sumaría la de Radazul y Tabaiba, en el mismo municipio, durante seis años. Finalmente, fue nombrado párroco de Fátima y El Puertito, donde ya permaneció poco tiempo, por problemas de salud.

Nació en Arafo el 23 de mayo de 1947, a las ocho de la noche, siendo hijo de don Romualdo Víctor Albertos Borges, conocido por “Víctor”, y doña Margarita Concepción González Pérez, conocida por “María”. El 6 de julio inmediato fue bautizado en la iglesia de San Juan Degollado por el cura propio don Hildebrando Reboso y Ayala; se le puso por nombre “Santiago Domingo” y actuaron como padrinos su tío abuelo don Daniel González Pérez y su esposa doña María Pérez Fariña…

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Arafo: Don Pedro José Amaro Montano (1812-1889), notario público eclesiástico, hermano mayor y secretario de la Hermandad del Santísimo Sacramento, depositario de fondos del Ayuntamiento, juez de paz accidental, alcalde constitucional, secretario del Juzgado y del Ayuntamiento, encabezado de las fiestas patronales y propietario agrícola

Toda la vida de nuestro biografiado transcurrió en el pueblo de Arafo, donde se dedicó siempre al cuidado de sus propiedades agrícolas. Asimismo, estuvo vinculado a la Parroquia de San Juan Degollado, de la que fue notario público eclesiástico, así como bedel, mayordomo, hermano mayor y secretario de la Hermandad del Santísimo Sacramento. Además, tuvo un fuerte compromiso con la vida pública del municipio, en el que desempeñó numerosos cargos y empleos: regidor o concejal en varias etapas, teniente de alcalde, juez de paz accidental, depositario de fondos y síndico del Ayuntamiento, alcalde constitucional, secretario del Juzgado y del Ayuntamiento, encabezado de las fiestas patronales y elector contribuyente para diputados a Cortes.

Nació en Arafo el 22 de febrero de 1812, siendo hijo de don Antonio Amaro Díaz y doña Felipa (Rodríguez) Montano de Torres, naturales y vecinos de dicha localidad. Al día siguiente fue bautizado en la iglesia de San Juan Degollado por el cura párroco propio don Antonio Rodríguez Torres; se le puso por nombre “José Pedro” y actuó como padrino don Agustín Hernández. Curiosamente, durante la mayor parte de su vida fue conocido como “Pedro José” …

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Arafo: Don Juan Rafael Pérez Mesa (1894-1975), clarinete de la Sociedad Filarmónica “Nivaria”, emigrante a Cuba, zapatero, barbero, agricultor, sochantre-organista de la parroquia, accionista de galerías, directivo del Casino “Unión y Progreso”, fiscal municipal, concejal del Ayuntamiento, 2º teniente de alcalde y alcalde accidental

Toda la vida de nuestro biografiado, salvo el tiempo que permaneció en Cuba, transcurrió en la villa de Arafo, donde ejerció como clarinete de la Sociedad Filarmónica “Nivaria”, zapatero, barbero, agricultor, sochantre-organista de la parroquia de San Juan Degollado durante 20 años, directivo (contador, vicesecretario, vocal 6º, tesorero y vicepresidente) del Casino “Unión y Progreso”, fiscal municipal a lo largo de más de una década, concejal del Ayuntamiento durante 17 años y medio, en los que actuó como síndico, primer vocal de la Junta Municipal del Censo electoral, 2º teniente de alcalde, alcalde accidental y delegado de limpieza de las vías públicas y de Cementerios. También fue accionista de varias comunidades de aguas.

