El frustrado intento de constitución de dos casinos en La Zarza (Fasnia) en 1950: la Sociedad de Instrucción y Recreo “Juventud y Progreso” y la Sociedad de Cultura y Recreo “Atlántida”

Habían pasado 14 años desde la clausura del único casino que había existido en el pago de La Zarza, del municipio de Fasnia, la Sociedad “Unión Cultural 1º de Mayo” de La Zarza (1932-1936), cuya existencia fue truncada por el golpe de estado que inició la Guerra Civil española, cuando a comienzos de 1950 un grupo de vecinos de dicha localidad decidieron dar los pasos para recuperarlos, cuando este núcleo contaba con su máximo de población. Así comenzaron los trámites para constituir la Sociedad de Instrucción y Recreo “Juventud y Progreso”, pero su tramitación se entorpeció, porque dos de los cuatro miembros de la comisión organizadora fueron informados negativamente por su ideología izquierdista, por lo que tuvieron que ser sustituidos. Además, casi simultáneamente se comenzó a tramitar la legalización de un segundo casino en el mismo pago, la Sociedad de Cultura y Recreo “Atlántida”.

Pero la alcaldía de Fasnia informó negativamente la constitución de dos sociedades en un mismo barrio, pues ello podría provocar rivalidades y enfrentamientos en el vecindario, por lo que proponía que se legalizase solo una de ellas y, al no tener preferencia por ninguna, dejaba a criterio del gobernador civil cuál de las dos debía aprobarse. Sin embargo, no tenemos constancia de que ninguna de ellas llegara a constituirse oficialmente, por lo que de poder contar con dos casinos, parece que La Zarza se volvió a quedar sin ninguno…

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Arafo-Güímar: Don Héctor Rodríguez Fariña (1933-2025), sacerdote secularizado, misionero en Zimbabue, maestro, profesor de enseñanza secundaria y seminarios, fundador de escuelas, defensor de los nativos, asesor de dicho Gobierno africano, colaborador periodístico, músico y padre de familia

Nuestro biografiado fue clarinete de la primera Banda de Música de Arico, que fundó y dirigió su padre. Cursó estudios de Bachillerato y Magisterio, brilló como seminarista y, tras ordenarse de sacerdote, celebró su primera Misa en Arafo, de cuya parroquia estuvo encargado durante algunos días, y luchó incansablemente como misionero en la inhóspita selva africana en Rhodesia (actual Zimbabue), donde desarrolló una notable labor pastoral durante 25 años. En ese tiempo, cursó estudios superiores de Ciencias Químicas, Psicología y Sociología e impartió clases de Primera y Segunda Enseñanza, así como en los Seminarios de Harare y Burgos; también organizó consejos parroquiales y movimientos cooperativos. Su único objetivo era la mejora del nivel de vida y el acceso a la educación de la población nativa, lo que le ocasionó graves enfermedades y el enfrentamiento tanto con su obispo como con el gobierno racista de la antigua Rhodesia. Contrajo matrimonio y fundó una familia; por lo que luego solicitó y obtuvo la dispensa del sacerdocio y la reducción al estado laical. Después ejerció como asesor en temas de Educación del Gobierno del primer gobierno auténticamente independiente de la República de Zimbabue; y también trabajó como profesor de Secundaria, así como de Español. Tras casi medio siglo en África, se estableció con su familia en Arafo, donde ejerció como profesor particular de Inglés; también fue miembro de la Coral “María Auxiliadora” y de la Sociedad Filarmónica “Nivaria”; y colaboró con la parroquia de San Juan Degollado. También tuvo una afición literaria. Finalmente, por problemas de salud se fue a vivir a El Puertito de Güímar, donde se integró en la Agrupación Folclórica “Sangre Marina”, en la que tocaba la flauta, como había hecho en la mencionada banda de música de su pueblo natal.

Nació en Arafo el 21 de febrero de 1933, a las cinco de la mañana, siendo hijo de don Francisco Rodríguez y Rodríguez y doña María Fariña y Fariña, naturales y vecinos de la misma localidad. El 9 de marzo inmediato fue bautizado en la iglesia de San Juan Degollado por el Párroco propio don Hildebrando Reboso y Ayala; se le pusieron los nombres “Héctor María” y actuó como padrino el maestro don Antonio Mederos Sosa, de la misma vecindad…

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Guía de Isora: Don José Martín Pérez (1909-1977), mecánico, presidente e impulsor de la Banda de Música, alcalde de Guía de Isora, consejero del Cabildo de Tenerife, sargento de la Milicia Nacional de Falange condecorado, delegado local de excombatientes, jefe local del Movimiento y Socio de Honor de la Sociedad Filarmónica “Nivaria” de la villa de Arafo

