Distinciones municipales concedidas por el Ayuntamiento de Vilaflor de Chasna durante la Dictadura franquista (1936-1975)

Aunque el Ayuntamiento de Vilaflor de Chasna nunca ha sido muy pródigo en la concesión de honores y distinciones, durante la Dictadura franquista se aprobaron muchas más que en toda la historia municipal anterior. A pesar de que tras el golpe de estado que inició la Guerra Civil se acordó mantener los nombres tradicionales de las calles y las plazas del municipio, en las décadas posteriores se concedieron por lo menos diez distinciones para siete personas y una imagen religiosa, siendo probable que aún falte alguna que por el momento no hayamos podido localizar.

En 1936 se nombró Hijo Adoptivo al general don Francisco Franco Bahamonde; en 1943 se concedió la misma distinción al secretario del Ayuntamiento don Manuel Fernández López; en 1947 también se nombró Hijo Adoptivo el nuevo obispo tinerfeño don Domingo Pérez Cáceres y se dio su nombre a la plaza principal de la localidad; pocos años después se nominó una calle con el nombre del ingeniero forestal don Francisco Ortuño Medina; en 1961 se nombró Hijo Predilecto al Hermano Pedro, cuyo nombre también se dio a una avenida; en ese mismo año se nombró Alcaldesa Perpetua a la Virgen de Abona, Patrona del Sur de Nivaria; y en 1962 se concedió el título de Cronista Oficial de Vilaflor, primero al abogado don Jesús Hernández Acosta y luego al maestro y poeta don Emeterio Gutiérrez Albelo, probablemente por renuncia del anterior…

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La Cofradía de las Ánimas Benditas de la parroquia de San Joaquín de Fasnia (1796-1836)

La parroquia de San Joaquín de Fasnia fue erigida por auto del obispo don Antonio Tavira y Almazán fechado el 29 de enero de 1796; comenzó a regir el 19 de marzo de dicho año y tuvo su primera sede en la Iglesia Vieja, que hoy se encuentra en ruinas. En el decreto de mandatos dado por dicho prelado el 13 de ese último mes, se dispuso que se creasen en estas parroquia dos Hermandades: la del Santísimo Sacramento y la de la Misericordia. Si bien sí se creó la primera, no ocurrió lo mismo con la segunda, que fue sustituida por una Cofradía de Ánimas. No obstante, sí se crearía por entonces una Hermandad del Santísimo Rosario.

Como ya nos hemos ocupado con anterioridad de las dos Hermandades mencionadas, en este artículo nos vamos a centrar en la Cofradía de las Ánimas Benditas, que se mantuvo en esta parroquia por lo menos desde 1796 hasta 1836. Tenía como cometido la compasión por aquellos que se habían quedado a mitad de camino entre el Cielo y el Infierno, en el Purgatorio, encargando misas y plegarias, tanto para sus miembros como para los que no tuviesen capacidad económica suficiente para dejar misas por su alma, con el fin de liberarlas y que pudiesen alcanzar la Gloria Eterna, dejando de vagar en pena. Los rezos y oficios comenzaban tras una llamada con un toque especial de campana, el toque de Ánimas, una hora después del Ángelus vespertino. La cofradía aseguraba un número determinado de misas a cada cofrade que muriese y los cirios o velas en su entierro. Asumía además un oficio de aniversario, que se fijaría a comienzos de noviembre, así como la celebración de misas de sufragios generales por los difuntos todos los lunes de cada semana, en el altar de Ánimas que existía en la parroquia, aunque luego, por falta de limosnas, esas misas se reducirían a una al mes; la Cofradía debía pagar tanto los gastos del párroco como de la cera utilizada en esos oficios y a todos ellos estaban obligados a asistir los cofrades. Sus componentes también salían a las calles y a las casas por cuadrillas a pedir limosnas, sobre todo los días anteriores al de los Difuntos y durante noviembre, con el fin de cubrir sus gastos, haciendo oraciones por quien se lo solicitase o cantando algunas canciones, a modo de “rancho de ánimas”. También obtenían ingresos por participar sus cofrades portando velas en los velatorios y entierros, o por amortajar a los difuntos, para con esto dar buen entierro a otros pobres cuyas familias no pudiesen costearlo. Se comprometía así esta Cofradía a pagar el amortajamiento al indigente, así como al campanero y al enterrador, y de celebrar una o dos misas por la intención de aquella alma…