Nació en la calle Nueva de Arafo el 31 de mayo de 1894, a las cuatro de la tarde, siendo hijo de don Alejandro Pérez García y doña Francisca de Mesa Pérez. El 2 de junio inmediato fue bautizado en la iglesia de San Juan Degollado por el párroco don Francisco Hernández y González; se le puso por nombre “Juan Rafael del Sagrado Corazón de Jesús” y actuó como madrina doña Julia Arado González, natural y vecina de Santa Cruz de Tenerife, y como testigos don Fabio Vizcaíno, doña Felicia y doña Camila Cuello. A pesar de sus dos nombres, siempre fue conocido entre sus paisanos por “Rafael”…

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La Orquesta “Hispania” de la villa de Arafo (1960-1965)

En el pasado siglo XX, la villa de Arafo destacó en el contexto insular por el número y la calidad de sus orquestas de baile, debido a su dilatada trayectoria musical que ha permitido su reconocimiento popular como “Pueblo de la Música”. A lo largo de esa centuria contó con 25 de estos conjuntos, de los que llegaron a coexistir ocho. Como curiosidad, estos grupos musicales fueron homenajeados por el Casino “Unión y Progreso” de dicha villa el 7 de diciembre de 2006.

De esos numerosos conjuntos musicales, en esta ocasión nos centramos en la orquesta “Hispania”, que recorrió la geografía insular en los años sesenta, aunque su trayectoria fue corta, pues solo permaneció en los escenarios durante unos cinco años. Tuvo seis miembros, todos ellos naturales y vecinos de Arafo, siendo su director-coordinador don Eulogio Albertos Martín. Ensayaba en la casa de éste, en el callejón San Pedro, junto al Casino “Unión y Progreso” de Arafo, en el que amenizó bailes con frecuencia…

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Arafo: Don Felipe Marrero Rodríguez (1842-1905), sanitario aficionado y altruista, hermano mayor del Santísimo Sacramento, elector contribuyente, fiscal municipal, mayordomo de la fábrica parroquial, cuarto mayor contribuyente de Arafo, propietario rico y caritativo

Fue uno de los propietarios agrícolas más ricos de Arafo, llegando a ser el cuarto mayor contribuyente del municipio, por lo que figuró en la lista de los electores contribuyentes de dicho término, con derecho a participar en la elección de compromisarios para senadores. En su localidad natal fue designado para el cargo de juez municipal, pero del que no llegó a tomar posesión, aunque sí asumió el de fiscal municipal durante muchos años; además, estuvo muy vinculado a la parroquia de San Juan Degollado, en la que fue hermano mayor de la Hermandad del Santísimo Sacramento y mayordomo de la fábrica parroquial. Pero, sobre todo, es recordado por su actividad sanitaria altruista, pues se inició en dicha labor con un tío en La Laguna, donde adquirió ciertos conocimientos de enfermería, que complementó con una amplia biblioteca sobre dichos temas, por lo que dedicó gran parte de su vida a poner inyecciones, sacar muelas y hacer las primeras curas a los paisanos que necesitaban sus servicios; asimismo, el médico lagunero oriundo de Arafo don Manuel Pestano le proporcionó recetas firmadas, para que administrara los medicamentos que creyera convenientes a sus pacientes, pues confiaba plenamente en su criterio. Su labor socio-sanitaria en el municipio fue enorme, pues visitaba los hogares más humildes, donde atendía a los más necesitados sin recibir ningún tipo de gratificación e incluso les dejaba dinero debajo de la almohada o alimentos que traía de su propia casa, como gallinas, huevos y leche; por todo ello fue considerado el “padre del pueblo de Arafo”, de modo que su sepelio constituyó una sincera manifestación de duelo popular.

Nació en Arafo el 6 de octubre de 1842, siendo hijo de don Luis Marrero de Torres y doña Joaquina Rodríguez Díaz. Al día siguiente fue bautizado en la iglesia de San Juan Degollado por su tío el presbítero don Víctor Eusebio Marrero, con licencia del cura propio don Antonio Rodríguez Torres; se le puso por nombre “Felipe Fernando” y actuó como padrino don Agustín Hernández del Castillo…

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Grave incidente con la venta de biblias bilingües por el misionero protestante británico C. F. Barker en el municipio de Arafo (1890)