Nuestro biografiado trabajó como mecánico y propietario agrícola. Además, fue miembro de la comisión de festejos de la Sociedad “Centro Isorano”, instrumentista y presidente de la Banda de Música de Guía de Isora y Socio de Honor de la Sociedad Filarmónica “Nivaria” de la villa de Arafo. Con motivo de la Guerra Civil estuvo movilizado como falangista voluntario y en ella alcanzó el empleo de sargento de las Milicia Nacional de Falange, con el que fue condecorado; en virtud de ello, una vez licenciado y establecido en su municipio natal, fue nombrado delegado local de excombatientes. Además, fue jefe local del Movimiento, alcalde de Guía de Isora y consejero del Cabildo de Tenerife; dos de sus mayores logros en la alcaldía fueron la recuperación de la Banda de Música y que el Colegio particular de Segunda Enseñanza que existía en Guía de Isora fuese adoptado oficialmente por el Gobierno de la nación.

Nació en la calle de la Marina de Guía de Isora el 10 de septiembre de 1909, a las siete de la noche, siendo hijo de don Arturo Martín Rodríguez, labrador natural del mismo pueblo, y doña María de los Reyes Pérez Socas, conocida por “Nieves”, que lo era de Adeje. El 19 del mismo mes fue bautizado en la iglesia de Ntra. Sra. de la Luz por el cura párroco don Salvador Morales Real, examinador sinodal del Obispado; se le puso por nombre “José” y actuó como madrina doña Macrina Cejas Rodríguez, casada y natural de Buenavista.

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Granadilla de Abona: Don Federico Carranza García (1912-1996), Bachiller, diplomado en Telecomunicación, administrador de Correos y jefe de Telégrafos, Cronista oficial de Granadilla de Abona, colaborador periodístico, gran aficionado al fútbol, impulsor del deporte, animador cultural y profesor particular de Bachillerato

Amante de la escritura, después de obtener el título de Bachiller fue corresponsal de La Provincia y colaborador de varios periódicos de Gran Canaria. Luego obtuvo por oposición una plaza de oficial de Correos en Granadilla de Abona, donde contrajo matrimonio e ingresó en Falange. Tras un destino fugaz en Sevilla y diplomarse en Telecomunicación, volvió a Granadilla como administrador de Correos y jefe de Telégrafos; en esta villa destacó como impulsor del deporte local, delegado comarcal de la Federación Canaria de Luchas, animador cultural, conferenciante y profesor particular de Bachillerato. También siguió colaborando en la prensa, tanto de Tenerife como de Gran Canaria, y fue nombrado Cronista Oficial de Granadilla de Abona, cargo honorífico en el que permaneció durante más de 15 años y medio. Asimismo, hizo sus pinitos en la poesía. Además, fue un gran aficionado al fútbol y socio de la “U.D. Las Palmas”. Tras renunciar al cargo honorífico de Cronista Oficial y alcanzar la jubilación como administrador de Correos y Telégrafos, cuando contaba 70 años de edad, 47 de ellos como funcionario nacional, recibió dos homenajes en Granadilla de Abona, tanto por su compromiso con dicha villa como por su labor profesional.

Don Federico nació el 6 de mayo de 1912, en un lugar que de momento no hemos podido concretar con total seguridad, pero que pudo ser Las Palmas de Gran Canaria, como figura en el expediente abierto como Cronista Oficial de Granadilla de Abona, o Motril (Granada), como se recoge en su nota necrológica, o incluso en Arucas, ciudad de la que era oriundo por su madre, en la que vivió durante su infancia y primera juventud; lo cierto es que el consideraba a Gran Canaria su patria chica. Era hijo de don José Carranza y doña Rafaela García Pérez, natural ésta de Arucas.…

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Güímar: Don José Martín de Castro (1653-1715), propietario agrícola y ganadero, alférez de Milicias y mayordomo de la fábrica parroquial de San Pedro Apóstol de Güímar

Creció en el seno de una familia más o menos acomodada, pues llegó a ser un notable propietario agrícola y ganadero. Ello le permitió obtener el empleo de Alférez de Milicias en el Regimiento Provincial de Güímar, que por entonces era el segundo oficial al mando de una compañía, tras el capitán. Además, gracias a su posición económica también fue nombrado mayordomo de la fábrica parroquial de San Pedro Apóstol de Güímar. Su descendencia mantuvo durante algunas generaciones el apellido doble “Martín de Castro”.

