La parroquia de “Nuestra Señora de Agache y San Carlos Borromeo” de El Tablado y todo el litoral de Agache (Güímar)

      A comienzos de los años cincuenta del pasado siglo comenzó el desarrollo del caserío costero de El Tablado, como lugar de veraneo de los vecinos de El Escobonal. Y hacia 1954, por iniciativa del cura párroco de El Escobonal don Octavio Hernández García, se celebró la primera Fiesta de El Tablado y de todo el extenso litoral de Agache. Con este motivo se trasladó a este caserío, a través de la antigua pista de tierra, una pequeña imagen de la Virgen que se guardaba en la sacristía de la iglesia de San José de El Escobonal. La primera misa se ofició en la terraza de la casa de doña Luisa Yanes y, una vez acabados los festejos, la citada imagen regresó en procesión a su templo parroquial. Desde esa época ya se pensaba adquirir una Virgen del Carmen para dejarla como patrona de dicho lugar.

        Por entonces, don Carlos Reyes González de Mesa y su esposa doña Elisa Fuentes Cullen, vecinos de Santa Cruz de Tenerife y propietarios de extensas tierras en Las Lajas, Cano y El Tablado, donaron unos terrenos en este último lugar para que se construyese una plaza y una ermita. Gracias a ello, poco después se acondicionó la actual plaza y se levantó una pequeña ermita, también por iniciativa del mencionado cura párroco de El Escobonal don Octavio Hernández…

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«El Barranco de Herques» (cuento guanche), por Romualdo García de Paredes y Mandillo

     En 1919, el escritor santacrucero Romualdo García de Paredes y Mandillo (1896-1930) publicó en el diario Gaceta de Tenerife un pequeño y curioso cuento guanche titulado “El Barranco de Herques”, dedicado al barranco que separa o une, según se quiera ver, a los pueblos de El Escobonal y Fasnia, debido a los vínculos familiares que lo unían con esta tierra.

   En su juventud, el autor estudió en la Escuela Superior de Comercio de la capital tinerfeña, fue vice-bibliotecario del Ateneo Tinerfeño de Santa Cruz de Tenerife y participó como remero en las regatas de canoas que celebró el Real Club Tinerfeño. Luego formó parte de la redacción del diario católico Gaceta de Tenerife y colaboró en El Progreso. Desde joven poseía también aficiones literarias, que le llevaron a escribir poemas, leyendas y cuentos, e incluso a participar en veladas artísticas. También fue un entusiasta del arte cinematográfico, por lo que creó, junto al cineasta cubano José González Rivero, la primera empresa productora de cine de las islas, “Rivero Film” y llegó a tener un protagonismo fundamental como director artístico y escénico, así como primer actor, en el primer largometraje realizado en Tenerife, “El ladrón de los guantes blancos”. Pero una penosa enfermedad se lo llevó en plena juventud, con tan solo 34 años de edad, truncando la que ya era una realidad de la cultura canaria.

     El cuento “El Barranco de Herques” fue dedicado por el autor a su madre, dados los fuertes vínculos familiares que la unían con el caserío de Aguerche (El Escobonal), inmediato a dicho barranco, de donde procedía su familia materna. La trama, de tintes dramáticos, discurre en dicho lugar en la época guanche y, a pesar de su corta extensión y de tener tan solo dos protagonistas, mezcla la fuerza guerrera, con el consiguiente abuso por parte del poderoso, con el amor más tierno e ingenuo…

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Apuntes para la historia de Lomo de Mena (Comarca de Agache, Güímar)

      En este trabajo sólo trato de resumir los principales aspectos históricos del pueblo de Lomo de Mena, en la comarca de Agache (Güímar), para así acercar al gran público la realidad de un lugar poco conocido de la geografía insular. También debe servir de estímulo a los vecinos de toda la comarca, para que conozcan mejor su tierra y puedan emprender en estrecha unión el mañana de esta tierra, pues todos los núcleos de población que la componen han compartido su historia hasta el presente, su realidad actual es común y su futuro necesariamente debe ser paralelo.