En 1917 se publicó un libro titulado “Dos años en las Canarias” del misionero inglés Charles F. Barker, representante de la Sociedad Bíblica Británica y Extranjera (BFBS), quien lo subtituló como “Relato de un viaje por las Islas Canarias en coche, a pie y en bestia, con el objetivo de divulgar las Escrituras en lengua española”, el cual fue traducido y publicado en español en el año 2000. En él se recogían las incidencias de su recorrido por las Islas Canarias desde 1889 hasta 1891, en gran parte en compañía de su compatriota y compañero de religión Mr. Tisoe. Su objetivo consistía en la venta de las Sagradas Escrituras en texto bilingüe (español-inglés), tanto biblias como evangelios, testamentos y epístolas, para lo que contaba con el permiso del Gobierno español, a pesar de lo cual tuvo fuertes controversias o discusiones con el clero local. El libro, sacado del diario o agenda escrita por C. Barker, está lleno de descripciones geográficas y de los usos y costumbres de la época, así como del fuerte contraste entre el cosmopolitismo de su élite intelectual y económica, con la sencillez y pobreza de su campesinado, además de relaciones de personajes populares y destacados de nuestra región. De esta obra se desprende el desdén que sentían los británicos por la población campesina de las islas, a la que veían como un compendio de ignorancia y brutalidad, aunque el autor del libro no opinaba lo mismo, tras sus largas caminatas por los campos canarios.

Después de recorrer Gran Canaria distribuyendo la palabra de Dios, Baker llegó a Tenerife el 14 de mayo de 1890, con el propósito de continuar su labor en una isla que por entonces contaba con unos 105.000 habitantes. Comenzó su trabajo misionero en Santa Cruz, recorriendo luego el resto de la isla. El paso de este misionero protestante por Arafo fue bastante accidentado, pues cuando Charles F. Barker se encontraba mostrando la Biblia en una venta de dicha localidad aparecieron el cura ecónomo y el alcalde, cargos ocupados por el gomero don José Cruz Bencomo y el arafero don Esteban Núñez Pérez, respectivamente. El citado alcalde lo amenazó con su encarcelamiento si seguía con la venta de dichos libros, ya que tenía una orden del obispo para prohibirla, mientras que el párroco afirmaba que lo que contenían no era la palabra de Dios, sino del diablo; ante ello les enseñó el permiso del Gobierno, pero no dio resultado. Barker continuó su camino y, ante el temor de ser arrestado, escribió una nota para el cónsul británico comunicándole que estaba detenido en Arafo y se la entregó al niño que le acompañaba como guía, para que la llevara a Santa Cruz si tal arresto sucedía; pero, afortunadamente para él, no volvió a ver ni al párroco ni al alcalde. Sin embargo, no quedaría ahí la cosa…

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Arafo-Candelaria: Don Claudio Fariña Delgado (1916-1999), agricultor, músico, soldado condecorado, guardia civil y guardia municipal de Santa Cruz de Tenerife

Desde su adolescencia, nuestro biografiado trabajó en la agricultura, sobre todo como jornalero. Además perteneció como músico a la Sociedad Filarmónica “Nivaria” de la villa de Arafo. Tras ser movilizado con motivo de la Guerra Civil, pasó tres años en el Ejército, como soldado de Infantería y falangista voluntario, recibiendo varias condecoraciones. Una vez licenciado volvió a ser movilizado de nuevo, al comienzo de la II Guerra Mundial. En dicha situación solicitó y obtuvo su ingreso en la Guardia Civil, como guardia de 2ª clase, plaza que desempeñó durante más de 25 años, en los que estuvo destinado en los puestos de Adeje, del que fue comandante accidental, y Santa Cruz de Tenerife, entre otros. Luego solicitó el pase a destinos civiles y se incorporó a la Guardia Municipal de Santa Cruz de Tenerife, en la que permaneció como guardia durante otros 15 años, hasta su jubilación.

Nació en Barranco Hondo (Candelaria) el 28 de agosto de 1916, siendo hijo de don Víctor Fariña Romero, natural de Arafo, y doña Joaquina Delgado Romero, que lo era de la primera localidad, aunque también oriunda de Arafo por su madre. Al día siguiente fue bautizado en la iglesia de Santa Ana de Candelaria por el cura ecónomo don José Trujillo y Trujillo; se le puso por nombre “Claudio Donato” y actuó como madrina doña Dolores Ramos Delgado. Poco tiempo después de su nacimiento se estableció con sus padres en Arafo, aunque siempre se mantuvo vinculado a su familia de Barranco Hondo, que visitaba con frecuencia…

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Tragedias ocurridas en las galerías de agua de Arafo a lo largo del siglo XX

Desde finales del siglo XIX comenzaron las perforaciones de galerías en los barrancos de la zona alta del municipio de Arafo, en búsqueda de las aguas necesarias para el riego agrícola y el consumo doméstico, actividad que se reactivó con fuerza a lo largo del siglo XX, hasta alcanzar más de una treintena de ellas en 1960.

