Güímar: Sor Rita de San Francisco de Sales Álvarez de Castro (1772-1817), religiosa de clausura en el Monasterio de Santa Clara de La Laguna

Esta antigua monja güimarera, nacida en el seno de una destacada familia de militares, religiosos, boticarios y políticos locales, ingresó y profesó en el Monasterio de clausura de Santa Clara de San Cristóbal de La Laguna, con el beneplácito de su familia, que le dio la suficiente dote para ello. Allí transcurrió el resto su vida, pues en él falleció y recibió sepultura cuando contaba tan solo 45 años de edad, tras permanecer 20 de ellos en dicha ciudad como religiosa clarisa.

Nació en Güímar el 29 de octubre de 1772, siendo hija de don Nicolás Álvarez Pérez y doña Inés Rosalía de Castro Díaz. El 3 de noviembre inmediato recibió el bautismo en la iglesia de San Pedro Apóstol de manos del beneficiado don José Fernández Camillón; se le puso por nombre “Rita Narcisa de la Bienvenida” y actuó como madrina doña Rita Rossa. Creció en el seno de una familia numerosa, pues fue la novena de diez hermanos…

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Las antiguas fiestas patronales de Fasnia en honor de San Joaquín, celebradas hace más de un siglo

Las fiestas patronales del municipio de Fasnia son las dedicadas a San Joaquín, titular de su antigua ermita y luego de su parroquia, que se celebran tradicionalmente el tercer domingo de agosto. Son tan antiguas como la presencia de esta imagen en Fasnia, desde que se construyó la primera ermita en su honor a mediados del siglo XVII, antes de 1665. En esa primera etapa, era el mayordomo de la ermita de San Joaquín el encargado de su mantenimiento y de organizar la festividad anual del Patrono, en colaboración con el capellán encargado de celebrar en ella las misas en los días de fiesta. Dicho templo había sido dotado por la güimarera doña María Rodríguez de Guasa, quien murió soltera, dejando a la ermita dos fanegadas de tierra que poseía en el Lomo del Santo (en la Montaña de Fasnia y junto al camino real) y en la Fuente Nueva; dichas fincas tierras fueron dadas en tributo a lo largo del siglo XVIII, para con su renta cubrir los gastos de mantenimiento, las celebraciones de misas y su función anual.

Tras la segregación de la parroquia de San Joaquín en 1796, continuó sirviendo de parroquia la vieja iglesia, hasta que en 1800 se bendijo el nuevo templo parroquial en su ubicación actual. En esta nueva etapa, los gastos de las fiestas patronales, sobre todo la misa solemne y la procesión, tuvieron que ser asumidos por los feligreses de la misma. Así, entre las distintas contribuciones eclesiásticas con que estaban gravados los vecinos de Fasnia, en 1805 debían contribuir al cura párroco con “400 reales para la fiesta del patrón San Joaquín”, según recogía la Estadística de Escolar y Serrano.

Inicialmente las fiestas se limitaban a los actos religiosos: misa y procesión. Como curiosidad, en 1841 el párroco beneficiado de Güímar presidió por primera vez la función del patrono San Joaquín; en 1843 la festividad fue aplazada y se produjeron diversos incidentes, al negarse a reconocer el nuevo párroco de Fasnia las prerrogativas del beneficiado de Güímar; desde finales del siglo XIX tuvo que asistir a la fiesta la Guardia Provincial y luego la Guardia Civil, para mantener el orden público; en 1906 se produjo un nuevo aplazamiento de la fiesta de San Joaquín, lo que ocasionó nuevos incidentes; en 1910 las fiestas, organizadas por don Martín Esquivel Díaz, destacaron por sus adornos; en 1911 ya hay constancia de que se celebraron actos populares; en 1917 la iglesia llegó a tal estado de ruina que el alcalde prohibió la celebración de oficios religiosos e, incluso, se suprimió la fiesta anual en honor de San Joaquín; y en 1918 se desplomó la  iglesia con motivo de un fuerte temporal, por lo que, previo acondicionamiento, durante 15 años sirvió como iglesia provisional la reducida sacristía…

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El “Homenaje al árbol” celebrado en Guía de Isora en 1921, en el marco de las fiestas patronales

En el año 1915 se celebró una “Fiesta del árbol” en Guía de Isora, de la que ya nos ocupamos en un artículo anterior. Seis años más tarde se organizó otro “Homenaje al árbol”, en el marco de las Fiestas Patronales del mes de septiembre y como uno de sus principales actos, junto a una exposición artística regional y a la bendición de la torre de la iglesia parroquial, hace justo 101 años.

