Candelaria: Don Agustín de Castro (1784-1841), piloto, armador, práctico de puerto, teniente coronel graduado de Infantería, alcalde de mar y gobernador de armas

   Muchos fueron los canarios que participaron activamente en las guerras de Independencia de las distintas colonias españolas en América; de ellos, unos lo hicieron al lado del Ejército español y otros junto a las tropas insurrectas. Don Agustín de Castro fue uno de esos isleños que se encontraban en Venezuela cuando comenzó la Guerra de Independencia, y de los que optó por ponerse al lado del Ejército Realista, aportando no sólo su persona sino también sus barcos, armados y tripulados, y gran parte de sus bienes para socorrer a las víctimas de crueles sitios. Conocía perfectamente el dominio de los navíos, fue un buen estratega y destacó sobremanera en cuantas acciones navales le tocó participar, como los sitios de Puerto Cabello (Venezuela) y Tampico de Tamaulipas (Méjico), así como en la batalla naval del Lago Maracaibo, ganándose por ellas su ascenso hasta capitán de las Milicias regladas de Infantería y el sobregrado de teniente coronel. Fue, en suma, un hombre responsable y fiel a sus ideas. A su regreso a Tenerife, fue nombrado comandante del guardacostas de la isla, así como alcalde de mar accidental y gobernador de las armas del municipio de Candelaria.

      Nuestro biografiado nació en el lugar de Candelaria el 1 de marzo de 1784, siendo hijo de don Pascual de Castro y Mesa, natural de Güímar, y de doña Laura Castellano de Mesa, que lo era de la primera localidad. Seis días después recibió el bautismo en la iglesia parroquial de Santa Ana, de manos de don Fernando de San José Fuentes, cura teniente de beneficiado; se le puso por nombre “Ángel Agustín del Carmen” y actuó como padrino don José Coello…

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Datos para la historia de Igueste de Candelaria

Igueste Candelaria-iglesia     En este artículo queremos recordar los acontecimientos y los personajes más destacados que han conformado la historia de Igueste de Candelaria, que durante más de cuatro siglos fue el mayor núcleo de población del municipio y cuyos principales aspectos iremos desarrollando en trabajos posteriores.

     Tras la aparición de la imagen de la Virgen de Candelaria o “Chaxiraxi” de los guanches y su traslado posterior a la Cueva de Achbinico, fue venerada por los aborígenes del Bando de Goymar, que le cedieron un rebaño de 600 cabras que pastaban en el Valle de Igueste, destinado a tal efecto por el Rey, teniendo pena de muerte el que intentase robarlo u osara meterse con su ganado en dicho lugar. El guardián de dicho rebaño y paraje era el guanche Napay Guacherbe, después Francisco Napay, que por lo tanto es el primer habitante conocido de Igueste.

      En la toponimia de este pueblo quedan vestigios de los guanches, de sus ritos y costumbres, como la Montaña de Arguama o “Montaña Santa”, la “Laja del Diablo” en Chacorche y “El granel de los guanches” (cueva en el barranco de Afirama). Y entre los yacimientos arqueológicos descubiertos en este lugar destacan numerosas cuevas o auchones, tagoros, santuarios, majadas pastoriles, concheros y cuevas sepulcrales…

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Arafo-Candelaria: Don José de Baute Santos (1739-1820), teniente de Artillería, comandante de armas, castellano, guarda-almacén de Artillería, teniente coronel de Milicias, Caballero de San Hermenegildo, síndico personero y alcalde de Candelaria-Arafo, descendiente del Rey guanche de Adeje

      En este artículo nos ocupamos del militar de mayor graduación nacido en Arafo, que vivió gran parte de su vida en Candelaria, donde falleció. Comenzó su carrera en Artillería, pero enseguida ascendió a subteniente y teniente de las Milicias Provinciales. Con este último empleo se reintegró al cuerpo de Artillería, como comandante de la media Compañía de Artilleros Milicianos de Candelaria, volviendo luego a las Milicias, en las que ascendió a capitán y alcanzó el retiro con el empleo de teniente coronel. Fue comandante de armas de Candelaria durante más de cuatro décadas, además de teniente castellano del Castillo de San Pedro, castellano de la Batería de Santiago y guarda-almacén de Artillería en dicha localidad, siendo condecorado con la Cruz de la Orden de San Hermenegildo; asimismo, desempeñó el cargo de síndico personero y, en tres ocasiones, el de alcalde de Candelaria y Arafo (cuando todavía constituían un único municipio), que repitió en otras dos etapas, solo del primer municipio. Además, poesía amplias propiedades agrícolas en Arafo, así como algunos pozos de nieve, producto del que fue uno de los principales suministradores en el archipiélago. Desde el punto de vista familiar, descendía de los antiguos guanches de la isla, concretamente y en una de sus ramas del Rey don Diego de Adeje; por ello, era uno de los que podían cargar y acompañar en procesión a la Virgen de Candelaria, según privilegio real.

