Candelaria: Don Miguel Mallorquín Marrero (1911-2000), soldado de primera de Infantería, combatiente en la Guerra Civil y condecorado, policía urbano de Vigo y guardia municipal de Santa Cruz de Tenerife

Este artículo está dedicado a uno de los muchos tinerfeños que fueron movilizados con motivo de la Guerra Civil, para combatir en varios frentes formando parte del Ejército Nacional como soldado de Infantería, siendo ascendido a soldado de 1ª y condecorado por sus servicios. Una vez acabada la contienda bélica, en su condición de excombatiente condecorado obtuvo una plaza de guardia municipal o policía urbano en la ciudad de Vigo, en la que ejerció durante algo menos de dos años. Por motivo de salud, al no adaptarse al frío de dicha ciudad gallega, que le provocó una bronquitis y una reuma incipiente, pidió excedencia y solicitó una plaza de guardia municipal en Santa Cruz de Tenerife, que obtuvo y desempeñó durante 33 y medio, hasta obtener su merecida jubilación. Había casado en Candelaria con una maestra gallega ejerciente en su Araya natal, con quien procreó cinco hijos; y ambos fallecieron en la capital tinerfeña.

Nació en Araya de Candelaria el 24 de abril de 1911, siendo hijo de don Vicente Mallorquín Torres y doña Antonia Marrero Torres, naturales de dicho municipio. El 13 de mayo inmediato fue bautizado en la iglesia de Santa Ana por el cura párroco don José Trujillo y Trujillo; se le puso por nombre “Gregorio Fidel Vicente” y actuaron como padrinos don Manuel Guanche Alonso y doña María Mallorquín Torres, de la misma naturaleza y vecindad. En el Registro Civil de Candelaria fue inscrito como nacido el 9 de mayo y con el nombre de “Miguel Fidel Vicente”, con el que siempre sería conocido. Fueron sus abuelos paternos: don Vicente Mallorquín Pestano y doña Gregoria Torres Díaz; y los maternos: don Felipe Neri Marrero y doña Cecilia Torres Díaz.

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Arafo-Candelaria: Don Nicolás Marrero (1610-1673), alférez de Milicias y propietario agrícola y ganadero, de origen portugués y guanche

Miembro de una destacada familia que llevaba en sus venas sangre portuguesa y guanche, heredó y adquirió notables propiedades agrícolas y ganaderas en Arafo, donde transcurrió toda su vida. Además, como otros parientes, siguió la carrera militar, en la que alcanzó el empleo de alférez del Tercio de Milicias del Valle de Güímar, en el que se mantuvo hasta su muerte.

Nació en Arafo en noviembre de 1610, siendo hijo de don Juan Marrero y doña María Magdalena. El 19 de dicho mes fue bautizado con “oleo y crisma” en la iglesia parroquial de Santa Ana de Candelaria, de la que por entonces dependía dicho lugar, por el padre fray Tomás de Coronado, dado que los frailes del convento dominico servían en esa época el Beneficio; fue su padrino el padre fray Antonino de Mederos…

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Principales efemérides históricas y biográficas que se conmemoran en Güímar en 2024

Como en años anteriores, queremos colaborar con las Fiestas Patronales de Güímar en honor de San Pedro Apóstol, recordando los principales aniversarios que se conmemoran en 2024, relacionados con los acontecimientos históricos más curiosos o de mayor trascendencia, así como con el nacimiento o la muerte de personajes destacados de este municipio. A modo de ejemplo, se cumplen los 375 años de la licencia para la construcción del Convento dominico, que hoy ocupa el Ayuntamiento y la Parroquia de Santo Domingo; los 125 años de la fundación de la “Sociedad Filarmónica Euterpe” y del establecimiento en Güímar del puesto de la Guardia Civil, que sustituyó al de la Guardia Provincial; los 100 años de la fundación del “Güímar”, histórico club de fútbol local; los 75 años de la bendición de la imagen de Santiago Apóstol de El Puertito y de la celebración de las primeras fiestas en su honor; los 50 años de la inauguración del colegio “Alfonso X el Sabio” y del primer Monumento del Mundo dedicado al Radioaficionado, en El Puertito, y de la bendición de la iglesia de Ntra. Sra. de la Peña en La Hoya; etc. etc.

