Güímar: Don Segundo de la Oliva Campos (1856-1913), teniente de Milicias, comandante de Infantería y oficial mayor de la Comisión Mixta de Reclutamiento de Tenerife

Güímar-Barrio de Los Majuelos     Este artículo está dedicado a un destacado militar güimarero, que comenzó su carrera como alférez de las Milicias Canarias, en las que ascendió hasta teniente. Estuvo de operaciones en la Guerra de Cuba, donde pasó como alférez al cuerpo de Infantería y fue comandante de los Destacamentos de Palenque y Nibujón; en este último destino fue sumariado por pasarse al enemigo los soldados a sus órdenes, lo que le tuvo apartado del servicio durante cuatro años y medio. Tras su regreso a Tenerife ascendió sucesivamente a teniente, capitán y comandante de Infantería. Simultáneamente, fue desempeñando diversas comisiones, como las abanderado, habilitado, profesor de la Academia de Cabos, cajero y capitán de almacén del Batallón Cazadores Regional de Canarias nº 1, de guarnición en Santa Cruz de Tenerife; las dos últimas comisiones las mantuvo en el Regimiento de Infantería de Canarias nº 1. Además, ejerció en numerosas ocasiones como vocal en los tribunales de consejos de guerra. Finalmente, tras su ascenso a comandante de Infantería fue nombrado oficial mayor de la Comisión Mixta de Reclutamiento de Canarias con destino en Santa Cruz de Tenerife, cometido que desempeñó hasta su muerte, ocurrida cuando ya había sido considerado apto para el ascenso a teniente coronel. Estaba en posesión de dos condecoraciones.

     Nació en el barrio de Los Majuelos de Güímar el 12 de abril de 1856, siendo hijo de don Segundo de la Oliva López, natural de Las Palmas de Gran Canaria, y de doña Rosenda Campos Núñez, que lo era de dicho pueblo tinerfeño. Dos días después fue bautizado en la iglesia de San Pedro Apóstol por el presbítero don Pedro Pérez Fariña, teniente del beneficiado y arcipreste Dr. don Agustín Díaz Núñez; se le puso por nombre “Segundo Fausto” y actuó como padrino don Nicasio García Díaz.

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Artículo-SEGUNDO OLIVA CAMPOS

Arona-Arico: Don Sebastián Hernández Cabeza (1935-1981), cura párroco de Arico el Nuevo, La Orotava y Los Cristianos, fallecido prematuramente

Sebastián Hernández Cabeza     A lo largo de su historia, el municipio de Arona no se ha destacado por la abundancia de las vocaciones religiosas, a pesar de lo cual en su seno han nacido una decena de sacerdotes. Este artículo está dedicado a uno de ellos, cuya vida se truncó demasiado pronto, don Sebastián Hernández Cabeza. Tras su ordenación, fue durante una década cura ecónomo de Ntra. Sra. de la Luz de Arico el Nuevo. Con posterioridad, durante cuatro años estuvo al frente de la parroquia de San Isidro en la Villa de La Orotava, donde también fue cura encargado de San Diego de Alcalá de El Rincón y presidente de la Real y Venerable Hermandad de Misericordia del Calvario. Finalmente, obtuvo en propiedad la parroquia de Ntra. Sra. del Carmen de Los Cristianos, en su municipio natal, que desempeñó durante seis años y hasta su prematura muerte; además, estuvo encargado de la parroquia de Playa de Las Américas y, en varias ocasiones, de las de Las Galletas, El Fraile y Cabo Blanco.

     Nuestro biografiado nació en Arona el 14 de julio de 1935, a las tres de la tarde, siendo hijo de don Basilio Hernández Fuentes y doña Domitila Cabeza Delgado. El 27 de noviembre de ese mismo año recibió las aguas bautismales en la iglesia parroquial de San Antonio Abad, de manos del cura ecónomo don José Siverio Díaz; se le puso por nombre “Sebastián” y actuaron como padrinos don Luis González Barroso y doña Armerina Almeida. El 22 de abril de 1940, antes de cumplir los cinco años, fue confirmado en la misma parroquia de Arona por el obispo de la Diócesis, fray Albino González Menéndez-Reigada…

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Artículo-SEBASTIÁN HERNÁNDEZ CABEZA

Las primeras escuelas elementales de la Villa de Adeje (1798-1927): vicisitudes, injerencias políticas, anécdotas, juntas locales y maestros

Adeje-1890-(CFIT)     En 1798, el párroco de Adeje solicitó al administrador de la Casa Fuerte que dotase una escuela pública de niños en la villa y en 1834 ya existía también una escuela de niñas, ambas atendidas en las primeras décadas por maestros no titulados. En ese último año se constituyó también la primera Junta local de Escuelas. Durante el siglo XIX y bien avanzado el XX, dichas escuelas se caracterizaban por el mal estado de los locales, la mínima dotación de material y el escaso sueldo de los maestros, que cobraban con atraso. En la lucha por conseguir locales adecuados, destaca la labor realizada por los maestros don Juan Villa Tejederas y don Alonso Cabrera González, que gracias al apoyo vecinal consiguieron salones adecuados y bien dotados. En 1912 se creó en Adeje una Cooperativa escolar pionera en Canarias, por iniciativa del médico don Manuel Fernández Piñeiro. Dos maestros sufrieron graves ataques por parte de las autoridades locales, por motivos políticos e incluso uno de ellos fue detenido por el alcalde, lo que provocó una grave polémica. Ambas escuelas fueron las únicas del municipio hasta 1926, siendo desdobladas al año siguiente.

     En la etapa estudiada, de 1798 a 1927, conocemos a 11 maestros que asumieron la docencia de la escuela elemental de niños, cinco de ellos nacidos en Adeje (don Francisco Capote y Alayón, don Pedro Melo Casañas, don José Ledesma, don Eduardo Díaz Ledesma y don Fermín Fraga y Fraga) y uno en Guía de Isora (don Alonso Cabrera y González). Por su parte, conocemos cinco de las maestras que regentaron la escuela elemental de niñas, todas en posesión del correspondiente título académico; dos de ellas eran naturales de Adeje (doña Clara Eugenia Yanes y doña Concepción Fraga de la Paz), una de Guía de Isora (doña María Hernández Jorge) y otra de Vilaflor (doña María Luisa Tacoronte y Oliva)…

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Artículo-PRIMERAS ESCUELAS DE ADEJE