Güímar: Don Víctor Lugo de la Rosa (1835-1881), agricultor y militar profesional que alcanzó el empleo de sargento 1º de Milicias, distinguido por sus servicios

Víctor Lugo de la Rosa-hoja-2    De origen humilde, nuestro biografiado comenzó trabajando en la agricultura para seguir posteriormente una modesta carrera militar. Ingresó por sorteo en las Milicias Canarias como simple soldado del Batallón Ligero Provincial de La Laguna, en el que ascendió a cabo 2º y cabo 1º, empleo en el que estaba cuando logró superar la epidemia de fiebre amarilla que azotó a Santa Cruz de Tenerife; luego ascendió a sargento 2º y como tal obtuvo su licencia absoluta. Pero, inmediatamente, se reenganchó con ese último empleo en el Batallón Ligero Provisional de Canarias, en el que ya prestaría sus servicios hasta el final de su carrera militar; en este destino se le concedió el grado de sargento 1º, se alistó voluntariamente en el Ejército expedicionario de Cuba, recibió un premio económico, alcanzó el empleo efectivo de sargento 1º de Milicias y mereció dos galones de distinción. Tras 17 años de servicios obtuvo su retiro y continuó empleado en Santa Cruz de Tenerife, hasta su prematura muerte.

    Nació en el conocido entonces como pago de San José (El Escobonal), el 11 de abril de 1835, siendo hijo de don Juan Luciano Lugo Rodríguez y doña María de la Rosa Díaz. Tres días después fue bautizado en la iglesia de San Pedro Apóstol de Güímar por don Agustín Díaz Núñez, Doctor en Sagrada Teología, examinador sinodal y beneficiado curado propio de la misma iglesia y sus anejos; se le puso por nombre “Víctor” y actuó como padrino don Isidoro Márquez, de la misma naturaleza y vecindad…

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Artículo-VÍCTOR LUGO DE LA ROSA

Güímar: Don Luis Bethencourt García (1925-2002), danzarín y maestro de la Danza de Cintas de El Escobonal, pescador, mecánico de bicicletas, agricultor, ventorrillero, albañil, cañero, barbero, emigrante y miembro de la Comisión de Fiestas de San José

     El presente artículo está dedicado a un hombre sencillo y polifacético, que trabajó en su pueblo como pescador, mecánico de bicicletas, agricultor, ventorrillero, albañil, cañero y barbero. Como muchos canarios de su época, emigró a Holanda, donde trabajó en una industria textil y en una fábrica de embutidos. Además, fue miembro de la Comisión de Fiestas de San José, en la que se encargó de recaudar las aportaciones del vecindario y de la colocación de adornos. Pero, sobre todo, estuvo durante la mayor parte de su vida vinculado a la Danza de las Cintas de El Escobonal, primero como danzarín, luego como “hombre del palo” de la del lugar de Abajo y, finalmente, como maestro de la Danza unificada de dicho pueblo.

    Nuestro biografiado nació en El Escobonal (Güímar) el 18 de septiembre de 1925, siendo hijo de don Matías Bethencourt Campos y doña Heliodora García Delgado. El 29 de octubre inmediato fue bautizado en la iglesia de San Pedro Apóstol de Güímar por el cura ecónomo don Rafael Cabrera González, Lcdo. en Sagrada Teología, y actuó como padrino don José Pérez Díaz…

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El primer intento de segregación de la comarca de Agache del término municipal de Güímar (1858)

Escobonal-1930     El municipio de Güímar, constituido a raíz de la Conquista como alcaldía pedánea comarcal dependiente de La Laguna y con capital inicial en Candelaria, ha vivido durante su larga historia numerosos procesos de segregación en su amplia jurisdicción. La población, al principio concentrada casi exclusivamente en los pueblos de Güímar y Candelaria, se fue dispersando, formándose numerosos núcleos entre el Barranco Hondo y el Barranco de Icor.