        Además, pretendo dar a conocer los personajes más destacados que han nacido en esta localidad, algunos incluso de talla nacional, como el director-concertador de orquesta Agustín Ángel García Díaz, prematuramente desaparecido en un accidente de aviación.

        El actual pueblo de Lomo de Mena es una suma de diversas entidades de población, que a lo largo del tiempo se han segregado y se han vuelto a fundir en un solo núcleo…

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Los alcaldes de barrio de El Escobonal (Güímar), nombrados entre 1894 y 1936

      A lo largo del siglo XIX fueron nombrados por el Ayuntamiento de Güímar numerosos alcaldes pedáneos para El Escobonal, en la mayoría de los casos con un radio de actuación que abarcaba toda la comarca de Agache. Pero en el presente trabajo nos vamos a centrar en los alcaldes de barrio nombrados entre 1894 y 1936, que ya ejercían por separado en los distintos núcleos de población de Agache (El Escobonal, Lomo de Mena, La Medida y Pájara), aunque a veces simultaneaban dos de ellos, pero limitándonos exclusivamente a los nombrados para la mayor de dichas entidades, El Escobonal. Estos cargos, que eran desempeñados por personas que no formaban parte de la corporación municipal, fueron suprimidos en 1936, con el golpe de estado que inició la Guerra Civil y la posterior Dictadura del general Franco. Años más tarde, a partir de 1949, asumieron competencias semejantes algunos concejales de la comarca, nombrados delegados de barrio.

      Los alcaldes de barrio de Agache que conocemos, de los que ejercieron en el período comprendido entre 1894 y 1936, fueron 25 hombres, 9 de El Escobonal y 16 de los otros pagos de la comarca, de los que sólo tres repitieron en el cargo (uno de ellos en tres ocasiones). Si nos centramos en las autoridades locales que ejercieron en el pago de El Escobonal, de los nueve alcaldes de barrio que tuvo este pueblo en los 42 años que estudiamos, sólo dos repitieron en el cargo (D. José Tejera García y D. Francisco Díaz Yanes). Salvo uno (D. Isaac Martínez), todos nacieron o eran oriundos de Agache y trabajaron como labradores, aunque uno de éstos compatibilizó dicha profesión con la de guarda celador de montes (D. Felipe García Torres) y otro con la de empresario-comerciante (D. José Campos Yanes). El récord en la alcaldía lo ostentó D. Francisco Díaz Yanes, con 16 años en dos etapas, mientras que en el lado opuesto D. Isaac Martínez sólo permaneció dos meses en el cargo…

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Antiguas familias de Agache (Güímar): Los Dorta

       Hacia 1826 nació en San Miguel de Abona D. Pedro Dorta Mena, hijo de D. José Dorta Delgado, natural de Aripe (Guía de Isora), y Dª. María Catalina de (Fuentes) Mena, que lo era de San Miguel; recibió el bautismo en la parroquia del Arcángel San Miguel de dicha localidad y se le puso por nombre “Pedro Celestino”. Permaneció en su pueblo natal durante toda su infancia y juventud, y también en él contrajo matrimonio en 1848 con Dª. María Feliciana Delgado González, hija de D. Miguel Delgado Garabote y Dª. Jacinta González Navajas, naciendo allí su hijo primogénito.

