Güímar: Doña Lucía Galván Cabrera “Cayita” (1932-1966), misionera hija de la Santa Casa de Nazaret, maestra y superiora con una brillante labor en Venezuela, truncada con su prematura muerte

Lucía Galván Cabrera     Como homenaje a la gran labor desplegada por las religiosas nazarenas en América, queremos recordar a una joven que decidió entregar su vida a Dios y a los humanos, la madre Lucía Galván Cabrera, quien durante una década, como religiosa, maestra y superiora de un colegio, se volcó en la solución de los problemas sociales y educativos del pueblo venezolano, hasta que un desgraciado accidente interrumpió prematuramente su gran labor. En ese gran país hermano, su tierra adoptiva, reposa para siempre.

     Nuestra biografiada nació en Güímar el 9 de diciembre de 1932, a las cinco de la madrugada, siendo hija de don Manuel Galván Santana y doña Dolores Cabrera de la Rosa, vecinos de Los Majuelos. El 8 de enero de 1933 recibió el bautismo en la iglesia de San Pedro Apóstol, de manos de don Domingo Pérez Cáceres, por entonces cura propio de Güímar y arcipreste del partido; se le puso por nombre “Leocadia de la Concepción” y actuó como madrina doña María Pérez…

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Artículo-LUCÍA GALVÁN CABRERA

Güímar en el Cabildo insular de Tenerife: 102 años de representación

Güimareros-Cabildo     Han pasado muchos años desde que en 1913 se constituyeron los Cabildos insulares, en su etapa moderna. En todo este tiempo se ha procurado que la representación de las distintas zonas de la isla fuese lo más equilibrada posible, simultaneándose consejeros del núcleo capitalino, del norte y del sur, e incluso alternándose en la presidencia y vicepresidencia según su procedencia.

     Güímar, como cabecera de la amplia comarca del sureste de la isla, ha estado relativamente bien representada en la Corporación insular. Valga decir, que en estos 102 años han habido 16 consejeros titulares nacidos o avecindados desde niños en este municipio, casi todos naturales de él: don Ignacio González García (1913-1916 y 1922-1924), don Aníbal Hernández Mora (1920-1924), don Waldo Gutiérrez Marrero (1926-1928), don José Fumero y Pérez (suplente 1926-1928 y titular 1929-1930), don Alcibíades Hernández Mora (1936), don Manuel González Hernández (1944-1945 y 1955-1967), don César Julio Hernández Cruz (1949-1952), don Tomás Cruz García (suplente en 1925 y titular 1952-1971), don Juan Álvarez Delgado (1952-1958), don José Mesa Pérez (1958-1961), don Óscar Pérez Rosa (1961-1964), don Pedro Guerra Cabrera (1964-1971), don Pedro Modesto Campos Rodríguez (1964-1979), don Rafael Yanes Mesa (1995-1999 y 2003-2007), doña Vicenta Díaz Sáez (2003-2011) y don Félix Fariña Rodríguez (2015-continúa).

     De todos ellos, ostenta el récord de permanencia en la corporación insular don Tomás Cruz, con 19 años, seguido de don Pedro Modesto Campos, con 15, y don Manuel González, con 14; mientras que por el contrario, don Alcibíades Hernández sólo estuvo dos meses en el cargo. Dos han ocupado la vicepresidencia (don Waldo Gutiérrez y don Tomás Cruz); dos fueron hermanos (don Aníbal y don Alcibíades Hernández) y otros dos padre e hijo (don Ignacio y don Manuel González); cuatro fueron, al mismo tiempo que consejeros, alcaldes de Güímar (don José Mesa, don Óscar Pérez, don Pedro Guerra y doña Vicenta Díaz); otros cuatro desempeñaron también, aunque en distintos períodos, la alcaldía del pueblo natal (don Ignacio González, don Tomás Cruz, don Pedro Modesto Campos y don Rafael Yanes); y dos ocuparon otros cargos municipales (don Aníbal Hernández y don César Julio Hernández). El consejero más antiguo fue don Ignacio González, fundador de la institución (desde 1913), y el más reciente don Félix Fariña (que continúa). El período de mejor representación para este municipio fue el comprendido entre 1949 y 1979, en que siempre se mantuvo algún consejero de Güímar; alcanzándose el máximo esplendor entre 1964 y 1967 en que coexistieron cuatro güimareros (don Manuel González, don Tomás Cruz, don Pedro Guerra y don Pedro Modesto Campos). Por el contrario, el período de peor representación ha coincidido con la presente etapa democrática, pues desde 1979 hasta 1995 ningún güimarero llegó al Cabildo, lo que no deja de ser sorprendente; también la etapa comprendida entre 1930 y 1944 estuvo escasamente representada, pues sólo durante dos meses, en 1936, estuvo presente en la Corporación insular un güimarero, don Alcibíades Hernández…

