Guía de Isora: Sor Maximina de San Luis Gonzaga Espínola (1870-1930), religiosa de clausura del Monasterio de Santa Clara de La Laguna

     El presente artículo está dedicado a una religiosa sureña de clausura, perteneciente a una ilustre familia de militares y políticos. A los 17 años de edad tomó el hábito en el Monasterio de Santa Clara de La Laguna con el nombre “Sor Maximina de San Luis Gonzaga”; un año y medio después profesó en el mismo para monja de coro, previa la correspondiente dote aportada por su padre, y en él continuó durante casi 43 años como religiosa de clausura, hasta su muerte.

     Nació en Guía de Isora el 23 de noviembre de 1870, a la una de la noche, siendo hija de don Agustín Espínola y González, natural de Arona. Al día siguiente fue bautizada en la iglesia de Ntra. Sra. de la Luz por el cura párroco don Epifanio Díaz Saavedra; se le puso por nombre “Maximina Paula del Jesús” y actuó como madrina doña María González Casañas, vecina de dicha feligresía, casada y jornalera…

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Artículo-SOR MAXIMINA DE SAN LUIS GONZAGA

La “Orquesta del Pencón” o “Los Abejones” de El Escobonal –Güímar– (1942-1946) y su director don Pelagio Díaz Pérez

     En anteriores artículos ya nos hemos ocupado de algunas de las populares orquestas de baile que se prodigaron en El Escobonal en el segundo tercio del siglo XX, dado su protagonismo en la vida de muchas generaciones de agacheros. Entre ellas destacaron: la denominada “El Escobonal”, fundada y dirigida por don Joaquín Rodríguez; la “Orquesta del Barranco” o “Sexteto Apolo”, bajo la dirección de don Tomás de la Rosa; la de “Los Peregrinos”, luego llamada “La Alegría”, en el Escobonal de Arriba, fundada y dirigida por don Octavio Rodríguez; la “Orquesta del Pencón” o “Los Abejones”, en el Escobonal de Abajo, a cuyo frente estaba don Pelagio Díaz; la dirigida por don Honorio en Lomo de Mena; y “Los Cinco del Sur” o “Ritmo del Sur”, que de momento es la última creada en Agache, que también fundó y dirigió don Octavio Rodríguez. Menos la última, todas las demás comenzaron siendo sólo de cuerda e interpretando sobre todo música folclórica, para luego admitir instrumentos de viento e incorporar otras piezas bailables, como pasodobles, boleros y otras melodías sudamericanas.

     En este artículo solo nos vamos a ocupar de la cuarta de ellas, la “Orquesta del Pencón”, que durante cuatro años amenizó los bailes de asalto del “Casino del Escobonal”, que se celebraban los domingos, alternándose con la orquesta de El Escobonal de Arriba; por lo general, dichos bailes eran sólo de tarde, aunque al tercer domingo se solían hacer de tarde y noche. Además, sus servicios fueron requeridos desde otros pueblos, por lo que sus actuaciones se sucedieron por: Lomo de Mena, en casa de doña Priscila; Fasnia, en los salones de baile de don Juan Díaz y don Pepe Corona, junto al Ayuntamiento, así como en La Zarza, Sabina Alta, y La Sombrera (en casa de doña Emilia); y en el amplio municipio de Arico, en El Bueno, La Sabinita, Arico el Nuevo y Punta de Abona, donde permanecían tres días invitados en distintas casas. Su organizador y director fue el recordado escobonalero don Pelagio Díaz Pérez (1925-1997), músico, comerciante y empresario…

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Fasnia: Don Juan Pérez Marrero (1834-1919), cabo 1º de Milicias, comandante de armas, juez municipal fugaz, presidente del Comité Reformista local y fiscal municipal no posesionado

     Nuestro biografiado solo fue un modesto agricultor; no obstante, al igual que otros miembros de su familia, llegó a seguir una corta carrera militar, en la que alcanzó el empleo de cabo 1º de Milicias, con el que desempeñó la comandancia de armas de Fasnia. Además, tuvo un importante peso político en su municipio natal, que lo llevaron a solicitar y obtener los cargos de juez municipal y fiscal municipal; pero como político fusionista fue duramente criticado en la prensa por sus enemigos políticos, que lo acusaron de inepto, por lo que fue destituido de dichos cargos. A pesar de ello, también fue presidente del Comité Reformista local, compromisario para la elección de senadores e interventor electoral.

