Güímar: Don Rigoberto Díaz Melero (1921-1984), alférez médico de complemento, médico titular y jefe local de Sanidad, académico correspondiente de la Real Academia de Medicina de Canarias y autor de la “Geografía médica del término municipal de Güímar”, reconocido con la Medalla de Plata de Güímar y la nominación de una calle

Le conocí desde mi nacimiento, pues fue siempre el médico de cabecera de mi familia, el que cuidó de la salud de todos y, aunque no tenga noción de ello, el que logró sacarme de la anemia que sufrí en mi niñez. Muchas veces estuve en su consulta a lo largo de 27 años y siempre me impresionó aquel hombre serio, pero de trato amable, que nos devolvía la tranquilidad con su siempre atinado diagnóstico y su eficaz tratamiento. Aunque mis visitas disminuyeron mucho en los últimos años, sufrí un enorme disgusto con su muerte, pues sentí que algo de mí, que una parte de mi vida, desaparecía con él.

Don Rigoberto, nacido en una pequeña villa de Cuenca, obtuvo el título de Licenciado en Medicina y prestó su servicio militar como alférez médico de complemento. Estuvo destinado en Tejina (La Laguna), de donde pasó a Güímar, donde ejerció el resto de su vida, desarrollando una intensa actividad profesional como médico titular y jefe local de Sanidad; también fue consejero local del Movimiento, vocal de la “U. D. Güímar” y socio fundador del Club de Leones. Ingresó como miembro correspondiente en la Real Academia de Medicina del Distrito, con un discurso sobre la “Geografía médica del término municipal de Güímar”, que se publicó casi tres décadas después de su muerte. Tras su fallecimiento, se reconoció su intensa labor profesional con la concesión de la Medalla de Plata de Güímar, se dio su nombre a la calle en la que vivía y tenía su consulta y se le tributó un merecido homenaje póstumo.

Nuestro biografiado nació en San Lorenzo de la Parrilla, en la provincia de Cuenca, el 9 de marzo de 1921, siendo hijo de don Herminio Díaz López, natural de Poveda de la Obispalía (Cuenca), y doña Vicenta Melero Montoro, que lo era de la citada villa de San Lorenzo de la Parrilla…

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Güímar: Don Francisco de Laisequilla y Palacio (1732-1814), teniente de Milicias propuesto para capitán, socio de número de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Las Palmas y diputado del común del Cabildo de Gran Canaria

Este desconocido güimarero nació en el seno de una ilustre familia de militares, castellanos, regidores perpetuos de la isla, etc., cuya nobleza fue amparada por el antiguo Cabildo de la isla. Ya con una edad avanzada decidió ingresar en las Milicias Canarias, en las que sirvió durante más de 20 años, primero como subteniente y luego como teniente del Regimiento Provincial de La Laguna; incluso en una ocasión fue propuesto en una terna para su ascenso a capitán, pero no alcanzó este empleo. Luego se avecindó en Las Palmas de Gran Canaria, para hacerse cargo de las cinco hermanas solteras que allí residían; en dicha isla ingresó en la Real Sociedad Económica de Amigos del País, fue diputado del común del Cabildo o Ayuntamiento y miembro de la Junta de Montes. Pero ante su ausencia, sin licencia militar, se declaró vacante en su Regimiento su plaza de teniente y se le concedió el retiro.

Nació en Güímar el 15 de marzo de 1732, siendo hijo del capitán don Francisco Nicolás de Laisequilla y Medina, natural de La Laguna, y doña Francisca Manuela Suárez y Estévez, que lo era de Adeje, y ambos vecinos de la primera localidad. El 24 de ese mismo mes fue bautizado en la iglesia de San Pedro Apóstol por el presbítero don Juan Alonso Ximénez, con licencia del beneficiado; se le puso por nombre “Francisco Raphael Juachin” y actuó como padrino el capitán don Rafael Juan de Castilla y Valdés, vecino de la ciudad de La Laguna…

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Güímar: Don César Marrero Yanes (1897-1981), emigrante a Cuba, cofundador y presidente de la Sociedad Cultural “El Porvenir” de El Escobonal, regidor síndico y tercer teniente de alcalde del Ayuntamiento, delegado inspector y alcalde de barrio de Agache, exportador agrícola, y secretario de la Comunidad de aguas “Morro Negro”

Recordamos en este artículo a un escobonalero inquieto, don César Marrero Yanes, quien tras regresar de Cuba fue cofundador, vicesecretario y presidente de la Sociedad Cultural “El Porvenir” de El Escobonal. Luego, con el inicio de la Guerra Civil, se incorporó a Falange e inició su actividad política, al ser nombrado gestor y regidor síndico de la Comisión Gestora del Ayuntamiento de Güímar; a continuación fue elegido tercer teniente alcalde del mismo Ayuntamiento, así como delegado inspector de los núcleos de población de la comarca de Agache; y en una etapa posterior volvió a ser elegido concejal, asumiendo también el cargo de alcalde de barrio de Lomo de Mena, La Medida y Pájara; en total, perteneció durante 15 años a la corporación municipal. Profesionalmente se dedicó a la exportación de productos agrícolas, que empaquetaba en salones de su propiedad, y durante muchos años fue secretario de la Comunidad de aguas “Morro Negro” de El Escobonal.