Con respecto a las personas, también se conmemora el 375 aniversario del nacimiento de fray Gregorio de San Diego González Bencomo, prior provincial de la Orden Franciscana; los 275 años del nacimiento y los 200 de la defunción del capitán de Milicias Nicolás Núñez de Acosta; los 250 años del nacimiento del capitán de Milicias y alcalde real Francisco Delgado Trinidad, colonizador de los caseríos de Aguerche y El Tablado; los 200 años del nacimiento y los 150 de la defunción de Gaspar Díaz Yanes, el tamborilero escobonalero de la Danza de las Cintas, conocido como el “Cojo de la Pita”; los 175 años del fallecimiento del ilustre canónigo güimarero Isidro Quintero y Acosta; los 125 años del nombramiento de Juan Castro Macías como primer y único alcalde de mar del litoral de El Escobonal y de la nominación de la calle Doctor Agustín Díaz Núñez, primera persona, a la par que primer güimarero, que figuró en el callejero municipal; los 75 años del nombramiento del Doctor Juan Álvarez Delgado como catedrático de la Universidad de La Laguna, primer güimarero que lo lograba; los 25 años del nombramiento del sacerdote güimarero Vicente Jorge Dorta como Hijo Adoptivo de la villa de Arafo, donde también se dio su nombre a una calle, y de la muerte del empresario y político Pedro Modesto Campos Rodríguez, mayordomo de la Virgen del Socorro; etc. etc.

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Fasnia: Don Martín Esquivel Díaz (1884-1946), Practicante en Medicina y Cirugía, secretario acompañado del Juzgado Municipal de Fasnia, encargado de las fiestas de dicho pueblo, adjunto del tribunal municipal, emigrante a la República Argentina, cofundador y directivo de varias sociedades canarias en Buenos Aires, redactor de la revista Canarias y propietario de una estación de servicios

Dedicamos este artículo a un miembro de una destacada familia fasniera, que obtuvo el título de Practicante en Medicina y Cirugía. Asimismo, actuó por cuatro veces como secretario “acompañado” del Juzgado Municipal de Fasnia; estuvo encargado de la organización de las fiestas de su pueblo natal; y fue nombrado adjunto del tribunal municipal. Luego emigró a la Argentina, donde enseguida comenzó a trabajar como practicante enfermero en la clínica de un prestigioso doctor de Buenos Aires, donde vivió hasta su muerte. En la capital argentina ingresó en la “Asociación Canaria de Socorros Mutuos”, de cuya junta directiva fue, sucesivamente, vocal de las Comisiones de Sanidad y de Propaganda y Recreo, vocal titular de la comisión directiva y miembro de la comisión de cuentas, así como redactor de la revista Canarias, órgano de dicha asociación. También en dicha capital fue cofundador, revisador de cuentas, tesorero y bibliotecario del “Club Tenerife”; cofundador y miembro de la comisión de cuentas del “Club Islas Canarias”; y cofundador y bibliotecario del “Club Archipiélago Canario”. Además, fue propietario de una estación de servicios en Entre Ríos. Murió soltero y sin sucesión en Buenos Aires, dejando una notable fortuna.

Nació en Fasnia el 19 de febrero de 1884, a las ocho de la mañana, siendo hijo de don Genaro Esquivel Rodríguez y doña Jorgina Díaz Delgado. El 19 de marzo inmediato fue bautizado en la iglesia de San Joaquín por el cura párroco don Ángel Bello y García; se le puso por nombre “Martín de las Mercedes” y actuó como padrino el Lcdo. en Jurisprudencia don Martín Rodríguez Peraza, natural de Granadilla y vecino de Arico, siendo testigos don José María González Chico y don Cándido Martín…

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Adeje: Don Juan Agustín de Chaves y Orduña (1727-1800), presbítero ilustrado, capellán, notario y colector de la parroquia del Puerto de la Cruz, reconocido docente altruista, familiar y secretario del Santo Oficio

Nuestro biografiado pasó casi toda su infancia y adolescencia en la villa de Adeje. Luego, tras obtener una capellanía, se ordenó de presbítero y obtuvo una notable ilustración. Al regresar de Sevilla se estableció en el Puerto de la Cruz de La Orotava, donde ejerció como capellán, notario y colector de la parroquia de Ntra. Sra. de la Peña de Francia. Asimismo, obtuvo los cargos de familiar y secretario del Santo Oficio de la Inquisición. Pero, sobre todo, fue reconocido como docente altruista, pues fundó en su propia casa una escuela gratuita de primeras letras y arreglo de relojes para niños pobres, de la que salieron notables portuenses.