     Nació en el pago de La Zarza (Fasnia) el 26 de agosto de 1834, siendo hijo de don Juan Antonio Pérez González y doña María de la Merced Marrero del Pino, naturales y vecinos de dicha feligresía. Tres días después fue bautizado en la iglesia de San Joaquín por el cura rector, don Victorino Perdigón y Abreu; se le puso por nombre “Juan Antonio” y actuó como madrina doña María Pérez…

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Artículo-JUAN PÉREZ MARRERO

El Juzgado Municipal y el Registro Civil de Arico (1870-1946): jueces, fiscales, adjuntos y secretarios

     En un artículo anterior ya nos ocupamos del primer Juzgado de Paz de Arico (1856-1870) y en éste vamos a recordar el Juzgado Municipal que sucedió al anterior y que se mantuvo durante algo más de 75 años, de 1870 a 1946, asumiendo la competencia del Registro Civil de la localidad, creado también en 1870, al igual que la nueva figura del fiscal municipal.

     Gracias a los libros del Registro Civil del Juzgado de Arico, así como al Boletín Oficial de Canarias y otros periódicos de la época, conocemos a todos los jueces titulares de Arico, así como a la mayoría de los suplentes, y gran parte de los fiscales municipales, así como todos los adjuntos del Tribunal municipal y los secretarios del Juzgado. Así, de este período se conocen 19 jueces municipales y 16 fiscales municipales titulares, además de otros tantos suplentes, así como 9 secretarios (titulares o interinos), sin contar numerosos “acompañados”. Es normal que muchos de los jueces y fiscales que alcanzaron la titularidad fuesen con anterioridad suplentes, pero llama la atención que varios de ellos ostentasen dos de dichos cargos, pues fueron jueces y fiscales o jueces y secretarios del Juzgado. También resulta llamativo que ninguna mujer desempeñase esos cargos.

     El Juzgado de Arico tuvo que intervenir inicialmente en todos los problemas de orden público que se producían en el término municipal, aunque los asuntos más graves los desviaba luego al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción, primero del partido de La Orotava y luego del de Granadilla. Los casos más frecuentes en los que tuvo que intervenir el Juzgado de Arico fueron: la introducción de rebaños de ganado en fincas ajenas; los embargos de propiedades; los robos o hurtos; las reyertas o riñas vecinales; y algunos homicidios…

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Artículo-JUZGADO MUNICIPAL DE ARICO

Santiago del Teide: Don Francisco González Dorta (1897-1937), propietario agrícola, cabo jefe del distrito del Somatén Armado, regidor síndico y alcalde de Santiago del Teide

     El presente artículo está dedicado a un hijo de Santiago del Teide que, a pesar de su modesto origen, llegó a gozar de una posición económica desahogada, como propietario agrícola, que le facilitó el nombramiento de cabo jefe del distrito de Santiago del Teide del Somatén Armado de Canarias, responsabilidad que ostentó por lo menos durante cuatro años. También tuvo otros destacados cargos políticos, como los de regidor síndico del Ayuntamiento y alcalde de dicha villa, desempeñando cada uno de ellos durante un par de años. Curiosamente, se vio inmerso en varios problemas judiciales, de los que salió absuelto. Permaneció soltero y murió en plena juventud.

     Nació en la Villa de Santiago del Teide el 18 de febrero de 1897, a la una de la madrugada, siendo hijo de don Antonio Isidoro González Dorta y doña Faustina Dorta Trujillo, naturales y vecinos de dicha villa. Se le puso por nombre “Francisco” y al día siguiente fue inscrito en el Registro Civil de la localidad, por el secretario interino del Juzgado don Salvador González Díaz, ante el juez municipal don José Dorta y González, por comparecencia de doña Josefa Abreu Pérez, “natural y vecina de esta villa, soltera, de ocupaciones domésticas y mayor de edad legal, domiciliada en el Valle de Arriba”, quien declaró que “dicho niño nació en la casa de su madre a la 1 de la mañana del día de ayer” y que su progenitora era “soltera, doméstica, mayor de edad y domiciliada en la de la declarante”. Asistieron como testigos don José Martín Perdomo y don José Trujillo Hernández, mayores de edad, casados y vecinos de dicho término…

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Artículo-FRANCISCO GONZÁLEZ DORTA

Güímar: Sor María de San Bernardo del Carmen Hernández y Martín Castro (1730-1772), religiosa de Santa Clara, que profesó en dicha orden después de haber sido anulado el fugaz matrimonio del que huyó

     Este artículo está dedicado a la vocación sorprendente de una religiosa güimarera, pues tras contraer matrimonio con un paisano acomodado, una vez finalizada la ceremonia se entrevistó con el párroco, don Cristóbal Alonso Núñez, e inmediatamente salió para la casa de su madre y desde allí huyó a caballo hacia La Laguna, perseguida por su esposo. En dicha ciudad se escondió en un par de casas hasta que pudo ingresar en el Monasterio de Santa Clara, donde poco después tomó el hábito, tras la anulación de su enlace, y al año siguiente profesó en dicha Orden, con el beneplácito de su familia, continuando en dicho convento durante 20 años, hasta su muerte prematura.

