La construcción de la pista entre El Escobonal y El Tablado (Güímar): una intensa lucha vecinal

       En la primera década del siglo XVI se establecieron en Agache varios hornos para la destilación de pez (brea o resina de los pinos), que se mantuvieron en funcionamiento hasta finales del siglo XVII. Además, a la anterior actividad se unió en esta comarca, hacia 1511, la explotación maderera, que fue una de las principales fuentes de riqueza de la isla. Tanto la producción de pez como la madera obtenida en Agache eran destinadas a la exportación, lo cual, junto a un grave retroceso a la masa forestal local produjo un notable impulso para el Puerto de Agache (posteriormente conocido por El Tablado), como punto comercial para la salida de dicha madera y para la venta e intercambio de la pez por otras mercancías. Simultáneamente se construyeron varios caminos que permitieron la conducción de dichos  productos desde el monte hasta la costa, arrastrados por animales, siendo cuatro los trazados en Agache, conocidos todos ellos con el nombre de “arrastraderos”.

      El más importante de los Arrastraderos de esta Comarca es el que parte desde El Bailadero y desciende por Las Lajas y la Morra de la Magdalena, bordeando el Barranco de Herques; pasa por Los Candales (cerca de Aguerche) y continúa por La Tirada y Cano, hasta concluir en el citado caserío de El Tablado, principal puerto de Agache, que debe su nombre precisamente a la acumulación de madera que en él se producía con destino a la exportación. A pesar de que éste era un mero camino de herradura, utilizable solo por peatones y caballerías, fue la principal vía de comunicación con el exterior hasta finales del siglo XIX, pues mediante barcos de cabotaje, tanto con destino a la capital como a otros puntos de la isla y del archipiélago, por dicho puerto salía la producción agrícola y se importaban los artículos de consumo, a la vez que servía de entrada y salida de pasajeros.

      Desde 1930 los vecinos de El Escobonal comenzaron a luchar para que el Cabildo de Tenerife construyese una pista entre este pueblo y El Tablado, que pudiese ser utilizada por vehículos a motor, no sólo para tener un buen acceso a las playas de la comarca, donde un considerable número de vecinos ya se dedicaba a la pesca, sino para extender los cultivos de regadío a la franja costera…

       En el siguiente enlace se puede descargar el artículo completo, que en el programa de fiestas en que fue publicado quedó prácticamente ilegible, al maquetarse con un cuerpo de letra excesivamente pequeño:

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