Güímar: Don José del Carmen Martín (1791-1844), jornalero agrícola, sargento profesional de la Brigada de Artillería Veterana de Santa Cruz de Tenerife y comandante jefe de dicha arma en Candelaria

Miembro de una familia humilde, tras comenzar su vida laboral como jornalero agrícola, nuestro biografiado ingresó como soldado en la Brigada de Artillería Veterana, en la que desarrolló su carrera como militar profesional, destinado sobre todo en Santa Cruz de Tenerife, donde contrajo matrimonio. En dicha Brigada ascendió a cabo 2º, cabo 1º y sargento 2º de Artillería; y con este último empleo también prestó sus servicios en los destacamentos del Castillo del Puerto de Garachico y de la Batería de Santiago de Candelaria; en esta última localidad celebró segundas nupcias y ejerció como comandante jefe de dicha arma. Falleció prematuramente en la capital tinerfeña, con tan solo 52 años, y tuvo dos hijos con su primera esposa, uno de los cuales fue marinero de la Armada y práctico de número del Puerto de Santa Cruz de Tenerife.

Nació en el pago de El Escobonal (Güímar) el 26 de noviembre de 1791, siendo hijo natural de doña Josefa Martín Palenzuela “y padre no conocido”. El 1 de diciembre inmediato fue bautizado en la iglesia de San Pedro Apóstol de Güímar por el presbítero don José Bernardo Carrillo, con licencia de don Francisco Cruz Alayón, beneficiado propio de dicho lugar y de Candelaria; se le puso por nombre “José del Carmen” y actuó como madrina doña Águeda González, de la misma naturaleza y vecindad…

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Arico: Don Diego de Torres Trinidad (1790-1878), capitán de Milicias, comandante de armas, alcalde constitucional, juez de paz, vicepresidente de la Junta local de Gobierno, cofundador del Comité local Republicano, mayordomo de la Virgen de Abona y de dos cofradías, masón, propietario agrícola y mayor contribuyente del término

Este polifacético personaje fue uno de los hombres más relevantes de la Historia de Arico durante el siglo XIX, pues fue un hombre polifacético, inquieto y enormemente rico. Al igual que sus mayores ingresó en las Milicias, en las que obtuvo el empleo de subteniente a los 20 años de edad, permaneciendo en él casi hasta su retiro, momento en que se le ascendió a capitán de Milicias; mientras prestaba sus servicios fue comandante de armas de Arico. Como hombre profundamente devoto fue patrono del retablo del Nazareno de la iglesia de San Juan Bautista de Arico, mayordomo de la Virgen de Abona y de dos Cofradías de la mencionada parroquia (la del Tercio de Nuestra Señora del Rosario y la de Ánimas). Tuvo una intensa actividad política, como alcalde constitucional de Arico en dos etapas, vicepresidente de la Junta local de Gobierno y cofundador del Comité local Republicano de dicho pueblo. Además, fue juez de paz de su municipio natal; suscriptor de la “Biblioteca Isleña” y del periódico El Noticioso de Canarias; y masón, bajo el pseudónimo “Adargoma”. Como mayor contribuyente de Arico y uno de los mayores de Canarias, fue en su época el hombre más poderoso e influyente de todo el término y comarca. Falleció soltero en su pueblo natal.

Nació en Arico el Nuevo el 19 de abril de 1790, siendo hijo del capitán don Juan Antonio de Torres, natural del mismo pueblo, y de doña Rita Rosa de la Trinidad, que lo era de Güímar. Seis días después fue bautizado en la iglesia de San Juan Bautista del Lomo de Arico por el cura párroco don José Hernández de Ara; se le puso por nombre “Diego Antonio Francisco José Hermógenes de los Dolores y del Sacramento” y actuó como madrina su tía materna, doña Rosa Francisca Trinidad, vecina de Güímar…

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Fasnia: Don Miguel Suárez González (1919-1988), comerciante, empresario, futbolista, luchador destacado, presidente del “C.L. Brisas del Teide”, cabo de Artillería, concejal del Ayuntamiento, depositario de los fondos municipales, alcalde de Fasnia con una brillante labor, fiscal municipal suplente y presidente fundador del Casino