Nació en La Orotava, en el pago de la Luz, el 13 de julio de 1727, siendo hijo del alférez don Buenaventura Bautista de Chaves, natural del pago de Higa, y doña Gregoria Francisca de Orduña y Chaves, que lo era del Realejo Alto. Cinco días después fue bautizado en la iglesia matriz de Ntra. Sra. de la Concepción por el beneficiado servidor, Licenciado y maestro don Martín Bucaille Manrique de Lara; se le puso por nombre “Juan” y actuó como padrino don Andrés Bautista de Chaves, vecino de dicha villa…

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Artículo-JUAN AGUSTÍN DE CHAVES ORDUÑA

El cuento “¡Qué te pierdes Pedro!” (1900), de Benito Pérez Armas, centrado en el juego del palo y en un personaje de San Miguel de Abona

El cuento “¡Qué te pierdes Pedro!”, escrito por Benito Pérez Armas y publicado inicialmente en Gente Nueva el 21 de mayo de 1900 y luego en La Opinión en los días 11 y 12 del mes de junio inmediato, se centra en uno de los más conocidos deportes tradicionales de Canarias, el juego del palo, que desde la época guanche ha llegado hasta nuestros días, pero aquí enfocado en otra vertiente diferente a la que hoy conocemos, pues más que una actividad deportiva era una prueba de valor y de hombría, que acababa con uno de los contendientes tendido en el suelo. Según el autor, los protagonistas son dos de los mejores jugadores de palo de Tenerife a comienzos del siglo XX: “Maestro Pedro el Cantero”, de San Miguel de Abona, de profesión labrante de piedra y poseedor de un garrote de membrillero; y “Tío Antonio”, de Tacoronte, vendedor ambulante, que usaba un garrote de duraznero. Jaleados por sus seguidores, se consideraban los más hábiles practicantes de dicho deporte en las bandas del Sur y la región del Norte de la isla, respectivamente. El autor encuadra al tacorontero en la escuela majorera, de juego abierto y palo largo, mientras que el chasnero era discípulo de la escuela tinerfeña, de juego cerrado y rápido, con amagos y garrote ligado. En ambos casos se requerían hombre ágiles, perspicaces y animosos, como eran los dos contendientes. Además, ambos tenían cuerpos recio y musculosos, por lo que cuantos les conocían echaban de menos la posibilidad de que se enfrentasen también en lucha canaria, para comprobar quien se quedaría en pie en el terrero.

“Maestro Pedro” ya gozaba de prestigio de valentón desde su adolescencia por su habilidad con el garrote, pues solía ir con él a todas las fiestas comprendidas entre Granadilla de Abona y la villa de Adeje, por si se terciaba la posibilidad de poner a prueba a algún mozo y enseñarle algún “punta”, pero en el Sur ya nadie se atrevía a enfrentarse a él. Al quedarse sin aliciente en los pueblos de su comarca sureña, también se dejó ver en las fiestas del Norte de la isla, amenazando con recorrer todos los pueblos tinerfeños. Pero “Tío Antonio” el de Tacoronte, con fama de guapo en la vertiente septentrional, quiso pararle los pies, pues no solía tolerar la fama ajena y no admitía que un “chasnero” fuese con fanfarronadas al Norte. Por dicho motivo se dirigió a la fiesta de San Miguel de Abona, con el fin de desafiar y derrotar a su rival chasnero, pero salió trasquilado. Tras un año de rumiar su venganza, el tacorontero se enteró de que “Maestro Pedro” iba a salir con su esposa de San Miguel para a La Orotava, atravesando la cumbre, por lo que se dirigió con dos amigos a Las Cañadas, para emboscarlo, pero con el mismo resultado del año anterior, aunque el enfrentamiento comenzó con el chasnero noqueando a su esposa de un garrotazo, incidente que sorprendió a sus rivales y cuya explicación solo se da a conocer al final, que debe descubrir el lector y que explica el título del cuento: “¡Qué te pierdes Pedro!”.