     Nuestra biografiada nació en Güímar el 14 de octubre de 1730, siendo hija de don Juan Hernández de los Reyes y doña Juana Martín de Castro. Al día siguiente recibió el bautismo en la iglesia parroquial de San Pedro, de manos del beneficiado de la misma y de Santa Ana de Candelaria, don Domingo de Paes y Galdona; se le puso por nombre “María” y actuó como padrino don Pedro Hernández Núñez, vecino de dicho lugar…

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Artículo-SOR MARÍA DE SAN BERNARDO DEL CARMEN HERNÁNDEZ

Candelaria: Don Anselmo José Coello Díaz (1910-2006), agricultor, ventero, sargento efectivo de Infantería y profesional de Artillería, brigada de complemento retirado y ordenanza-conserje de Obras Públicas

     Nuestro biografiado nació en el seno de una familia de agricultores de Igueste de Candelaria. Cursó sus estudios primarios y prestó su servicio militar en Santa Cruz de Tenerife, donde ascendió a cabo de Infantería. Una vez licenciado se dedicó a la agricultura y fue vocal y contador de la Sociedad “Juventud Iguestera”; después de casado puso una venta en Santa Cruz de Tenerife y también fue peón de la construcción. Pero la Guerra Civil cambió su vida, al ser movilizado y ascender en ella a sargento de Infantería, empleo con el que estuvo destinado en Santa Cruz de Tenerife, San Sebastián de La Gomera (donde actuó como segundo jefe de Destacamento y secretario del Juzgado militar) y Candelaria; por entonces se le concedió la Medalla de la Campaña con el distintivo de Retaguardia. Luego, ya con carácter profesional, pasó con el mismo empleo al arma de Artillería, con el que actuó como subinstructor de reclutas y estuvo destinado en Huesca, Barcelona, Gerona, Santa Cruz de Tenerife e Igueste de Candelaria. Siendo aún militar, fue colocado como ordenanza-conserje de la Junta Administrativa de Obras Públicas de Tenerife, empleo en el que continuó después de retirado y que desempeñó durante casi 25 años, hasta su jubilación; por entonces obtuvo su ascenso a brigada de complemento de Artillería retirado.

     Nació en Igueste de Candelaria el 21 de abril de 1910, día de San Anselmo, siendo hijo de don Manuel Coello Castillo y doña Antonia Díaz Fernández. El 1 de mayo inmediato fue bautizado en la iglesia de Santa Ana de Candelaria por el cura ecónomo don José Trujillo y Trujillo; se le puso por nombre “Anselmo José” y actuó como madrina doña Francisca Albertos. Fue conocido entre sus paisanos como “Pepe Coello”…

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Artículo-ANSELMO JOSÉ COELLO DÍAZ

La primitiva ermita de San Casiano de Las Galletas o Villamar (Arona) y las fiestas en su honor durante la II República (1932-1936)

     El caserío costero de Las Galletas, perteneciente al municipio de Arona pero con una clara influencia de San Miguel de Abona, careció de templo católico hasta 1932, en que se bendijo la primitiva ermita de San Casiano y se celebró su primera fiesta. Su construcción fue promovida por el rico propietario local don Casiano Alfonso Hernández, natural de San Miguel, quien le dio su patronazgo y adquirió las tres primeras imágenes. Fue bendecida el sábado 13 de agosto, festividad de San Casiano, por el obispo de la Diócesis, Fray Albino González Menéndez-Reigada, quien presidió la primera misa; y ese mismo día comenzaron las fiestas celebradas con dicho motivo, que fueron apadrinadas por el empresario santacrucero don Álvaro Rodríguez López. Llama la atención, que al año siguiente se cambió el nombre oficial de dicha localidad por el de “Puerto de Villamar”, nombre que también llevó el primer equipo de fútbol, pero que no llegaría a arraigar y el pueblo lo continuó conociendo como Las Galletas, nombre que ha prevalecido hasta la actualidad.

     En este trabajo reseñamos también las primeras fiestas patronales de dicha localidad, celebradas durante la II República y hasta el inicio de la Guerra Civil, siempre en torno al 13 de agosto, en que la Iglesia Católica festeja a San Casiano. En los dos primeros años, los festejos se limitaron a dos días (13-14 de agosto en 1932 y 12-13 del mismo mes en 1933); en 1934 estaba previsto que durasen tres días, pero aparentemente se redujo a uno (26 de agosto), tras ser aplazados por la muerte de una hija de don Casiano Alfonso Hernández; y en 1935 se extendieron a tres días (12, 13 y 14 de agosto). En dichos años, los actos religiosos solo incluyeron el repique de campanas, dos misas solemnes y una procesión marítimo-terrestre, con las tres imágenes a bordo de barcos engalanados y desembarcadas por El Varadero, entre muchos fuegos artificiales. Por su parte, los actos populares incluían diana, verbena popular, paseo con música, bailes, teatro y concursos de belleza femeninos (premio a la señorita mejor ataviada en una “exposición de mantones de Manila”, en 1933; elección de la “reina de las fiestas” en 1934 o de “Miss Villamar” en 1935), casi todos ellos amenizados por una banda de música. En cuanto a los actos deportivos, contaban con regatas de botes, concursos de natación, partidos de fútbol, combates de boxeo y carreras pedestres; además de diversos juegos, como cucañas en el muelle, carreras de sacos y juego de la sartén, entre otros regocijos; a ellos se unieron el último año unas “jiras a la montaña Amarilla o Pelada”…