En su juventud fue futbolista y luchador destacado del “C.L. Brisas del Teide” de su pueblo natal, del que posteriormente sería presidente. Fue movilizado con motivo de la Guerra Civil y enviado al frente, donde formó parte de un Destacamento de Defensa Química, y alcanzó el empleo de cabo de Artillería. Resultó elegido concejal del Ayuntamiento de Fasnia por el tercio de representación familiar y designado depositario de los fondos municipales. Luego fue nombrado alcalde de Fasnia, siendo considerado uno de los mejores que ha tenido este municipio, pues bajo su presidencia se terminó el edificio de las Casas Consistoriales y el Centro Rural de Higiene; se electrificó el municipio y se instaló la red domiciliaria de agua potable; se construyó la casa-cuartel de la Guardia Civil, así como escuelas y viviendas para los maestros; se efectuaron obras de mejora en el cementerio; se terminaron las carreteras de Los Roques y La Zarza; se abrieron nuevas calles; se aprobó el escudo municipal, el repostero y el reglamento de honores y distinciones, etc. etc.; en función de dicho cargo, también se vio obligado a asumir el de jefe local del Movimiento. Además, fue fiscal suplente y presidente fundador del Casino de Fasnia. Profesionalmente, destacó como comerciante y empresario, pues fue propietario de un café-bar, una ferretería, una estación de servicio y la distribución de gas butano.

Nuestro biografiado nació en Fasnia el 6 de agosto de 1919, a las cinco de la madrugada, siendo hijo de don Miguel Suárez Armas, natural de Santa Cruz de Tenerife, y doña Liboria González Hernández, que lo era de dicho pueblo. El 1 de diciembre de ese mismo año fue bautizado en la iglesia de San Joaquín por el cura párroco don Luis Navarro Nóbrega; se le puso por nombre “Miguel Justo” y actuaron como padrinos don Diego González Díaz y su esposa doña Natividad Viera González…

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La religiosidad y la vida social en el municipio de San Miguel de Abona en 1965, según el canónigo José Trujillo Cabrera y cuatro misioneros

Conocemos la situación religiosa y, en parte, social del municipio de San Miguel de Abona en el año 1965, gracias a dos destacados acontecimientos, la publicación del libro Guía de la Diócesis de Tenerife del canónigo don José Trujillo Cabrera, en el que se recogían interesantes datos de la única parroquia existente por entonces, y la celebración de una Santa Misión en la isla de Tenerife, de la que en San Miguel de Abona se hicieron cargo cuatro misioneros, que recogieron en su crónica tanto la religiosidad de la población como otros interesantes aspectos sociales. El municipio de San Miguel de Abona, aparte de la cabecera del término, contaba en ese año con varios núcleos de población: El Roque, Las Zocas, Aldea Blanca y El Frontón. Existía una sola parroquia, la del Arcángel San Miguel (creada en 1796), que reunía una población de hecho de 3.150 habitantes y era atendida por el cura ecónomo don Miguel González Díaz, natural del mismo pueblo.

En el mencionado libro del canónigo don José Trujillo Cabrera se recogió una interesante información de la parroquia del Arcángel San Miguel de San Miguel de Abona, que por entonces incluía a todo el término municipal. En ella se detalla el Santo titular, la población, las escuelas existentes, la casa rectoral, la reseña histórica desde su creación, la iglesia parroquial, los colectivos que funcionaban en ella y las fiestas patronales, así como la relación de pagos existentes en su jurisdicción, con sus correspondientes escuelas, ermitas y habitantes.

Por su parte, con motivo de la Misión celebrada en ese mismo año 1965, en este municipio se establecieron tres centros misionales, uno en la cabecera municipal, otro en Las Zocas y el tercero en Aldea Blanca; llama la atención que no se pusiese un centro misional en El Roque ni en El Frontón, a pesar de su aislamiento y de contar con una considerable población, por lo que dichos vecinos debieron acudir a la cabecera municipal. En este artículo se recoge la crónica de los actos misionales, redactada por los propios misioneros que la llevaron a cabo, lo que nos permite conocer como era por entonces la vida religiosa y social en los distintos núcleos que integraban el término municipal, con datos a veces curiosos…

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Arafo: Don Domingo Pestano y Delgado (1841-1900), propietario agrícola, sargento 2º de Milicias, jurado judicial, elector contribuyente e interventor electoral

Miembro de una conocida familia, nuestro biografiado siguió una corta carrera militar en la 6ª compañía del Batallón Ligero Provincial de La Laguna, que inició como soldado de Milicias, para ir ascendiendo, en función de sus méritos y servicios, a cabo 2º, cabo 1º y sargento 2º de Milicias. No obstante, vivió toda su vida de su trabajo como labrador, al cuidado de sus propiedades agrícolas, lo que le permitió adquirir una posición económica desahogada. Además, tuvo una cierta vida pública como jurado judicial, elector contribuyente e interventor electoral.