     Pasado el tiempo, estas nuevas entidades adquirieron conciencia de pueblos, con sus características peculiares, y comenzaron a plantearse su independencia y la creación de nuevos distritos municipales. Así, tras pasar la capitalidad a Güímar en 1630, en 1723 se segregaron de dicho término el pago de Fasnia y los limítrofes para unirse al de Arico, del que también se independizaron en 1795, constituyendo su propio Ayuntamiento. Luego, hacia 1770, los vecinos de Candelaria, unidos a los de Arafo, solicitaron y obtuvieron autorización para elegir a su propio alcalde, con lo que esta nueva jurisdicción quedaba segregada de Güímar, que desde entonces mantiene sus actuales límites. Sólo una zona más o menos alejada de la cabecera municipal ha permanecido unida a éste, a pesar de haber intentado en varias ocasiones su segregación para constituirse en un término independiente, nos referimos a la comarca de Agache, de la que nos vamos a ocupar a continuación.

     A comienzos del año 1858, la situación en la que se encontraban dichos pagos era realmente lamentable y el sentimiento de abandono o marginación estaba cada vez más arraigado entre su vecindario. Por este motivo, tras diversas reuniones, llegaron a la conclusión de que la única posibilidad de mejorar sus condiciones de vida pasaba por la segregación del término municipal de Güímar y la creación de un Ayuntamiento independiente. Para lograr su objetivo elaboraron un extenso informe, en el que exponían sus sólidos argumentos, el cual fue enviado a mediados de ese mismo año 1858 al gobernador civil…

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Güímar: Don Octavio Hernández García (1921-1995), cura ecónomo en El Escobonal, San Miguel de Abona, La Guancha y Garachico, coadjutor y capellán de monjas

Octavio Hernández García     Natural de La Orotava, se ordenó sacerdote con la promoción más numerosa que ha tenido el Seminario Diocesano, la de 1952. Su primer destino fue el de cura ecónomo de El Escobonal (Güímar), donde llevó a cabo una brillante labor durante casi siete años y medio, época en la que también estuvo encargado durante cortos períodos de la parroquia de San Pedro de Güímar. Luego ejerció como cura ecónomo de San Miguel de Abona, coadjutor de San José en Santa Cruz de Tenerife, ecónomo en La Guancha (durante 15 años), encargado de Santo Domingo (La Guancha) y San José (San Juan de la Rambla), cura ecónomo de San Juan Bautista del Reparo y encargado de Genovés, ambas en el municipio de Garachico, así como capellán del Convento de clausura de las Religiosas Concepcionistas Franciscanas y la de la Comunidad y Hospital de las Hijas de la Caridad de la misma villa.

     Nuestro biografiado nació en La Orotava en 1920, siendo hijo de don Lorenzo Hernández y de doña Domitila García. Fue bautizado en la iglesia parroquial de San Juan Bautista de dicha villa. En 1941, a los 20 años de edad, aprobó el ingresó en el Seminario Conciliar de La Laguna, donde permaneció durante 11 años, hasta 1952, cursando los estudios eclesiásticos como alumno interno…

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Las revueltas populares de El Escobonal (Güímar) contra la recaudación de contribuciones y el establecimiento del fielato

Escobonal-1930     En la segunda mitad del siglo XIX, la situación de abandono se fue haciendo cada vez más manifiesta en Agache, a pesar de que el Ayuntamiento tomó algunas medidas para contentar a estos vecinos, como la creación de una escuela incompleta en El Escobonal en 1864, que sería cerrada a los pocos años, y el establecimiento del colegio electoral de Agache en la ermita de San José, para evitar el desplazamiento al casco de los agacheros cada vez que había elecciones. Pero las dificultades económicas de la época, agudizaron la tensión e hicieron que los vecinos de El Escobonal y los pagos limítrofes recurrieran el reparto individual del impuesto de consumos y lograran su anulación. Años más tarde, el Ayuntamiento logró el establecimiento de la fiscalización administrativa en Agache, con la creación de un fielato. Ante ello, los vecinos comenzaron a negarse a pagar los impuestos, hasta el punto de producirse revueltas, en las que se ahuyentaba a los notificadores y agentes ejecutivos que se acercaban hasta El Escobonal, con toques de cencerros, insultos, amenazas y disparos de armas de fuego; incluso en una ocasión, el agente ejecutivo y sus acompañantes llegaron a ser apaleados. Acudiendo a las autoridades los vecinos de esta comarca lograron la anulación de la fiscalización en dos ocasiones, pero los recursos presentados por el Ayuntamiento hicieron que se volviera a reestablecer, en el último caso de forma definitiva.