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Artículo-GÜIMAREROS EN EL CABILDO

Güímar: Don Aníbal Hernández Díaz (1908-1972), directivo fundador de la Sociedad Cultural “El Porvenir”, de la Agrupación Socialista Obrera y del “Casino Escobonal”, corresponsal de La Prensa, primer presidente del “C.L. Benchomo” y árbitro de lucha canaria

Aníbal Hernández Díaz     Este artículo está dedicado a un escobonalero inquieto y polifacético, quien después de emigrar a Cuba en dos ocasiones se estableció en su pueblo natal, en el que dio rienda suelta a sus inquietudes culturales, sociales y políticas. Por ello, fue socio fundador, tesorero, vicesecretario y secretario de la Sociedad Cultural “El Porvenir” de El Escobonal; figuró entre los fundadores de la Agrupación Socialista Obrera del Escobonal, de la que fue secretario de la mesa de discusión; y actuó como corresponsal de La Prensa en dicho pueblo. Tras el paréntesis de la Guerra Civil continuó dando rienda suelta a su compromiso social, pues fue secretario fundador del “Casino Escobonal”, así como primer presidente del equipo de lucha de dicho pueblo; también se colegió y actuó como árbitro de lucha canaria. Desde el punto de vista profesional, trabajó como agricultor, estando luego encargado de un empaquetado y de un almacén de papas, y posteriormente ejerció como corredor de fincas; estuvo empleado en Gran Canaria y en Santa Cruz de Tenerife, donde murió.

     Nació en El Escobonal (Güímar) el 29 de marzo de 1908, a las diez de la noche, siendo hijo de don Juan Hernández Díaz, natural de Fasnia y oriundo por su padre de la Villa de La Orotava, y de doña Rosa Díaz Yanes, que lo era del citado pago. El 25 de abril inmediato fue bautizado en la iglesia de San Joaquín de Fasnia por el cura regente don José Batista y Cabrera, quien también era capellán de la ermita de San José de El Escobonal; se le puso por nombre “Aníbal Juan” y actuaron como padrinos don Telesforo Hernández Rodríguez, soltero, y su hermana doña María de la Candelaria Hernández Rodríguez, casada, naturales y vecinos del caserío de Aguerche (El Escobonal)…

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Artículo-ANÍBAL HERNÁNDEZ DÍAZ

Güímar: Don Antonio Rafael Batista Cruz (1926-1956), alférez de complemento de Infantería, farmacéutico, analista, profesor de Matemáticas y concejal del Ayuntamiento de Güímar

Antonio Rafael Batista Cruz     Tras superar el primer año de Ingeniería Agrónoma en Madrid, en la misma capital cursó brillantemente la carrera de Farmacia y obtuvo el título de inspector farmacéutico. Simultáneamente prestó su servicio militar en la Milicia Universitaria (I.P.S.), en la que alcanzó el empleo de alférez de complemento de Infantería. Un año después de acabar su carrera abrió en Güímar la Farmacia Batista, en la que también hacía análisis y ejercía como inspector farmacéutico municipal, a la vez que atendía las cuantiosas propiedades agrícolas de la familia. Fue, además, profesor sustituto de Matemáticas en los Colegios “Santo Domingo” y “San Pedro” de Güímar,  así como concejal del Ayuntamiento de la entonces villa, en la que falleció cuando contaba tan solo 30 años de edad.