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La Murga “Los Criticados” de Igueste de Candelaria (1969-1972), pionera del municipio y primera mixta del Carnaval tinerfeño

El municipio de Candelaria ha tenido una notable tradición carnavalera, pues además de la conocida y premiada comparsa “Tropicana”, así como de la infantil del mismo nombre, la batucada “Almagec” y otras agrupaciones locales musicales o coreográficas, ha contado en su historia con numerosas murgas: “Los Criticados” de Igueste de Candelaria (1969-1972); “Los Troncopolinos” de Barranco Hondo (1980-1984); “Los Metropolinos” (1987-1989, 1992), de carácter infantil; “Los Apalancados” (1995-1996); “Los Sangarriangas” (2007-2011); “Los Piratas” (2011-2012), infantil; “Los Troyanos” (2013); “Los Disimulados” (2018-2019), infantil; y “Los Arremangados” (2018-2022); salvo las dos primeras, todas las demás con sede en la cabecera municipal. En este artículo nos vamos a centrar en la primera de estas agrupaciones.

En 1969 surgió en Igueste de Candelaria la murga pionera del municipio, “Los Criticados”, por iniciativa de don Juan Higueras y doña Amelia Garabote. También fue la primera que incorporó en sus filas a componentes femeninos, por cuyo atrevimiento fueron muy criticados cuando aún estaban en fase de organización y ensayo, de ahí el nombre que eligieron. En ese primer año actuaron exclusivamente en Igueste; al año siguiente se desplazaron a la cabecera municipal, donde criticaron la labor del Ayuntamiento; en 1971 participaron oficialmente en las entonces “Fiestas de Invierno” de Santa Cruz de Tenerife, aunque fueron descalificados en el concurso por presentarse al mismo una vez comenzado, dadas las dificultades para el desplazamiento desde su pueblo hasta la capital; y en 1972 se disolvieron, tras participar un año más en dichas fiestas. La historia de esta murga, que ocupa un lugar destacado en la historia del carnaval tinerfeño, fue rescatada por el historiador Ramón Guimerá Peña, del que hemos extraído la mayor parte de la información utilizada para este artículo. Sin duda, la existencia de esta agrupación debe ser recordada y reconocida…

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La Orquesta “Power” de la villa de Arafo (1980-1987)

Una de las numerosas orquestas de baile fundadas en Arafo en el pasado siglo XX fue la orquesta “Power”, que recorrió los escenarios de Canarias en los años ochenta. Llevaba el mismo nombre que habían tenido otras agrupaciones musicales de las islas: una orquesta “Power” de Santa Cruz, en 1912; otra orquesta “Filarmónica Power”, también en la capital tinerfeña, en 1923; una orquesta u orquestina “Power” de La Orotava, compuesta por varios miembros de la banda municipal de dicha villa, en 1931-1935; una orquestina “Power” de Santa Cruz de Tenerife, en 1936; otra orquestina “Power” de Teror, en 1935-1936; y la más longeva, una popular orquesta “Power” de El Paso, que formaba parte de la Agrupación Musical Vives, en 1940-1969.

La orquesta “Power” se formó en Arafo hacia 1980 y se mantuvo en los escenarios durante siete años, hasta 1987. Ensayaba en la calle del Correo, en el local de la antigua zapatería que era propiedad de doña Carmen Rosa Marti. Actuó en varias islas y llegó a grabar un cassette. Estuvo compuesta inicialmente por: Heriberto Albertos González “Berto” (saxo alto), Salvador Galdona García (saxo tenor), José Ramón Duque -de Santa Cruz- (bajo), Arsenio Regalado Sánchez (batería), Luis -de Santa Cruz- (piano) y Francisco Hernández Cabrera “Paco” -de Candelaria- (vocalista). Hacia 1984 Berto decidió dejar la orquesta y su plaza de saxo alto fue cubierta inicialmente por el músico militar José Gil Vázquez; pero como éste no permaneció mucho tiempo en el conjunto, dicha plaza fue ocupada luego por Adalberto García Pestano. Además, otras vacantes fueron cubiertas por los siguientes músicos: Alberto García -de Güímar- (piano), José Encinoso Flores (bajo) y el músico militar Collado Estremera (trompeta)…

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La confirmación de la festividad de la Virgen del Socorro de Güímar en la fecha del 8 de septiembre, tras ser solicitado su traslado por coincidir con la de la Virgen de Abona (1851)

En los años treinta del siglo XIX ya se apreciaba una cierta decadencia de la fiesta-romería que se celebraba en la Punta de Abona el 8 de septiembre de cada año, en honor de la Virgen de las Mercedes de Abona, lo que se vino a acentuar tras el incendio que en 1835 destruyó la ermita-santuario que existía en dicho lugar de la costa de Arico. A partir de dicho suceso, la función religiosa de dicha festividad siguió celebrándose en esa misma fecha en la parroquia de San Juan Bautista, templo en el que continuaría haciéndose en el futuro, pero con la antigua imagen de la Virgen del Mar o de Abona.