     En 1872, un pequeño grupo de vecinos de El Escobonal se negaron a aceptar el reparto individual de consumos que había realizado el Ayuntamiento de Güímar junto con la junta local de asociados y recurrieron en queja ante la Diputación Provincial. Ésta anuló dicho reparto, lo que fue recurrido sin éxito por el Ayuntamiento ante el Ministerio de la Gobernación, que lo declaró improcedente. Ante ello, el médico de Güímar, don Miguel B. Espinosa, que también destacó como político republicano y como periodista, publicó un artículo contra dicha resolución gubernamental, tratando con menosprecio a los “magos” de El Escobonal que hicieron la reclamación, vinculándolos a una sociedad semejante a la “Berbería”…

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Güímar: Don Marcial García Pérez (1848-1935), sargento 1º de Infantería, auxiliar de 1ª clase del Cuerpo de Administración Militar, maestro particular de El Escobonal, portavoz y asesor de sus paisanos y propietario agrícola

    Atraído por la carrera militar, don Marcial ingresó como soldado voluntario en las Milicias Canarias, en las que ascendió a cabo 2º y cabo 1º. Tras obtener su licencia absoluta, se dedicó a la agricultura en su pueblo natal, pero atraído por su vocación, solicitó su reincorporación al Ejército como soldado sustituto, ascendiendo rápidamente a cabo 1º, sargento 2º y sargento 1º de Milicias; con este último empleo desempeñó el cometido de brigada del Batallón de La Gomera y el de tallador de quintos en el Ayuntamiento de Güímar; luego fue declarado sargento 1º de Infantería. Posteriormente solicitó su pase al Cuerpo Auxiliar de Administración Militar, donde fue ascendiendo desde auxiliar de 4ª clase hasta auxiliar de 1ª clase; por entonces solicitó sin éxito el empleo de alférez y fue nombrado apoderado del Ayuntamiento de Güímar en la capital de la provincia. Tras su retiro se estableció en su pueblo natal de El Escobonal, donde ejerció como propietario agrícola y maestro particular. Además, fue portavoz y asesor de sus paisanos, vocal de la Junta Municipal del Censo Electoral, jurado judicial, presidente suplente de mesa electoral, socio del Casino de Güímar e impulsor de la Sociedad-Casino “El Progreso” de El Escobonal.

     Este destacado agachero nació en El Escobonal (Güímar) el 8 de julio de 1848, siendo hijo de don Francisco García Marrero y doña Inés Pérez Castro, naturales y vecinos de dicho pago. Tres días después fue bautizado en la iglesia de San Pedro Apóstol de Güímar, por el beneficiado propio Dr. don Agustín Díaz Núñez, actuando como madrina doña Bárbara Rodríguez, natural y vecina del mismo pago…

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Relación de lomos, calles y plazas de Agache (Güímar) que han cambiado de nombre o han desaparecido del callejero en diferentes épocas

Plaza Escobonal-VGP     Aunque pueda parecer que la comarca de Agache, constituida por pueblos tradicionales y relativamente antiguos, tiene un callejero estabilizado con escasos cambios en las denominaciones de vías públicas, en los dos últimos siglos las plazas y numerosas calles (o lomos) han cambiado de nombre en varias ocasiones, tanto en los pueblos de medianías (El Escobonal, Lomo de Mena y Pájara) como en los nuevos núcleos que fueron surgiendo en el litoral a lo largo del siglo XX.