A lo largo de la narración, Pérez Armas hace una bonita descripción del recorrido de madrugada desde San Miguel hasta Guajara, destacando la belleza del paisaje recorrido, el mar de nubes y Las Cañadas con el Teide en su interior, así como el desayuno canario que consumieron al llegar a la cumbre, vino blanco con gofio. El autor también aprovecha para hacer una interesante descripción etnográfica de las fiestas del pueblo sureño, con la alegría y algazara de los jóvenes, haciendo especial hincapié en los bailes tradicionales (isas, folías y tajaraste) y en los populares ventorrillos. Asimismo, comenta algo de la medicina popular, para favorecer la recuperación del jugador derrotado. Además, el cuento está sembrado de palabras exclusivas del hablante canario, que hoy están en su mayoría en desuso, por lo que tiene un valioso interés lingüístico. Igualmente, tiene un singular valor las coplas populares y festivas incluidas por el autor. En síntesis, se trata de un bello cuento canario, que recoge muchas de las tradiciones más representativas de esta tierra.

Su autor, el lanzaroteño don Benito Pérez Armas (1871-1937), natural de Yaiza, fue abogado, catedrático, orador, político, periodista, poeta, novelista y dramaturgo…

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Cuento-¡QUÉ TE PIERDES PEDRO!

Arona-Vilaflor de Chasna: Don Nicolás de Bethencourt (1655-1728), teniente capitán de Milicias, notable propietario agrícola y ganadero, y hermano del Santísimo Sacramento de la parroquia de San Pedro de Vilaflor

Miembro de una familia modesta, pero muy conocida, nuestro biografiado llegó a ser un notable propietario agrícola y ganadero, gracias a lo cual pudo vivir con cierta comodidad. Por dicho motivo, debido a la posición económica y social que había alcanzado, pudo ser nombrado alférez de la compañía de Arona del Regimiento de Milicias de Abona-Adeje, en la que luego ascendió a teniente, por nombramiento efectuado por el coronel jefe de dicho cuerpo. Además, fue hermano de la Hermandad del Santísimo Sacramento de la parroquia de San Pedro Apóstol de Vilaflor de Chasna.

Nació en el entonces pago de Arona hacia 1655, siendo hijo de don Pedro de Bethencourt y doña Emerenciana María de la O González Martín, natural ésta de Tijoco y ambos casados en Vilaflor en 1652. Debió ser bautizado en la iglesia de San Pedro Apóstol de Vilaflor de Chasna, pero de momento no hemos localizado la correspondiente partida…

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Artículo-NICOLÁS DE BETHENCOURT

Güímar: Don Tomás de la Rosa Lugo “Tomasillo” (1909-1987), fundador y director de la orquesta de cuerdas de El Barranco, miembro de la primera Rondalla de El Escobonal, director fundador e instructor de la Danza de Cintas de El Escobonal de Arriba, agricultor, canalero, titular de un bar y vigilante de obras

El recordado folclorista escobonalero don Tomás de la Rosa Lugo, conocido por “Tomasillo”, fue fundador y director de la orquesta de cuerdas de El Barranco (“Sexteto Apolo”), miembro de la primera Rondalla de El Escobonal y director fundador, instructor y “hombre del palo” de la Danza de Cintas de El Escobonal de Arriba. En la faceta profesional, trabajó inicialmente como agricultor y canalero en su pueblo natal, pero, tras sufrir la amputación de casi todos los dedos de una mano, tuvo que abandonar la actividad agrícola y la música, trasladándose a Santa Cruz de Tenerife, donde puso un bar y también ejerció como vigilante de obras. Tras su jubilación regresó con su familia a El Escobonal, donde falleció.