Considerado el acto más culto de los incluidos en el programa en las fiestas patronales de 1921, se celebró el 18 de septiembre, a partir de las cuatro de la tarde, y en él destacaron las intervenciones de don Francisco Arroyo, administrador de Correos de dicha localidad; don Manuel Gandarias Blanco, juez de primera instancia e instrucción de Santa Cruz de Tenerife; y don Heraclio Sánchez Rodríguez, canónigo magistral de la Catedral de La Laguna y profesor de Derecho Canónico en la Universidad de dicha ciudad, quien por la mañana había procedido a la bendición de la torre de la iglesia. Además, los inquietos isoranos don Francisco Alonso Ferrer y don Manuel González Jordán leyeron sendos trabajos de otros dos personajes: don Manuel Álvarez Hernández, natural igualmente de Guía de Isora, periodista, docente, líder republicano y activista social; y don Francisco González Díaz, periodista y escritor grancanario, considerado el “Apóstol del árbol” y el promotor en las islas de la “Fiesta del árbol” en Canarias. Asimismo, las cultas jóvenes isoranas doña Agustina Borges Coello y doña Rogelia Alonso Delgado leyeron sendos poemas de dos poetas laguneros: don Mateo Alonso del Castillo, prestigioso periodista y profesor de enseñanza media y superior; y don Manuel García Pérez, maestro nacional y también periodista. También intervino la banda de música de Guía de Isora, dirigida por don Manuel Reverón González, y un coro de jóvenes, que inicialmente iba a ser de niños. A dicho acto asistieron las autoridades locales, encabezadas por el alcalde don Abelardo González y González, los presidentes de las sociedades locales, los maestros y los niños de ambos sexos de las escuelas, públicas y privadas. Probablemente tuvo mucho que ver en la organización la Sociedad de recreo e instrucción “Amigos del Arte” de dicha localidad…

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Candelaria: Don Néstor Castro Bello (1961-2021), recordado “Guanche de la piedra” de la Ceremonia de Candelaria, cocinero profesional, curandero popular y colaborador de las fiestas de Malpaís

Nuestro biografiado, desaparecido hace solo un año, será recordado, sobre todo, por representar al “Guanche de la piedra” durante 19 años en la tradicional Ceremonia de la Virgen de Candelaria, a la que también han estado y están vinculados su abuelo, sus padres, sus hermanos, su hijo y sus sobrinos; con anterioridad había actuado como “Rey” durante un par de años y desde niño formó parte de los “guanches”, con sus zaleas, por lo que llegó a ser uno de los miembros más emblemáticos de este colectivo. En su adolescencia cursó estudios en el Instituto de Formación Profesional “Virgen de la Candelaria” de Santa Cruz de Tenerife, en el que hizo la especialidad de Hostelería en la rama de Cocina, lo que le permitió trabajar toda su vida como cocinero. Prestó el servicio militar como soldado de Infantería, sobre todo en la cocina de su Regimiento. Colaboró intensamente con las fiestas de San Antonio de Padua de su barrio natal de Malpaís, donde también perteneció a la Agrupación Juvenil de Teatro “13 de Junio”. Además, destacó como curandero, gozando de gran popularidad en toda la isla. Desgraciadamente, tanto él como su esposa fallecieron prematuramente.

Nuestro biografiado nació en Malpaís de Candelaria el 7 de octubre de 1961, siendo hijo de don Elías Mariano Castro Pestano y doña Eva Margarita Bello Pérez. El 22 de ese mismo mes fue bautizado en la ermita de San Antonio de Padua de dicho barrio por el cura delegado fray Jesús Delgado; se le puso por nombre “Néstor Javier” y actuaron como padrinos don Adolfo Alonso Castro y doña Felipa Emigra Núñez Bello. La partida de bautismo fue anotada en la parroquia de Santa Ana de Candelaria…