     Aunque en la pasada centuria se efectuaron algunos cambios en el nombre de las calles, la primera remodelación profunda del callejero de Agache se llevó a cabo en 1979. En ese año, con el fin de subsanar las deficiencias observadas, el que suscribe, por entonces concejal delegado de El Escobonal y teniente de alcalde del distrito de Agache, confeccionó una propuesta de nuevo callejero para todo el distrito III del municipio, con el que se pretendía acomodarlo a la realidad existente, recuperando nombres originales, introduciendo algunos cambios y nuevas denominaciones, en todos los casos lejos de cualquier motivación política y en base a consideraciones históricas, técnicas y prácticas; la propuesta afectaba a todas las entidades de población de la comarca y fue aprobada por unanimidad del Ayuntamiento Pleno el 28 de diciembre de dicho año. Con posterioridad, se aprobaron nuevas reestructuraciones del callejero el 26 de abril de 1984, el 15 de marzo de 1986, el 30 de diciembre de 1989 y el 27 de octubre de 1995, entre otras de menor profundidad y localizadas solo en algunos barrios.

   Para seguir la evolución del callejero de esta comarca, hemos rastreado los censos de población o padrones municipales de los años: 1833, 1857, 1866, 1871 y 1900-1970, así como los libros de actas del Pleno, de 1931 a 2013…

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Güímar: Don Isidoro Frías Díaz (1920-2002), agricultor, luchador, flautista y tamborilero de las danzas de El Escobonal, Güímar y Fasnia, distinguido con la Medalla de Plata de Güímar y la nominación de una calle de El Tablado

     Como se ha comprobado en otras muchas ocasiones, el origen humilde no es obstáculo para que una persona llegue a destacar en el contexto donde se mueve. Este es el caso de don Isidoro Frías Díaz, “Isidori­llo” o “Siorillo”, como se le conoció entre sus paisanos, quien, a pesar de que no pudo concluir la Enseñanza Primaria, llegó a ser una de las personas más apreciadas del municipio y uno de los folcloristas más conocidos de Tenerife. Estuvo movilizado durante siete años en el Ejército, participó en la Guerra Civil y alcanzó el empleo de cabo de Infantería, con el que fue nombrado furriel de su unidad; destacó en la Lucha Canaria, en la que se mantuvo durante 11 años y en la que fue conocido como “El Estilista”; y trabajó toda su vida en la Agricultura. Pero, sobre todo, como tamborilero de las Danzas de cintas de Güímar, El Escobonal y Fasnia, durante más de medio siglo hizo vibrar la tierra canaria con el ritmo del tajaraste, al amparo del palo de la danza y bajo la sombra multicolor de las cintas, manteniendo viva esta tradición musical en el Sureste de Tenerife, al son del pito y el tamboril heredado de su abuelo, “Cho Cirilo el Tamborilero”. Su labor fue reconocida en vida con un Guanche de Oro, la Medalla de Plata de Güímar y el nombre de una calle en el núcleo de El Tablado.

     Nuestro biografiado nació en El Escobonal (Güímar) el 1 de mayo de 1920, a las dos de la tarde, siendo hijo de don Isidoro Frías Tejera y doña Constan­za Díaz Lugo, domiciliados en el Lomo del Fuego. El 29 de ese mismo mes fue bautizado en la iglesia de San Pedro Apóstol de Güímar por don Domingo Pérez Cáceres, por entonces coadjutor encargado de dicha parroquia y actuaron como padrinos don Gonzalo Hernández Díaz y doña Mercedes Hernández Leandro…

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El “Casino Escobonal” (1941-1945), la última sociedad de este tipo del pueblo de El Escobonal (Güímar)

     Antes de la Guerra Civil Española, el pueblo de El Escobonal (Güímar) llegó a contar con tres casinos: la Sociedad-Casino “El Progreso” de El Escobonal (1919-1922), la Sociedad Cultural “El Porvenir” (1929-1936) y la Sociedad de Recreo y Cultura “Club Juventud” (1931-1933). Los dos últimos coincidieron con la época más gloriosa que ha vivido dicha localidad desde el punto de vista cultural, social y político, la II República, pues además de ambas sociedades se creó la Federación Obrera de El Escobonal (1931-1936) y se fundaron dos agrupaciones políticas: la Agrupación de Acción Popular Agraria (1932-1936) y la Agrupación Socialista Obrera del Escobonal (1936).