Nació en Güímar en 1653, siendo hijo de don Martín Rodríguez, natural de Tacoronte, y doña María de Castro, que lo era del citado pueblo sureño. El 13 de septiembre de dicho año fue bautizado, con óleo y crisma, en la iglesia de San Pedro por fray Tomás Rodríguez, “de la orden de predicadores Predicador Gl.”, con licencia del Lcdo. don Gonzalo Rodríguez Coello, cura y beneficiado de dicha parroquial y de la de Santa Ana de Candelaria; se le puso por nombre “José” y actuaron como padrinos don Francisco de Castro y doña Ana Jiménez, vecinos de dicho lugar…

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Los Comités locales de Acción Popular Agraria de Barranco Hondo, Candelaria e Igueste (1934-1936), durante la II República Española

Durante la II República, los simpatizantes de la derecha se agruparon en torno a dos partidos políticos, el Partido Republicano Tinerfeño, que aglutinaba a los más afines con este sistema político, y Acción Popular Agraria, que reunía a los antirrepublicanos más en sintonía con la Monarquía, cuyo objetivo era defender la religión católica, la propiedad y la familia; este segundo partido sería el núcleo aglutinante de la Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA). En este artículo nos vamos a centrar en los tres comités locales de Acción Popular Agraria constituidos en el municipio de Candelaria en 1934, a mediados de la República.

El primer Comité fue el de Barranco Hondo, que se fundó a comienzos de 1934 y su reglamento fue redactado el 10 de abril de dicho año. Según el artículo 1 del mismo: “Con el nombre de “Acción Popular Agraria” se constituye una organización político-social que tiene por objeto la defensa de los principios de Religión, Familia, Orden, Trabajo, Propiedad y Agricultura. Está sometida a la Junta Central del Partido de Acción Popular de Madrid y a la Provincial de Santa Cruz de Tenerife y adherida, por tanto, a la Confederación Española de Derechas Autónomas”. Estableció su domicilio en el pueblo de Barranco Hondo, concretamente en la casa situada en la “Subida de Barranco Hondo nº 97”. Dicho reglamento fue presentado en el Gobierno Civil el 19 dicho mes de abril y aprobado por la máxima autoridad de la provincia el 29 del mismo mes. La comisión organizadora estaba integrada por los siguientes vecinos: don Juan Ramos, don Fermín Higuera, don A. Hernández, don Pedro Torres, don José Pérez Alonso y don Miguel Trujillo Hernández…

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Adeje: Don Domingo Acevedo (1785-1827), párroco beneficiado de la villa de Adeje

En este artículo recordamos a un sacerdote villero, que fue nombrado beneficiado de la villa de Adeje, donde ejerció como párroco durante casi ocho años, hasta su prematura muerte, tiempo en el que se enfrentó al administrador de la Casa Fuerte y a algún representante del Ayuntamiento, tomando parte activa en la vida social de esa villa histórica, en la que también participó en la apertura de testamentos y formó parte de la junta repartidora de la contribución municipal.

Nació en la Villa de La Orotava el 30 de abril 1785, siendo hijo de don Salvador Luis de Acevedo y Suárez y doña Antonia Luis Cejudo y Hernández, naturales y vecinos de dicha villa. El 5 de mayo inmediato fue bautizado en la iglesia de Ntra. Sra. de la Concepción, en cuya feligresía vivía su familia, por el Lcdo. Don Juan Nepomuceno Montenegro y Ocampo, examinador sinodal del Obispado y beneficiado de dicha parroquia, que por entonces se servía “en la iglesia del Monasterio de Religiosas Dominicas de dicha villa por reedificación de dicha Matriz”; se le puso por nombre “Domingo Ceferino Salvador Antonio de Candelaria” y actuó como padrino don Ceferino José Ginory, vecino de dicha villa…

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Arona-Vilaflor de Chasna: Don Nicolás García Domínguez (1625-1685), alférez de Milicias y propietario agrícola y ganadero, de linaje aborigen

Perteneciente a una destacada familia aronera de claro linaje aborigen (tanto de Tenerife como de Gran Canaria), vinculada sobre todo a las Milicias Canarias por muchos de sus ascendientes y descendientes, así como a la Iglesia, nuestro biografiado también siguió la carrera militar hasta alcanzar el empleo de Alférez de las Milicias en el Tercio de Adeje-Abona. Simultáneamente, durante toda su vida se dedicó al cuidado de las notables propiedades agrícolas y ganaderas que poseía en la amplia jurisdicción de la antigua Chasna. Permaneció soltero.