       Buscando la posibilidad de mejorar su fortuna y el bienestar de los suyos, hacia 1851 se trasladó toda la familia a la comarca de Agache del municipio de Güímar, eligiendo como lugar de asentamiento el pago de Anocheza, por entonces considerablemente poblado; en este lugar nacerían los dos hijos siguientes. Sin embargo, cuatro años más tarde, en 1855, los “Dorta-Delgado” se trasladaron de nuevo, esta vez en búsqueda de un lugar definitivo donde establecerse, y lo encontraron en el pago de Lomo de Mena, donde nacieron los restantes miembros de la familia, y a partir de aquí se extendió rápidamente por toda la comarca e incluso fuera de ella; no obstante, el grueso de sus descendientes se mantiene todavía en los barrios de Lomo de Mena, La Medida y Pájara…

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La construcción de la pista entre El Escobonal y El Tablado (Güímar): una intensa lucha vecinal

       En la primera década del siglo XVI se establecieron en Agache varios hornos para la destilación de pez (brea o resina de los pinos), que se mantuvieron en funcionamiento hasta finales del siglo XVII. Además, a la anterior actividad se unió en esta comarca, hacia 1511, la explotación maderera, que fue una de las principales fuentes de riqueza de la isla. Tanto la producción de pez como la madera obtenida en Agache eran destinadas a la exportación, lo cual, junto a un grave retroceso a la masa forestal local produjo un notable impulso para el Puerto de Agache (posteriormente conocido por El Tablado), como punto comercial para la salida de dicha madera y para la venta e intercambio de la pez por otras mercancías. Simultáneamente se construyeron varios caminos que permitieron la conducción de dichos  productos desde el monte hasta la costa, arrastrados por animales, siendo cuatro los trazados en Agache, conocidos todos ellos con el nombre de “arrastraderos”.

      El más importante de los Arrastraderos de esta Comarca es el que parte desde El Bailadero y desciende por Las Lajas y la Morra de la Magdalena, bordeando el Barranco de Herques; pasa por Los Candales (cerca de Aguerche) y continúa por La Tirada y Cano, hasta concluir en el citado caserío de El Tablado, principal puerto de Agache, que debe su nombre precisamente a la acumulación de madera que en él se producía con destino a la exportación. A pesar de que éste era un mero camino de herradura, utilizable solo por peatones y caballerías, fue la principal vía de comunicación con el exterior hasta finales del siglo XIX, pues mediante barcos de cabotaje, tanto con destino a la capital como a otros puntos de la isla y del archipiélago, por dicho puerto salía la producción agrícola y se importaban los artículos de consumo, a la vez que servía de entrada y salida de pasajeros.

      Desde 1930 los vecinos de El Escobonal comenzaron a luchar para que el Cabildo de Tenerife construyese una pista entre este pueblo y El Tablado, que pudiese ser utilizada por vehículos a motor, no sólo para tener un buen acceso a las playas de la comarca, donde un considerable número de vecinos ya se dedicaba a la pesca, sino para extender los cultivos de regadío a la franja costera…

       En el siguiente enlace se puede descargar el artículo completo, que en el programa de fiestas en que fue publicado quedó prácticamente ilegible, al maquetarse con un cuerpo de letra excesivamente pequeño:

La Plaza de San José de El Escobonal (Güímar)

     Desde que se construyó la nueva iglesia de El Escobonal en el centro del pueblo, bendecida y abierta al culto el 21 de mayo de 1862 por el beneficiado Dr. Agustín Díaz Núñez, al trasladar a ella la imagen de San José que se veneraba en la antigua ermita de Cano, se comenzó a llamar “Plaza de San José” a un llano de tierra que se extendía delante de dicho templo, en el que en adelante se celebrarían las fiestas patronales. Comienza así la etapa de esplendor y crecimiento de El Escobonal y su comarca, que desde entonces tenía un claro centro geográfico, espiritual y social. A pesar de su rusticidad, dicha explanada cumplió con su cometido desde el principio, sirviendo como la principal zona de esparcimiento del pueblo en todos sus festejos, actividades sociales y culturales.

      El 18 de noviembre de 1929 dicha iglesia fue elevada a parroquia, que comenzó a regir el 1 de enero de 1930 e incluía inicialmente a El Escobonal y Lomo de Mena. Y en 1938 se inauguró oficialmente la Plaza de San José de El Escobonal, tras su acondicionamiento y pavimentación por el Ayuntamiento, que a partir de entonces sí  merecía dicha denominación…

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