     Nació en Güímar el 27 de marzo de 1926, siendo hijo de don Andrés Batista y Batista y doña María Cruz García, naturales de Arafo. El 26 de abril inmediato fue bautizado en la iglesia de San Pedro Apóstol por el cura ecónomo don Rafael Cabrera y González, Lcdo. en Sagrada Teología; se le puso por nombre “Antonio Rafael” y actuó como madrina su abuela materna, doña Rafaela García Rodríguez…

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Artículo-ANTONIO RAFAEL BATISTA CRUZ

Güímar: Don Juan Moriarty y Delgado (1800-1881), brigadier (general de brigada) de Caballería, jefe de la escolta del Regente Espartero y diputado a Cortes por Canarias

     Hasta el presente, que sepamos, sólo han sido tres los tinerfeños, nacidos en el Sur de la isla, que han alcanzado el empleo de general de brigada o brigadier de los Ejércitos Nacionales. El más antiguo de ellos es el personaje al que dedicamos este artículo, cuya existencia fue dada a conocer por el destacado investigador don José Hernández Morán, en un artículo publicado en “El Día” el 17 de septiembre de 1970. Don Juan Moriarty y Delgado-Trinidad procedía de una ilustre familia de gran tradición militar y política, pero en ambas facetas llegó a superarlos a todos. Fue teniente de Milicias del Regimiento de Güímar, sub-brigadier de la Guardia de Corps, comandante centurión de Lanceros de la Guardia Real, coronel jefe de la escolta del Regente del Reino (general Espartero, Duque de la Victoria), jefe del Regimiento de Almansa y brigadier de Caballería del Estado Mayor del Ejército. Acompañó a Espartero en la guerra carlista de Navarra, en las batallas de Aragón y en las sublevaciones de Barcelona; participó en dos alzamientos militares, teniendo que exiliarse a Gibraltar a causa del primero, mientras que el segundo supuso la vuelta de Espartero como presidente del Consejo. Por los méritos contraídos en las distintas acciones de guerra fue condecorado con la Cruz de primera clase de la Real y Militar orden de San Fernando, la Gran Cruz de la Real y distinguida Orden Militar de San Hermenegildo y la Cruz de Comendador de Isabel la Católica. Además, fue elegido diputado a Cortes por Canarias, cargo que ostentó durante tres años. Sin duda, ha sido uno de los hijos más ilustres de Güímar de todos los tiempos.

     Nació en Güímar el día 14 de julio de 1800, en la conocida y desaparecida casi en su totalidad “casa del torreón”, frente a la capilla y plaza de San Pedro Arriba; siendo hijo de don Juan Moriarty Díaz, natural de Santa Cruz de La Palma, y de doña Catalina Delgado-Trinidad y Hernández de Arrosa, que lo era del mencionado lugar de Güímar, donde habían contraído matrimonio el 25 de junio de 1797. Al día siguiente recibió el bautismo en la iglesia parroquial matriz del Apóstol San Pedro, de manos de don Andrés O’Ryan, capellán del Regimiento irlandés de Ultonia, con licencia del beneficiado servidor don Florentín Núñez y Torres; se le puso por nombre “Juan Nepomuceno del Santísimo Sacramento Buenaventura María del Carmen” y actuó como padrino su tío materno don Luis Delgado Hernández…

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Granadilla de Abona – Vilaflor de Chasna: Don Francisco Cruz Alayón y Salcedo (1746-1801), párroco de Granadilla, beneficiado de Güímar y de Vilaflor

Francisco Cruz Alayón-iglesias     Natural de La Orotava, el sacerdote al que dedicamos este artículo fue un hombre de recia personalidad y notable prestigio, que desarrolló casi toda su labor pastoral en el Sur de Tenerife, en tres importantes parroquias. Primero fue cura párroco de Granadilla de Abona durante 17 años; luego beneficiado de Güímar y Candelaria otros cuatro años, período en el que se segregaron las parroquias de Santa Ana de Candelaria y San Juan Degollado de Arafo, pese a su oposición; y, finalmente, beneficiado de Vilaflor de Chasna durante los últimos siete años de su vida, en los que también le tocó sufrir la segregación de las parroquias del Arcángel San Miguel de San Miguel de Abona y San Antonio Abad de Arona, a lo que también se opuso férreamente. Mientras regentaba la parroquia de Vilaflor opositó, sin éxito, al curato del Sagrario de la Santa Iglesia Catedral de Las Palmas de Gran Canaria.