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Artículo-PRIMITIVA ERMITA Y PRIMERAS FIESTAS DE LAS GALLETAS

Granadilla de Abona: Don Diego José (Lozano) Fonte del Castillo (1715-1775), capitán de Milicias y alcalde de Granadilla

     Como muchos de sus antepasados y parientes, nuestro biografiado entró a servir como alférez (luego transformado en subteniente) en el Regimiento Provincial de Abona, en el que ascendió posteriormente a teniente, tras ser propuesto en tres ocasiones, y finalmente a capitán de Milicias. Además, fue elegido alcalde de Granadilla de Abona por lo menos en dos ocasiones. Desde el punto de vista económico, fue un destacado propietario agrícola de dicho término.

     Nació en Granadilla de Abona hacia 1715, siendo hijo del capitán don Juan Lozano y Fonte del Castillo y doña María García del Castillo (o Rodríguez Dávalos), naturales y vecinos de dicho lugar, y se le puso por nombre “Diego José”. Desconocemos con exactitud la fecha de su nacimiento y de su bautismo, por haber desaparecido el libro 3º de bautismos de la parroquia de San Antonio de Padua, en el incendio ocurrido en 1805 en casa del presbítero don Francisco Miguel Rodríguez Bello, notario público de dicho pueblo…

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Güímar: Don Ángel Hernández Rodríguez (1920-2017), Lcdo. en Ciencias Químicas, delegado en Tenerife y adjunto a la Dirección General de CEPSA, director general de ASERPETROL, presidente de la ATAO y del Hogar Canario de Madrid, escritor, traductor e Hijo Predilecto de Güímar

     En este artículo recordamos a un ilustre güimarero, fallecido el año pasado. Comenzó trabajando como auxiliar de Correos y Telégrafos por oposición. Luego obtuvo los títulos de Licenciado en Ciencias Químicas, Diplomado en Alta Dirección de Empresas y Diplomado por el Centre d’Études Industrie­lles de Ginebra; prestó su servicio militar como alférez de complemento de Artillería y ejerció como profesor auxiliar de la Universidad de Sevilla. Luego se integró en la empresa CEPSA como perito químico y a partir de entonces llegó a destacar profesionalmente a nivel nacional e internacional, pues ostentó muchos cargos de responsabilidad: vicepresidente de la Mutualidad de Previsión Social de los Químicos Españoles, director del Seminario Español del Petróleo, delegado de CEPSA en Tenerife, adjunto a la Subdirección General de CEPSA, presidente de Ediciones CEPSA, adjunto a la Dirección General de CEPSA, vicepresidente del Club Español del Petróleo, consejero de Lubrisur, director general de la Asociación de Empresas Refinadoras de Petróleo (ASERPETROL), consejero representante de España en la Asociación de las empresas refinadoras europeas para conserva­ción del medio ambiente (CONCAWE), miembro en representación de España del Comité Permanente de los Congresos Mundiales del Petróleo y colaborador del CESEDEN. Además, fue presidente de la ATAO, presidente, Socio de Honor y Gánigo de Honor del Hogar Canario de Madrid, presidente de la Casa de Canarias en Madrid, conferenciante, escritor, traductor, pregonero de las Fiestas Patronales e Hijo Predilecto de su Güímar natal.

     Nació en la calle San Pedro Arriba de Güímar el 11 de mayo de 1920, a las cinco de la mañana, siendo hijo de don Servando Hernández y Hernández, natural de la misma localidad, y de la telegrafista doña Felipa Rodríguez González, que lo era de Santa Cruz de Tenerife, El 13 de junio inmediato fue bautizado en la iglesia de San Pedro Apóstol por don Domingo Pérez Cáceres, por entonces coadjutor encargado de dicha parroquia; se le puso por nombre “Angel Antonio José Francisco Celio” y actuaron como padrinos don Juan García Hernández y doña Cayetana Hernández Jorge, de la misma vecindad…

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Artículo-ÁNGEL HERNÁNDEZ RODRÍGUEZ