      Este ilustre personaje nació en el pueblo de Arafo el 11 de enero de 1739, siendo hijo de don Juan de Baute Santos y doña María de Barrios Rodríguez; fue bautizado el 18 de ese mismo mes en la iglesia de Santa Ana de Candelaria, a cuya jurisdicción pertenecía por entonces dicho lugar, por fray Miguel de Salas teniente del beneficiado, quien le impuso el nombre de “Joseph”, siendo apadrinado por don Bernardo Pérez Marrero, también vecino de Arafo…

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El escudo municipal de la Villa de Candelaria: su tramitación y concesión

       Mientras se tramitaba la solicitud del título de “Siempre abnegada y piadosa Villa”, el Ayuntamiento de Candelaria inició en 1956 otro expediente para que se le autorizase la creación de un escudo heráldico municipal, el cual después de una larga tramitación se vino a conceder por acuerdo del Consejo de Ministros y decreto del jefe del Estado dado en Madrid a 10 de enero de 1958, como veremos en el presente trabajo. Por ello, en el mes de enero de 2008, se conmemoró en Candelaria el 50 aniversario de la aprobación de su escudo municipal.

     El artífice de ambos logros fue el alcalde Andrés Tejera Reyes, que nació en Candelaria el 18 de diciembre de 1906, siendo hijo de Pedro Tejera Marrero y de Antonia Reyes Fariña. Perteneciente al reemplazo de 1927, prestó sus servicios como soldado en el Regimiento de Ingenieros de Tenerife. Una vez licenciado, fue nombrado recaudador de este Ayuntamiento, plaza que ocupó durante casi tres años (de 1936 a 1939); por entonces fue movilizado con motivo de la Guerra Civil en el mismo Regimiento de Ingenieros, en el que alcanzó el empleo de cabo. Posteriormente, en 1941 fue presidente de la Comisión de festejos de Santa Ana y luego accedió a la Alcaldía de este municipio, que desempeñó durante ocho años (de 1953 a 1961). Andrés Tejera falleció en la Clínica la Colina de Santa Cruz de Tenerife el 10 de octubre de 1994, cuando contaba casi 88 años de edad. Le sobrevivió su esposa María Luisa González Sabina. Y desde el año 2000 lleva su nombre una calle de esta Villa Mariana, muy cercana a este Ayuntamiento, en la que actualmente vivo…

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La tramitación y concesión a Candelaria del título de “Siempre abnegada y piadosa Villa”

     En el año 2007 se conmemoró en Candelaria el 50 aniversario de la concesión del título de “Siempre abnegada y piadosa Villa” y al año siguiente, en 2008, se celebró el mismo aniversario de la concesión del escudo municipal. Con ambos motivos, impartimos una conferencia en el Ayuntamiento de Candelaria, con el deseo de que no pasasen desapercibidas las Bodas de Oro de eventos tan significativos.

    Dedicamos el presente artículo a recordar la dilatada tramitación de la primera de dichas distinciones, el título de Villa, que aún ostenta con orgullo este amplio municipio sureño.

      A mediados del siglo XX, el Ayuntamiento de Candelaria remitió al Instituto de Estudios de Administración Local y al Gobierno Civil unos antecedentes históricos de la localidad para que se mejorase su catalogación ente los núcleos de población de la isla, pues hasta entonces se la consideraba como un mero “Lugar”; pero se le contestó negativamente en lo relacionado con la heráldica y tratamiento del Ayuntamiento, dado que los cambios de categoría de las poblaciones tenían como condición previa la autorización y reconocimiento del Ministerio de la Gobernación. Por ello, el 4 de mayo de 1954 el alcalde de Candelaria don Andrés Tejera Reyes elevó al Ayuntamiento una larga moción, con el fin de iniciar un expediente en tal sentido…

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Artículo-CONCESIÓN TÍTULO VILLA CANDELARIA