Nació en Arafo el 25 de marzo de 1841, siendo hijo de don Matías Pestano Díaz y doña Paula Delgado de León, casados en 1824. Tres días después fue bautizado en la iglesia de San Juan Degollado por el presbítero don Víctor Eusebio Marrero, con licencia del cura párroco don Antonio Rodríguez Torres; se le puso por nombre “Domingo Elías del Sacramento” y actuó como madrina doña Antonia Pestano…

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Granadilla de Abona: Don Cristóbal Pérez Pagés y Barrios (1754-1809), cura párroco de Granadilla de Abona durante una década, párroco de La Victoria de Acentejo y beneficiado del Realejo Bajo

Miembro de una familia destacada y llevado por una profunda vocación, nuestro biografiado cursó la carrera sacerdotal. Una vez ordenado de presbítero, en los primeros siete años no sabemos de momento dónde desarrolló su labor pastoral, aunque es probable que por lo menos parte de ellos estuviese adscrito a la parroquia de Ntra. Sra. de la Concepción del Realejo Bajo, en la que había sido bautizado. Luego ejerció como párroco propio de Granadilla de Abona y mayordomo de la fábrica parroquial durante casi diez años. Con posterioridad fue párroco propio de La Victoria de Acentejo, durante otros seis años; y, finalmente, beneficiado del Realejo Bajo, su pueblo natal, los tres últimos años de su vida, hasta su prematuro fallecimiento.

Nació en el Realejo Bajo el 16 de diciembre de 1754, siendo hijo de don Cristóbal Francisco Pérez Pagés de Barrios y doña Rafaela de la Guardia y Barroso (o Barroso de la Guardia) . El 28 de dicho mes fue bautizado en la iglesia de Ntra. Sra. de la Concepción por el padre definidor fray José de Vera, con licencia del Dr. don Gonzalo Barroso y Chaves, beneficiado de dicha parroquia; se le puso por nombre “Cristóbal Eusebio Sebastián” y actuó como padrino el ayudante de Milicias don Juan Antonio Barroso…

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Güímar: Don Ignacio Díaz de la Rosa (1873-1917), tallador de quintos, escribiente militar, primer teniente de Infantería condecorado y vocal de la Sociedad “Cooperativa de Producción de Tenerife”

El personaje que nos ocupa ingresó en el Ejército como soldado de Infantería, ascendiendo rápidamente a soldado de 1ª y cabo. Luego, tras ascender a sargento de Infantería, actuó como tallador de quintos en el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife y como escribiente en el cuadro activo del Batallón Reserva de La Palma. Después de su ascenso a segundo teniente de la Escala de Reserva Retribuida de Infantería estuvo destinado en Barcelona, donde prestaba sus servicios cuando ésta sufrió un asedio, así como en La Orotava y Santa Cruz de Tenerife. Finalmente ascendió a primer teniente de Infantería, empleo con el que continuó destinado en el Regimiento de La Orotava, pero prestando sus servicios en la capital tinerfeña. Fue condecorado con cuatro medallas. Al margen de su vida militar, también fue vocal de la Sociedad “Cooperativa de Producción de Tenerife”, dedicada a la construcción de casas baratas en Santa Cruz. Pero cuando aún podía haber llegado mucho más lejos en su carrera militar enfermó y falleció prematuramente, estando aún en activo, cuando contaba tan solo 43 años de edad, de los cuales más de 24 de servicio en el Ejército.