Esa decadencia se agravó a partir de 1837, al decretarse el traslado de la festividad de la Virgen del Socorro en Güímar, del 26 de diciembre al 8 de septiembre, pues, como ya se ha indicado, en esta última fecha se celebraba anualmente la festividad de la Virgen de Abona. Para conseguir dicho traslado de fecha, la festividad de Güímar se había visto favorecida por la desaparición de la fiesta de la Virgen de los Remedios, compatrona de la parroquia de San Pedro Apóstol, y por la pérdida de la imagen original de la Virgen de Candelaria y el cierre del Convento dominico, así como por el mencionado incendio de la ermita de Abona. Debido a ello, a partir de dicha fecha fueron dejando de concurrir muchos romeros de los distintos pueblos de la isla a la fiesta de la Virgen de Abona de Arico, inclinándose por la que se celebraba en la misma fecha en la ermita güimarera de El Socorro.

Por ese motivo, el 8 de noviembre de 1850, el mayordomo de la Cofradía de la Virgen de las Mercedes de Abona, don Diego de Torres Trinidad, que estaba en el cargo desde 1846, elevó una solicitud al gobernador eclesiástico de la Diócesis Nivariense para que cambiase la festividad de la Virgen del Socorro de Güímar para cualquier otro día que no fuese el 8 de septiembre, fecha en la que se venía celebrando oficialmente desde 1837, basándose en que estaba perjudicando a la fiesta-romería en honor a la Virgen de Abona, que se celebraba el mismo día…

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El cambio oficial de la fecha de la festividad de la Virgen del Socorro de Güímar en 1837, del 26 de diciembre al 8 de septiembre

Al crearse la Cofradía de Nuestra Señora del Socorro en 1643, se institucionalizó la fiesta anual de esta advocación de la Virgen, como patrona de “las sementeras”, para el día 18 de diciembre de cada año, en cuya fecha se celebró en adelante hasta bien entrado el siglo XVIII. Pero a comienzos del siglo XIX dicha festividad ya había cambiado de día, pues la función anual se celebraba “con numerosa concurrencia el dia 2º de Pascua de Navidad”, es decir, el 26 de diciembre, fecha en la que se celebró hasta 1835. Pero las lluvias invernales dificultaron la celebración de la fiesta en muchas ocasiones, obligando a retrasarla para los meses siguientes.

Esos problemas climáticos del mes de diciembre movieron al ilustre sacerdote güimarero Dr. don Agustín Díaz Núñez, a solicitar en 1837 el cambio de fecha oficial de la festividad de la Virgen del Socorro para el 8 de septiembre, lo que lograría gracias a una coyuntura especialmente favorable. Tras conseguir el cambio solicitado, la Virgen del Socorro acaparó la mayor atención de los devotos tinerfeños durante gran parte del siglo XIX, hasta que la Virgen de Candelaria recuperó su antiguo esplendor, gracias a la confirmación de su Patronazgo sobre las dos Diócesis de Canarias en 1867 y a su Coronación Canónica en 1889. Pero ello no impidió que las fiestas en honor de Nuestra Señora del Socorro, en Güímar, se consolidasen y hayan continuado manteniendo una creciente afluencia de romeros hasta el presente…

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La visita de la Virgen de Candelaria a la villa de Santiago del Teide en 1964, en su peregrinación por la isla de Tenerife

En 1964, la venerada imagen de la Virgen de Candelaria llegó por primera y única vez en la historia al municipio de Santiago del Teide, con motivo de la Peregrinación que realizó por la isla de Tenerife para recaudar fondos con destino a la construcción del nuevo Seminario Diocesano en La Laguna, acontecimiento inolvidable en la historia religiosa de Tenerife que duró casi tres meses y medio, del 16 de octubre de dicho año al 28 de enero de 1965. Para esta peregrinación extraordinaria, la Virgen contó con una artística carroza, construida en Güímar, en los talleres de mecánica y chapa de Tejera y en la carpintería de Pánfilo y Tino; fue diseñada por don Manuel García Campos y patrocinada por doña Edelmira Pérez Campos, viuda de Mansito, junto con Acción Católica y Cáritas de dicha ciudad; y se montó sobre una camioneta “Commer” de seis ruedas, cedida por la empresa Hernández Hermanos, S.L. En todos los pueblos visitados, el fervor de los fieles fue impresionante y el éxito económico se vio desbordado con creces, al recaudar más de siete millones de pesetas.