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Candelaria: Don Lorenzo de Barrios Álvarez (1814-1901), regidor y concejal del Ayuntamiento, segundo teniente de la Milicia Nacional local, primer teniente de alcalde y alcalde accidental, mayordomo de la Virgen de Candelaria, propietario agrícola y elector contribuyente

Nuestro biografiado formó parte de una familia que destacó en las Milicias, la política local y la vida parroquial. Toda su vida trabajó como propietario agrícola, pero el prestigio de que gozó entre sus paisanos y su fuerte compromiso social hizo que lo eligieran para desempeñar distintos cargos públicos en Candelaria: regidor del Ayuntamiento, segundo teniente de la Milicia Nacional local, primer teniente de alcalde y alcalde accidental, mayordomo de la Virgen de Candelaria, elector contribuyente y de nuevo concejal del Ayuntamiento. Vivió siempre en el pago de Igueste, donde dejó una amplia sucesión.

Nació en el pago de Igueste el 14 de mayo de 1814, siendo hijo de don Domingo Bonifacio de Barrios Rodríguez Portugués, de la misma naturaleza, y doña María Cecilia Álvarez Machado y Rodríguez, nacida en la ciudad de La Laguna. Cinco días después fue bautizado en la iglesia de Santa Ana de Candelaria por el cura párroco don José Román Roche; se le puso por nombre “Lorenzo de la Ascención” y actuó como padrino don Domingo José Coello. En ese mismo parto nació su hermana gemela “Gregoria Antonia”…

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Güímar: Doña Fructuosa Bethencourt Yanes (1908-1958), maestra interina de las escuelas de niñas de El Mocanal, Güímar y Chimiche

Nuestra biografiada se trasladó con su familia a Santa Cruz de Tenerife durante su niñez. Cursó la carrera de Magisterio en la Escuela Normal de Maestras de La Laguna y, una vez concluida, desempeñó varios destinos como maestra interina. Inicialmente fue nombrada para la escuela de niñas de Las Hayas en Arure (La Gomera), pero renunció a dicho destino; luego se le adjudicó la escuela de niñas de Tamargada (Vallehermoso), en la misma isla, aunque por permuta pasó a la de El Mocanal (Valverde), en El Hierro, a cuyo frente permaneció durante algo más de tres años y medio. Tras cesar voluntariamente en dicho destino, durante un año prestó el Servicio Social, dependiente de la Delegación local de Auxilio Social de Santa Cruz de Tenerife, en comedores de distintos barrios de dicha capital. Luego volvió a ejercer como maestra interina en una de las escuelas de niñas de la Sección graduada de Güímar, durante casi cuatro meses. Finalmente, desempeñó como sustituta la escuela unitaria de Chimiche, en Granadilla de Abona, durante tres meses. De momento no tenemos constancia de que nuestra biografiada desempeñase otras escuelas, probablemente debido a su precaria salud, que la tuvo apartada de la actividad social durante mucho tiempo y la llevó a la tumba con tan solo 50 años.

Nació en el pago de El Escobonal (Güímar) el 20 de enero de 1908, a las siete de la noche, siendo hija de don Pedro Bethencourt Pérez y doña María Yanes Delgado, de la misma naturaleza. Tres días después fue bautizada en la ermita de San José de dicho pueblo por don José Batista y Cabrera, cura regente de Fasnia, con licencia de don Manuel E. Cortés y Segura, cura ecónomo y arcipreste de Güímar, pero la correspondiente partida fue inscrita en la iglesia parroquial de San Pedro Apóstol de Güímar; se le puso por nombre “Fructuosa Sebastiana Inés” y actuó como madrina su tía doña Brígida Yanes Delgado, siendo testigos el sacristán don Rafael Hernández Delgado y el futuro sacerdote don Pedro Rodríguez Baute. Curiosamente, su partida no fue inscrita en el Registro Civil de Güímar hasta el 23 de mayo de 1929…

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El artículo “Arona y Los Cristianos”, publicado por el Dr. D. Juan Pablos Abril en 1969