     Nuestro biografiado nació en el pago de la Montañeta (La Orotava) el 11 de enero de 1746, siendo hijo de don Antonio de la Cruz Valladares y doña María (Rodríguez) de Alayón Salcedo, naturales y vecinos de dicha villa. Seis días después fue bautizado en la iglesia matriz de Ntra. Sra. de la Concepción por el Lcdo. don Antonio Francisco Clemot, beneficiado servidor de la misma; se le puso por nombre “Francisco José Antonio” y actuó como padrino don José Hernández Escobal, vecino de dicha villa…

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Artículo-FRANCISCO CRUZ ALAYÓN

“Los 5 del Sur” o “Ritmo del Sur” (1959-1970), última orquesta de El Escobonal (Güímar)

Ritmo del Sur-2     Este artículo está dedicado a la última orquesta de baile que existió en El Escobonal, la cual durante su existencia llegó a tener tres nombres sucesivos: “Ritmos del Sur”, “Los 5 del Sur” y “Ritmo del Sur”. Fue fundada en 1959, promovida y dirigida inicialmente por Ambrosio Domínguez “El Panadero”, quien además tocaba la trompeta y en su panadería tenían lugar los ensayos; en sus inicios también formaron de ella tres músicos locales: Octavio Rodríguez (violín y saxofón), Luis de la Rosa (saxofón) y Teodoro Leandro “Efraín” (guitarra).

     Tras la marcha de Ambrosio hacia 1961, la dirección de la orquesta fue asumida por Octavio “El Carpintero”, quien aparte de tocar el bajo estaba encargado de la contratación y en su carpintería se llevarían a cabo los ensayos. Durante un poco tiempo (cuatro o cinco bailes) se integraron en el grupo tres músicos güimareros: Juan Pedro (trompeta), Jerónimo “Momo” (saxo) y Silvestre Expósito (saxo). Como vocalistas actuaron inicialmente varios de los músicos, sobre todo Luis, y luego fueron contratados Agustín (de Barranco Hondo) y Antonio Cordero (de San Isidro). En 1962 se incorporó un músico local, Fortunato Gómez “Nato” (acordeón), quien estuvo de baja al emigrar a Holanda (de 1966 a 1967); en 1965 debutó con su trompeta otro hijo del pueblo, Miguel Rodríguez (hijo de Octavio); y en 1969 cesó Efraín, el batería, que fue reemplazado por Carlos, un joven vecino de La Hidalga (Arafo). Este recordado conjunto musical se disolvió en 1970…

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Las propuestas de anexión del municipio de Arafo al de Güímar en el siglo XIX, a causa de sus dificultades económicas

Güímar-Valle-3     El pueblo de Arafo compartió su historia religiosa y municipal con Güímar y Candelaria hasta mediados del siglo XVIII y luego casi exclusivamente con esta última localidad hasta finales de esa misma centuria, en que logró su segregación definitiva (en 1795 en lo religioso y en 1798 en lo civil). Pero en la segunda mitad del siglo XIX se planteó en varias ocasiones la posibilidad de suprimir el término municipal de Arafo, dada la grave situación económica por la que atravesaba el Ayuntamiento, y su anexión al vecino municipio de Güímar.

     El 26 de octubre de 1848, el titular del Gobierno político de la provincia firmó una circular en la que instaba a los municipios más pequeños, con poca población preparada para llevar un Ayuntamiento o con escasos recursos económicos para cubrir los gastos del personal, a que solicitasen su supresión y la agregación a otro, con el fin de constituir un distrito municipal capaz de cumplir las obligaciones que le imponía la ley. El 2 de mayo de 1854, El Noticioso de Canarias se ocupaba del intento de algunos vecinos de Güímar  por anexionarse Arafo, pero lo cierto es que por entonces no pasó nada. La prolongación de los problemas económicos de Arafo y sus incumplimientos económicos, hizo que el 14 de abril de 1866 El Insular plantease de nuevo la conveniencia de agregar el distrito municipal de Arafo al de Güímar, pues no podía atender sus compromisos, como el pago a los maestros.