Procedente de Alcalá y Chío, en el municipio de Guía de Isora, la Virgen visitó Santiago del Teide, a donde llegó el martes 3 de noviembre de 1964 y de la que salió al día siguiente para El Tanque. La villa se engalanó con esmero para recibir a la imagen de la Candelaria y, a lo largo de su permanencia, se llevó a cabo un apretado programa de actos. Por entonces, este municipio de Santiago del Teide ya estaba constituido por numerosos núcleos de población: El Valle (villa capital), Valle de Arriba, Las Manchas, El Molledo, El Retamar, Arguayo, Tamaimo y Puerto Santiago. Contaba en ese año con solo dos parroquias, una de ellas muy reciente: San Fernando Rey en la cabecera municipal, creada en 1679, y Santa Ana en Tamaimo, erigida en 1963, que reunían una población de hecho de 1.411 y 1.200 habitantes, respectivamente; ambas estaban atendidas por el cura ecónomo don Horacio Luis de Ávila López…

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Las antiguas fiestas patronales de Fasnia en honor de San Joaquín, celebradas hace más de un siglo

Las fiestas patronales del municipio de Fasnia son las dedicadas a San Joaquín, titular de su antigua ermita y luego de su parroquia, que se celebran tradicionalmente el tercer domingo de agosto. Son tan antiguas como la presencia de esta imagen en Fasnia, desde que se construyó la primera ermita en su honor a mediados del siglo XVII, antes de 1665. En esa primera etapa, era el mayordomo de la ermita de San Joaquín el encargado de su mantenimiento y de organizar la festividad anual del Patrono, en colaboración con el capellán encargado de celebrar en ella las misas en los días de fiesta. Dicho templo había sido dotado por la güimarera doña María Rodríguez de Guasa, quien murió soltera, dejando a la ermita dos fanegadas de tierra que poseía en el Lomo del Santo (en la Montaña de Fasnia y junto al camino real) y en la Fuente Nueva; dichas fincas tierras fueron dadas en tributo a lo largo del siglo XVIII, para con su renta cubrir los gastos de mantenimiento, las celebraciones de misas y su función anual.

Tras la segregación de la parroquia de San Joaquín en 1796, continuó sirviendo de parroquia la vieja iglesia, hasta que en 1800 se bendijo el nuevo templo parroquial en su ubicación actual. En esta nueva etapa, los gastos de las fiestas patronales, sobre todo la misa solemne y la procesión, tuvieron que ser asumidos por los feligreses de la misma. Así, entre las distintas contribuciones eclesiásticas con que estaban gravados los vecinos de Fasnia, en 1805 debían contribuir al cura párroco con “400 reales para la fiesta del patrón San Joaquín”, según recogía la Estadística de Escolar y Serrano.

Inicialmente las fiestas se limitaban a los actos religiosos: misa y procesión. Como curiosidad, en 1841 el párroco beneficiado de Güímar presidió por primera vez la función del patrono San Joaquín; en 1843 la festividad fue aplazada y se produjeron diversos incidentes, al negarse a reconocer el nuevo párroco de Fasnia las prerrogativas del beneficiado de Güímar; desde finales del siglo XIX tuvo que asistir a la fiesta la Guardia Provincial y luego la Guardia Civil, para mantener el orden público; en 1906 se produjo un nuevo aplazamiento de la fiesta de San Joaquín, lo que ocasionó nuevos incidentes; en 1910 las fiestas, organizadas por don Martín Esquivel Díaz, destacaron por sus adornos; en 1911 ya hay constancia de que se celebraron actos populares; en 1917 la iglesia llegó a tal estado de ruina que el alcalde prohibió la celebración de oficios religiosos e, incluso, se suprimió la fiesta anual en honor de San Joaquín; y en 1918 se desplomó la  iglesia con motivo de un fuerte temporal, por lo que, previo acondicionamiento, durante 15 años sirvió como iglesia provisional la reducida sacristía…

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El “Homenaje al árbol” celebrado en Guía de Isora en 1921, en el marco de las fiestas patronales

En el año 1915 se celebró una “Fiesta del árbol” en Guía de Isora, de la que ya nos ocupamos en un artículo anterior. Seis años más tarde se organizó otro “Homenaje al árbol”, en el marco de las Fiestas Patronales del mes de septiembre y como uno de sus principales actos, junto a una exposición artística regional y a la bendición de la torre de la iglesia parroquial, hace justo 101 años.