     En una época ciertamente difícil, tras el parón cultural y recreativo que supuso la mencionada contienda bélica, un grupo de vecinos de El Escobonal pensó en organizar de nuevo un casino en este pueblo, por lo que se nombró una comisión organizadora, que estaba constituida por don Darío Díaz García, don César Marrero, don Raimundo Pérez Mujica, don José Campos Yanes, don Gregorio Torres Palenzuela, don Florencio Castro Rodríguez, don Aníbal Hernández Díaz, don José Pérez Díaz, don Juan Díaz Perdomo, don Manuel Lugo Campos, don Adelio Pérez Marrero y don Rafael Gómez.

      La celebración de bailes fue la causa principal de la apertura de este Casino, dada la gran afición que existía en el pueblo por esa diversión y la casi nula posibilidad de disfrutar de ellos que se había sufrido durante los años de la guerra; no  obstante, también contaba con diferentes juegos, se organizaron algunos actos culturales y, además, con carácter ocasional actuaron en el local social algunos circos ambulantes. El “Casino Escobonal” se mantuvo en funcionamiento durante unos cuatro años. Entre sus fundadores y directivos figuraron destacadas personalidades locales…

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Güímar: Don Juan Castro González (1850-1923), comandante del Puesto de la Guardia Provincial de Fuerteventura, subdelegado de Marina de dicha isla y alcalde accidental de Puerto de Cabras

Escobonal-1930     La comarca de Agache se ha caracterizado siempre por la emigración de sus habitantes, tanto dentro de la isla como fuera de ella, a distintos países de América, Europa y África o a otras islas del archipiélago. Este fue el caso del personaje al que dedicamos el presente artículo, quien tras ingresar en las Milicias Canarias prestó sus servicios como artillero miliciano en la Batería de Santiago de Candelaria, pasando luego como sustituto al Batallón Provisional de Canarias, destacado en Santa Cruz de Tenerife, en el que ascendió a cabo 2º y cabo 1º. Al crearse la Compañía de Guardia Provincial, se enroló en ella como voluntario y fue destinado a Fuerteventura como cabo 1º comandante del Puesto de la Guardia Provincial en dicha isla. En ésta contrajo matrimonio y, tras su retiro, vivió durante muchos años en Puerto de Cabras, desempeñando cargos de relieve, como los de vocal de la Junta Municipal de Asociados, secretario escrutador de mesa electoral, socio fundador de la Cruz Roja, jurado judicial y concejal del Ayuntamiento durante 18 años, en tres etapas, en los que fue elegido concejal síndico, teniente de alcalde y alcalde accidental: Además, por lo menos durante 17 años desempeñó gratuitamente el importante cargo de subdelegado de Marina de Fuerteventura, en el que fue condecorado con la Cruz de primera clase de la Orden del Mérito Naval. Al final de su vida se trasladó como comerciante a Las Palmas de Gran Canaria, donde falleció y dejó descendencia.

     Nuestro biografiado nació en el pago de El Escobonal (Güímar) el 5 de octubre de 1850, siendo hijo de don Juan de Castro Díaz y doña Juana González Pérez. Tres días después fue bautizado en la iglesia de San Pedro Apóstol por don Agustín Díaz Núñez, Doctor en Sagrada Teología, examinador sinodal, beneficiado curado propio y vicario juez eclesiástico de dicho pueblo y su partido, y actuó como padrino don Juan Modesto Díaz, de la misma vecindad…

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Artículo-JUAN CASTRO GONZÁLEZ