El artículo “Arona y Los Cristianos” fue publicado por el Dr. don Juan Pablos Abril en Diario de Avisos el 17 de marzo de 1969 y reproducido en el mismo periódico el 7 de julio de 1972. En él, su autor comienza hablando del Cristo de la Salud, venerada imagen de la iglesia parroquial de Arona, una reproducción de la cual le fue regalada por don Buenaventura Ordóñez Vellar, alcalde de dicha localidad y también médico, que conservaba en su casa de Cáceres. Luego destaca la amplia panorámica de la costa del municipio que se contempla desde El Calvario del pueblo, con sus distintos núcleos de población y los numerosos conos volcánicos que salpican el paisaje, hasta el entorno de la playa de Los Cristianos. A continuación se centra en la cabecera municipal, en la que a pesar de su pequeñez destaca su encanto y limpieza, la flora urbana, el gran almácigo que figura en el escudo de la localidad, la Iglesia parroquial matriz de San Antonio Abad, sus fiestas patronales y los pagos próximos. Asimismo, auguraba que la autopista en construcción y el futuro aeropuerto del Sur revalorizarían este término “en proporciones desconocidas”, como así ha ocurrido.

Posteriormente se ocupa de las parroquias de San Lorenzo Mártir del Valle al que da nombre y Nuestra Señora del Carmen de Los Cristianos, destacando los pagos que dependían de cada una, sobre todo Las Galletas y su ermita, y elogiando al párroco de la localidad. También destaca la variedad de paisajes, los caminos del casco urbano, las zonas boscosas de la zona alta, la vegetación desértica de la costa y los oasis verdes de los cultivos de tomates y plataneras, favorecidos por los canales de agua que iban transformando en fértiles las tierras anteriormente improductivas. Dedica los últimos párrafos a Los Cristianos, haciendo referencias a su hermosa playa de arena blanca, el puerto, el hotel de Reverón, la bahía y sus grandes posibilidades turísticas, apoyadas en el plan de ordenación urbana que daba sus primeros pasos y que según él todos debían apoyar. También señalaba la necesidad de construir los espigones previstos para agrandar la playa e incrementar la extensión de arena, obra que él había apoyado desde su cargo. Asimismo destaca la presencia de bañistas y turistas, los barcos de pesca y la transparencia de las aguas, tan adecuada para la pesca submarina. Concluye apostando con entusiasmo por el desarrollo turístico de Los Cristianos…

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Granadilla de Abona: Don Pedro Venero del Castillo (1745-?), subteniente del Regimiento Provincial de Abona, comisionado para conducir a los reclutas destinados al Batallón de Infantería de Luisiana, teniente de Milicias y emigrante a Cuba, donde estuvo empleado en la Renta del Tabaco

Al igual que muchos de sus familiares, nuestro biografiado siguió la carrera militar. Ingresó como cadete en la 2ª compañía del Regimiento de Milicias Provinciales de Abona, en el que quince años más tarde fue promocionado a subteniente de Bandera, empleo con el que pasó luego a la 6ª compañía del mismo cuerpo y, posteriormente, a la 2ª compañía. Como tal oficial fue comisionado para conducir a Nueva Orleáns a más de un centenar de reclutas, con sus familias, destinados al Batallón de Infantería de Luisiana. Luego se trasladó con licencia a Cuba y residió el resto de su vida en La Habana, donde probablemente murió. Estando ya ausente fue ascendido a teniente de la 7ª compañía del mismo Regimiento de Abona, empleo que dejó vacante al no regresar a Tenerife una vez cumplida la licencia que se le había concedido para permanecer en la Perla del Caribe. En dicha isla estuvo empleado en la Renta del Tabaco de la Real Factoría de Tabaco de La Habana.

Nació en Granadilla de Abona hacia 1745, siendo hijo del capitán don Antonio José Venero del Castillo (o García del Castillo y Venero) y doña Josefa (Lozano) Fonte García del Castillo. Desconocemos con exactitud la fecha de su nacimiento y de su bautismo, por haber desaparecido el libro 3º de bautismos de la parroquia de San Antonio de Padua en el incendio ocurrido en 1805 en casa del presbítero don Francisco Miguel Rodríguez Bello, notario público de dicho pueblo…

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Principales efemérides que se conmemoran en el municipio de Candelaria en 2022, relacionadas con acontecimientos históricos o biográficos

Tras los dos años anómalos que hemos vivido a causa de la pandemia, en este año en que se vuelven a celebrar con normalidad las Fiestas Patronales de Candelaria en honor de Santa Ana, queremos sumarnos a esta celebración recordando los principales aniversarios que se conmemoran en 2022, relacionados con los acontecimientos históricos más curiosos o de mayor trascendencia, así como el nacimiento o la muerte de personajes destacados de este municipio.