Nació en el pago de El Escobonal (Güímar) el 18 de octubre de 1897, a las siete de la tarde, siendo hijo de don Francisco Marrero Díaz (conocido por “Pancho Marrero”) y doña Damiana Yanes Delgado. Cinco días después fue bautizado en la iglesia de San Pedro Apóstol de Güímar por don Vicente García Duranza; se le puso por nombre “César Enrique Evangelista” y actuaron como padrinos los hermanos güimareros don José Rodríguez Cervantes y doña María del Rosario Rodríguez Cervantes. Tuvo siete hermanos y fueron sus abuelos paternos: don José Domingo Marrero Rodríguez y doña Agustina Díaz Yanes; y los maternos: don Manuel Yanes Marrero y doña Margarita Delgado Flores; todos ellos naturales y vecinos de El Escobonal…

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La confirmación de la festividad de la Virgen del Socorro de Güímar en la fecha del 8 de septiembre, tras ser solicitado su traslado por coincidir con la de la Virgen de Abona (1851)

En los años treinta del siglo XIX ya se apreciaba una cierta decadencia de la fiesta-romería que se celebraba en la Punta de Abona el 8 de septiembre de cada año, en honor de la Virgen de las Mercedes de Abona, lo que se vino a acentuar tras el incendio que en 1835 destruyó la ermita-santuario que existía en dicho lugar de la costa de Arico. A partir de dicho suceso, la función religiosa de dicha festividad siguió celebrándose en esa misma fecha en la parroquia de San Juan Bautista, templo en el que continuaría haciéndose en el futuro, pero con la antigua imagen de la Virgen del Mar o de Abona.

Esa decadencia se agravó a partir de 1837, al decretarse el traslado de la festividad de la Virgen del Socorro en Güímar, del 26 de diciembre al 8 de septiembre, pues, como ya se ha indicado, en esta última fecha se celebraba anualmente la festividad de la Virgen de Abona. Para conseguir dicho traslado de fecha, la festividad de Güímar se había visto favorecida por la desaparición de la fiesta de la Virgen de los Remedios, compatrona de la parroquia de San Pedro Apóstol, y por la pérdida de la imagen original de la Virgen de Candelaria y el cierre del Convento dominico, así como por el mencionado incendio de la ermita de Abona. Debido a ello, a partir de dicha fecha fueron dejando de concurrir muchos romeros de los distintos pueblos de la isla a la fiesta de la Virgen de Abona de Arico, inclinándose por la que se celebraba en la misma fecha en la ermita güimarera de El Socorro.

Por ese motivo, el 8 de noviembre de 1850, el mayordomo de la Cofradía de la Virgen de las Mercedes de Abona, don Diego de Torres Trinidad, que estaba en el cargo desde 1846, elevó una solicitud al gobernador eclesiástico de la Diócesis Nivariense para que cambiase la festividad de la Virgen del Socorro de Güímar para cualquier otro día que no fuese el 8 de septiembre, fecha en la que se venía celebrando oficialmente desde 1837, basándose en que estaba perjudicando a la fiesta-romería en honor a la Virgen de Abona, que se celebraba el mismo día…

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El cambio oficial de la fecha de la festividad de la Virgen del Socorro de Güímar en 1837, del 26 de diciembre al 8 de septiembre

Al crearse la Cofradía de Nuestra Señora del Socorro en 1643, se institucionalizó la fiesta anual de esta advocación de la Virgen, como patrona de “las sementeras”, para el día 18 de diciembre de cada año, en cuya fecha se celebró en adelante hasta bien entrado el siglo XVIII. Pero a comienzos del siglo XIX dicha festividad ya había cambiado de día, pues la función anual se celebraba “con numerosa concurrencia el dia 2º de Pascua de Navidad”, es decir, el 26 de diciembre, fecha en la que se celebró hasta 1835. Pero las lluvias invernales dificultaron la celebración de la fiesta en muchas ocasiones, obligando a retrasarla para los meses siguientes.