El trabajo en las galerías de agua ha sido siempre muy duro y peligroso, pues los obreros tenían que vivir durante muchos días junto a ellas, en instalaciones precarias y alejados de sus familias. En el interior de las galerías, el trabajo de perforación era bastante duro, pues algunas de ellas tenían varios centenares de metros, e incluso kilómetros, y desde su cabecera tenían que sacar las rocas extraídas en vagonetas hasta el exterior; además, la explosión de los necesarios barrenos produjo frecuentes accidentes, algunos de ellos mortales, así como los aplastamientos por desprendimientos de rocas, inhalación de gases o arrastre a los trabajadores por inesperados y fuertes afloramientos, al romper una bolsa de agua subterránea.

De momento conocemos once accidentes trágicos producidos en ocho galerías de Arafo, que en conjunto ocasionaron 13 muertos y tres heridos graves. El más grave fue uno ocurrido en la galería Amance en 1962, en el que murieron tres vecinos de Arafo, lo que obligó a suspender las fiestas patronales. Casi todos esos sucesos tuvieron una amplia repercusión en la prensa canaria, lo que nos ha permitido obtener una valiosa información…

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Arafo: Don Álvaro Cabrera Flores (1916-1993), agricultor, sargento provisional de Infantería, guardia civil de 1ª clase y guardia municipal de Santa Cruz de Tenerife

Nuestro biografiado, que inició su vida profesional como agricultor, se vio inmerso en la Guerra Civil española, incorporándose a su inicio en Falange, donde solo permaneció siete meses en retaguardia, hasta que fue movilizado su reemplazo. Con este motivo, ingresó como soldado en el Regimiento de Infantería Tenerife nº 38 y luego pasó a la Península con el Batallón Expedicionario de Infantería 282, prestando sus servicios en distintos frentes de operaciones. Durante la campaña fue herido; ascendió a cabo interino, cabo efectivo, sargento habilitado y sargento provisional; y también se hizo merecedor de una Cruz Roja, una Cruz de Guerra y una Medalla de Campaña. Acabada la contienda bélica regresó a Tenerife y se reintegró a su Regimiento de origen, pasando luego a prestar sus servicios en el Batallón de Infantería Independiente nº 31, con sede en Santa Cruz de La Palma, y en Regimiento de Infantería nº 59, con sede en Villasanjurgo. Tras casi cuatro años en el Ejército en ese último destino solicitó y obtuvo su ingreso en la Guardia Civil, cuerpo en el que ingresó como guardia 2º para ascender posteriormente a guardia 1º; como tal estuvo destinado durante dos años en la 200 Comandancia Exenta de la Guardia Civil de Marruecos y luego en la 221 Comandancia Rural del 21 Tercio de la Guardia Civil y en la 112ª Comandancia de la Guardia Civil del 12 Tercio, con sede en Tenerife; en esta isla, sabemos que prestó sus servicios en los Puestos de Candelaria y Tacoronte, de los que llegó a ser comandante accidental; permaneció 28 años y medio en dicho cuerpo, al final de los cuales fue herido en acto de servicio. Finalmente, solicitó su paso a destinos civiles e ingresó como guardia municipal en Santa Cruz de Tenerife, empleo en el que permaneció otros once años, hasta su jubilación.

Nació en Arafo el 19 de febrero de 1916, a las dos de la madrugada, siendo hijo de don Cristóbal Cabrera López, natural de Santa Cruz de Tenerife, y doña Guadalupe Flores Pérez, que lo era del pueblo sureño, y ambos vecinos de El Lomo. El 13 de marzo inmediato fue bautizado en la iglesia de San Juan Degollado por el cura párroco propio don Hildebrando Reboso Ayala; se le puso por nombre “Pedro Álvaro” y actuó como padrino don Florentín Sosa Fariña, casado…

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