Nuestro biografiado nació en el barrio de San Juan de Güímar el 8 de octubre de 1873, siendo hijo de don Eusebio Díaz Rodríguez y doña Justa de la Rosa Castro. Dos días después fue bautizado en la iglesia matriz de San Pedro Apóstol de Güímar por el coadjutor don Pedro Pérez Fariña, con licencia de don Fidel Farré y Pujol, cura párroco propio y arcipreste del distrito; se le puso por nombre “Ignacio” y actuó como madrina doña María del Carmen Gómez, siendo testigos don Francisco Yanes y don Emilio Hernández Delgado…

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Arona: Don Ubaldo Ruiz y Frías (1867-1912), Bachiller, Maestro Elemental y Superior de Primera Enseñanza, secretario de la Delegación de Hacienda de Canarias, interventor electoral, defensor de La Laguna y jurado judicial, fallecido prematuramente

Nacido en el seno de una familia muy destacada y culta, nuestro biografiado obtuvo el título de Bachiller, así como los de Maestro Elemental y Superior de Primera Enseñanza, aunque de momento no sabemos si ejerció como docente. Simultáneamente prestó su servicio militar como soldado de Artillería. Luego obtuvo una importante plaza como funcionario del Estado, la de secretario de la Delegación de Hacienda de Canarias, que desempeñó durante 13 años, hasta su prematura muerte. Además, asumió un fuerte compromiso político, actuando con frecuencia como interventor electoral, y fue un indudable defensor de su ciudad adoptiva, San Cristóbal de La Laguna; asimismo, actuó como jurado judicial. Falleció con tan solo 45 años, cuando aún podía haber desarrollado una labor profesional y política mucho más destacada.

Nació en la calle Nueva de Arona el 7 de octubre de 1867, a las doce de la mañana, hijo de don Antonio Ruiz y Núñez, natural de La Laguna, y doña María Frías y Hernández, que lo era del pueblo sureño. El 14 de ese mismo mes fue bautizado en la iglesia de San Antonio Abad por don Miguel Rodríguez Guillama, cura párroco propio de la misma; se le puso por nombre “Ubaldo Marcos de la Salud” y actuaron como padrinos don Antonio García Frías y su esposa doña Ignacia Oramas y Oramas, natural ésta de Granadilla…

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La religiosidad, la vida social, la situación económica y demográfica en el municipio de Adeje, según la Santa Misión de 1965

Hace poco más de medio siglo, en 1965, se celebró una Santa Misión en la isla de Tenerife, una vez concluidas las realizadas en las demás islas de la Diócesis Nivariense. Después de un asesoramiento previo, el obispo de la Diócesis, don Luis Franco Cascón, dispuso que se celebrara dicha Misión empezando por el Sur de la isla y siguiendo un orden geográfico, desde la parroquia de Santiago del Teide hasta la de Barranco Hondo. Tuvo lugar entre la segunda semana de mayo y la segunda de julio, evitando la época de la zafra del tomate, que solía trastocar la vida en el Sur al ocasionar un considerable trasiego de personas, dedicadas en esos meses casi exclusivamente a dicho trabajo, “de día y de noche sin descanso”. Al final de la campaña se tuvo que hacer una ligera variación, para que no coincidieran las fiestas patronales de San Pedro de Güímar con la Santa Misión. Pero resultó interesante el que el Valle de Güímar quedase para el final, con el fin de que la concentración que se planteaba en Candelaria como clausura estuviese más nutrida, como así ocurrió. La dirección de esta campaña misional fue encomendada por el citado obispo a un prestigioso sacerdote jesuita, el padre Sebastián Puerto, director del Centro Misional del Beato Juan de Ávila, en Montilla, a quien acompañarían otros siete padres jesuitas de la Península, más cuatro padres paúles y dos dominicos de Candelaria. Con algo más de un mes de anticipación se desplazó a esta isla el director, con el objetivo de conocer el terreno, tomar contacto con todos los párrocos de cada Arciprestazgo y planear la Santa Misión según las necesidades de cada parroquia, lo que motivó la confección de un estudio sociológico previo en cada una de ellas. La idea que presidió el plan fue “que no quedara ningún grupo de personas, algo notable, sin que llegara a él la gracia de la palabra de Dios”; por ello, dicha misión se extendió a un total de 73 centros, entre parroquias y barrios.

