Arafo: Don Álvaro Cabrera Flores (1916-1993), agricultor, sargento provisional de Infantería, guardia civil de 1ª clase y guardia municipal de Santa Cruz de Tenerife

Nuestro biografiado, que inició su vida profesional como agricultor, se vio inmerso en la Guerra Civil española, incorporándose a su inicio en Falange, donde solo permaneció siete meses en retaguardia, hasta que fue movilizado su reemplazo. Con este motivo, ingresó como soldado en el Regimiento de Infantería Tenerife nº 38 y luego pasó a la Península con el Batallón Expedicionario de Infantería 282, prestando sus servicios en distintos frentes de operaciones. Durante la campaña fue herido; ascendió a cabo interino, cabo efectivo, sargento habilitado y sargento provisional; y también se hizo merecedor de una Cruz Roja, una Cruz de Guerra y una Medalla de Campaña. Acabada la contienda bélica regresó a Tenerife y se reintegró a su Regimiento de origen, pasando luego a prestar sus servicios en el Batallón de Infantería Independiente nº 31, con sede en Santa Cruz de La Palma, y en Regimiento de Infantería nº 59, con sede en Villasanjurgo. Tras casi cuatro años en el Ejército en ese último destino solicitó y obtuvo su ingreso en la Guardia Civil, cuerpo en el que ingresó como guardia 2º para ascender posteriormente a guardia 1º; como tal estuvo destinado durante dos años en la 200 Comandancia Exenta de la Guardia Civil de Marruecos y luego en la 221 Comandancia Rural del 21 Tercio de la Guardia Civil y en la 112ª Comandancia de la Guardia Civil del 12 Tercio, con sede en Tenerife; en esta isla, sabemos que prestó sus servicios en los Puestos de Candelaria y Tacoronte, de los que llegó a ser comandante accidental; permaneció 28 años y medio en dicho cuerpo, al final de los cuales fue herido en acto de servicio. Finalmente, solicitó su paso a destinos civiles e ingresó como guardia municipal en Santa Cruz de Tenerife, empleo en el que permaneció otros once años, hasta su jubilación.

Nació en Arafo el 19 de febrero de 1916, a las dos de la madrugada, siendo hijo de don Cristóbal Cabrera López, natural de Santa Cruz de Tenerife, y doña Guadalupe Flores Pérez, que lo era del pueblo sureño, y ambos vecinos de El Lomo. El 13 de marzo inmediato fue bautizado en la iglesia de San Juan Degollado por el cura párroco propio don Hildebrando Reboso Ayala; se le puso por nombre “Pedro Álvaro” y actuó como padrino don Florentín Sosa Fariña, casado…

En el siguiente enlace se puede descargar el artículo completo:

Candelaria: Fray José Hernández Rocío (1797-1847), sacerdote dominico del Convento Real de Candelaria, luego exclaustrado y secularizado, adscrito a la Parroquia de Santa Ana

Tras su profesión en la Orden de Predicadores, nuestro biografiado se ordenó de presbítero. Como sacerdote dominico, estuvo destinado en el Convento Real de Candelaria, donde continuó viviendo tras la Desamortización, como sacerdote exclaustrado y secularizado; no obstante, inicialmente fue asignado a la parroquia de Arico, donde debió permanecer escasos meses, si es que llegó a posesionarse de su destino. Como sacerdote exclaustrado estuvo adscrito a la parroquia de Santa Ana, colaborando con el párroco en la celebración de misas y sacramentos. Después de permanecer 15 años en Candelaria, al final de su vida se estableció en Santa Cruz de Tenerife, donde murió prematuramente.

Nuestro biografiado nació en la Villa de La Orotava el 6 de mayo de 1797, siendo hijo de don José Hernández Ortega y doña Ángela Francisca Yumar Rocío. Tres días después fue bautizado con óleo y crisma en la “Parroquia Matriz de la Concepción de Nuestra Señora” de dicha villa por don Domingo Valcárcel y Llarena, presbítero y ministro calificado del Santo Oficio de la Inquisición de estas islas, con licencia de don Cristóbal de Urtusáustegui, beneficiado de dicha parroquia matriz de la Concepción de dicha villa; se le puso por nombre “José Juan de la Concepción” y actuó como padrino don Domingo González, vecino del Realejo de Arriba…

En el siguiente enlace se puede descargar el artículo completo:

San Miguel de Abona-Vilaflor de Chasna: Don Sebastián Juan Martínez (1664-1760), colono poblador de Puerto Rico, alférez, ayudante, teniente y capitán a guerra de las Milicias de dicha isla

Nuestro biografiado emigró a Puerto Rico en 1695 con su esposa y tres hijos, junto a otras 19 familias que llevó el gobernador y capitán general de dicha isla, que era el militar lagunero don Juan Franco de Medina. Se estableció como colono poblador en la Rivera del Toa, donde se dedicó a la agricultura. Además en dicha isla prestó importantes servicios militares, pues comenzó como soldado y fue ascendiendo, sucesivamente, a alférez, ayudante, teniente y capitán a guerra de las Milicias de dicha isla. En virtud de su último cargo, de nombramiento real, también tenía poder civil, pues llevaba anejo el de corregidor.