A modo de ejemplo, se cumplen los 525 años de la celebración de la primera fiesta de la Purificación o de las Candelas en la Cueva de Achbinico y del culto parroquial en este Valle; los 450 años del inicio de la construcción de la iglesia parroquial de Santa Ana; los 350 años de la construcción y consagración de la primera Basílica de la Virgen de Candelaria; los 325 años del comienzo de la construcción del castillo de San Pedro; los 225 años de la participación de las fortalezas de Candelaria en la defensa de la isla contra los invasores ingleses y del inicio de la reconstrucción del Convento Real de Candelaria; los 150 años del fallecimiento del cuevecitero Agustín Pérez Hernández, sacerdote dominico, profesor, beneficiado propio y arcipreste de Santa Cruz de Tenerife y director de los Establecimientos Provinciales de Beneficencia de dicha capital; los 100 años del regreso de los Dominicos a su Convento de Santa María de Candelaria, con todos los derechos sobre el mismo y el Santuario de la Virgen; los 75 años de la fundación del “C.L. Arguama” de Igueste y del “C.L. Tinerfe” de Barranco Hondo; los 50 años de la inauguración de la nueva casa-cuartel de la Guardia Civil y de la bendición del nuevo templo parroquial de San Andrés Apóstol de Las Cuevecitas; y los 25 años del hermanamiento con el municipio de Candelaria, en la provincia de Pinar del Río (Cuba), de la inauguración del Centro de Salud de Candelaria, de la primera luchada institucional de la Virgen en la plaza de la Patrona y del nombramiento de representante real para esta festividad; etc. etc…

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Arafo: Don Heliodoro Rodríguez Coello (1883‑1938), agricultor, subdirector de la Sociedad Filarmónica “Nivaria”, músico militar de primera, instructor de Boys Scouts, director de seis bandas de música en Cuba, compositor y concejal suplente del Ayuntamiento de Arafo, donde da nombre a una calle

Nuestro biografiado trabajó inicialmente como agricultor, peón asalariado y carrero, pero, sobre todo, es recordado como uno de los músicos más brillantes nacidos en Arafo. Inició su carrera como cornetín de la Banda de Música “Nivaria”; luego emigró a Cuba, donde también trabajó en la agricultura para dedicarse luego a la actividad musical, como director de la Banda Municipal de Camajuaní y como músico militar; alcanzó el empleo de músico de primera (sargento mayor) y, como tal, fue director de la Banda de la Guardia Rural de Santa Clara, así como instructor y director de la Banda Juvenil de los Boys Scouts de dicha ciudad; y también dirigió las bandas municipales de Santa Clara y Esperanza. De regreso a su pueblo natal, trabajó como agricultor y comerciante, además fue designado profesor de la academia y subdirector de la Sociedad Filarmónica “Nivaria”, a la que dirigió en varias ocasiones; además fue elegido vocal del Casino “Unión y Progreso” y nombrado concejal suplente del Ayuntamiento de Arafo. Tras dos años de estancia en Tenerife regresó a Cuba, donde estuvo durante tres meses tocando el cornetín en los cines de La Habana y luego alcanzó la dirección de la Banda Municipal de Morón, a cuyo frente permaneció durante diez años, colocándola a la altura de las mejores de dicha República. En el país que lo acogió como inmigrante divulgó ampliamente sus conocimientos musicales, pero su carrera quedó truncada por su muerte repentina y prematura en La Habana. También despuntó como compositor. Por esa brillante trayectoria, sin duda merece su inclusión en el cuadro de honor de la historia musical de la villa de Arafo, donde da nombre a una calle.

Nuestro biografiado nació en Arafo el 3 de julio de 1883, a las dos de la tarde, siendo hijo de don Santiago Rodríguez Hernández y doña Martina Coello Batista. Dos días después fue bautizado en la iglesia de la Degollación de San Juan Bautista de la localidad por don Manuel Bretillard y Vega, cura párroco servidor de la misma; se le puso por nombre “Eliodoro José” y actuó como padrino don Juan Antonio Marrero Rodríguez, siendo testigos don José García y don José Marrero, de la misma vecindad…

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