En esa época, el municipio de Adeje estaba constituido por numerosos núcleos de población y contaba con una sola parroquia, la de Santa Úrsula en la cabecera municipal, creada en 1560; tenía categoría de ascenso y una población de hecho de 6.777 habitantes; por entonces, según la descripción de dicha parroquia realizada por el canónigo don José Trujillo Cabrera en su Guía de la Diócesis de Tenerife, se incluían entre sus pagos: Ifonche, Taucho, La Quinta (con la ermita de Santa Margarita), Hoya Grande (con la ermita de La Milagrosa), La Concepción (con la ermita del mismo nombre), Los Menores, Armeñime, La Caleta, El Puertito y Fañabé (con la ermita de la Virgen del Campo); pero, curiosamente, no figuraban Tijoco Alto, Tijoco Bajo, ni la ermita de La Enramada en el litoral, que evidentemente existían por entonces. En la Santa Misión que nos ocupa, se establecieron cuatro centros misionales en el municipio de Adeje: uno en la villa capital; otro en Fañabé; otro en Taucho, que también se extendió al inmediato caserío de La Quinta; y el último en Las Cancelas-Armeñime, que además de dichos núcleos incluyó a los alejados caseríos de Los Menores, El Pinque (actual Playa Paraíso) y El Puertito. En la villa de Adeje tuvo su sede en la parroquia matriz de Santa Úrsula, en Fañabé se utilizó un templo privado, en Taucho y en los otros barrios las distintas escuelas. A continuación, vamos a analizar como tuvo lugar dicha Misión en este término municipal, tal como fue descrita por los propios misioneros que la llevaron a cabo en cada uno de los centros misionales, lo que nos permite conocer como era por entonces la vida religiosa y social, así como la situación económica y demográfica, en algunos de los núcleos que integraban el término municipal, con datos a veces muy curiosos. Llama la atención que en esta Misión no se mencionasen otros pagos alejados del municipio, como Ifonche, Hoya Grande, Tijoco Alto, La Concepción, Tijoco Bajo y La Caleta, cuyos vecinos se supone que acudirían a los centros misionales más cercanos…

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Vilaflor de Chasna: Don Agustín Díaz Hernández (1868 1934), escribiente militar, primer teniente de Infantería, oficial de Hacienda, director de periódicos, maestro superior de Primera Enseñanza, interventor electoral, secretario del Partido Liberal-Demócrata de Tenerife y delegado del gobernador civil de la provincia

Recordamos hoy a uno de los numerosos militares nacidos en Vilaflor, don Agustín Díaz Hernández, quien desde simple soldado fue ascendiendo hasta alcanzar el empleo de primer teniente del Ejército Territorial de Canarias y, además, fue informado favorablemente para el de capitán honorífico; siendo sargento, ejerció como escribiente militar y tallador de quintos, y obtuvo un primer premio en un concurso de tiro. Durante 16 años simultaneó su actividad militar con la de funcionario de Hacienda, primero como aspirante de la Tesorería de Hacienda de Santa Cruz de Tenerife y luego como oficial 5º de las Intervenciones de Hacienda de Navarra, Castellón, Segovia, Santa Cruz de Tenerife y Ciudad Real; también estuvo destinado en la Jefatura de Pósitos de la capital tinerfeña y en la Delegación de Hacienda de Gran Canaria, como recaudador en Santa María de Guía. Asimismo, tuvo una intensa actividad periodística, como director de los periódicos tinerfeños El Imparcial de Canarias, El Porvenir, El Liberal y El País, así como corresponsal del periódico Las Canarias de Madrid. Su inquietud le llevó a obtener los títulos de Maestro Elemental y Superior de Primera Enseñanza, ejerciendo su labor docente por lo menos en Santa María de Guía, así como a viajar por diferentes ciudades de la Península; incluso estuvo a punto de embarcarse en varias ocasiones para algunas capitales de Hispanoamérica, aunque no llegó a hacerlo mientras fue militar. Además, tuvo una notable actividad política como interventor electoral, secretario del Partido Liberal-Demócrata de Tenerife y delegado del gobernador civil de la provincia. Fue, sin duda, uno de los hijos más cultos y destacados nacidos en Vilaflor de Chasna.

Nació en Vilaflor de Chasna el 14 de mayo de 1868, a las diez de la mañana, siendo hijo de los propietarios don Agustín Díaz Viera y doña Celia Hernández Feo. Tres días después fue bautizado en la iglesia de San Pedro Apóstol por el beneficiado propio don José Lorenzo Grillo; se le puso por nombre “Agustín Bonifacio del Rosario” y actuó como padrino el propietario don Jacinto Cano, de la misma naturaleza y vecindad, siendo testigos don Francisco Fumero Évora y don Ambrosio Fumero, ministros de la iglesia…

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