Candelaria-Arico: Don José Antonio Baute Chico (1939-2003), sacerdote de férrea vocación, vicearcipreste de El Hierro y párroco de Arico

     Lo conocí como estudiante del Instituto de Güímar y enseguida me despertó admiración aquel hombre, mucho mayor que nosotros, que partiendo de un origen humilde suplió su carencia de estudios con una enorme voluntad y con la fe absoluta en que lograría alcanzar su meta, el ser sacerdote de Cristo. Y así lo hizo, a pesar de las fuertes trabas que se le pusieron en su camino, pues gracias a su férrea vocación logró ser ordenado y destinado a diversas parroquias de la Diócesis. Pero al final de su vida, la incomprensión dentro de la propia jerarquía eclesiástica volvió a poner a prueba su profunda vocación, que una vez más se impuso a la complejidad humana. Y un absurdo accidente vino a truncar de manera inesperada la vida de este hombre admirable, un humilde y entrañable sacerdote del clero tinerfeño, que fue párroco de El Pinar, vicearcipreste de El Hierro y párroco de Arico.

     Nuestro biografiado nació en Araya el 26 de abril de 1939, alas doce de la noche, siendo hijo de don Juan Baute Chico y doña Matilde Chico Baute. El 2 de julio de ese mismo año fue bautizado en la iglesia de Santa Ana de Candelaria por el cura párroco Fray Vicente Bravo y Bravo, de la Orden de Predicadores; se le puso por nombre “José Antonio” y actuó como padrino don Federico Chico Baute. El 3 de febrero de 1940 fue confirmado en el mismo templo…

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Artículo-JOSÉ ANTONIO BAUTE CHICO

Apuntes para la historia de Barranco Hondo (Candelaria)

     En el presente artículo queremos recordar los principales acontecimientos y personajes que han conformado la historia de este pueblo, cuyos principales aspectos pensamos desarrollar en trabajos posteriores.

    En la toponimia de este lugar quedan vestigios de los guanches del menceyato de Goymar, de sus ritos y costumbres, como la “Cueva y Salto del Infierno” y “La Trojita”. Asimismo, entre los yacimientos aborígenes descubiertos destacan: el panteón dela Media Montaña, con restos de 160 personas que fueron a parar al Museo Municipal de Santa Cruz de Tenerife; y en la Cueva de la Arena (El Picacho) se encontró un sarcófago de tea, que permaneció durante años en el gabinete científico de la capital tinerfeña.

     Desde el siglo XVI comenzaron a establecerse en Barranco Hondo algunas familias aisladas, que a comienzos del siglo XVIII ya constituían un pequeño caserío, que fue creciendo en las proximidades del barranco que le da nombre, condicionado por la topografía y la pendiente. Sus habitantes se dedicaban por entonces, como en los dos siglos siguientes a la agricultura (alcanzando fama el pueblo por sus ricas frutas pasadas, tanto higos como porretas) y al pastoreo…

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La primera Desamortización de 1821 y el traslado de la Parroquia de Santa Ana al Santuario del suprimido Convento dominico de Candelaria

      En los casi cinco siglos de historia parroquial de Candelaria, se conocen más o menos parcialmente varios hechos significativos: la creación en 1533 del Beneficio o parroquia del Valle de Güímar, que comenzó a regir en 1539 con sede inicial en el Santuario de la Virgen y a partir de 1543 en la cueva de San Blas; la construcción de la iglesia de Santa Ana y el establecimiento en ella de dicha parroquia comarcal hacia 1580; el traslado de esa parroquia a Güímar en 1630; el pleito entablado entre los vecinos de Candelaria y Arafo con el beneficiado de Güímar, al negarse a acudir a la parroquia de San Pedro Apóstol, que concluyó con la creación en 1641 de una ayuda de parroquia en la iglesia de Santa Ana, con jurisdicción sobre Arafo, que se hizo realidad dos años más tarde; y la separación total de ésta del Beneficio de Güímar en 1795, con lo que por fin Candelaria alcanzaba la plena autonomía religiosa, con una parroquia de Santa Ana independiente que se ha mantenido hasta el presente, aunque con el tiempo ha sufrido varias segregaciones.

    Pero existe un acontecimiento prácticamente desconocido, del que nos vamos a ocupar en el presente trabajo, el traslado de la parroquia de Santa Ana a la capilla del convento dominico, con motivo de la primera Desamortización de 1821 y con el fin de evitar el expolio de éste, permaneciendo allí dos años y casi tres meses…

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