Nació probablemente en el pago de Aldea a comienzos de 1664, siendo hijo del alférez don Martín González y su segunda esposa doña María Juana Delgado. El 9 de febrero de dicho año fue bautizado en la iglesia de San Pedro de Vilaflor, a cuya jurisdicción pertenecía por entonces dicho pago, por el beneficiado don Matías Ruiz Alfonso y actuaron como padrinos el escribano don Lorenzo Díaz Delgado y doña María Leonor…

En el siguiente enlace se puede descargar el artículo completo:

Apuntes para la historia de la Banda de Música de Güímar. Por lo menos entre 1868 y 1870 este municipio llegó a contar simultáneamente con dos agrupaciones musicales

En trabajos anteriores  ya nos ocupamos del origen de la Banda de Música de Güímar, con la información que disponemos al presente, cuya existencia se remonta por lo menos al año 1853, por lo que es la más antigua de todo el Sur de Tenerife, y que a pesar de sufrir alguna crisis continuaba en funcionamiento a finales de los años sesenta de dicho siglo, actuando en las fiestas de San Pedro y la Virgen del Socorro, así como en otras localidades del Sur de la isla, entre ellas Arafo y Granadilla de Abona.

En 1868 ya se había creado una segunda Banda de Música en el nuevo Casino Republicano de la localidad, que se mantenía en 1870, período en el que coexistieron las dos agrupaciones musicales (la Banda “La Unión” y la Banda del Casino Republicano), con las consiguientes rivalidades entre ellas, a lo que vamos a dedicar el presente artículo. Luego se refundieron en una sola banda y así ha continuado hasta la actualidad, aunque con altibajos y distintas dependencias, tanto de sociedades culturales-recreativas como del Ayuntamiento, siendo actualmente una de las más antiguas de Tenerife…

En el siguiente enlace se puede descargar el artículo completo:

Granadilla de Abona: Don Sebastián García Perlaza (1804-?), soldado distinguido de Milicias, subteniente y teniente de Cazadores, jefe accidental de su compañía y emigrante a América

Miembro de una familia destacada y vinculada a las Milicias Canarias, nuestro biografiado se sintió atraído desde muy joven por la carrera militar. Por ello, ingresó como soldado distinguido en el Regimiento de Milicias Provinciales de Abona; luego, por sendos reales despachos, ascendió a subteniente y teniente de la compañía de Cazadores del mismo cuerpo, empleos con los que actuó en varias ocasiones como jefe accidental de su compañía, por ausencia del capitán. Contrajo matrimonio en su Granadilla natal con una mujer de familia también vinculada a las Milicias, con quien no tuvo sucesión, y tras su retiro emigró solo a América, donde probablemente falleció.

Nació en Granadilla de Abona el 27 de enero de 1804, siendo hijo de don José García del Castillo Villarreal y doña María (García) Perlaza de Arocha, vecinos de Charco del Pino. Dos días después fue bautizado en la iglesia de San Antonio de Padua por el párroco propio don Isidoro Rivero y Peraza de Ayala; se le puso por nombre “Sebastián Antonio” y actuó como padrino don Joaquín Perlaza, de la misma vecindad…

En el siguiente enlace se puede descargar el artículo completo:

Arona-Guía de Isora: Doña Juana Sierra Medina (1905-1982), maestra interina de El Roque, Granadilla de Abona y Valle de San Lorenzo, maestra propietaria de Guía de Isora, presidenta del del Consejo Local de Primera Enseñanza y vocal de la Sección de Prensa de Acción Católica

Miembro de una destacada familia sureña, nuestra biografiada nació en el pueblo de Arona. Cursó la carrera de Magisterio en la Escuela Normal de Maestras de la ciudad de La Laguna. Ejerció como maestra interina en El Roque (San Miguel de Abona), Granadilla de Abona y Valle de San Lorenzo (Arona). Tras opositar en una ocasión al Magisterio Nacional, sin éxito, lo volvió a hacer más delante de forma brillante, obteniendo la quinta plaza de las opositoras aprobadas en la provincia. En virtud de ello, ejerció durante muchos años como maestra propietaria en Guía de Isora, donde contrajo matrimonio y ejerció como presidenta del del Consejo Local de Primera Enseñanza y vocal de la Sección de Prensa del grupo parroquial de Acción Católica.