Nuestro biografiado nació en la Montaña de Abajo de El Escobonal (Güímar) el 4 de abril de 1909, a las siete de la mañana, siendo hijo de don Tomás de la Rosa Díaz y doña María del Pilar Lugo Duque. Seis días después fue bautizado en la iglesia de San José, pero su partida fue inscrita en la parroquia de San Pedro de Güímar, de la que dependía, por don José Batista y Cabrera, cura regente de la parroquia de San Joaquín de Fasnia, con licencia de don Jerónimo Padilla y Morales, Lcdo. en Sagrada Teología, beneficiado de la Santa Iglesia Catedral de La Laguna y cura encargado de la parroquia del Apóstol San Pedro de la entonces villa de Güímar; se le puso por nombre “Isidoro Tomás” y actuó como madrina doña María Consolación Delgado González, siendo testigos don Rafael Hernández Delgado y don Julio Delgado Rodríguez, de dicha vecindad…

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Granadilla de Abona: Don Isidro García Bello (1678-1764), alférez de “Caballos corazas”, propietario agrícola y ganadero

Fueron muchos los vecinos de Granadilla de Abona que alcanzaron empleos de oficiales de las Milicias Canarias, en lo que sin duda influyó el que dicha localidad fuese cabecera, sucesivamente, durante varios siglos de distintos cuerpos: del Regimiento Provincial de Abona, del Batallón Ligero Provincial de Abona nº 3 de Canarias, de la Sección Ligera Provincial de Abona y del nuevo Batallón Ligero Provincial de Abona nº 7 de Canarias. Este artículo lo vamos a dedicar a uno de esos antiguos oficiales granadilleros, don Isidro García Bello, quien llegó a ser alférez de “Caballos corazas”, como se conocía por entonces a la Caballería. Además, durante toda su vida trabajó al cuidado de sus propiedades agrícolas y ganaderas. Tanto él como sus hijos enlazaron, vía matrimonio, con otras familias de militares.

Nació en Granadilla de Abona el miércoles 21 de diciembre de 1678, siendo hijo de don Juan Bello García y doña Teresa García. Seis días después fue bautizado en la iglesia de San Antonio de Padua por el cura párroco don Salvador González; se le puso por nombre “Isidro” y actuaron como sus padrinos don Matías Bello, viudo, y doña Francisca García, mujer de don Antonio de Torres, labradores y vecinos de dicho lugar…

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El polémico traslado de la capitalidad del municipio de Arico, de la Villa de Arico (El Lomo) al pueblo de Arico el Nuevo, con el consiguiente cambio de sede del Ayuntamiento (1924-1927)

En el extenso municipio de Arico, constituido por un elevado número de entidades de población dispersas por todo el término, siempre se mantuvo una clara rivalidad entre El Lomo o Villa de Arico, histórica capital civil de dicha jurisdicción desde 1635 y religiosa desde 1639, con Arico el Nuevo, en el que a lo largo del tiempo se fueron asentando la mayoría de las familias de elevado poder económico, político y militar de la jurisdicción. La pujanza alcanzada por esta última localidad a comienzos del siglo XX, llevó a sus vecinos a albergar la posibilidad de trasladar a ella la capital municipal, como así ocurrió en 1924 por acuerdo mayoritario de la corporación municipal. Ello motivó un recurso de oposición, promovido por  dos  vecinos  de la Villa, que dio lugar a un pleito contencioso-administrativo, el cual se sentenció inicialmente en la Audiencia  Provincial a favor  de Arico el Nuevo, al confirmar el acuerdo de traslado; pero que se apeló al Tribunal Supremo y éste, tras la intervención  de dos letrados exministros, falló a favor de El Lomo, al revocar dicha sentencia y anular el acuerdo plenario, por lo que a comienzos de 1927 se restituyó el Ayuntamiento y la capitalidad a la Villa de Arico.

Una vez que la corporación municipal de Arico contó con una mayoría de ediles avecindados en Arico el Nuevo y pagos anexos, el 28 de mayo de 1924 el Ayuntamiento Pleno acordó trasladar la capitalidad del municipio del Lomo de Arico a Arico el Nuevo, que por entonces solía ser conocido como “Pueblo de Arico”, como contrapartida a la denominación de “Villa de Arico” que asumía El Lomo. Esa medida provocó un grave enfrentamiento entre el vecindario de las dos entidades de población, que estuvo a punto de partir en dos el municipio. Ello dio lugar a un pleito, que se llevó a los tribunales y se prolongó durante más de dos años y medio…

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