     La caótica situación municipal española y la necesidad de mejorar el estado financiero de los ayuntamientos, motivó que el Gobierno central se plantease la posibilidad de reestructurar dichas instituciones, a través de una Real Orden promulgada el 23 de octubre de 1867, que fue recogida en la circular nº 189 del gobernador civil de la provincia de Canarias, firmada en Santa Cruz el 24 de diciembre de dicho año y publicada en el Boletín Oficial de la Provincia del 27 del mismo mes, “referente á la supresión, conservación y agregación de distritos municipales de estas Islas”. Entre otras cuestiones, debían informar al Gobierno Civil de la conveniencia de ser anexionados a otro municipio y en ese caso a cual, o de lo contrario, debían exponer sus razones para que se les agregase uno suprimido y también los recursos de que disponían para poder cubrir sus presupuestos. Con motivo de dicha circular, el municipio de Arafo sufrió el más grave intento de alteración de sus límites, al plantearse seriamente la posible fusión de los términos de Güímar y Arafo. Pero ante tal posibilidad, la corporación municipal arafera se opuso de forma tajante a la agregación a otro término, tal como manifestó en la sesión celebrada el 6 de enero de 1868. Por su parte, como respuesta a dicha circular, el Ayuntamiento de Güímar acordó, en sesión ordinaria celebrada el 12 del mismo mes, en primer lugar defender su distrito por ser el núcleo central y más poblado del Valle, considerando inoportuna la agregación a otro municipio y la pérdida de sus prerrogativas municipales; y en segundo lugar proponer al gobernador civil la anexión al mismo del pueblo de Arafo, que pasaría a ser un barrio más. Pero esta pretensión de variar la configuración territorial y administrativa de ambos municipios fue tan solo una propuesta que, como las anteriores, quedó en papel mojado, pues nunca se llevó a cabo y ambos pueblos han seguido manteniendo su integridad municipal…

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Güímar: Doña María Casilda Delgado Fariña (1922-1996), religiosa misionera de Nazaret, maestra y pedagoga en Biología y Química, profesora, directora de colegios y pintora

Casilda Delgado Fariña     Nuestra biografiada fue la primera güimarera que entró en las Misioneras de Nazaret, después de que estas religiosas se estableciesen en Güímar. En el colegio-convento de esta localidad tomó el hábito e hizo los votos temporales y la profesión perpetua; también estuvo destinada en el colegio de Los Realejos durante cerca de 14 años. Pero la mayor parte de su vida la pasó en Venezuela, donde obtuvo los títulos de maestra y pedagoga en Biología y Química; durante 42 años desarrolló una dilatada labor religiosa, docente y social en diez colegios de aquel país regentados por las nazarenas, en cuatro de los cuales también ocupó la dirección. Además, destacó como pintora. Como reconocimiento a su labor, en vida se le tributó un homenaje al cumplir las bodas de oro como religiosa y se le concedieron dos condecoraciones; después de muerta se le tributó un nuevo homenaje en  el Colegio “Fe y Alegría” de Punto Fijo y se dio su nombre a una calle de su barrio natal, en Güímar.

     Nació en La Raya, en el barrio de La Hoya (Güímar), el 30 de diciembre de 1922, a las dos de la madrugada, siendo hija de don Donato Delgado Pérez y doña Francisca Fariña Jorge. El 30 de enero de 1923 fue bautizada en la iglesia de San Pedro Apóstol por el cura regente don Juan Jesús Amaro y Díaz, Dr. en Sagrada Teología; se le puso por nombre “María Liberta” y actuó como madrina doña Juana Cáceres Romero (madre del obispo don Domingo Pérez Cáceres), siendo testigos don Rafael  Jordi Rincón y don José Jordi Rincón, de la misma vecindad…

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Artículo-MARÍA CASILDA DELGADO FARIÑA

Las visitas de la Virgen del Socorro de Güímar al municipio de Arafo

Virgen Socorro-Arafo     Diversas han sido las visitas de imágenes de distintas advocaciones de la Virgen que, procedentes de otras localidades, por diferentes motivos se han acercado hasta la villa de Arafo. Algunas de ellas gozan en este municipio de una profunda veneración, sobre todo la Virgen del Socorro de la vecina ciudad de Güímar, imagen que ha visitado esta villa en cuatro ocasiones.

    La primera visita de la Virgen del Socorro tuvo lugar en 1954, coincidiendo con el Año Santo Mariano; la segunda fue en 1965, con el objetivo de impulsar la Santa Misión que se estaba celebrando en dicha localidad; la tercera en 1988, con motivo de la clausura del Año Santo Mariano; y la cuarta, hasta ahora la última, se produjo en 1999, dentro de la peregrinación organizada por el V Centenario de la ciudad de Güímar. Procedente de Güímar, en tres de las visitas la venerada imagen hizo una primera escala en la entonces ermita de Ntra. Sra. del Carmen, en el barrio del mismo nombre, donde tenía lugar la bienvenida oficial; por su parte, la función de despedida se oficiaba en la iglesia parroquial de San Juan Degollado y desde ella regresaba al municipio de origen, a través del barrio de San Francisco Javier…

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