Considerado el acto más culto de los incluidos en el programa en las fiestas patronales de 1921, se celebró el 18 de septiembre, a partir de las cuatro de la tarde, y en él destacaron las intervenciones de don Francisco Arroyo, administrador de Correos de dicha localidad; don Manuel Gandarias Blanco, juez de primera instancia e instrucción de Santa Cruz de Tenerife; y don Heraclio Sánchez Rodríguez, canónigo magistral de la Catedral de La Laguna y profesor de Derecho Canónico en la Universidad de dicha ciudad, quien por la mañana había procedido a la bendición de la torre de la iglesia. Además, los inquietos isoranos don Francisco Alonso Ferrer y don Manuel González Jordán leyeron sendos trabajos de otros dos personajes: don Manuel Álvarez Hernández, natural igualmente de Guía de Isora, periodista, docente, líder republicano y activista social; y don Francisco González Díaz, periodista y escritor grancanario, considerado el “Apóstol del árbol” y el promotor en las islas de la “Fiesta del árbol” en Canarias. Asimismo, las cultas jóvenes isoranas doña Agustina Borges Coello y doña Rogelia Alonso Delgado leyeron sendos poemas de dos poetas laguneros: don Mateo Alonso del Castillo, prestigioso periodista y profesor de enseñanza media y superior; y don Manuel García Pérez, maestro nacional y también periodista. También intervino la banda de música de Guía de Isora, dirigida por don Manuel Reverón González, y un coro de jóvenes, que inicialmente iba a ser de niños. A dicho acto asistieron las autoridades locales, encabezadas por el alcalde don Abelardo González y González, los presidentes de las sociedades locales, los maestros y los niños de ambos sexos de las escuelas, públicas y privadas. Probablemente tuvo mucho que ver en la organización la Sociedad de recreo e instrucción “Amigos del Arte” de dicha localidad…

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Principales efemérides que se conmemoran en el municipio de Candelaria en 2022, relacionadas con acontecimientos históricos o biográficos

Tras los dos años anómalos que hemos vivido a causa de la pandemia, en este año en que se vuelven a celebrar con normalidad las Fiestas Patronales de Candelaria en honor de Santa Ana, queremos sumarnos a esta celebración recordando los principales aniversarios que se conmemoran en 2022, relacionados con los acontecimientos históricos más curiosos o de mayor trascendencia, así como el nacimiento o la muerte de personajes destacados de este municipio.

A modo de ejemplo, se cumplen los 525 años de la celebración de la primera fiesta de la Purificación o de las Candelas en la Cueva de Achbinico y del culto parroquial en este Valle; los 450 años del inicio de la construcción de la iglesia parroquial de Santa Ana; los 350 años de la construcción y consagración de la primera Basílica de la Virgen de Candelaria; los 325 años del comienzo de la construcción del castillo de San Pedro; los 225 años de la participación de las fortalezas de Candelaria en la defensa de la isla contra los invasores ingleses y del inicio de la reconstrucción del Convento Real de Candelaria; los 150 años del fallecimiento del cuevecitero Agustín Pérez Hernández, sacerdote dominico, profesor, beneficiado propio y arcipreste de Santa Cruz de Tenerife y director de los Establecimientos Provinciales de Beneficencia de dicha capital; los 100 años del regreso de los Dominicos a su Convento de Santa María de Candelaria, con todos los derechos sobre el mismo y el Santuario de la Virgen; los 75 años de la fundación del “C.L. Arguama” de Igueste y del “C.L. Tinerfe” de Barranco Hondo; los 50 años de la inauguración de la nueva casa-cuartel de la Guardia Civil y de la bendición del nuevo templo parroquial de San Andrés Apóstol de Las Cuevecitas; y los 25 años del hermanamiento con el municipio de Candelaria, en la provincia de Pinar del Río (Cuba), de la inauguración del Centro de Salud de Candelaria, de la primera luchada institucional de la Virgen en la plaza de la Patrona y del nombramiento de representante real para esta festividad; etc. etc…

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