Nació en el pago de Arona en diciembre de 1625, siendo hijo del alférez don Juan Gaspar García y doña María Domínguez Villarreal. El 1 de enero de 1626 fue bautizado en la iglesia matriz de San Pedro de Vilaflor, de la por entonces dependía dicho pago, siendo apadrinado por el cura beneficiado de la misma, don Alonso Pérez, y doña Lucía de Frías…

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Güímar: Don Porfirio González Marrero (1936-2022), emigrante, comerciante, mayorista importador de frutos. promotor inmobiliario, karateca, jugador de petanca, patrón de barco, campeón de pesca de altura, directivo de lucha canaria, ciclista, cofundador y presidente de la Agrupación folclórica “Atenguajos”

Dedicamos este artículo a un recordado vecino de la comarca de Agache (Güímar), nacido en San Juan de la Rambla, criado en El Escobonal, de donde era oriundo, emigrado a Venezuela y establecido en Santa Cruz de Tenerife, don Porfirio González Marrero. Con tan solo 14 años comenzó su vida laboral en El Escobonal, como labrante de bloques; a los 17 años emigró a Venezuela, donde trabajó en el Mercado mayor de Coche de Caracas y llegó a ser mayorista importador de frutos; en dicha capital también practicó el kárate, llegando a alcanzar el cinturón marrón. Tras  su regreso a Tenerife se estableció en Santa Cruz, donde ejerció como promotor inmobiliario. Estuvo fuertemente vinculado a El Tablado (Güímar), donde tenía su segunda residencia y destacó como jugador de petanca en los clubes “Las Afortunadas” y “Tablado”; además fue patrón de barco, campeón de pesca deportiva de altura, directivo del “C.L. Santa Cruz” y ciclista aficionado. También destacó su labor como cofundador, vocal y presidente de la Agrupación folclórica “Atenguajos” de El Tablado, formando parte de parranda, la cual le tributó un homenaje con motivo de su fallecimiento.

Nació en San Juan de la Rambla el 15 de julio de 1936, siendo hijo de don Anselmo González Llanos, natural de dicho pueblo, y doña Juana Marrero Castro, que lo era de El Escobonal (Güímar). El 18 de septiembre de ese mismo año fue bautizado en la iglesia de San Juan Bautista de dicha localidad norteña. Cuando contaba tan solo tres años de edad se estableció con sus padres en El Escobonal, concretamente en el barrio de La Corujera…

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La Cofradía de Nuestra Señora del Socorro de Güímar y la institucionalización de la fiesta anual de la Virgen en 1643, como patrona de las sementeras

Hacia 1550 el cuidado de la casa y ermita de El Socorro estaba a cargo de un ermitaño de origen castellano, don Alejos Pérez, quien vivió en ella, siendo el primer vecino conocido del actual caserío de El Socorro. Este ermitaño murió en Icod y dejó como heredera en su testamento a la ermita en la que había pasado la mayor parte de su vida. Tras el fallecimiento de Alejos, se hizo cargo del cuidado de ese primitivo templo don Francisco Hernández de Sepúlveda, que residía en el pueblo de Candelaria, quien ya se titulaba “mayordomo de la casa y ermita de Ntra. Sra. del Socorro”; este mayordomo, entre otras limosnas dejadas a la ermita por varios vecinos del Valle en sus testamentos, recogió el finiquito de la herencia dejada por el primer ermitaño y, con todo ese dinero, se realizaron a partir de 1577 diversas obras de aumento en el primitivo templo. Pero tras la muerte de su mayordomo, acaecida hacia 1583, la ermita entró en decadencia, hasta el punto de que en pocos años quedó arruinada, por falta de reparaciones. No obstante, en 1602 dicho templo ya había sido reedificado; y hacia 1630 se elaboró la venerada imagen de la Virgen del Socorro por un imaginero tinerfeño, de momento anónimo, pues con anterioridad solo presidía el templo un cuadro de la Virgen.

Aunque la ermita del Socorro fue muy venerada y frecuentada durante el siglo XVI, antes de su ruina, fue en las primeras décadas del siglo XVII, tras su reconstrucción y la adquisición de la imagen de la Virgen, cuando logró su pleno auge. Éste tuvo un punto de inflexión el 18 de diciembre de 1643, fecha en la que se fundó en ella la Cofradía de Nuestra Señora del Socorro, se nombró un mayordomo interino y se institucionalizó la fiesta anual de la Virgen, al ser proclamada esta venerada imagen como abogada de sus necesidades, en particular de sus sementeras o cultivos. Estas decisiones se ratificaron tres años más tarde, en 1646, en que se nombraron los primeros mayordomos oficiales de la cofradía, quienes debían cobrar y administrar las limosnas que se recaudasen en todo el beneficio parroquial, así como rendir cuentas de los ingresos y gastos realizados; y en el mismo acto se aprobaron los estatutos de la cofradía, en los que destacaba la obligación de reparar la ermita y hacerle a la Virgen su fiesta anual. Así comenzó a celebrarse la Bajada o romería que se ha mantenido hasta el presente, si bien con diversos cambios a lo largo de su dilatada historia…

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