Nació en Arona el 23 de junio de 1905, siendo hija de don Juan Sierra Martínez y doña Elisa Medina Cabeza. El 30 de julio inmediato fue bautizada en la iglesia de San Antonio Abad por el cura párroco don Julio Mendoza y Morera; se le puso por nombre “Juana” y actuó como madrina doña Dolores Sierra Medina, siendo testigos don José Medina y don Antonio Alfonso, vecinos de dicha localidad.

En el siguiente enlace se puede descargar el artículo completo:

Arafo: Don Celso Antonio Díaz Fariña (1918-2004), prisionero de guerra, cabo músico de la Banda Militar de Tenerife, subdirector de la Banda Militar de Fuerteventura, componente de la orquesta de baile “La Candelaria”, director de la Agrupación Artístico Musical “La Candelaria”, agricultor, bodeguero y empleado

Nuestro biografiado se inició como músico en la Agrupación Artístico-Musical “La Candelaria” de Arafo, de la que formó parte como trombón, a la par que desempeñaba el cargo de vicesecretario; en su juventud también fue componente de la orquesta de baile “La Candelaria”. Entró a servir como Educando voluntario en la Sección de Música del Regimiento de Infantería Tenerife nº 38; pero pronto fue movilizado con motivo de la Guerra Civil y enviado al frente de Cataluña, donde fue hecho prisionero de guerra, situación en la que permaneció hasta que logró escapar y pasar al Ejército Nacional. Una vez finalizada la contienda bélica se reintegró a la Sección de Música del Regimiento de Infantería de Tenerife. Luego, poco después de licenciado, volvió a ser movilizado a causa de la II Guerra Mundial y destinado al Batallón de Infantería de Fuerteventura, donde asumió la plaza de subdirector de la nueva Banda Militar de dicho cuerpo. Se reintegró luego a la Banda Militar de Tenerife, en la que obtuvo por oposición una plaza de Cabo o Músico de Tercera y en ella obtuvo su licenciamiento, tras opositar sin éxito a Sargento o Músico de Segunda. Al regresar a Arafo, fue designado director de la Banda de Música “La Candelaria” de dicha villa, en sustitución de su padre, lo que simultaneó con las labores agrícolas. Renunció a la dirección, una vez casado, al establecerse en Santa Cruz de Tenerife, donde regentó una bodega-bar y luego estuvo empleado durante dos décadas en la empresa de bebidas “Luis Caballero, S.A.”, hasta su jubilación; no obstante, continuó colaborando con dicha agrupación musical arafera, en la que volvería a ejercer como subdirector.

Nació en Arafo el 23 de septiembre de 1918, a las nueve de la mañana, siendo hijo de don Antonio Díaz Fariña y doña Justa Agustina Fariña Hernández. El 6 de octubre inmediato fue bautizado en la iglesia de San Juan Degollado por el cura párroco don Hildebrando Reboso Ayala; se le puso por nombre “Celso Lino Antonio” y actuó como padrino don Antonio Torres Campos…

En el siguiente enlace se puede descargar el artículo completo:

El interés de dos candelarieros por el movimiento continuo en el siglo XIX: don Juan Antonio Lanzarán González y don Juan de Baute Santos y Núñez

A mediados del siglo XIX se revitalizó el viejo problema del movimiento perpetuo, surgiendo numerosas personas que se obsesionaron con el mismo hasta creer que habían encontrado la solución, pues los éxitos y anuncios de unos movieron la imaginación de otros. Resulta curioso que en Canarias fuesen dos candelarieros los que dedicaran parte de su vida, neuronas y recursos económicos a poner en funcionamiento sendas máquinas de movimiento continuo, ambos con un resultado con más expectativas que resultados, por una clara falta de medios, aunque siempre captaron la atención del público y la prensa de la época.