Esos problemas climáticos del mes de diciembre movieron al ilustre sacerdote güimarero Dr. don Agustín Díaz Núñez, a solicitar en 1837 el cambio de fecha oficial de la festividad de la Virgen del Socorro para el 8 de septiembre, lo que lograría gracias a una coyuntura especialmente favorable. Tras conseguir el cambio solicitado, la Virgen del Socorro acaparó la mayor atención de los devotos tinerfeños durante gran parte del siglo XIX, hasta que la Virgen de Candelaria recuperó su antiguo esplendor, gracias a la confirmación de su Patronazgo sobre las dos Diócesis de Canarias en 1867 y a su Coronación Canónica en 1889. Pero ello no impidió que las fiestas en honor de Nuestra Señora del Socorro, en Güímar, se consolidasen y hayan continuado manteniendo una creciente afluencia de romeros hasta el presente…

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Güímar: Sor Rita de San Francisco de Sales Álvarez de Castro (1772-1817), religiosa de clausura en el Monasterio de Santa Clara de La Laguna

Esta antigua monja güimarera, nacida en el seno de una destacada familia de militares, religiosos, boticarios y políticos locales, ingresó y profesó en el Monasterio de clausura de Santa Clara de San Cristóbal de La Laguna, con el beneplácito de su familia, que le dio la suficiente dote para ello. Allí transcurrió el resto su vida, pues en él falleció y recibió sepultura cuando contaba tan solo 45 años de edad, tras permanecer 20 de ellos en dicha ciudad como religiosa clarisa.

Nació en Güímar el 29 de octubre de 1772, siendo hija de don Nicolás Álvarez Pérez y doña Inés Rosalía de Castro Díaz. El 3 de noviembre inmediato recibió el bautismo en la iglesia de San Pedro Apóstol de manos del beneficiado don José Fernández Camillón; se le puso por nombre “Rita Narcisa de la Bienvenida” y actuó como madrina doña Rita Rossa. Creció en el seno de una familia numerosa, pues fue la novena de diez hermanos…

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Güímar: Doña Fructuosa Bethencourt Yanes (1908-1958), maestra interina de las escuelas de niñas de El Mocanal, Güímar y Chimiche

Nuestra biografiada se trasladó con su familia a Santa Cruz de Tenerife durante su niñez. Cursó la carrera de Magisterio en la Escuela Normal de Maestras de La Laguna y, una vez concluida, desempeñó varios destinos como maestra interina. Inicialmente fue nombrada para la escuela de niñas de Las Hayas en Arure (La Gomera), pero renunció a dicho destino; luego se le adjudicó la escuela de niñas de Tamargada (Vallehermoso), en la misma isla, aunque por permuta pasó a la de El Mocanal (Valverde), en El Hierro, a cuyo frente permaneció durante algo más de tres años y medio. Tras cesar voluntariamente en dicho destino, durante un año prestó el Servicio Social, dependiente de la Delegación local de Auxilio Social de Santa Cruz de Tenerife, en comedores de distintos barrios de dicha capital. Luego volvió a ejercer como maestra interina en una de las escuelas de niñas de la Sección graduada de Güímar, durante casi cuatro meses. Finalmente, desempeñó como sustituta la escuela unitaria de Chimiche, en Granadilla de Abona, durante tres meses. De momento no tenemos constancia de que nuestra biografiada desempeñase otras escuelas, probablemente debido a su precaria salud, que la tuvo apartada de la actividad social durante mucho tiempo y la llevó a la tumba con tan solo 50 años.

Nació en el pago de El Escobonal (Güímar) el 20 de enero de 1908, a las siete de la noche, siendo hija de don Pedro Bethencourt Pérez y doña María Yanes Delgado, de la misma naturaleza. Tres días después fue bautizada en la ermita de San José de dicho pueblo por don José Batista y Cabrera, cura regente de Fasnia, con licencia de don Manuel E. Cortés y Segura, cura ecónomo y arcipreste de Güímar, pero la correspondiente partida fue inscrita en la iglesia parroquial de San Pedro Apóstol de Güímar; se le puso por nombre “Fructuosa Sebastiana Inés” y actuó como madrina su tía doña Brígida Yanes Delgado, siendo testigos el sacristán don Rafael Hernández Delgado y el futuro sacerdote don Pedro Rodríguez Baute. Curiosamente, su partida no fue inscrita en el Registro Civil de Güímar hasta el 23 de mayo de 1929…

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Fasnia-Güímar-Arico: Don Juan Cabrera Alvarado (1878-1948), carpintero de ribera, agricultor, tonelero, relojero, vocal del Comité Republicano de Fasnia, presidente de comunidades de explotación de aguas y maestro de carpinteros

Este hijo de Fuerteventura se estableció en su juventud en Santa Cruz de Tenerife, donde aprendió el oficio de carpintero de ribera, que luego desarrolló en la costa de Fasnia y Arico, donde construyó por lo menos siete barcos: “San Blas”, “Virgen de Abona”, “San Pedro de Abona”, “Amelia”, “La Paloma”, “La Merced” y un yate. Asimismo, como maestro carpintero también ejerció en La Zarza y El Escobonal, donde se estableció con su familia. Simultáneamente, trabajó como agricultor, tonelero y relojero. Además, desempeñó algunos cargos, pues fue vocal del Comité Republicano de Fasnia y presidente de las comunidades de explotación de aguas «Barquito de la Quebrada» y “Los Cazadores” de dicho municipio. Casado en La Zarza, tuvo una amplia sucesión, transmitiendo a siete de sus hijos el oficio de carpintero.

Nació en el caserío de El Membrillo en Betancuria (Fuerteventura) el 4 de abril de 1878, siendo hijo de don Antonio Cabrera Pérez, jornalero natural de dicho lugar, y doña María San Diego Alvarado, que lo era de Pájara (Fuerteventura). Cuatro días después fue inscrito en el Registro Civil de dicho municipio y luego fue bautizado en la iglesia matriz de Santa María de Betancuria. Fueron sus abuelos paternos: don Juan Cabrera, natural de Betancuria, y doña Paola Pérez, ambos domiciliados en la Vega de Río Palmas; y los maternos: don José Alvarado y doña María del Pino Rodríguez, ambos naturales de Pájara…

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Principales efemérides que se conmemoran en Güímar en 2022, relacionadas con acontecimientos históricos o biográficos

Tras los dos años anómalos que hemos vivido a causa de la pandemia, en el actual queremos colaborar de nuevo con las Fiestas Patronales de Güímar en honor de San Pedro Apóstol, recordando los principales aniversarios que se conmemoran en 2022, relacionados con los acontecimientos históricos más curiosos o de mayor trascendencia, así como el nacimiento o la muerte de personajes destacados de este municipio.

A modo de ejemplo, se cumplen los 525 años del culto parroquial en este Valle; los 150 años del comienzo de la representación de la “Ceremonia de los guanches” en la Fiesta de El Socorro; los 75 años de la consagración del sacerdote güimarero Domingo Pérez Cáceres como VIII obispo de la Diócesis Nivariense y de su nombramiento como Hijo Predilecto de la provincia, así como del fallecimiento de Waldo Gutiérrez Marrero, vicepresidente del Cabildo de Tenerife y general de brigada de Infantería; los 50 años de la inauguración de la plaza y monumento dedicados al obispo Pérez Cáceres; los 25 años del comienzo de las clases en la Escuela de Música de Güímar, de la apertura al público del Parque Etnográfico “Pirámides de Güímar” y de la fundación del Centro de Mayores “Virgen del Rosario” del barrio de Fátima; etc. etc…

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Güímar: Don Domingo Campos Díaz (1900-1986), comerciante, presidente de la Sociedad “Juventud Guanarteme”, subcabo del distrito del Somatén Armado, campeón de tiro, organizador del equipo de fútbol “Unión Santa Catalina”, campeón nacional de pesca deportiva, delegado de la Federación de Lucha Canaria de Las Palmas, director de un sexteto de cuerdas y cofundador de una rondalla folclórica

Asentado desde su juventud en el barrio de Guanarteme de Las Palmas de Gran Canaria, durante muchos años trabajó como empresario de dos cafeterías o cafés-bares, una de ellas en dicho barrio y otra junto al Muelle Grande, bautizada “El Teide”. Asimismo, en la actividad social fue presidente de la popular Sociedad “Juventud Guanarteme”; somatenista, subcabo del distrito del Somatén Armado y campeón de tiro del mismo; jurado judicial; y falangista. También tuvo una intensa actividad deportiva como jugador y organizador del equipo de fútbol “Unión Santa Catalina”, que llegó a ser campeón insular de Segunda categoría; organizador de carreras pedestres; socio del Club Deportivo Pesquero Canario, campeón insular y nacional de pesca deportiva, distinguido con un Diploma Federativo al Mérito extraordinario; delegado de la Federación de Lucha Canaria de Las Palmas y presidente del jurado en los encuentros. Además, en la faceta musical fue director del sexteto de cuerdas “Plantación” y cofundador de la rondalla folclórica del “Real Club Victoria”, que obtuvo el primer Premio en un certamen insular.

Nació en el pago de El Escobonal (Güímar) el 26 de diciembre de 1900, a las tres de la madrugada, siendo hijo de don Juan Campos Yanes y su segunda esposa doña Elvira Díaz Yanes. El 7 de enero de 1901 fue bautizado en la iglesia de San Pedro Apóstol de Güímar por don Rafael T. Rodríguez, cura ecónomo de dicha parroquia y arcipreste del partido; se le puso por nombre “Domingo Juan” y actuó como padrino su tío don Domingo Campos Yanes, siendo testigos don Rafael Hernández Delgado y don Fernando Delgado, de dicha vecindad…

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