Uno de los que dedicaron sus esfuerzos a descubrir el movimiento continuo fue el curioso presbítero candelariero don Juan Antonio Lanzarán (1804-1883), hijo de don Antonio Lanzarán Capitán y doña Jacinta Gerónima González Alonso, quien estuvo varios años trabajando en una máquina de este tipo, por lo menos entre 1859 y 1863. Simultáneamente, otro paisano del anterior también dedicaba sus desvelos a este invento, don Juan Baute Santos y Núñez, nacido en Candelaria en 1821 e hijo de don José de Baute Santos y Pérez y doña María de las Mercedes Núñez de Barrios, quien probablemente era carpintero de profesión y hacia 1848, a los 27 años de edad, comenzó a trabajar en la construcción de una máquina de movimiento continuo, a la que dedicó el resto de su vida y la mayor parte de sus bienes, tanto en Tenerife, donde llegó a presentar su máquina ante el gobernador civil en 1861, como en Cuba, donde continuaba en ello en 1888…

En el siguiente enlace se puede descargar el artículo completo:

Güímar: Don Luis Núñez Díaz (1720-1807), capitán de Milicias, mayordomo y hermano mayor de la Hermandad del Rosario, mayordomo de la fábrica parroquial de San Pedro Apóstol, promotor de la construcción de la capilla de San Pedro Abajo y propietario agrícola

Miembro de una destacada familia, de religiosos, militares y políticos locales, con una posición económica bastante desahogada, nuestro biografiado también fue un notable propietario agrícola, que siguió la carrera militar en el Regimiento de Milicias Provinciales de Güímar, en el que ingresó como alférez; luego ascendió a teniente y, finalmente, a capitán de Milicias del mismo cuerpo. Además, tuvo un firme compromiso religioso, pues fue mayordomo y hermano mayor de la Hermandad del Rosario del Convento dominico de Güímar, así como mayordomo de la fábrica parroquial de San Pedro Apóstol, desde cuyo cargo fue uno de los principales promotores de la construcción de la capilla de San Pedro Abajo. En ello tuvo mucho que ver el que su padre fuese notario público eclesiástico, así como contar con varios sacerdotes en su familia: un tío, tres hermanos, un hijo y un sobrino, cuatro de ellos dominicos.

También conocido como “Luis Díaz Núñez”, nació en Güímar el 19 de septiembre de 1720, siendo hijo de don Pedro Hernández Núñez y doña María Díaz de Ledesma. Tres días después fue bautizado en la iglesia parroquial de San Pedro Apóstol por el beneficiado don Domingo de Paes y Galdona; se le puso por nombre “Luis” y actuó como padrino el padre fray Gonzalo Hernández, presidente del convento de Santo Domingo Soriano de dicho lugar…

En el siguiente enlace se puede descargar el artículo completo:

Fasnia: Don Francisco Delgado y Díaz Flores (1823-1880), propietario agrícola solidario de origen guanche, vocal de la Junta local de Primera Enseñanza, depositario de los fondos municipales, primer juez municipal, primer responsable del Registro Civil y férreo defensor de la integridad municipal de Fasnia, donde da nombre a una céntrica plaza

Nuestro biografiado destacó como propietario agrícola y, a lo largo de su vida, puso de manifiesto su espíritu solidario y caritativo. En virtud de su situación económica, figuró en el selecto grupo de electores de diputados a Cortes. Además, desempeñó diversos cargos públicos en su pueblo natal, pues fue miembro de la Junta local de Primera Enseñanza, depositario de los fondos del Ayuntamiento, primer juez municipal de Fasnia, cargo que ostentó durante más de cuatro años y medio, y, como tal, también fue el primer responsable del Registro Civil de dicho término. En ese tiempo asumió su compromiso y defendió los intereses de Fasnia, en especial su integridad municipal en uno de los momentos más delicados de su historia, tras quedarse sin Ayuntamiento porque ningún vecino quería formar parte de la corporación local; esa circunstancia fue aprovechada por algunos vecinos, con dos exalcaldes a la cabeza, para pretender la anexión de este término municipal al vecino de Arico; pero el juez Delgado se opuso férreamente en solitario a ese intento y, gracias a su empeño, se logró mantener la independencia y la identidad de este pueblo, en tan difíciles momentos. Por este motivo, mereció el que se diese su nombre a una céntrica plaza, anexa a las casas consistoriales.

Nació en Fasnia el 20 de junio de 1823, siendo hijo de don José Delgado Llarena y de la Rosa y doña María del Carmen Díaz Flores y Díaz, naturales y vecinos del mismo pueblo. Cinco días después fue bautizado en la iglesia de San Joaquín por el cura párroco interino don Domingo González de Marina; se le puso por nombre “Francisco Julián Guillermo” y actuó como padrino don José González, natural y vecino de El Río de Arico. Fueron sus abuelos paternos: don Gaspar Delgado y Baute, natural de El Escobonal (Güímar), y doña Antonia de la Rosa Llarena, que lo era de Fasnia; y los maternos: don José Díaz Flores, natural de Sabina Alta (Fasnia), y doña María Josefa Díaz González, que lo era de Fasnia, donde estaban avecindados…

En el siguiente enlace se puede descargar el artículo completo: